Se puede decir que el pionero del diseño ecológico fue Frank Lloyd Wright, cuya innovadora filosofía de arquitectura orgánica se enfocaba en crear estructuras que parecían formar parte de su entorno. Pero en realidad la arquitectura sostenible ha estado con nosotros desde siempre.

Hoy en día es una exigencia social inexcusable a la hora de diseñar nuestras viviendas o nuestras zonas de trabajo. Cuanto más eficiente desde el punto de vista energético sea nuestra casa, más sostenible será, pero también más barata de mantener; cuanto menor sea su impacto sobre el medio en que se asienta, mayor será la calidad del entorno que disfrutaremos.

Las casas sostenibles no tienen un aspecto predeterminado y a veces lo más importante es un buen aislamiento o la adecuada explotación de las orientaciones y las ventilaciones cruzadas. Pero, ¿qué hace que una arquitectura pueda designarse como sostenible? Desde el uso de materiales reciclados en su fabricación, pasando por proponer fuentes renovables, hasta la instalación de un sistema domótico, la sostenibilidad se mide por muchos parámetros. En todos ellos subyace la preocupación por el consumo energético. Por eso es interesante explorar fuentes de energía alternativas, que aminoren la dependencia hacia recursos muy contaminantes como el petróleo.

Analizaremos tres soluciones que se pueden incorporar en el diseño y en la construcción de viviendas, así como edificios comerciales, siguiendo los criterios de sostenibilidad:

  • GEOTERMIA: se trata de una fuente renovable, ecológica y económica que aprovecha el calor de la tierra e implica una importante reducción del consumo y de las emisiones de CO2. Su funcionamiento se basa en una bomba de calor de alta eficiencia en la que se produce el intercambio térmico entre el terreno (en el que a partir de cierta profundidad la temperatura permanece constante) y la casa, aportando la temperatura necesaria en cada instante.
  • FACHADAS FOTOVOLCAICAS: se han convertido en centrales fotovolcaicas urbanas gracias a la integración de los paneles en los cristales de muro cortina y en las cubiertas de los edificios. Es una solución silenciosa y no contaminante, modulable y de bajo mantenimiento, que permite la generación de energía eléctrica in situ con el consiguiente ahorro en transmisión y distribución.
  • CUBIERTAS AJARDNADAS: permite un importante ahorro energético por su capacidad aislante, además de contribuir a la mejora medioambiental. Está compuesta por una capa drenante, una capa filtrante, capa de sustrato, y vegetación de especies autóctonas de poca profundidad. Contribuye a frenar el calentamiento atmosférico y facilita la humidificación del ambiente; trabaja como filtro vegetal purificador del aire y además su capacidad d retención y almacenamiento de agua de lluvia permite la reducción de instalaciones de saneamiento.

Al fin y al cabo el objetivo principal es mejorar la calidad medioambiental en las ciudades y así elevar el nivel de vida de sus habitantes.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo