Cómo eliminar las humedades en casa en Madrid (Guía 2025)
¿Tienes manchas de humedad en las paredes o techos de tu vivienda? No estás solo: incluso en una ciudad de clima relativamente seco como Madrid, las humedades en casa son un problema común. En esta guía técnica (y a la vez cercana) actualizada a 2025 te vamos a dar todas las claves sobre cómo eliminar las humedades en viviendas particulares. Veremos **los tres tipos principales de humedad** – condensación, capilaridad y filtraciones – con sus causas, consecuencias y soluciones más efectivas para cada caso. Además, incluimos precios aproximados por metro cuadrado o por intervención, recomendaciones de productos de marcas líderes (Sika, Rubson, Tecroc, etc.), comparativas en tablas, consejos prácticos y advertencias para que tomes la mejor decisión según el nivel de daño en tu hogar. ¡Empecemos!
Humedad por condensación
La humedad por condensación es posiblemente la más habitual en las viviendas modernas. Se produce cuando el exceso de vapor de agua en el aire interior se deposita sobre superficies frías (como paredes o ventanas) al haber un contraste de temperatura importante:. El aire caliente cargado de humedad (por actividades cotidianas como ducharse, cocinar, secar la ropa o incluso la respiración) al enfriarse libera agua en forma de gotas. Estas gotas terminan empapando paredes, techos o cristales, dando lugar a manchas oscuras, moho e incluso goteos en casos severos.
Causas frecuentes: la condensación suele indicar deficiencias de ventilación o aislamiento en la vivienda. Por ejemplo, en invierno en Madrid es común mantener la casa cerrada y con calefacción; si no se ventila bien, la humedad ambiental sube y condensa en las paredes más frías. También influye un mal aislamiento térmico (puentes térmicos en ventanas o muros), ya que las superficies frías “atraen” la condensación. Los baños y cocinas sin extractor, o habitaciones donde se acumula vapor (como dormitorios sin ventilación adecuada), son focos típicos de este tipo de humedad.
Cómo identificarla: las señales de condensación incluyen vaho persistente en las ventanas, gotitas de agua en los cristales y paredes, y moho negro en esquinas o superficies frías. Suele aparecer en las partes altas de las paredes o en esquinas de techo, así como alrededor de ventanas. A diferencia de otras humedades, la condensación no produce desconchones grandes en la pintura desde el inicio, sino más bien manchas de moho (negras o verdosas) y un ambiente cargado. Si observas espejos que se empañan con frecuencia o ropa del armario con olor a humedad, es probable que tengas este problema.
Imagen: Humedad por condensación en ventana y moho en pared interior. Las consecuencias de no tratar la condensación van más allá de lo estético. El moho que genera puede afectar a la salud, especialmente de personas alérgicas o con problemas respiratorios, provocando desde irritaciones hasta agravamiento de asma. Además, las manchas negras y el olor a humedad generan un entorno poco saludable. Con el tiempo, la pintura o el papel pintado pueden despegarse y los hongos pueden penetrar en yesos y maderas, causando daños materiales considerables
esp.sika.com
. Es importante actuar rápido en cuanto detectes estas señales para evitar que el problema se agrave.
Soluciones para la humedad por condensación
La buena noticia es que la condensación es la humedad más sencilla de solucionar en la mayoría de casos. Aquí te presentamos las soluciones principales, desde hábitos cotidianos hasta intervenciones técnicas, con sus ventajas, precios aproximados y ejemplos de productos.
- Ventilación regular y control de hábitos: Lo primero es ventilar la vivienda a diario, al menos 10-15 minutos, incluso en invierno. Este sencillo hábito renueva el aire y reduce la acumulación de vapor. Además, intenta controlar la humedad producida: usar tapa al cocinar, tender la ropa fuera o en zonas ventiladas, y encender extractores en baño y cocina durante y después de ducharse o guisar. Estas medidas de sentido común son gratuitas y previenen muchos problemas de condensación.
- Deshumidificadores: Si la ventilación natural no es suficiente (por ejemplo, en días muy húmedos o estancias sin ventana), un deshumidificador ayuda a mantener la humedad relativa por debajo del 60%. Hay opciones eléctricas (aparatos con compresor o tipo Peltier) con precios entre 180 € y 350 € para equipos domésticos de buena calidad. También existen deshumidificadores químicos (como los de la marca Rubson Aero 360º), que utilizan sales de cloruro de calcio para absorber la humedad; son silenciosos y sin consumo eléctrico, con dispositivos desde 10-20 € y recambios de 5-10 € (cada pastilla suele durar meses según la humedad). Un deshumidificador eléctrico puede bajar la humedad rápidamente en habitaciones grandes, mientras los modelos de Rubson son útiles en espacios pequeños (armarios, baños) o como refuerzo preventivo.
- Mejorar la ventilación forzada (sistemas mecánicos): En casos crónicos (por ejemplo, viviendas muy aisladas o con puentes térmicos), puede ser necesaria la instalación de sistemas de ventilación mecánica controlada. Una unidad de tratamiento de aire (CTA) con doble flujo o sistemas de ventilación por sobrepresión (p.ej., equipo tipo Murprotec) renuevan el aire interior expulsando el húmedo y metiendo aire seco filtrado. Estos sistemas solucionan definitivamente la condensación, pero su coste es elevado: alrededor de 1500 € a 4500 € instalado dependiendo del tamaño de la vivienda y modelo. En Madrid, algunas empresas instalan equipos de ventilación mecánica con recuperación de calor, lo que además mejora la eficiencia energética. Aunque la inversión inicial es alta, a largo plazo garantizan un hogar libre de condensación y moho.
- Aislamiento y rotura de puentes térmicos: Para ataques más estructurales, mejorar el aislamiento de muros o cambiar ventanas simples por ventanas con rotura de puente térmico y doble acristalamiento ayuda a que las superficies interiores no se enfríen tanto. Esto reduce la aparición de condensaciones superficiales. Por ejemplo, aplicar paneles aislantes térmicos interiores en una pared fría puede costar en torno a 30-50 €/m², pero suele hacerse en reformas integrales. Es una solución de coste medio-alto, pero que aporta confort general a la vivienda (no solo elimina humedad, también ahorra calefacción).
- Pinturas anticondensación y anti-moho: Son pinturas especiales formuladas con microesferas aislantes y/o aditivos fungicidas. **Pintura anticondensación**: crea un aislamiento térmico ligero en la pared (con microesferas huecas) elevando la temperatura superficial algunos grados, lo que dificulta que se forme agua. **Pintura anti-moho**: contiene fungicidas que impiden que el moho negro prolifere. Muchas pinturas comerciales combinan ambas propiedades (por ejemplo, pintura anticondensación con fungicida de Rubson o Sika). Su aplicación es similar a una pintura plástica normal; el precio de la pintura puede rondar 15-20 € el litro (1 litro cubre ~8 m² en dos manos). Aplicarla profesionalmente en paredes y techos de una habitación (unos 20 m² de superficie) puede costar en torno a 150-250 € incluyendo mano de obra. Estas pinturas son útiles como refuerzo: no eliminan la causa (si hay exceso de vapor), pero ayudan a mantener a raya el moho una vez que has mejorado la ventilación.
Humedad por capilaridad
La humedad por capilaridad (a veces llamada también “humedad ascendente”) es aquella que sube desde el suelo por las paredes de la vivienda. Ocurre en plantas bajas, sótanos o muros que están en contacto con terrenos húmedos, cuando la construcción carece de una barrera impermeabilizante adecuada en la base. El agua del subsuelo asciende por los poros del ladrillo, hormigón o piedra, aprovechando la fuerza de capilaridad (el mismo fenómeno por el que un azúcar absorbe el café). El resultado: los muros van chupando agua desde el suelo, empapándose hasta cierta altura (normalmente hasta 1 metro o metro y medio de alto).
Causas: la capilaridad suele deberse a deficiencias en la impermeabilización de los cimientos o solera. En edificios antiguos (más de ~50 años) en Madrid, era común no colocar una capa aislante bajo los muros, por lo que están en contacto directo con la tierra. También puede suceder si la capa impermeable existente está dañada o es insuficiente. Zonas con nivel freático alto o suelos muy húmedos agravan el fenómeno. En Madrid ciudad, aunque el clima es seco, muchos bajos de edificios antiguos en barrios históricos sufren capilaridad porque los materiales porosos absorben la humedad del terreno (por ejemplo, filtraciones de riego de jardines o escapes de agua subterránea).
Cómo identificarla: la señal clásica son manchas de humedad en la parte baja de las paredes, que forman una especie de “zocalo” húmedo hasta cierta altura. La pintura se abomba y descascara formando cercos, y suelen aparecer eflorescencias de salitre (unas costras o velos blanquecinos) en la superficie de la pared. Si hay yeso o mortero, se descompone o pulveriza al tacto en esas zonas. A diferencia de la condensación, aquí el moho no siempre está presente; en cambio, el salitre y el desprendimiento de materiales son típicos. Además, el problema es persistente: incluso si no llueve durante semanas, la pared sigue húmeda porque el origen es el agua del terreno. Es común también notar el rodapié hinchado o negro, y la humedad puede afectar muebles bajos.
Consecuencias: la humedad por capilaridad es de las más dañinas a largo plazo. No solo afea la vivienda con muros húmedos y salitrosos, sino que puede comprometer elementos estructurales y la salubridad. Las sales que transporta el agua deterioran el ladrillo y el mortero, y pueden corroer metales incrustados. Las paredes pierden capacidad aislante (una pared mojada deja pasar más el frío), y en invierno esa humedad puede helarse y ocasionar fisuras. Además, aunque suele haber menos moho que en la condensación, el ambiente se vuelve insalubre, con olor a humedad constante. En viviendas habitadas, vivir con capilaridad puede causar problemas respiratorios e incluso reumatismos debido a la humedad ambiente elevada. Por ello, es importante atajarla cuanto antes: es un problema “estructural” de la casa que no desaparece solo y tiende a empeorar con el tiempo.
Soluciones para la humedad por capilaridad
Eliminar la capilaridad requiere crear algún tipo de “barrera” que impida al agua seguir subiendo por los muros. Tradicionalmente esto se lograba poniendo láminas impermeables físicas al construir, pero en muros existentes hay que recurrir a tratamientos específicos. Las principales soluciones actuales son:
- Inyecciones químicas (barrera química): Consiste en inyectar en la base del muro una sustancia hidrófuga que selle los poros y repela el agua. Se perforan una serie de orificios a lo largo de la pared, cerca del suelo (normalmente cada 10-15 cm), y se introduce un producto químico (resinas de silicona, silanos, etc.) que forma una barrera horizontal dentro del muro. Un producto muy conocido es el SikaMur InjectoCream-100 de Sika, un gel de silicona que se inyecta con pistola sin necesidad de bomba. Tras inyectar, el gel se expande y tapona los capilares. **Precio:** aproximadamente entre 100 € y 140 € por metro lineal de muro tratado, según grosor de la pared y producto usado. Por ejemplo, para una pared de 5 metros de longitud, el coste estaría en torno a 500-700 €. Este tratamiento suele requerir luego picar y reponer el enlucido interior, porque hay que retirar el yeso dañado con sales. Sumando esa reparación, se puede ir a unos 30-60 €/m² adicionales de pared en revoque impermeable y acabado. La ventaja es que es una solución definitiva en la mayoría de casos, eliminando la humedad ascendente de raíz.
- Electroósmosis (sistema eléctrico anti-humedad): Aquí se aprovecha la ciencia: aplicando un campo eléctrico de baja intensidad en el muro, se invierte la polaridad de las moléculas de agua y se fuerza al agua a descender por capilaridad en lugar de subir:. Hay dos variantes: la electroósmosis cableada, que implica instalar electrodos en la pared conectados a una corriente continua; y la electroósmosis inalámbrica (sistemas más modernos que emiten ondas de radio VLF). Un dispositivo inalámbrico anti capilaridad (por ejemplo, de marcas como Tecnosec o Aquapol) puede costar del orden de 1500 € a 3000 € según la superficie a proteger, y su instalación es sencilla (sin obra), solo colgar el aparato en la pared: La electroósmosis cableada puede ser más económica en materiales pero requiere hacer pequeñas rozas para colocar los electrodos, con precios desde 1000 € en adelante para una casa pequeña. Estos sistemas suelen venir con garantía de 20-30 años por empresas especializadas. La ventaja: no se rompe la pared, no se introduce químico. Inconveniente: el coste y depender de un dispositivo eléctrico permanente.
- Higroconvectores (sifones atmosféricos): Es un método pasivo: se hacen orificios en la parte baja del muro e insertan unos tubos especiales de plástico cerámico que permiten que el aire circule dentro de la pared. Esto facilita que la humedad evaporada salga al exterior, secando gradualmente el muro. No impiden la entrada de agua, pero aceleran el secado del muro continuamente. Son relativamente económicos: cada tubo higroconvector puede costar 20-30 €, y se colocan cada metro aproximadamente. Para una pared de 5 m, quizás se coloquen 5-6 tubos (material < 200 €) más la obra de perforación (uno o dos días de albañil). En total, un tratamiento con higroconvectores puede salir por 300-600 € para una estancia. Su eficacia es moderada: funcionan mejor en ambientes ventilados; si el muro está cubierto (por ejemplo, detrás de armarios) no evacúan bien. Se suelen usar como complemento a otras soluciones o en casos de humedad leve.
- Láminas impermeables (barrera física): Es la solución “radical” pero poco usada por su complejidad. Consiste en cortar el muro y meter una lámina impermeable física (ej. lámina de polietileno o acero inoxidable) que cree una barrera continua. Requiere obras mayores: se hace un corte por secciones en la base de la pared, se coloca la lámina y se rellena con mortero. Esto garantiza al 100% que no sube agua. Sin embargo, es muy invasivo (riesgo estructural si no se hace cuidadosamente por tramos) y costoso. Su precio puede superar los 150-200 € por metro lineal, ya que implica mucho trabajo manual y recalzar la pared poco a poco. Solo se suele recomendar en edificios históricos de valor donde las otras soluciones químicas o eléctricas no se quieren aplicar. Hoy en día, las barreras químicas suelen ofrecer resultados similares con mucho menos trastorno, por eso esta técnica es rara vez utilizada en viviendas particulares.
- Revoques macroporosos y tratamientos complementarios: Además de cortar la subida de agua, es fundamental tratar los efectos en el muro. Después de cualquiera de las soluciones anteriores, se recomienda picar los revestimientos dañados hasta el ladrillo y aplicar un mortero deshumidificante especial (macroporoso) que permite que la pared respire y libere la humedad remanente. Por ejemplo, marcas como Sika, Weber o Tecroc tienen morteros técnicos para muros con salitre. Un mortero macroporoso puede costar alrededor de 15 €/m² solo el material (un saco ~ 10-15 € cubre 1 m² en capa gruesa). Aplicado por un profesional con acabado liso podría subir a 30-40 €/m². Asimismo, es útil usar pinturas transpirables anti-salitre en la terminación (unos 20 €/L). Estos revestimientos asegurán que no quede humedad atrapada dentro del muro. En resumen: solucionar capilaridad suele implicar *combinar una barrera (química, física o eléctrica) + rehacer revestimientos interiores con materiales adecuados*. Es un proceso costoso y técnico, pero necesario para eliminar el problema de raíz y evitar que reaparezca.
Humedad por filtraciones
La humedad por filtración se produce cuando el agua penetra desde el exterior a través de alguna grieta, abertura o material poroso, e inunda partes de la estructura que deberían estar secas. Aquí incluimos goteras, entradas de agua de lluvia por fachadas o cubiertas, humedad lateral en sótanos por tierra empapada, e incluso las humedades causadas por fugas de tuberías. En resumen, cualquier caso en el que hay una fuente de agua identificable que se filtra en la vivienda.
Causas comunes: Las filtraciones pueden venir de fuera o dentro de la casa. De fuera: lluvia que se cuela por tejas rotas, terrazas mal impermeabilizadas, fisuras en fachadas, juntas de ventana deterioradas, o agua del terreno que ejerce presión lateral en sótanos. De dentro: tuberías de agua o calefacción con fugas, filtraciones desde baños (por ejemplo, la ducha del vecino de arriba) o rotura de bajantes. En Madrid son típicas las filtraciones en cubiertas planas (azoteas) cuando ha llovido mucho, o en paredes medianeras mal selladas. Las tormentas intensas de verano, cada vez más frecuentes, ponen a prueba las impermeabilizaciones de los edificios.
Cómo identificarla: Las humedades por filtración suelen aparecer repentinamente y localizarse cerca del foco de entrada (aunque a veces el agua viaja y la mancha aparece alejada). Puedes ver manchas amplias amarillentas o marrones en techos o paredes, a veces con chorretones o “mapas” irregulares. Si es una gotera activa, gotea agua durante o tras la lluvia. La pintura se ablanda y cae en láminas, dejando cerco. En casos severos, el agua puede formar regueros. Un signo claro es que la humedad empeora con la lluvia o uso de fontanería, y se estabiliza cuando cesa la fuente. Por ejemplo, si ves que la mancha crece después de cada tormenta, es filtración de lluvia; si gotea cada vez que alguien se ducha arriba, es una filtración de fontanería.
Imagen: Manchas de humedad por filtración en el techo, causadas por goteras. Consecuencias: Las filtraciones, si son constantes, pueden causar tanto daño estructural como la capilaridad. Una gotera prolongada pudre la madera de techos o ataca la armadura de los forjados. La humedad infiltrada puede generar moho (aunque suele ser diferente al de condensación: aquí se ven manchas verdosas o marrones y hongos tipo algas). También conlleva desprendimientos de pintura y yeso, corrosión de elementos metálicos (por ejemplo, un perfil de acero empotrado puede oxidarse con el agua). Las filtraciones de larga duración pueden debilitar el hormigón (por corrosión de la armadura) y en casos extremos comprometer la estabilidad de elementos. A corto plazo, causan malestar: olor a humedad, daños estéticos, goteos molestos, etc. Y si provienen de aguas no limpias (por ejemplo, una bajante rota), pueden traer problemas sanitarios. Por todo ello, hay que atajarlas cuanto antes y reparar tanto la causa como los daños.
Soluciones para las humedades por filtración
La clave con las filtraciones es identificar el origen. No sirve de nada pintar sobre una mancha sin antes haber sellado la grieta o arreglado la avería que deja pasar el agua. Una vez identificada y reparada la fuente, se procede a arreglar los daños en el interior. Veamos distintos escenarios y sus soluciones y costes aproximados:
- Filtraciones de lluvia por tejados o terrazas: Aquí hablamos de goteras clásicas en el techo. **Solución**: revisar la cubierta, reemplazar tejas dañadas o renovar la impermeabilización. En una cubierta inclinada con tejas, a veces basta con recolocar o cambiar las piezas rotas (coste puntual bajo, desde 100-200 € de mano de obra). Si la cubierta está muy deteriorada, puede requerir rehacer la impermeabilización bajo tejas (láminas asfálticas) o incluso cambiar toda la techumbre. Impermeabilizar una terraza transitable (plana) con tela asfáltica o membrana líquida tiene un coste alrededor de 40-60 €/m². Por ejemplo, una terraza de 50 m² puede suponer ~2500 € si se pone nueva membrana. Productos: láminas asfálticas tipo LBM, membranas líquidas de poliuretano (ej. SikaFill, Tecroc Top Elastomeric). Siempre es recomendable contar con un profesional en impermeabilización de cubiertas.
- Filtraciones en fachadas y paredes exteriores: A través de grietas en fachadas o paredes expuestas a lluvia puede entrar agua que luego aparece dentro. **Solución**: sellar grietas y fisuras y aplicar revestimientos impermeables. Primero se sanea la grieta: abrir en “V” y rellenar con masilla elástica o resina epoxi (p.ej. masilla impermeabilizante Rubson para fachadas. Después, es muy eficaz aplicar un tratamiento hidrorepelente sobre la fachada: hay hidrofugantes transparentes (siloxanos en base agua o disolvente, que no cambian el aspecto de la pared) con un coste en material de ~5-8 €/m², o pinturas impermeabilizantes opacas (tipo revestimiento acrílico elástico para fachada) por ~15 €/m² material. Con mano de obra (andamios, etc.), impermeabilizar una fachada desde fuera puede salir a 30-50 €/m². En plantas bajas, una solución casera es aplicar hidrofugante invisible uno mismo con rodillo (ej. productos Rubson o Ceys), ya que vienen listos para uso. Si la filtración viene del encuentro ventana-pared, probablemente sea necesario cambiar sellados de silicona o reinstalar un vierteaguas.
- Humedad en sótanos por filtración lateral: Los muros enterrados pueden sufrir filtraciones del terreno (humedad por presión lateral, también llamada humedad freática). **Solución**: aquí suele requerirse una impermeabilización más estructural. Opciones: impermeabilizar desde el exterior (ideal pero implica excavar alrededor de la casa, colocar láminas drenantes, membranas asfálticas, etc. – obra costosa), o impermeabilización desde el interior mediante “tanking” (crear una barrera interna con mortero impermeable). Por ejemplo, aplicar un mortero cementoso impermeabilizante de presión negativa (marca SikaTop Seal, Tecroc, Weber Dry, etc.) en las paredes interiores del sótano, en varias capas, puede costar 20-40 €/m². Así se evita que entre agua, aunque la pared quede húmeda detrás. Adicionalmente, se puede instalar un sistema de drenaje en el suelo del sótano (bombas de achique) si el agua es abundante. Estos trabajos sí conviene que los haga una empresa especializada en impermeabilizaciones subterráneas. El precio varía mucho según tamaño del sótano; por ejemplo, impermeabilizar un sótano de 100 m² puede estar en el rango de 10.000-20.000 € incluyendo sistema de drenaje. Es una inversión alta, pero protege la estructura y permite usar esos espacios sin humedad.
- Filtraciones por tuberías o condensaciones de cañerías: Si la humedad proviene de una cañería rota (por ejemplo, una tubería empotrada con fuga o bajante comunitario), lo primero es reparar la instalación averiada (llamar al fontanero o a la comunidad si es un bajante general). Localizada la fuga (a veces requiere cámara térmica o rompér un poco para buscarla), se repara la tubería (coste muy variable: una pequeña reparación local ~150-300 €, una sustitución de bajante en un edificio puede superar 1000 € pero suele cubrirlo la comunidad o seguro). Tras arreglar la causa, se deja secar unos días la zona afectada y luego se repara el acabado: reemplazar yeso dañado, pintar con pintura anti manchas (bloqueadora de humedad) para que no salga la mancha amarilla, y pintar finalmente para igualar. Este tipo de humedad por fuga es puntual: solucionada la avería, no debería volver a aparecer en ese punto. Eso sí, no olvides también revisar posibles daños colaterales: por ejemplo, una fuga en la planta de arriba puede haber dejado aislantes mojados o madera podrida.
En general, para cualquier filtración la estrategia es: 1) detener la entrada de agua (reparando o impermeabilizando el origen) y 2) reparar los daños interiores (secando, saneando y restaurando acabados). El orden es importante: de nada sirve pintar si no has sellado la vía de agua, ya que la mancha reaparecerá con la siguiente lluvia o uso. Siempre que dudes dónde está la filtración, busca asesoría profesional – empresas especializadas pueden hacer pruebas de humedad, usar higrómetros o termografía para trazar el agua. Y recuerda, en comunidades de vecinos, si la filtración viene de fachada, tejado o tuberías comunitarias, la reparación corre a cargo de la comunidad, no del vecino individual, según la normativa vigente.
Comparativa de los tipos de humedad y soluciones
Para resumir todo lo anterior, aquí tienes una tabla comparativa con las características de cada tipo de humedad en casa y las soluciones más habituales:
Tipo de humedad | Causas principales | Señales / Consecuencias | Soluciones (ejemplos) | Coste aproximado |
---|---|---|---|---|
Condensación | Exceso de humedad ambiental interior por mala ventilación o aislamiento deficiente. Superficies frías que condensan el vapor. | Vaho en ventanas, gotas en paredes frías. Moho negro en esquinas y techos. Olores a humedad. Deterioro de pintura moderado (manchas). | Ventilar diariamente; usar deshumidificadores (Rubson Aero 360, deshumidificador eléctrico); mejorar aislamiento o instalar ventilación forzada (CTA); pintar con pintura anticondensación/antimoho. | Desde 0€ (ventilar) a ~200€ (deshumidificador portátil) hasta 2000-4000€ (sistema ventilación completo). Pintura anti-moho: ~15€/m². |
Capilaridad | Humedad del terreno asciende por los muros por falta o fallo de impermeabilización en cimientos. Típico en plantas bajas antiguas. | Manchas húmedas desde el suelo hasta ~1m de altura. Salitre blanco en superficie. Desconche de pintura y revoque. Puede dañar estructura y generar ambiente húmedo permanente. | Crear barrera antihumedad en muros: Inyecciones químicas (ej. SikaMur Cream); electroósmosis (aparatos inalámbricos tipo Aquapol, Humidry); tubos higroconvectores; láminas físicas. Retirar yesos con salitre y reponer con mortero macroporoso transpirable (Sika, Tecroc). | Inyección química: ~100-140 €/m lineal. Electroósmosis: 1500-3000 € equipo. Higroconvectores: ~50 € cada uno instalado (necesarios varios). Mortero revoque: 30 €/m². Obra completa un bajo (~50 m² muro): 2000-5000 €. |
Filtraciones | Entrada de agua externa por grietas en fachada, goteras de tejado, fallos impermeabilización en terrazas, o fugas de tuberías. | Manchas amarillas o marrones irregulares en techos/paredes. Pueden gotejar si la filtración es grande. Desprendimiento de pintura en láminas. Aparición repentina ligada a lluvia o uso de agua. Posible moho verdoso. | Reparar origen: sellar grietas fachada (masillas, hidrofugante Rubson), impermeabilizar tejado/terraza (lámina asfáltica, membrana líquida Sika), arreglar tubería averiada. Secar y sanear interiores: pintura antimanchas, repintar y ventilar. | Depende causa: Pequeña grieta: 100-300€. Impermeabilizar tejado: ~50 €/m². Reparar filtración sótano interior: 30 €/m². Arreglo tubería: 150-1000€ según gravedad. Pintar y sanear interior tras secar: 10-20 €/m² |
Como muestra la tabla, cada tipo de humedad tiene orígenes distintos y requiere estrategias diferentes. Es fundamental diagnosticar correctamente el tipo de humedad antes de gastar dinero en soluciones que podrían no ser adecuadas. A veces incluso coexisten varios tipos (por ejemplo, una casa con capilaridad que además sufre condensación en invierno). En caso de duda, busca una evaluación profesional: hoy en día muchas empresas en Madrid ofrecen diagnósticos gratuitos o de bajo costo, utilizando equipos para medir humedad en paredes y así determinar la causa.
Preguntas frecuentes sobre humedades en casa
¿Cómo saber qué tipo de humedad tengo en casa?
Debes fijarte en dónde y cómo aparece la humedad. Si ves moho negro en techos o esquinas y condensación en ventanas, es humedad por condensación. Si las manchas están en la parte baja de las paredes, con salitre y pintura descascarada hasta ~1 metro, es humedad por capilaridad. En cambio, si son goteras en el techo o manchas que se agravan con la lluvia o fugas de agua, se trata de filtraciones. También el tacto ayuda: la condensación suele ser superficial (pared fría y mojada solo en la superficie), la capilaridad humedece todo el grosor del muro desde abajo, y la filtración suele venir de un punto focal (una grieta, una zona específica). Un profesional con un medidor de humedad puede determinar el tipo midiendo distintos puntos de la pared.
¿La humedad por condensación puede afectar a mi salud?
Sí. La condensación favorece la aparición de moho y ácaros, que pueden provocar alergias, asma y otros problemas respiratorios, especialmente en niños y personas mayores. Las esporas de moho negro (por ejemplo, Stachybotrys) son irritantes al inhalarse. Además, vivir en un ambiente demasiado húmedo puede causar malestar, dolores articulares o de cabeza. Es importante mantener la humedad relativa interior en niveles saludables (40-60%). Por suerte, la condensación es fácil de controlar mejorando la ventilación y usando deshumidificadores, lo cual rápidamente mejora la calidad del aire interior. En contraste, las humedades por capilaridad o infiltración afectan más a la estructura, pero indirectamente también pueden crear mohos y hongos que afecten la salud. En resumen: ninguna humedad en casa es buena, y la de condensación en particular impacta en tu salud por los microorganismos que conlleva.
¿Cuál es la mejor solución para la humedad por capilaridad?
La más utilizada hoy día es la inyección química de resinas hidrófugas en los muros. Es una solución eficaz y relativamente rápida de instalar, creando una barrera contra la humedad ascendente. No obstante, depende del caso: en muros muy gruesos o con accesibilidad difícil, a veces se opta por electroósmosis (poner un aparato electrónico que detiene la ascensión) o incluso combinar ambas. Lo importante es siempre retirar el yeso afectado y reponerlo con mortero adecuado tras el tratamiento, para eliminar las sales acumuladas. En resumen, para una casa estándar con capilaridad, lo típico es inyecciones químicas + revoque nuevo transpirable. Opciones como los tubos higroconvectores se consideran complementarias o para casos leves, y las láminas físicas se dejan para situaciones muy especiales. Lo mejor es que un especialista valore tu vivienda y te recomiende el método más adecuado y garantizado.
¿Cuánto cuesta arreglar las humedades en casa?
El coste varía mucho según el tipo de humedad y la solución necesaria. Para dar cifras orientativas en 2025: **arreglar humedad por condensación** puede costar desde muy poco (p.ej., 200 € en un deshumidificador y pintura anti-moho para una habitación) hasta unos 3000 € si instalas un sistema de ventilación mecánica en toda la casa. **Tratar humedad por capilaridad** en un muro de unos 5-10 metros lineales suele estar en torno a 1500-3000 € (inyecciones, revoque nuevo, etc.). **Solucionar filtraciones** puede ir desde 100 € (sellar una grieta pequeña) hasta varios miles de euros (impermeabilizar una terraza grande, arreglar estructura de tejado). En general, los tratamientos integrales de humedad en una vivienda unifamiliar suelen oscilar entre 1000 € y 5000 € dependiendo de la gravedad. Lo mejor es pedir un presupuesto personalizado. Muchas empresas (incluida Reformadísimo) ofrecen visitas de diagnóstico gratuitas para evaluar tu caso y darte un presupuesto realista.
¿Puedo solucionar yo mismo las humedades o necesito un profesional?
Depende del tipo y la magnitud del problema. Para condensación, muchas medidas son DIY: mejorar ventilación, usar deshumidificadores, pintar con anti-moho – esto está al alcance de un propietario promedio y suele dar buen resultado en casos leves o moderados. Sin embargo, para capilaridad e infiltraciones significativas, normalmente se requiere intervención profesional. Inyectar muros, instalar electroósmosis o impermeabilizar una fachada/tejado no son tareas sencillas y requieren conocimientos, herramientas y a veces garantía de empresa especializada. Un mal tratamiento podría hacerte gastar dinero en vano y no resolver el problema (o incluso agravarlo). Por ejemplo, si intentas tapar una humedad de capilaridad con yeso normal y pintura, pronto volverá a salir y habrás malgastado esfuerzo. Lo recomendable: haz tú mismo lo básico (ventilar, pequeñas reparaciones superficiales), pero cuando la causa sea estructural o no identificada, llama a profesionales. Te ahorrará tiempo, dinero a largo plazo y asegurarás un resultado duradero.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo