Guía Completa para Reparar Goteras Desde el Interior Paso a Paso (Actualizado 14 de mayo de 2025)
La aparición de una gotera en casa puede disparar las alarmas de cualquier propietario. Esa mancha de humedad creciente en el techo o el agua goteando en plena noche no solo causa estrés, sino que también amenaza con dañar suelos, muebles y la estructura de tu vivienda. Si vives en un edificio antiguo o con la cubierta deteriorada, las probabilidades de sufrir filtraciones aumentan y con ellas la preocupación.

Pero no entres en pánico: en esta guía completa (actualizada al 14 de mayo de 2025) te explicaremos paso a paso cómo reparar una gotera desde el interior de forma efectiva. Hablaremos de por qué aparecen las goteras, cómo afectan a tu hogar y desarrollaremos en detalle los 5 pasos clave para taparlas por dentro. También incluiremos consejos de mantenimiento para evitar que vuelvan a ocurrir, ejemplos prácticos basados en casos reales y una sección de preguntas frecuentes para resolver todas tus dudas.
En Reformadísimo conocemos de primera mano el desafío que suponen las filtraciones de agua. Hemos ayudado a muchos propietarios a solucionar goteras de todo tipo, y sabemos lo importante que es actuar rápido y bien. Por eso, hemos preparado esta guía con un tono profesional y cercano para acompañarte en el proceso. ¡Manos a la obra!
¿Por qué aparecen las goteras y cómo afectan a tu vivienda?
Las goteras son filtraciones de agua indeseadas que aparecen típicamente en techos o paredes. Pueden originarse por diversas causas: desde lluvias intensas que se cuelan por un tejado en mal estado, hasta grietas en la estructura del edificio que permiten el paso del agua. En edificios antiguos es común que la impermeabilización de la cubierta esté deteriorada tras décadas sin renovación, lo cual abre camino a las filtraciones. También pueden producirse goteras por falta de mantenimiento (tejas rotas o desplazadas, canalones atascados que hacen rebosar el agua, sellados agrietados en chimeneas o lucernarios) y hasta por accidentes domésticos (por ejemplo, una tubería rota o una inundación en el piso superior).
Sea cual sea la causa, una gotera no es un asunto menor. El agua que se infiltra puede causar daños progresivos y cada vez más graves en tu vivienda. A corto plazo verás manchas de humedad y pintura descascarada, pero a largo plazo las consecuencias pueden ser mucho peores:
- Aparición de moho, hongos y malos olores: La humedad constante crea el ambiente perfecto para que prolifere el moho negro u otros hongos en techos y paredes. Esto no solo daña los acabados, sino que libera esporas que pueden afectar la salud (alergias, asma, problemas respiratorios).
- Deterioro estructural: El agua puede pudrir la madera de vigas o estructuras, oxidar armaduras de acero en el hormigón y debilitar materiales constructivos. Con el tiempo, una simple gotera podría derivar en desprendimientos de revoque, corrosión de elementos importantes e incluso riesgo de derrumbe en casos extremos si no se soluciona.
- Daños en bienes y decoración: Las gotas de agua constantes arruinan la pintura, provocan que el yeso o la escayola se abombe y caiga, y pueden dañar muebles, aparatos electrónicos, suelos de madera o parquet y otros objetos de valor en tu hogar.
- Peligro eléctrico: Si la filtración ocurre cerca de una lámpara, cableado o enchufe, existe riesgo de cortocircuitos o incluso incendios. El agua es conductora, por lo que una gotera cercana a instalaciones eléctricas supone una situación de alto riesgo que requiere atención inmediata.
- Ambiente insalubre: Vivir con humedad sostenida afecta la calidad del aire interior. Se habla del Síndrome del Edificio Enfermo para referirse a viviendas con humedad crónica, donde los ocupantes pueden sufrir dolores de cabeza, irritaciones o problemas respiratorios debido a las malas condiciones ambientales.
En resumen, ignorar una gotera puede salir muy caro. Por fortuna, detectar a tiempo la filtración y repararla desde el interior te permitirá frenar estos daños antes de que vayan a más. En el apartado siguiente veremos cómo puedes hacerlo paso a paso.
Cómo reparar goteras desde el interior (paso a paso)
Ha llegado el momento de entrar en materia y arreglar esa gotera desde dentro de tu vivienda. Antes de comenzar, ten presente que reparar una gotera desde el interior es, por lo general, una solución temporal: servirá para contener la filtración y evitar daños mayores, pero más adelante habrá que atajar el problema de raíz desde el exterior (impermeabilizando el tejado o fachada). Aun así, esta reparación interna es crucial para ganar tiempo y proteger tu hogar mientras tanto.
Nota de seguridad: Si la gotera está cerca de cables o aparatos eléctricos, corta la luz de esa zona por precaución antes de manipular nada. Y siempre que sea posible, realiza la reparación cuando haya dejado de llover y la zona no esté recibiendo agua activamente.
Paso 1: Localiza el origen de la filtración
El primer paso es identificar exactamente por dónde entra el agua. A veces la gotera cae justo debajo del punto de entrada, pero en otros casos el agua se filtra por un lugar y recorre cierta distancia antes de hacerse visible. Para localizar el origen:
- Usa una linterna: Apaga la luz de la habitación y desliza lentamente la luz de una linterna por el área húmeda del techo o pared. El agua refleja la luz, por lo que notarás un brillo más intenso en el punto exacto de la filtración.
- Inspecciona alrededor: Revisa no solo la mancha principal, sino también zonas aledañas, juntas, esquinas y grietas cercanas. Si tienes acceso a un ático o falso techo, mira en el reverso del tejado o entreplantas para buscar humedad o agujeros desde arriba.
- Observa durante la lluvia: Si no logras detectarlo con facilidad, aprovecha un día de lluvia (o simula una lluvia vertiendo agua con una manguera sobre el tejado, si tienes acceso) y sigue el recorrido que hace el agua. Ve monitoreando dentro de casa dónde aparece la primera gota; suele indicar la ubicación aproximada de la filtración en el exterior.
- Marca el punto: Una vez identificado el punto de entrada del agua, márcalo para no perderlo de vista. Puedes hacer una pequeña marca con lápiz en el techo o pared húmeda. Un truco de profesionales es clavar ligeramente un pequeño clavo o tachuela en el lugar de la gotera: así el agua goteará por ese pincho de forma controlada y tendrás identificado el punto exacto.
Tip: En ocasiones, la fuente de la filtración puede estar más arriba de lo que crees (especialmente en tejados inclinados, donde el agua resbala). Si tras una reparación la gotera persiste, es posible que no hubieras localizado el origen correcto en un inicio.
Paso 2: Prepara la zona afectada
Antes de reparar, necesitas que la superficie esté en las condiciones adecuadas. Coloca recipientes (cubos, ollas) debajo de la gotera para recoger el agua mientras trabajas. Luego, cuando deje de gotear o disminuya la filtración:
- Seca completamente la zona: No intentes reparar sobre una superficie empapada. Seca el área afectada con trapos absorbentes; si es posible, usa un ventilador o secador de aire caliente para eliminar la mayor humedad. Asegúrate de que no queden charcos ni superficies brillantes de agua.
- Limpia y desinfecta: Si la gotera lleva tiempo, es probable que haya moho o suciedad. Ponte guantes y mascarilla y limpia la superficie con agua y lejía (lavandina) u otro fungicida para eliminar hongos. Frota con un cepillo hasta quitar manchas de moho o verdín. Después, enjuaga con un paño húmedo limpio y vuelve a secar bien.
- Retira material suelto: Raspa o desprende con cuidado la pintura ampollada, el yeso o la escayola que estén flojos a causa del agua. La idea es dejar expuesta una superficie firme alrededor de la grieta o agujero por donde entra el agua. Si el revestimiento está muy dañado, amplía un poco la abertura hasta encontrar zona sólida (puede asustar hacer un agujero más grande, pero es mejor para repararlo correctamente).
- Protege el entorno: Cubre el suelo y los muebles cercanos con plásticos o sábanas, ya que en los siguientes pasos podrías derramar productos (masilla, mortero, etc.). También, ten a mano todos los materiales que vas a necesitar en la reparación para no tener que interrumpir el proceso una vez empieces.
Importante: No te saltes la etapa de secado y limpieza. Cualquier parche o sellador que apliques sobre una superficie húmeda o con polvo/moho no se adherirá bien y podría desprenderse pronto. La paciencia en la preparación te ahorrará problemas después.
Paso 3: Aplica una solución impermeabilizante provisional
Llegó el momento de tapar la vía de agua. Existen varias técnicas y materiales que puedes emplear para sellar temporalmente una gotera desde el interior. La elección dependerá de la magnitud de la filtración, del material del soporte (techo de concreto, cubierta de tejas, pared de ladrillo, etc.) y de lo que tengas disponible. A continuación, describimos las opciones más efectivas:
Parche impermeable para techos: Es una de las soluciones más rápidas y eficaces. Consiste en un parche autoadhesivo o una malla reforzada cubierta de compuestos impermeabilizantes (butilo, caucho, tela asfáltica autoadhesiva, etc.) que se coloca sobre la zona de la filtración. Vienen en kits listos para usar. Recorta el parche del tamaño adecuado, retira el protector y presiónalo firmemente sobre el área donde gotea (asegúrate de cubrir un margen alrededor de la grieta). Ayúdate de una espátula para alisar y eliminar burbujas. Este parche creará una barrera inmediata que detendrá la entrada de agua. Es una solución ideal para agujeros localizados y suele durar varios meses.
Jabón en pasta (método casero de emergencia): Es un remedio tradicional útil cuando no tienes otro material a mano y necesitas frenar la gotera de inmediato. Ralla una pastilla de jabón común (neutro o de coco, por ejemplo) y mézclalo con unas cucharadas de agua muy caliente, removiendo hasta formar una pasta espesa y homogénea. Deja que enfríe lo suficiente para manipularla y luego aplícala directamente sobre la grieta o agujero por donde entra el agua, previamente limpio y seco. Presiona la pasta de jabón contra la superficie hasta rellenar bien el hueco. Al enfriarse y secarse, el jabón se endurecerá taponando la fuga. Finalmente, puedes reforzar encima con un poco de masilla o cinta americana. Ten en cuenta que es una solución muy temporal, solo para salir del paso en urgencias.
Spray impermeabilizante: En ferreterías y tiendas de bricolaje venden aerosoles impermeabilizantes diseñados para sellar goteras pequeñas y grietas. Son fáciles de usar: agita la lata y rocía uniformemente sobre la superficie afectada a unos 20-30 cm de distancia. El spray depositará una capa de compuesto sellante (tipo caucho líquido) que al secar se vuelve resistente al agua. Es útil para cubrir áreas porosas o fisuras extendidas, y tiene la ventaja de proteger también alrededor evitando filtraciones próximas. Aplica varias capas cruzadas, dejando secar unos minutos entre cada pasada, hasta lograr un recubrimiento continuo. Este método previene la entrada de agua y brinda una protección de mediano plazo en materiales como cemento, metal, madera, etc.
Mortero impermeabilizante de interior: Se trata de un material cementoso especial que al mezclarse con agua crea una pasta selladora. Está indicado sobre todo para paredes o muros donde se filtra humedad desde el exterior (por ejemplo, filtraciones laterales en un sótano o muro colindante). Su aplicación requiere algo más de habilidad: debes preparar la mezcla según las instrucciones del fabricante, luego con llana o espátula aplicarla cubriendo la zona húmeda. El mortero se adhiere al muro interior y crea una barrera rígida que impide el paso del agua. Es una solución semi-definitiva para filtraciones murarias, aunque en techos no suele emplearse salvo que la filtración sea a través de una losa de hormigón.
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Paso 4: Sella y refuerza la reparación
Tras tapar el foco de la gotera con el método elegido, es importante sellar bien los bordes y reforzar la zona para que el agua no encuentre resquicios. Este paso da estabilidad a la reparación provisional:
- Aplica masilla o sellador: Usa una pistola de silicona o masilla impermeable para sellar el contorno del parche o la grieta reparada. Por ejemplo, si has colocado un parche autoadhesivo, sella todo el perímetro con un cordón generoso de sellador de poliuretano o silicona especial para exteriores (resistente al agua). Si en tu caso utilizaste mortero, asegúrate de que los bordes de la capa queden bien adheridos y rellena con masilla cualquier pequeña fisura que haya podido quedar.
- Alisa y extiende: Con una espátula, alisa la masilla presionando para que penetre en todas las ranuras y se adhiera a ambas caras de la superficie (tanto al parche como al material base del techo o pared). Extiende el sellador unos centímetros más allá de la zona dañada, creando una franja impermeable alrededor del arreglo.
- Respeta el secado: Deja que la masilla o sellador se cure el tiempo indicado por el fabricante. Evita tocar o pintar por encima mientras esté fresco. Un sellador de silicona, por ejemplo, suele secar al tacto en 1 hora pero conviene dejarlo curar 24 horas para que alcance su máxima resistencia al agua.
- Acabado final (opcional): Si la zona reparada ha quedado estética y estructuralmente aceptable, puedes dejarla tal cual hasta hacer la reparación definitiva desde el exterior. Sin embargo, si la gotera era muy visible y quieres disimularla provisionalmente, una vez todo esté seco aplica una mano de pintura impermeabilizante o pintura anti-humedad que cubra la mancha. Esto mejorará el aspecto y añadirá una capa extra de protección. Ten en cuenta que si aún queda humedad interna, la mancha puede reaparecer, así que este pintado es meramente cosmético mientras tanto.
Con esto habrás fortalecido tu arreglo. La combinación de parche (o material de sellado principal) más la masilla de refuerzo alrededor ofrece una doble barrera contra el agua. Ahora solo queda un paso más: comprobar que efectivamente la gotera ha desaparecido.
Paso 5: Comprueba el resultado y evita futuras goteras
¡Hora de la verdad! Cuando hayas terminado la reparación y el sellado, debes verificar que la filtración se ha resuelto:
- Prueba con agua: Si es posible, realiza una prueba controlada. Puedes simular lluvia vertiendo agua con una manguera sobre el tejado o zona exterior donde crees que se originaba la gotera (o esperar a la próxima lluvia natural). Observa detenidamente el interior: con suerte, verás que ya no gotea ni aparecen humedades nuevas alrededor.
- Vigila los días siguientes: Aunque en la primera prueba todo parezca correcto, mantente alerta durante las siguientes lluvias. Revisa que la mancha no vuelve a crecer ni surgen goteras cercanas. A veces el agua busca rutas alternativas, así que es importante confirmar que realmente la hemos atajado.
- No bajes la guardia: Recuerda que esta solución interior es un parche temporal. En cuanto tengas oportunidad, planifica la reparación definitiva desde el exterior. Esto puede implicar reparar tejas rotas, impermeabilizar toda la cubierta con materiales profesionales (tela asfáltica, membranas líquidas de poliuretano, espuma de poliuretano proyectada, etc.) o arreglar la fisura en la fachada. Lo ideal es abordar estas mejoras en época seca (por ejemplo, verano) para prevenir nuevas filtraciones en el próximo otoño-invierno.
- Consulta a expertos si es necesario: Si pese a tus esfuerzos la gotera persiste, o simplemente quieres quedarte tranquilo, no dudes en contactar con especialistas en humedades. Un profesional de Reformadísimo, por ejemplo, puede evaluar el estado de tu tejado o muro y proponerte una solución integral y garantizada para eliminar la gotera de raíz.
Siguiendo estos pasos habrás controlado la situación desde el interior y protegido tu vivienda en lo inmediato. Ahora es fundamental actuar a largo plazo para que el problema no vuelva a surgir, como veremos en los consejos finales de prevención.
Errores comunes al reparar goteras (y cómo evitarlos)
- No identificar correctamente el origen: Dar por hecho que la filtración entra exactamente donde aparece la mancha es un fallo habitual. Si no localizas bien el punto de entrada del agua (que puede estar desplazado), taparás la zona equivocada y la gotera continuará. Tómate el tiempo necesario en el Paso 1 para asegurarte.
- No preparar la superficie antes de sellar: Intentar reparar sobre una superficie mojada, sucia o con pintura suelta es garantía de fracaso. Los parches no adhieren sobre humedad ni la masilla agarra sobre moho o polvo. Siempre seca y limpia a conciencia antes de aplicar cualquier material.
- Confiar en una solución temporal como definitiva: Quedarse tranquilo tras tapar la gotera por dentro y olvidarse del tema es un error grave. La reparación interior suele aguantar unos meses, quizás un año con suerte, pero si no resuelves la causa externa, la filtración regresará. Usa este margen de tiempo para planificar la obra de impermeabilización permanente.
- Usar materiales inapropiados: Otro error es aplicar productos no diseñados para impermeabilizar. Por ejemplo, tapar una gotera con yeso común o con cinta no impermeable no servirá de nada. Emplea materiales específicos para humedad (selladores de poliuretano, morteros impermeables, cinta asfáltica, etc.).
Evitar estos errores te garantizará una reparación exitosa dentro de lo posible y sin sorpresas desagradables.
Ejemplos prácticos de reparación de goteras desde el interior
El caso de Raúl: Raúl vive en un chalet de más de 40 años en las afueras de Madrid. Tras unas lluvias torrenciales, notó que empezaba a gotear agua en el techo de su salón, justo encima de su sofá. Preocupado, colocó un cubo para recoger el agua y subió al ático a investigar. Descubrió que el tejado de tejas tenía algunas tejas desplazadas y la tela asfáltica debajo estaba agrietada por la edad. Como la tormenta seguía, decidió actuar desde el interior para contener la gotera. Siguiendo los pasos de esta guía, secó la zona lo mejor posible, limpió el moho que ya se había formado en el yeso y aplicó un parche impermeable que tenía de un arreglo anterior. Luego selló los bordes con masilla. Gracias a esto, la filtración cesó y Raúl pudo estar tranquilo el resto del invierno. Meses después, aprovechando el verano, contrató a un profesional para reponer las tejas rotas e impermeabilizar su tejado completamente. Desde entonces, su salón no ha vuelto a sufrir goteras.
El caso de Ana: Ana vive en el último piso de un edificio antiguo en el centro. Cada vez que llovía fuerte, aparecían manchas húmedas y goteras en el techo de su dormitorio. Sospechaba que el agua venía de la azotea comunitaria, que tenía la impermeabilización muy deteriorada. Ana informó al presidente de la comunidad, pero mientras esperaban a reunir presupuesto para arreglar la azotea, las goteras seguían apareciendo en su piso. Cansada de colocar baldes y temiendo daños mayores en sus muebles, decidió realizar una reparación provisional desde dentro. Secó y limpió las áreas afectadas (donde ya había algo de moho) y aplicó un spray impermeabilizante en las zonas del techo que estaban porosas. Además, selló algunas grietas visibles con silicona. Esto redujo significativamente las filtraciones durante unos meses. Finalmente, la comunidad contrató a Reformadísimo para renovar la impermeabilización de la cubierta del edificio con tela asfáltica nueva. Gracias a la solución definitiva, Ana no volvió a ver goteras, y los arreglos internos que hizo le permitieron proteger su hogar hasta que llegó la reparación completa.
Consejos de mantenimiento y prevención
Una vez reparada la gotera y solucionado el problema desde el interior, es momento de pensar a futuro. La mejor estrategia contra las goteras es prevenir su aparición. Aquí van algunos consejos útiles para mantener tu vivienda a salvo de filtraciones de agua:
- Revisa el tejado regularmente: Al menos una vez al año (y siempre tras temporales fuertes de viento o granizo), inspecciona o haz que un profesional inspeccione el estado de la cubierta. Busca tejas rotas o movidas, zonas hundidas, grietas en la tela asfáltica o láminas impermeables levantadas. Detectar y reparar pequeños desperfectos a tiempo evitará goteras mayores más adelante.
- Limpia canalones y bajantes: Mantén despejados los conductos de evacuación de aguas pluviales. Las hojas, tierra y residuos pueden obstruir los canalones (canales) del tejado y las bajantes, provocando acumulación de agua que terminará filtrándose por cualquier rendija. Una limpieza en primavera y otoño de estas instalaciones reduce mucho el riesgo de filtraciones.
- Mantén selladas las juntas y penetraciones: Presta atención a los puntos donde elementos atraviesan la cubierta, como chimeneas, salidas de ventilación, tragaluces o antenas. Con el tiempo, los sellados de silicona o cemento alrededor de estos elementos se agrietan. Es recomendable renovar el sellado de esas juntas cada cierto tiempo (por ejemplo, cada 2-3 años) o cuando veas fisuras, usando un sellador apropiado para exteriores.
- Vigila señales de humedad incipiente: No ignores manchas pequeñas o cercos de humedad que aparezcan en techos o paredes, por más leves que sean. Pueden ser la antesala de una gotera mayor. Si detectas una zona húmeda anómala, investiga su causa de inmediato y toma medidas preventivas: refuerza la impermeabilización en ese punto o llama a un técnico para una inspección.
- Mejora la impermeabilización si tu edificio es antiguo: Si vives en un edificio viejo con un tejado de décadas, considera seriamente emprender una rehabilitación de la impermeabilización antes de que aparezcan goteras. Renovar la cubierta con materiales modernos (láminas asfálticas, membranas líquidas de poliuretano, etc.) puede suponer una inversión, pero evitará problemas mayores a futuro y dará tranquilidad por muchos años.
- Contrata inspecciones profesionales periódicas: Muchas empresas (como Reformadísimo) ofrecen revisiones de cubierta y fachada. Un ojo experto puede detectar puntos débiles que a simple vista pasan desapercibidos. Programar una inspección cada cierto tiempo, especialmente en comunidades de vecinos, ayuda a planificar el mantenimiento antes de que ocurra un desastre.
Con estas prácticas de mantenimiento, reducirás drásticamente la probabilidad de sufrir goteras. Recuerda: una pequeña acción preventiva hoy puede ahorrarte muchas molestias y gastos el día de mañana.
Preguntas frecuentes
¿Es efectivo reparar una gotera desde el interior?
Reparar una gotera por dentro es efectivo como solución temporal. Es decir, sirve para frenar la entrada de agua y proteger tu hogar durante un tiempo. De hecho, muchos parches bien aplicados pueden durar meses manteniendo la zona seca. Sin embargo, por lo general no es una solución definitiva. Para eliminar la gotera de raíz habrá que actuar desde el exterior (arreglando la cubierta o la causa subyacente). Por lo tanto, sí es efectivo a corto plazo y en emergencias, pero no debes confiarte solo con la reparación interior si quieres evitar que la humedad vuelva.
¿Puedo reparar una gotera yo mismo o necesito un profesional?
Depende de la magnitud del problema y de tu destreza con el bricolaje. Si la gotera es pequeña y localizada, muchos propietarios logran taparla ellos mismos siguiendo pasos como los de esta guía. Con materiales sellantes básicos y algo de cuidado, se puede controlar la filtración. Ahora bien, si la gotera es extensa, recurrente o no logras encontrar el origen, lo más aconsejable es contar con un profesional. Un experto en humedades tiene herramientas para diagnosticar la causa (por ejemplo, humedad por capilaridad vs. filtración de lluvia) y te ofrecerá una reparación duradera. Además, trabajar en altura o con electricidad conlleva riesgos; si no lo tienes claro, prioriza la seguridad y llama a un especialista.
¿Qué materiales necesito para tapar una gotera desde dentro?
Para una reparación interior típica vas a necesitar algunos materiales y herramientas básicas: un foco o linterna potente para localizar la filtración, trapos o toallas absorbentes para secar, productos de limpieza como lejía para eliminar moho, espátula o rascador para quitar partes dañadas, un kit de reparación (puede ser un parche impermeabilizante, espuma selladora en spray o masilla impermeable), una pistola de silicona con cartuchos de sellador para rematar los bordes, guantes de protección y posiblemente mascarilla (si hay moho). Opcionalmente, pintura anti-humedad para el acabado final. La lista exacta variará según el método que uses, pero en resumen: algo para limpiar y secar, algo para tapar la gotera y algo para sellar los contornos.
¿Cómo localizar con certeza el origen de una gotera?
No siempre es sencillo. Un par de trucos útiles: utiliza una linterna en la oscuridad para detectar reflejos del agua en la superficie húmeda – el brillo te orientará al punto de entrada. También puedes inspeccionar el ático o la cara interna del techo si es accesible, buscando signos de humedad alineados con la gotera. Si nada de esto funciona, la prueba definitiva es simular lluvia: cuando no esté lloviendo, moja el tejado por zonas con una manguera y observa en el interior cuándo aparece la filtración. Ve descartando secciones hasta dar con el lugar. Eso sí, esta técnica puede requerir dos personas (una mojando fuera y otra vigilando dentro). Si aún así no das con ello, un especialista en humedades cuenta con herramientas (detectores de humedad, cámaras termográficas) para identificar el origen oculto.
¿Qué pasa si no reparo una gotera a tiempo?
Si dejas una gotera sin reparar, lo más probable es que empeore. La humedad constante irá agrandando la grieta o agujero por donde entra el agua. Esto puede derivar en daños estructurales (madera podrida, metal oxidado, concreto debilitado), aparición de moho y hongos que afecten la salud de tu familia, daños crecientes en pintura, revestimientos e incluso enseres personales. En casos extremos, una gotera prolongada puede causar cortocircuitos eléctricos o desprendimientos de partes del techo. Además, cuanto más se infiltra el agua, más caro y compleja será luego la reparación definitiva. Por eso es crucial atajar incluso las pequeñas filtraciones lo antes posible.
¿Cómo puedo prevenir la aparición de goteras en el techo?
La prevención se basa en el mantenimiento periódico de tu vivienda. Para evitar goteras, mantén el tejado en buen estado: inspecciona y repara tejas sueltas, limpia las hojas de los canalones cada temporada, renueva los sellados antiguos en chimeneas y juntas, y vigila cualquier señal de humedad incipiente en techos o paredes. También es aconsejable mejorar la impermeabilización de la cubierta cada cierto número de años, especialmente en edificios antiguos, antes de que falle por completo. En resumen, un tejado limpio, sellos intactos y reparaciones preventivas son la mejor garantía de un hogar sin goteras.
¿Cuánto cuesta reparar una gotera?
El costo varía enormemente según la situación. Reparar una gotera desde el interior con medios caseros suele ser muy económico – posiblemente solo gastes en un bote de sellador o un parche (unos pocos euros). En cambio, solucionar la causa de fondo en el exterior puede ir desde arreglar unas tejas (relativamente barato) hasta impermeabilizar todo un tejado o fachada (inversión más importante). Como referencia, reparar profesionalmente una filtración pequeña puede costar decenas a unos pocos cientos de euros, mientras que reimpermeabilizar una azotea grande podría ascender a miles. Lo ideal es solicitar un diagnóstico y presupuesto personalizado. En Reformadísimo, por ejemplo, te ofrecemos presupuestos gratuitos y sin compromiso, de modo que puedas saber exactamente cuánto te costaría arreglar la gotera de forma definitiva.
Confía en Reformadísimo para tu reforma integral
En Reformadísimo contamos con un equipo experto en reformas integrales. Estamos listos para analizar tu caso en detalle y ofrecerte la mejor solución definitiva contra las goteras y humedades en tu reforma integral. No permitas que una filtración siga causando estragos en tu hogar – nosotros nos encargamos de resolverla de raíz, con garantía y profesionalidad.
¿Hablamos? Llámanos al 91 252 32 77 o al 900 901 680, o si lo prefieres solicita tu presupuesto online aquí. ¡En Reformadísimo estaremos encantados de ayudarte a dejar tu vivienda libre de goteras!
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo