Cómo enlucir paredes como un profesional – Trucos y Consejos
Índice
¿Qué es el enlucido de paredes y para qué sirve?
Materiales necesarios para enlucir paredes
Herramientas para enlucir paredes
Trucos y consejos para el enlucido de paredes
Preguntas frecuentes
El enlucido de paredes es un revestimiento continuo a base de yeso blanco, escayola, cal o cemento que asegura una superficie uniforme y lisa. Esta técnica permite trabajar de manera más fácil y limpia sobre las paredes y es fundamental para **alisar paredes con acabado profesional**. ¿Quieres saber cómo enlucir paredes como si fueras un experto? Estás en el lugar indicado. En Reformadísimo, especialistas en reformas integrales en Madrid, hemos preparado esta guía con técnicas, materiales y consejos prácticos para que aprendas a enlucir tus paredes como un profesional y evites los errores más comunes. ¡Vamos a ello!
¿Qué es el enlucido de paredes y para qué sirve?
Se conoce como enlucido al proceso por el cual se reviste una pared mediante una capa continua de mortero fino (ya sea yeso blanco o escayola, mortero de cal o cemento). Tradicionalmente, el profesional que realiza este trabajo es el albañil o yesista, quien aplica esta técnica sobre muros y tabiques que previamente suelen estar guarnecidos con un mortero base (por ejemplo, un “yeso negro” o un enfoscado de cemento arenoso). En otras palabras, primero se realiza una capa base para rellenar irregularidades y, después, el enlucido fino proporciona el acabado liso definitivo.
El objetivo del enlucido es rehabilitar la superficie de la pared eliminando imperfecciones (pequeñas fisuras, poros, relieves indeseados) y dejarla lista para acabados finales como pintura, papel pintado o incluso adornos de escayola. Una pared bien enlucida queda totalmente lisa y uniforme, lo que facilita que la pintura cubra de forma homogénea y evita juegos de luces y sombras indeseados (como ocurre con paredes con gotelé). De hecho, **alisar las paredes** puede incluso revalorizar una vivienda por sus ventajas estéticas y decorativas. Además, un buen enlucido protege la pared: refuerza su superficie haciéndola más resistente a pequeños golpes y, en el caso de ciertos materiales, aporta aislamiento térmico y acústico extra. En interior, el yeso incluso actúa como regulador natural de la humedad, absorbiendo y liberando vapor de agua según las condiciones ambientales, lo que contribuye a un ambiente más saludable.
En resumen, el enlucido es una técnica indispensable en la construcción y reformas de viviendas cuando se busca un acabado limpio y profesional en las paredes. A continuación, veremos en detalle **qué materiales necesitas**, **qué herramientas usar** y **cómo enlucir paredes paso a paso**, con trucos de profesionales y ejemplos prácticos.
Enlucido profesional en acción (vídeos)
Para entender mejor el proceso, aquí te mostramos dos vídeos de nuestro equipo en pleno enlucido de paredes en reformas reales. Observa las técnicas de aplicación de la mezcla y el alisado final que logran un resultado impecable:
Materiales necesarios para enlucir paredes
Si quieres enlucir paredes como un auténtico experto, es importante tener claros los materiales que vas a necesitar. Lo primero es identificar de qué material está hecha la pared que vas a trabajar, ya que **no todas las paredes son iguales**: ladrillo, bloque de hormigón, paneles de yeso laminado (pladur), hormigón celular, etc., presentan diferentes comportamientos en cuanto a absorción de agua y adherencia. También debes calcular los metros cuadrados de pared a enlucir, para preparar la cantidad adecuada de mezcla. Con esta información, podrás elegir el tipo de mortero o pasta correcto: yeso, escayola, perlita, cal, cemento… A continuación repasamos los más habituales y sus características:
- Yeso común o escayola: Es el material más utilizado para enlucir paredes interiores. Se presenta en polvo y se mezcla con agua. Tiene una aplicación delicada pero permite lograr un acabado muy liso. Seca rápidamente (en unos minutos empieza a fraguar) y es económico. Al endurecer, evita que aparezcan grietas si se aplica correctamente en capas finas. **OJO:** requiere bastante práctica y precisión en su aplicación, porque fragua rápido (dispondrás de unos 10-15 minutos para trabajar la pasta antes de que empiece a endurecer) y no admite correcciones una vez fraguado. *Solo debe usarse en interiores secos*, ya que el yeso es muy sensible a la humedad (en exteriores o zonas húmedas se degradaría).
- Yeso de perlita: Es una variante del yeso aligerada con agregados de perlita (un mineral expandido ligero). Este material combina la facilidad de aplicación del yeso con un **mayor aislamiento térmico y acústico** gracias a la perlita. Se usa mucho para alisar paredes interiores, sobre todo en reformas donde se quiere mejorar ligeramente el aislamiento sin recurrir a obra mayor. Su acabado es también liso y blanco. Tiene un tiempo de trabajabilidad algo mayor que el yeso común y pesa menos una vez aplicado. Como el yeso normal, **no es apto para exteriores ni ambientes muy húmedos**. Es ideal, por ejemplo, para alisar paredes con gotelé tras retirarlo, aportando un plus de aislamiento.
- Cemento (mortero de cemento): Cuando hablamos de cemento para enlucir, nos referimos al mortero hecho con cemento Portland, arena y agua. Este mortero es muy resistente y duradero, indicado sobre todo para exteriores o áreas húmedas (zonas donde el yeso no sería adecuado). Las paredes revocadas con mortero de cemento tienen la ventaja de que luego se pueden acabar de muchas formas: se puede pintar con pintura especial para fachadas, aplicar revestimientos decorativos tipo monocapa, estucos acrílicos, sistemas SATE, etc. **Nota:** El mortero de cemento suele dejar una textura más basta que el yeso; si se quiere un acabado liso fino, a veces se combina aplicando una capa de yeso encima del mortero (solo en interior) o usando morteros finos especiales.
- Cal o mortero de cal: La cal aérea es un conglomerante tradicional que, mezclado con arena, produce un mortero de cal ideal para muros que necesiten transpirabilidad. Se utiliza en restauraciones de edificios antiguos o en ambientes con humedad, porque es más poroso y permite que las paredes “respiren”, evitando condensaciones. El enlucido de cal sirve tanto en interiores como en fachadas, y tiene la ventaja de ser más flexible (acompaña pequeños movimientos sin agrietar). Seca y endurece más lentamente por carbonatación, pero el resultado es un revestimiento firme, antibacteriano (la cal tiene pH alto) y de aspecto mate.
- Morteros mixtos (cal-cemento) e impermeables: También existen mezclas que combinan cemento y cal (mortero bastardo), aprovechando lo mejor de ambos: la adherencia y plasticidad de la cal con la dureza del cemento. Estas mezclas vienen bien para enlucidos interiores o exteriores que requieran cierta flexibilidad y buena adherencia. Asimismo, en zonas muy húmedas (baños, sótanos, exteriores) se pueden usar *morteros impermeabilizantes* con aditivos hidrófugos, que evitan filtraciones de agua. Consulta nuestro artículo sobre morteros impermeabilizantes si te interesa este tema.
En conclusión, la elección del material dependerá de la ubicación de la pared (interior o exterior), de las condiciones de humedad, y del acabado deseado. Es fundamental elegir bien: por ejemplo, **nunca enluir con yeso una pared que va a estar a la intemperie o en un baño con mucha humedad**, porque acabaría desprendiéndose o generando moho. Para exteriores, opta por morteros de cemento o cal; para interiores secos, el yeso o la perlita darán mejor acabado. Y siempre respeta las indicaciones del fabricante en las proporciones de mezcla y tiempos de fraguado de cada producto.
Herramientas para enlucir paredes
Para aplicar cualquiera de los materiales anteriores vas a necesitar una serie de herramientas básicas de albañilería. Asegúrate de contar con lo siguiente:
- Fratás, llana o llaneta: Herramienta plana para extender el mortero o la mezcla de yeso sobre la pared. Con ella se rellenan huecos y se nivelan abultamientos, dejando la superficie lisa y plana. El fratás (o talocha) puede ser de madera, espuma o magnesio, y ayuda a dejar los poros abiertos, lo que reduce la contracción del mortero al secar.
- Llana metálica de acabado: Se utiliza para aplicar la pasta y luego alisar la superficie. Es imprescindible para dar ese acabado fino y homogéneo en el enlucido, sobre todo en yesos. Conviene que esté limpia y en buen estado (sin bordes mellados) para no marcar la pared.
- Esparavel o plato pastero: Es una especie de bandeja circular con asa, muy útil para sostener porciones de mortero o yeso mientras trabajas. Permite transportar la mezcla desde la gaveta o el cubo hasta la pared con comodidad e ir cargando la llana.
- Recipiente para la mezcla: Puede ser una gaveta de albañil, cubo grande o artesas. Debe ser lo suficientemente amplio para hacer la mezcla de manera homogénea sin derrames. **Truco:** Humedece ligeramente el recipiente antes de preparar la mezcla para que luego sea más fácil limpiarlo.
- Nivel y regla de aluminio: Imprescindibles para comprobar la planitud de la pared. Con una regla larga apoyada sobre la superficie puedes detectar abombamientos o huecos. El nivel burbuja te ayudará a verificar que las paredes queden verticales (aplomo) y que no haya ondulaciones.
- Cepillo o brocha: Sirve para limpiar el polvo de la pared antes de enlucir y también para mojar ligeramente la superficie si es muy absorbente (por ejemplo, un enfoscado de cemento seco) de modo que no chupe el agua del mortero demasiado rápido.
- Elementos de protección: No olvides una mascarilla antipolvo (el polvo de yeso y cemento es irritante), gafas protectoras cuando rasques o mezcles, guantes de goma para manipular la mezcla (especialmente con cemento o cal que son corrosivos) y ropa de trabajo que no te importe manchar.
- Escalera o andamio pequeño: Para alcanzar las partes altas de la pared o el techo de manera segura. Asegúrate de que esté estable; es preferible usar un andamio bajo o borriqueta con plataforma si vas a trabajar mucho tiempo en altura, para tener mejor movilidad que en una escalera de mano.
- Otros: Llana de esquina o espátula para rincones (facilita alisar ángulos interiores), cantoneras o guardavivos si necesitas reforzar esquinas salientes, papel protector o plásticos para cubrir el suelo y mobiliario cercano (¡enlucir puede ser bastante **sucio** en cuanto a salpicaduras!).
Ten todo preparado antes de comenzar. Una buena organización de tus herramientas y espacio de trabajo hará el proceso más ágil y garantizará un mejor resultado (y de paso evitas ir dejando pegotes de yeso por la casa ?).
Trucos y consejos para el enlucido de paredes
Ahora sí, pasemos a la **parte práctica**. El éxito de un enlucido está en dos factores: la preparación de la mezcla y la preparación de la superficie. A continuación, te damos consejos profesionales para cada etapa, así como algunas proporciones orientativas de mezcla y tiempos de secado. Recuerda que no es lo mismo enlucir una pared interior que una fachada exterior, ni usar yeso que mortero: cada material tiene sus “tiempos” y consideraciones.
Preparación de las mezclas (yeso y morteros)
1. Mortero de cemento (enlucido grueso): Si vas a enlucir con mortero de cemento y arena, la proporción típica es 1:3 o 1:4 (cemento : arena) en volumen, según la dureza deseada. Es decir, por cada porción de cemento usa tres o cuatro porciones de arena fina. Mezcla primero en seco ambos componentes hasta homogeneizar el color. Luego añade agua poco a poco y remueve bien. Debes obtener una pasta consistente pero manejable (tipo “papilla espesa”). **Importante:** Una vez preparado, el mortero tiene una vida útil corta; ha de aplicarse en el plazo de **una hora** aproximadamente. Pasado ese tiempo, empieza a endurecerse y pierde calidad y adherencia, por lo que no conviene usar un mortero “viejo”. No intentes “revivirlo” añadiendo agua extra después de que comienza a fraguar, eso solo debilitaría la mezcla.
2. Mortero de cemento + cal: Si utilizas una mezcla bastarda (cemento y cal hidratada), una receta común es **1 parte de cemento + 0,5 partes de cal + 2 partes de arena**. Primero mezcla la arena con la cal, y luego añade el cemento. Después incorpora el agua poco a poco mientras amasas. La cal aportará plasticidad y te dará un poco más de tiempo de trabajo que un mortero solo de cemento. Aun así, respeta las recomendaciones del fabricante de la cal, ya que algunas cales hidráulicas tienen proporciones específicas. La consistencia debe ser similar a la anterior: ni muy líquida que escurra por la pared, ni tan seca que cueste extenderla.
3. Yeso o escayola (enlucido fino interior): Para enlucir con yeso, la proporción general es aproximadamente 3 partes de yeso por cada 1 de agua (o según indique el envase, ya que cada fabricante puede variar). ¿Cómo preparar la mezcla de yeso? Usa un balde limpio con agua, y espolvorea el yeso en polvo sobre el agua hasta que se forme una “isla” por encima (eso indica que el yeso ha absorbido toda el agua que puede). Deja reposar unos 1-2 minutos para que el yeso se empape bien, y luego mezcla con la paleta hasta obtener una pasta homogénea, sin grumos y con textura cremosa. Desde que el yeso toca el agua, **dispones de unos 10 minutos** para aplicarlo antes de que fragüe (algunos yesos controlados con retardante permiten hasta 20 minutos, fíjate en el producto). Es preferible preparar poco yeso cada vez para no desperdiciar. Aplica la pasta inmediatamente con llana. El **tiempo de secado del yeso** una vez en la pared suele ser de 1 a 3 días (24-72 horas) según el espesor aplicado, la ventilación y la humedad ambiental. No pintes encima hasta que esté totalmente seco (al tacto frío y color uniforme).
? Truco profesional: Si es la primera vez que enluces con yeso, usa yeso de fraguado lento o yeso de perlita, que te dará algo más de margen de trabajo que el yeso rápido tradicional. Y nunca prepares más mezcla de la que puedas aplicar en el tiempo de manejo del material.
Preparación de la superficie antes del enlucido
No puedes descuidar esta fase, ya que **el resultado final depende en gran medida de cómo esté el soporte**. Antes de enlucir, realiza lo siguiente:
- Limpieza y saneado: Elimina todo resto de polvo, grasa, pintura mal adherida o partes sueltas de la pared. Si la superficie tiene porciones huecas o mal fraguadas (por ejemplo, viejo enlucido descascarillándose), ráscalas con espátula o pico hasta llegar a base firme. Una pared polvorienta o con trozos sueltos hará que el enlucido nuevo no agarre.
- Reparación de grietas y agujeros: Rellena las grietas grandes o agujeros profundos antes de enlucir. Puedes usar masilla, yeso rápido o mortero según el caso. La idea es comenzar a enlucir sobre una superficie nivelada sin defectos importantes. Las *fisuras pequeñas* se pueden tapar con el mismo material de enlucido si este es flexible (por ejemplo, perlita o mortero con fibra) capaz de absorber pequeños movimientos sin que reabra la grieta.
- Humedece o imprime si es necesario: Este punto es clave. En superficies muy absorbentes como un enfoscado de cemento seco o ladrillo poroso, conviene **humedecer ligeramente la pared** con un cepillo o spray de agua antes de aplicar el enlucido. Así evitas que el soporte le robe el agua demasiado rápido a la mezcla (lo que se conoce como “arrebatar” el mortero, causando fraguado defectuoso y grietas). En paredes muy lisas o poco porosas (ej. hormigón liso, azulejos si te atreves a enlucir encima, pintura brillante) es necesario aplicar un puente de adherencia o imprimación (productos acrílicos o resinas de agarre) que crearán una textura rugosa para que el enlucido se pegue. *Nunca apliques el mortero sobre una pared brillante o polvorienta sin este paso, se desprenderá.*
- Colocación de maestras o guías (opcional): En paredes muy amplias o si buscas una planitud milimétrica, los albañiles profesionales instalan “maestras” de guía. Son franjas verticales de mortero o reglas metálicas temporales colocadas cada cierta distancia, perfectamente aplomadas y niveladas, que sirven de referencia para el espesor. Después se rellena entre ellas con la mezcla y se reglea (pasar la regla apoyada en las maestras) para quitar sobrante. Una vez fraguado un poco el mortero, se retiran las guías (si eran metálicas) y se rellena su hueco. Así logras paredes *muy rectas*. Si no usas maestras, al menos controla con la regla y el nivel constantemente mientras enluces.
Tras estos pasos, ya puedes proceder a aplicar la mezcla con confianza. **Empieza siempre desde arriba hacia abajo**, así controlarás mejor el material que cae y podrás solapar bien las secciones. Aplica el mortero o yeso con llana en movimientos ascendentes y diagonales, presionando para que adhiera bien. Distribuye de manera uniforme toda la pared. Si haces varias capas (por ejemplo, una de nivelación y otra de acabado), espera el tiempo adecuado entre capa y capa: la base debe haber fraguado lo suficiente para sostener la siguiente, pero no estar tan seca que no se pegue. Un buen indicio es cuando la primera capa ha endurecido pero aún está ligeramente húmeda al tacto (en morteros de cemento, suele ser al día siguiente; en yeso, a los 30-60 minutos según tipo).
Finalmente, procede al alisado y acabado. Para yeso y perlita, en cuanto empiece a “tirar” (pre-endurecer, se pone mate), se repasa con la llana limpia haciendo pasadas largas para cerrar el poro y dejar liso. En algunos casos se humedece ligeramente la superficie y se pasa un fratás de esponja en círculos para un acabado fino sin marcas, luego se re-llanea para rematar. En morteros de cemento, se suele **fratasar** cuando aún está fresco para sacar el fino a la superficie y dejarlo más liso. Ten paciencia y ve evaluando el fraguado: si al alisar te llevas material, espera unos minutos más. Esta fase es casi un arte: la clave es **delicadeza y precisión**. No aprietes demasiado la llana al pulir para no arrastrar mezcla, solo acaricia la pared con firmeza moderada.
Lo cierto es que enlucir paredes es una tarea que requiere dedicación y técnica. No te preocupes si las primeras veces no queda perfecto; como todo, se mejora con la práctica. Aun así, si se trata de una reforma importante o buscas un acabado realmente impecable, quizás convenga buscar ayuda profesional. En ese caso, contacta con Reformadísimo sin compromiso: **somos especialistas en reformas integrales**, incluyendo trabajos de albañilería y enlucidos de paredes, y podemos dejar tus paredes lisas como un espejo. ?
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Errores comunes al enlucir paredes (y cómo evitarlos)
Incluso con buena teoría, es fácil cometer algunos errores frecuentes al empezar a enlucir. Aquí te listamos los fallos más comunes y cómo prevenirlos, para que tu trabajo quede de primera:
- No preparar bien la pared: Enlucir sobre una superficie sucia, con polvo, con restos de pintura suelta o sin humedecer puede arruinar el trabajo. **Solución:** Limpia a fondo la pared, elimina material suelto y aplica imprimación o agua según corresponda antes de empezar.
- Mezcla mal proporcionada o “agotada”: Si haces un mortero con demasiado cemento (o yeso demasiado espeso) pensando que así será más duro, puedes provocar grietas o un fraguado rápido incontrolable. Por el contrario, pasarte de agua debilita la mezcla. **Solución:** Respeta las proporciones recomendadas y prepara cantidades manejables. No reutilices mezcla que ya empezó a fraguar; desecha y prepara nueva si hace falta.
- Aplicar capas demasiado gruesas de una sola vez: Si intentas enlucir con un espesor muy grande en una sola capa, el material puede *chorrear*, agrietarse al secar o desprenderse por peso. **Solución:** Para irregularidades grandes, rellena primero (incluso en varias capas si es necesario, dejando secar entre ellas) y luego aplica la capa de acabado fina (unos 2-3 mm es lo ideal para el último enlucido de yeso).
- No respetar tiempos de fraguado y secado: Un error típico es pintar o dar el acabado final con la pasta todavía húmeda. Esto puede provocar que la pintura se pele o salgan manchas. **Solución:** Ten paciencia. Deja secar el enlucido el tiempo necesario: el yeso hasta que esté totalmente seco (puede ser 2-5 días según clima), el mortero de cemento al menos 2-4 semanas antes de pintar (sí, el cemento sigue liberando humedad por días). Igualmente, entre capa y capa de enlucido espera a que la anterior haya fraguado suficientemente (tibia y firme al tacto).
- Enlucir sobre gotelé o pintura texturada sin tratar: Intentar cubrir un gotelé espeso simplemente con una capa de pasta es mala idea: la capa vieja puede ceder y arruinar el acabado nuevo. **Solución:** Siempre **elimina o prepara el gotelé** antes de alisar. Lo mejor es mojar y raspar el gotelé temple, o usar decapante si es gotelé plástico, hasta quitarlo o al menos rebajarlo. Después, aplica una imprimación de agarre y ya enluye con perlita o masilla especial niveladora. *(Si el gotelé está muy bien adherido, existe la opción de alisar encima con productos específicos, pero el resultado nunca será tan fiable como quitarlo.)*
- Falta de práctica en el alisado final: A veces el material se aplica bien pero, al alisar, se hacen surcos o se quita demasiado. **Solución:** Trabaja con calma. Limpia la llana a menudo. Si ves que te cuesta dejarlo sin marcas, puedes recurrir al truco de la esponja húmeda: cuando la capa esté semi-fraguada, pasa una esponja ligeramente húmeda con movimientos circulares y luego re-pasa la llana metálica suave; esto elimina líneas y empareja mejor.
Recuerda: **Mide dos veces y corta una.** En el enlucido, esto se traduce a “prepara y revisa dos veces, aplica una”. La mayoría de errores se evitan simplemente revisando las condiciones antes de empezar (soporte limpio, mezcla adecuada, herramientas listas) y no teniendo prisa en los tiempos de secado. Si sigues estos consejos, estarás mucho más cerca de un acabado de calidad profesional en tus paredes.
Nota final sobre alternativas: En casos de paredes muy dañadas o reformas donde se busca rapidez y limpieza, existe la opción de **trasdosar la pared con pladur (placas de yeso laminado)** en vez de enlucir. Consiste en colocar paneles sobre una subestructura, obteniendo un muro perfectamente liso de forma inmediata. Cada método tiene sus pros y contras (el pladur reduce tiempo de obra y es limpio, pero implica perder unos centímetros de espacio y requiere perfilería; el enlucido conserva la solidez del muro original y ocupa menos espacio). Si te intriga esta alternativa, te invitamos a leer nuestro artículo sobre paredes de ladrillo vs paredes de yeso laminado para que elijas la mejor solución según tu proyecto.
Preguntas frecuentes sobre el enlucido de paredes
¿Cuál es la diferencia entre enlucir con yeso, yeso de perlita y mortero?
Yeso común y la escayola son materiales para enlucidos interiores: ofrecen un acabado muy liso y secan rápido, pero no resisten la humedad. El yeso de perlita es un yeso mejorado con un agregado ligero (perlita) que aporta aislamiento térmico y más trabajabilidad; se usa también en interiores para alisar paredes con un plus de aislamiento. En cambio, el mortero de cemento (o mortero mixto con cal) es más basto al tacto y se emplea sobre todo en exteriores o zonas húmedas por su resistencia. En interior, muchas veces se combina: por ejemplo, se hace un guarnecido de mortero para nivelar y encima se enluye con yeso para alisar. En resumen, **yeso = acabado fino (solo interior)**, **perlita = acabado fino aislante (interior)**, **mortero = resistencia y base niveladora (exterior o interior bajo yeso)**. Cada uno tiene su campo: un profesional elegirá yeso o perlita para salones y dormitorios, y morteros cementosos o de cal para baños, cocinas o fachadas.
¿Cuánto tiempo debo esperar para pintar después de enlucir una pared?
Depende del material y las condiciones ambientales. **Si has enlucido con yeso o perlita en el interior**, el tiempo de secado suele ser de 2 a 5 días en condiciones normales (habitación ventilada, clima seco). Notarás que el yeso pasa de un tono más oscuro a completamente blanco uniforme; esa es la señal de que está seco y listo para pintar. **Si se trata de un enlucido con mortero de cemento/cal**, el tiempo es mayor: se recomienda esperar unos 28 días (aproximadamente 4 semanas) para un secado y curado completo. Aunque la superficie al tacto esté seca antes, el interior del mortero retiene humedad que podría arruinar la pintura si se sella demasiado pronto (provocando ampollas o eflorescencias). En climas húmedos o fríos, puede tardar incluso más. Nuestro consejo es ser paciente: más vale esperar el tiempo necesario que apresurarse y tener que repintar por manchas de humedad. Un truco casero es pegar un trozo de plástico film a la pared enlucida; si a las 24 horas aparece condensación en el plástico, es que la pared aún tiene humedad y no debe pintarse.
¿Se puede enlucir una pared con gotelé sin quitarlo previamente?
Lo más recomendable es retirar el gotelé antes de enlucir si buscas un resultado duradero y liso. El gotelé (esa pintura con textura grumosa) actúa como una capa separadora: si enluimos directamente encima, existe el riesgo de que la capa de gotelé se desprenda con el tiempo (llevándose consigo el nuevo enlucido). **Lo ideal** es humedecer y raspar el gotelé hasta quitarlo o al menos rebajarlo todo lo posible. Después se aplica una imprimación de agarre sobre la pared lisa resultante, y ya se procede a enlucir con perlita o masilla niveladora para dejarla totalmente lisa. Dicho esto, hay casos en los que el gotelé está tan bien adherido que algunas personas optan por alisar encima con productos específicos (como masillas cubregotelé). Si se hace así, hay que **imprimar muy bien** la superficie rugosa y aplicar varias capas finas hasta cubrir la textura. Es un trabajo tedioso y el acabado no siempre es 100% perfecto, por eso insistimos: siempre que sea posible, elimina el gotelé antes de enlucir.
¿Cómo preparar la pared antes de enlucirla?
La preparación de la pared es clave para un buen resultado. Primero, **protege el espacio**: cubre suelos, zócalos y muebles con plásticos o cartones, porque enlucir genera salpicaduras. Luego, **limpia la pared**: elimina polvo con un cepillo, retira clavos, cinta adhesiva, enchufes (cortando la luz antes) y cualquier elemento superficial. Si hay moho, trátalo con lejía o fungicida y deja secar. **Repara imperfecciones grandes**: por ejemplo, rellena agujeros profundos o sanea zonas con yeso viejo suelto (pica los bordes hasta zona firme y rellena con mortero o yeso tosco). Una vez la pared esté sólida y uniforme dentro de lo posible, **evalúa el soporte**: si es muy absorbente, humedécelo ligeramente; si es muy liso o diferente (azulejo, pintura brillo), aplica una imprimación de agarre o realiza “rayas” o muescas con una espátula para crear poro. **Coloca cinta de carrocero** alrededor de marcos de ventanas, puertas o molduras para no mancharlas. Cuando todo esté limpio, sólido y delimitado, ya puedes mezclar el material de enlucido y empezar a aplicarlo. En resumen: limpiar, reparar, imprimar/humedecer, proteger ¡y listo para enlucir! Una buena preparación garantiza que el enlucido se adhiera bien y dure muchos años.
¿Es recomendable enlucir las paredes por mi cuenta o debería contratar a un profesional?
Depende de la escala del trabajo y de tu experiencia. **Enlucir una pared requiere cierta habilidad**: conseguir un acabado perfectamente liso, sin bultos ni ondas, no es sencillo las primeras veces. Si se trata de una pequeña reparación o de alisar una habitación pequeña y te gusta el bricolaje, puedes intentarlo tú mismo siguiendo guías (como esta ?) y armándote de paciencia. Ten en cuenta que vas a tardar más que un profesional y puede que el resultado no sea tan impecable, pero todos aprendemos practicando. Por otro lado, **para superficies grandes, techos o reformas integrales**, lo más aconsejable es acudir a un profesional. Un yesista/albañil experimentado tiene las herramientas adecuadas (y andamios en caso de techos altos), conoce las técnicas para una planeidad perfecta y trabajará con rapidez, ahorrándote tiempo y posiblemente dinero en materiales malgastados. Además, un profesional sabe cómo manejar imprevistos (paredes muy irregulares, humedades ocultas, etc.) y te entregará un acabado listo para pintar sin dolores de cabeza. En Reformadísimo contamos con especialistas en alisado y enlucido, así que si valoras un resultado de alta calidad y cero preocupaciones, no dudes en contactar con nosotros. En resumen: **puedes hacerlo tú mismo en casos sencillos**, pero **para un acabado de revista en toda la casa, la mano experta de un profesional marca la diferencia**.
*Esperamos que esta guía te haya sido útil. Si tienes más dudas o necesitas ayuda con tu proyecto de paredes lisas, en Reformadísimo estamos a tu disposición. ¡Buena reforma!*
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo