Hasta hace unos pocos años, en los domicilios no se concebía contar con un baño principal sin bañera. A casi nadie se le pasaba por la cabeza en una reforma quitar la bañera para poner una ducha, en él a no ser que viniese ya instalada por defecto junto a la bañera. Naturalmente, esto sólo ocurría en baños de grandes dimensiones.

Las duchas quedaban así relegadas a los baños secundarios, en caso de haberlos. Pero de un tiempo a esta parte, las que están desapareciendo de los baños son las bañeras. En no pocas reformas en los baños, quitar la bañera y sustituirla por una ducha es una de las principales medidas que se toman. Hacerlo no es tan caro como parece, y además no se tarda mucho en hacerlo. En muchos casos, la ducha estará lista en unas pocas horas. Y las paredes y suelo que la rodean, perfectamente rematados. Pero ¿qué motivos pueden llevarnos a quitar la bañera y poner una ducha en su lugar?

Motivos para quitar la bañera: el espacio

Uno de los principales motivos para cambiar la bañera por una ducha es el espacio. En la actualidad, muchos pisos no destacan especialmente por su amplitud. Por lo tanto, conseguir ganar uno o dos metros cuadrados en el baño, aunque no parezca mucho, puede marcar la diferencia. Sobre todo en esta estancia, una de las que tiene mayor actividad de toda la casa.

Motivos cambiar bañera

Una ducha, con mampara incluida, puede ocupar la mitad de espacio que ocupa una bañera. Las hay abiertas, que en la base ocupan aproximadamente el mismo espacio que las bañeras. Pero dado que no tienen un muro de separación, el espacio que dejan en la pared para poder colocar estanterías o colgadores es mayor.

El espacio que se gane si la ducha que se coloca es de tipo cabina, completamente cerrada, es mucho mayor. En este caso, se puede conseguir espacio también en el suelo para colocar un asiento, un armario pequeño, etc.

Las duchas: entrada y salida más cómoda y sencilla

Sin duda, entrar y salir de una ducha es mas cómodo que hacerlo de una bañera. Para ello no es necesario salvar un murete de algo más de medio metro de altura, que es el que se encarga de separar la bañera del resto del baño. La base de la ducha está a nivel del suelo, así que no hay que realizar esfuerzos para acceder a su interior.

Esto es especialmente importante si en el domicilio hay personas mayores, porque no tienen tanta agilidad como los más jóvenes para pasar por encima de este muro para asearse. También para facilitar el aseo de los niños cuando ya son capaces de ponerse de pie y de andar.

Un tercer grupo a los que la instalación de una ducha tras quitar la bañera les facilita mucho su vida cotidiana es el de los discapacitados físicos. Esto es, a las personas que tengan problemas de movilidad más o menos graves. A estos, las duchas no les causan problemas de acceso al aseo. También les permite asearse de manera prácticamente autónoma, sólo con colocar puntos para poder agarrarse en las paredes, o una silla especial bajo la ducha. Una de las opciones más modernas hoy día es una ducha continua o a ras de suelo.

Los beneficios que aporta la ducha frente al baño

La ducha aporta un extra de energía. Y hacerlo cada mañana puede contribuir a despejarse del sueño nocturno. También roba menos tiempo que un baño. Darse una ducha rápida cada mañana es mucho más cómodo y rápido que darse un baño. De hecho, no son pocos los que aún conservan la bañera para darse una ducha en uno de sus extremos, y raras veces se dan un baño.

Por otra parte, la ducha es más respetuosa con el medio ambiente que el baño. Darse una ducha implica un gasto menor de agua que darse un baño.

Además, la presencia de una ducha en un baño puede renovar el estilo del baño. Al quitar la bañera, que salvo escasas excepciones tiene generalmente un estilo más antiguo, se mejora el aspecto de toda la estancia. De esta manera, incluso un baño de dimensiones reducidas puede parecer más grande al quitar la bañera. A esto puede contribuir la instalación de una mampara transparente para separarla del resto del aseo. En el siguiente post puedes encontrar más ideas para reformar el baño.

En general, las duchas tienen un aspecto más moderno y actual que las bañeras, gracias a los materiales y diseño de sus platos. Pero también a su grifería, que muchas veces es regulable. y las distintas opciones de mamparas disponibles.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo