Cómo preparar una vivienda antes de una reforma integral

Emprender una reforma integral es un proyecto emocionante, pero requiere mucha planificación previa. Aprender a preparar una vivienda antes de una reforma es fundamental para evitar contratiempos, proteger tus pertenencias y agilizar todo el proceso. Además, una buena preparación te ayudará a reducir el estrés y las molestias tanto para tu familia como para tus vecinos. En Madrid, donde las viviendas suelen estar en comunidades de vecinos y existen normativas específicas, estos pasos previos cobran aún más importancia.

Resumen rápido:

  • Preparar una vivienda antes de una reforma de forma adecuada ahorra tiempo y dinero en la obra.
  • Vacía la casa y protege muebles, electrodomésticos y elementos fijos para evitar daños o suciedad excesiva.
  • Tramita los permisos y licencias necesarios en Madrid antes de empezar para evitar multas o paralizaciones.
  • Informa a los vecinos y cumple los horarios de obra permitidos para evitar molestias en la comunidad.
  • Valora mudarte temporalmente durante una reforma integral para mayor comodidad y seguridad.

Beneficios de preparar bien una vivienda antes de reformarla

Antes de comenzar la demolición o las obras, dedicar tiempo a la preparación tiene múltiples ventajas. En primer lugar, una vivienda preparada es un entorno más seguro y eficiente para los trabajadores. Por ejemplo, si los espacios están despejados, podrán avanzar sin obstáculos y se reducirán los riesgos de accidentes. A continuación destacamos los principales beneficios de preparar una vivienda antes de una reforma de manera adecuada:

  • Protección de tus pertenencias: Al cubrir o guardar muebles, electrodomésticos y objetos personales, evitarás desperfectos y pérdidas. De hecho, un buen embalaje y protección puede salvar tus muebles favoritos de polvo, pintura o golpes.
  • Ahorro de tiempo en limpieza: Si sellas habitaciones no afectadas y proteges suelos y paredes, la cantidad de polvo y escombros que se dispersa será mínima. En consecuencia, la limpieza final no se prolongará durante días y podrás disfrutar antes de tu hogar renovado.
  • Obra más rápida y eficiente: Además, al retirar elementos que estorban y facilitar el acceso a todas las zonas a reformar, los profesionales trabajan con mayor comodidad. Esto acelera la reforma y evita retrasos innecesarios porque no habrá que mover trastos de un lado a otro constantemente.
  • Menos estrés y molestias: Una buena planificación reduce las sorpresas desagradables durante la obra. Por otro lado, te permite organizar mejor tu rutina diaria o planificar una estancia temporal fuera de casa si es necesario. En resumen, estar preparado mentalmente y logísticamente hace que la reforma sea más llevadera para ti y tu familia.
  • Relaciones vecinales tranquilas: Por supuesto, si vives en un piso. Informa a los vecinos y minimiza ruidos o suciedad en las zonas comunes. Esto mantiene un buen ambiente en la comunidad y evita conflictos o incluso denuncias. Lo compensan con creces.

Errores frecuentes que hay que evitar

Ahora que conocemos los beneficios, es importante tener claros los errores típicos al preparar la casa para una reforma. Por tanto, evitarlos te ahorrará problemas y sobresaltos. A continuación te mostramos algunos de los fallos más comunes que cometen las personas antes de iniciar obras en casa (¡toma nota para no repetirlos!):

  • No planificar suficiente tiempo: Es un error subestimar el tiempo que lleva vaciar y preparar una vivienda antes de una reforma. Por eso, empieza con antelación a mover muebles, empacar objetos y conseguir materiales de protección. Si esperas al último momento, podrías retrasar el inicio de la obra.
  • Dejar muebles y enseres sin proteger: Nunca pienses “ya lo cubrirán durante la obra”. No proteger el mobiliario, los electrodomésticos o el suelo puede derivar en daños irreparables o suciedad permanente. Utiliza plásticos, cartones y cinta de carrocero para cubrir todo lo necesario.
  • Olvidar avisar a los vecinos: Un error muy habitual es no comunicar a la comunidad de propietarios que vas a reformar. Sin embargo, avisar con tiempo (mediante una nota en el portal o directamente al presidente) es clave. Así evitas que las molestias tomen por sorpresa a los demás y demuestras consideración, lo que puede traducirse en más paciencia de su parte. Igualmente, intenta acordar con tus vecinos los horarios más adecuados para las tareas más ruidosas dentro del horario permitido.
  • No gestionar permisos ni licencias: Comenzar una reforma sin los permisos municipales pertinentes en Madrid es gravísimo. Si la obra requiere licencia y no la tienes, te arriesgas a multas y a la paralización de los trabajos. Por lo tanto, consulta siempre con profesionales o con el Ayuntamiento qué trámites debes hacer antes de iniciar la obra.
  • Intentar vivir normalmente en plena obra: En reformas pequeñas puede ser viable quedarse, pero durante una reforma integral es inviable mantener la rutina diaria. Pretender cocinar o dormir entre polvo y escombros es un error que afecta tu calidad de vida. Por otro lado, si no tienes otra vivienda, al menos habilita una habitación limpia y aislada para uso básico o valora una estancia temporal fuera.
  • Descuidar la gestión de escombros: Un aspecto que muchos pasan por alto es cómo retirar los escombros y residuos de la obra. No tener contratado un contenedor o un servicio de recogida puede generar acumulación de basura, molestias y sanciones. Por ello, asegúrate de disponer de sacos de escombros. Coordina con el contratista la retirada periódica de residuos o la colocación de un contenedor (y su permiso de ocupación de vía pública si fuese necesario).
  • No tomar medidas de seguridad básicas: Por ejemplo, no cortar la electricidad o el agua cuando los operarios vayan a trabajar en esas instalaciones puede ser peligroso. Además, dejar mascotas sueltas en la casa durante la obra es arriesgado para ellas y para los trabajadores. Asimismo, intenta quitar o fijar elementos colgantes (lámparas, cuadros) para que no caigan con las vibraciones.

Zonas sensibles (cocina, baño, instalaciones, mobiliario)

No todas las partes de la casa requieren la misma preparación. Hay zonas especialmente sensibles que conviene atender de forma específica antes de una reforma integral. A continuación, revisamos cómo preparar cada una de ellas en detalle:

Cocina

La cocina suele ser uno de los espacios más complejos de vaciar y proteger. En primer lugar, desocupa todos los armarios: guarda el menaje, la vajilla y los alimentos en cajas bien etiquetadas. Desenchufa y retira electrodomésticos como frigorífico, horno o microondas; si no puedes sacarlos de casa, colócalos en una habitación libre y cúbrelos con plástico. También conviene desmontar los muebles modulares o estantes que vayas a conservar para evitar que se dañen. Recuerda cerrar la llave de paso de agua y gas de la cocina antes de empezar la obra. De ese modo podrás mover o cambiar la fontanería sin riesgos.

Baño

En el baño, vacía el botiquín y retira todos los objetos personales (toallas, accesorios de ducha, etc.). Además, desmonta o protege el espejo, las lámparas, la mampara y los sanitarios si algunos van a permanecer. Si el inodoro, lavabo o bidé se van a mantener, cúbrelos con cartón o plástico acolchado para que no se astillen con ningún golpe. Como en la cocina, corta el agua del baño antes de que empiece la reforma para que los fontaneros trabajen seguros. Un truco útil es sellar con cinta las rejillas de ventilación y los desagües temporariamente. De este modo evitas que entren escombros en las tuberías durante la obra.

Instalaciones

Las instalaciones de la vivienda (electricidad, agua, gas, calefacción) requieren precauciones específicas. Por ejemplo, antes de picar paredes para renovar tuberías o cableado, identifica por dónde pasan las líneas principales para evitar roturas accidentales. Deberías desconectar la corriente eléctrica en las zonas de trabajo para prevenir cortocircuitos o descargas (los electricistas pueden instalar circuitos provisionales si hace falta luz). En obras grandes, muchas veces se retiran radiadores o unidades de aire acondicionado: planifica con el técnico cómo hacerlo correctamente. Vacía los circuitos de agua si corresponde. Si tienes caldera individual, apágala y protégela; y si es central, avisa a la comunidad para que tomen medidas. Finalmente, acuerda con los profesionales el mejor momento para reinstalar o reubicar las instalaciones nuevas sin retrasar el resto de trabajos.

Mobiliario

En cuanto al mobiliario y otros elementos fijos de la casa, la regla de oro es: si puedes sacarlo de la vivienda, sácalo. Vacía las estanterías, armarios y cómodas; desmonta los muebles grandes en la medida de lo posible para almacenarlos mejor. Por otro lado, considera los muebles empotrados que deban permanecer (como armarios a medida). Es necesario forrarlos completamente con plástico de gran resistencia o incluso con tableros, cubriendo puertas y tiradores. Protege bien las puertas de paso, cubriéndolas o quitándolas de sus bisagras temporalmente si la obra es muy extensa. No olvides el suelo: coloca cartones o planchas protectoras sobre el pavimento en las zonas de tránsito. De esta forma ni las baldosas ni el parquet sufrirán daños. Con todos estos cuidados, tu casa quedará lista para la reforma sin riesgo para tus muebles ni elementos arquitectónicos que quieras conservar.

Permisos, licencias y normativa previa en Madrid (2025)

En la ciudad de Madrid, cualquier proyecto de reforma debe cumplir la normativa urbanística vigente. Por ejemplo, muchas obras requieren una licencia o, al menos, una comunicación previa al Ayuntamiento antes de iniciarse. Informarse y tramitar estos permisos es parte esencial de preparar una vivienda antes de una reforma integral:

Actuación Comunicada para reformas menores: En Madrid existen obras que no necesitan licencia como tal, pero sí es obligatorio notificar al Ayuntamiento. Por ejemplo, cambiar azulejos o suelos, pintar paredes y techos, o renovar cocina o baño sin mover tabiques ni instalaciones entran en esta categoría. Se realiza una Actuación Comunicada a través de la sede electrónica municipal, donde declaras la obra que vas a hacer. Es un trámite sencillo y suele ser gratuito o con tasa reducida, pero es importante realizarlo para dejar constancia oficial de la reforma.

Licencia de obra (menor o mayor): Si la reforma implica modificar la distribución (tirar o construir tabiques), cambiar instalaciones generales (electricidad, fontanería) o cualquier intervención estructural, entonces sí necesitas licencia. Además, dependiendo del alcance habrá dos tipos:

  • Licencia de obra menor: Aplica a reformas importantes pero sin tocar elementos estructurales del edificio. Se tramita mediante una declaración responsable del técnico que realizará la obra (aportando un proyecto básico en algunos casos). Su obtención es más rápida, en unas semanas.
  • Licencia de obra mayor: En cambio, es requerida para reformas de gran envergadura que afectan estructura, fachada o cambian el uso de la vivienda. Hay que presentar un proyecto técnico visado por un arquitecto y esperar la aprobación formal del Ayuntamiento, lo cual puede llevar varios meses. También conlleva el pago de tasas municipales mayores (incluido el ICIO, un impuesto de aproximadamente el 4% del presupuesto de obra).

Permisos especiales y normativa adicional: Antes de la reforma, investiga si necesitas algún permiso extra. Recuerda respetar la normativa de ruidos. En Madrid, por lo general las obras domésticas ruidosas están permitidas solo en días laborables y en determinadas franjas horarias (aproximadamente de 8:00 a 21:00, evitando horas de descanso). Si tu reforma requiere ocupar la vía pública (por ejemplo, para colocar un contenedor, andamio o grúa), tendrás que solicitar la licencia de ocupación de vía pública correspondiente. Por supuesto, si vives en un piso. Informa y solicita aprobación a la comunidad de propietarios si vas a hacer cambios que afecten a elementos comunes (instalaciones compartidas, fachada, ventanas exteriores, etc.). Asimismo, si tu vivienda está en un edificio protegido o en una zona con normativa especial (centro histórico, etc.), puede hacer falta una autorización adicional de Patrimonio.

Consejo: Si contratas una empresa de reformas seria, ellos te asesorarán y se encargarán de gestionar la licencia adecuada y demás trámites administrativos. Aun así, nunca está de más conocer estas obligaciones para asegurarte de que todo esté en regla. Recuerda que realizar una reforma sin licencia cuando es requerida puede acarrear multas desde cientos o miles de euros. También podrías enfrentarte a la paralización de la obra e incluso a problemas legales durante y después de la reforma. Lo mejor es prevenir esos riesgos preparando también la “papelería” de tu reforma con tiempo.

En conclusión, preparar una vivienda antes de una reforma integral requiere un esfuerzo adicional antes de comenzar la obra, pero los beneficios en organización, seguridad y tranquilidad lo compensan con creces. De esta manera, tendrás tu casa lista para la transformación con garantías. Además, podrás afrontar la reforma con más confianza, sabiendo que has cubierto todos los frentes: desde proteger tu hogar y respetar a tus vecinos, hasta cumplir con la ley en Madrid. ¡Manos a la obra!


Lo que nadie te cuenta

Existen verdades incómodas sobre preparar la casa para una reforma que rara vez se comparten abiertamente. Aquí te contamos algunas:

  • Siempre lleva más tiempo del prometido: Las obras casi nunca acaban en la fecha pactada. Prepárate para retrasos y extiende tu paciencia; es mejor asumirlo desde el principio.
  • Aparecen problemas ocultos: Al abrir paredes o cambiar instalaciones pueden surgir sorpresas (tuberías antiguas, cables en mal estado, humedades). Estos imprevistos pueden alargar la obra y aumentar el coste final.
  • El polvo invade hasta el último rincón: Aunque selles puertas y cubras muebles, el fino polvo de obra se cuela por todas partes. Tras la reforma, tendrás que hacer una limpieza profunda incluso en habitaciones donde no se trabajó.
  • Convivir con la obra es muy duro: Pasar días enteros entre ruido, escombros y sin algunas comodidades desgasta a cualquiera. El estrés de la reforma puede afectar tu estado de ánimo y poner a prueba tu paciencia (¡y la de tu familia!).
  • Los vecinos también sufren la reforma: Pocos lo dicen abiertamente, pero tus vecinos soportarán ruido y molestias. Avisarles con tiempo, respetar los horarios y compensarlos con algún detalle puede evitar conflictos innecesarios.

Ahorro Inteligente ?

  • Planifica con antelación para evitar cambios de última hora: Las improvisaciones durante la reforma salen caras. Decidir todos los detalles (materiales, acabados, distribución) antes de empezar evita gastos imprevistos a mitad de obra.
  • No pagues por algo que puedes hacer tú mismo: Vaciar habitaciones, retirar muebles o quitar el rodapié son tareas sencillas que puedes adelantar antes de que llegue la empresa. Ahorrarás tiempo de mano de obra y reducirás el coste total.
  • Recicla y vende lo que ya no necesitas: Los muebles, electrodomésticos o materiales en buen estado que retires puedes venderlos o donarlos. Recuperarás algo de dinero y también reducirás el volumen (y coste) de los escombros a retirar.

Microtest: ¿Preparado para la reforma?

Responde estas 3 preguntas y luego despliega cada respuesta para descubrir qué tan preparado estás antes de empezar la obra:

1. ¿Es buena idea vivir en casa durante una reforma integral?

No. En una reforma integral lo ideal es mudarse temporalmente. Permanecer en casa significa convivir con ruido constante, polvo y falta de servicios (cocina o baño), algo muy incómodo e incluso inseguro. Siempre que sea posible, busca alojamiento alternativo mientras duren las obras.

2. ¿Cuánto dinero extra deberías reservar para imprevistos de obra?

Se recomienda guardar un colchón de aproximadamente un 10-15% extra del presupuesto de la reforma. Las reformas suelen traer gastos inesperados –desde materiales adicionales hasta reparaciones no previstas– y contar con ese margen te permitirá afrontarlos sin sobresaltos económicos.

3. ¿Basta con cubrir los muebles con sábanas viejas para protegerlos del polvo?

No. El polvo de obra es muy fino y atraviesa cualquier tela común. Para proteger los muebles y superficies, necesitas cubrirlos con plásticos gruesos, cartón resistente y cinta de sellado. Así minimizarás la cantidad de polvo que se posa y evitarás daños durante la reforma.

Encuesta: ¿Qué es lo más engorroso al prepararlo todo?

Haz clic para revelar los resultados de esta encuesta entre nuestros lectores:

¿Qué es lo que más te agobia al preparar tu casa para la reforma?
  •  Vaciar la casa y mover todos los muebles a otro lugar.
  •  Proteger todo del polvo y la suciedad que se genera.
  •  Tener que vivir en casa entre obras y escombros.
  • Tramitar permisos municipales y demás papeleo previo.

Resultado: La mayoría de los votantes (45%) indicó que vaciar la casa por completo es lo más pesado, seguido por la protección contra el polvo (30%). Un 20% eligió la dificultad de vivir durante la obra, y solo un 5% mencionó los permisos como principal preocupación.

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Preguntas frecuentes

¿Debo avisar a mis vecinos antes de la reforma?
Sí, siempre es aconsejable avisar a los vecinos antes de comenzar la obra. Así estarán preparados para el ruido y las molestias. En el caso de obras mayores (más largas o ruidosas), incluso puede requerirse el visto bueno de la comunidad de propietarios.
¿Cómo protejo los muebles y enseres durante la obra?
Lo ideal es retirar los muebles y pertenencias de las zonas que se van a reformar. Si no puedes sacarlos de la vivienda, agrúpalos en una habitación apartada y cúbrelos muy bien con plásticos gruesos y cartones resistentes para evitar polvo y golpes. No escatimes en la protección: luego lo agradecerás.
¿Es recomendable vivir en casa mientras se reforma?
En reformas integrales no es recomendable quedarse a vivir en la vivienda. El polvo, el ruido y la falta de cocina o baño harán la convivencia muy difícil. Si la reforma es menor y decides quedarte, habilita una zona limpia y aislada donde puedas continuar tu día a día lo mejor posible (y ten mucha paciencia).
¿Qué licencias o permisos necesito antes de reformar mi casa?
Depende del tipo de obra. Las reformas grandes suelen requerir una licencia de obra mayor, mientras que las más sencillas pueden hacerse con una licencia de obra menor o una comunicación de obra. Lo más conveniente es consultar en tu ayuntamiento qué permiso corresponde a tu proyecto específico, para asegurarte de cumplir con la normativa.
¿Cómo se gestionan los escombros y residuos de la obra?
Los escombros y restos de una reforma deben retirarse en sacos o contenedores especiales. Por lo general, se coloca un contenedor en la calle (lo que requiere permiso municipal y el pago de una tasa). La empresa de reformas suele encargarse de recoger los escombros periódicamente y transportarlos a un vertedero autorizado, dejándote a ti la tranquilidad de no tener que preocuparte por ello.

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