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Una terraza privilegiada en Madrid

El objeto de la obra fue una reforma integral de terraza de 50 m² en décima planta exterior, con fachada al Paseo de la Castellana de un edificio construido en los años 60-70.

Las necesidades del cliente suponían una renovación completa de acabados e instalaciones de la terraza, acorde a la reforma interior realizada en la vivienda, creando una serie de espacios:

  • Comedor exterior
  • Solarium
  • Mirador
  • Zona estancial

Se requería que el mantenimiento fuera escaso, siendo simplemente limpieza y revisión de jardinería mensual.

El concepto del proyecto era crear una “isla en altura”, donde el cliente puediera relajarse y disfrutar de un espacio abierto privilegiado olvidando el ruido del tráfico y la contaminación, con vistas a los magníficos edificios construidos en la zona de Nuevos Ministerios.

Las principales estrategias del proyecto fueron:

  • Empleo de materiales nobles como la madera y la piedra caliza, para aumentar la calidad del espacio.
  • Instalación de césped artificial de alta calidad para transmitir la sensación de jardín, con muy bajo mantenimiento.
  • Colocación de una serie de plantas de gran porte y bajos requerimientos hídricos y de mantenimiento, con un sistema de riego automático, para convertir un espacio arquitectónico en un vergel de colores y aromas.
  • Una fuente que dividiera el espacio estancial de las zonas de comedor y solarium para que el sonido del agua ahogase los ruidos de la ciudad.
  • Cierre del frente de la terraza, concentrando así las vistas en un espacio mirador que conectase con el espacio urbano y la belleza de sus edificaciones.
  • Diseño de una iluminación nocturna de calidad que potenciase los objetivos del proyecto.t item

Reforma de terraza para obtener cuatro estancias

Así pues, esta terraza, que en origen estaba descubierta y contaba con una superficie total de 50 metros cuadrados. Esto permitía a los encargados del proyecto un amplio espacio para diseñar las estancias que pedía el cliente, de cara a contar con espacios diferenciados para su descanso y disfrute.

A tenor de las indicaciones dadas por el cliente, la reforma debía elaborarse con materiales de primera calidad. Incluso integrar elementos poco habituales en estancias cerradas. Entre ellos, una fuente que se encargase de dividir las zonas de solarium y comedor. ¿El objetivo de su instalación, además de aportar un sonido relajante? Reducir el ruido del tráfico, ya que a pesar de tratarse de un décimo piso, el runrún del sonido de los coches llega hasta la terraza. Eso sí, los elementos integrados en la reforma, que incluía césped artificial en determinadas zonas y maderas nobles, debían tener un mantenimiento sencillo y escaso.

La terraza, una vez cerrada y reformada, debía contar con una zona de mirador, ya que la vivienda a la que pertenecía contaba con muy buenas vistas a una de las principales arterias de Madrid. Para ello, el frontal de los nuevos espacios debía estar cerrado con cristaleras. Así, las vistas a la calle de la zona, Nuevos Ministerios, se pueden disfrutar sin molestias ni sufrir las inclemencias del tiempo.

Espacios con poca necesidad de mantenimiento y de calidad

Los propietarios de la terraza también querían que determinadas zonas de las nuevas estancias se asemejasen a un jardín. De ahí el reparto de césped artificial, que apenas hay que mantener, en ciertos puntos. También la colocación de plantas de gran tamaño, para animar los espacios. Eso sí, debían estar en línea con las necesidades de bajo mantenimiento especificadas por el propietario del piso. Por lo tanto las plantas, que debían ser naturales, necesitaban contar con un nivel de mantenimiento muy bajo. Esto, debían ser especies que no requiriesen muchas podas o riego.

A este bajo mantenimiento contribuye también el diseño y la instalación de un sistema de riego automático. Gracias a él, todas las plantas colocadas en los nuevos espacios de la terraza se regarán de manera automática cuando quien lo programe decida. Menos trabajo, sin que ello implique un perjuicio para las plantas. Más bien, al contrario.

Las plantas elegidas, todas de gran porte, contribuyeron a elevar el nivel de calidad y atractivo de las estancias. Estas cuentan desde la reforma con la presencia de maderas nobles. Pero también de la piedra caliza, lo que da a los espacios menos sensación de tratarse de estancias de un cerramiento de terraza. Además, contribuye a elevar la calidad de todos los ambientes.

Todas las estancias nuevas, resultado de la reforma de la terraza, debían contar con iluminación suficiente para disfrutar también de ellas por la noche. Por lo tanto, fue necesario diseñar e instalar un sistema con el que dar luz artificial a todas las zonas de la terraza a voluntad. Eso sí, con un requisito presente: la iluminación debía estar pensada para resaltar las nuevas estancias con las que contase la terraza una vez reformada.

Con todo esto, los propietarios de la vivienda pasaron de contar con una terraza convencional a cuatro espacios pensados para el disfrute y el relax sin salir de casa.