¿Por qué planificar una reforma pensando en tu mascota?

Reformar tu vivienda teniendo en cuenta a tu mascota tiene una doble ventaja: le proporcionará un entorno más seguro y feliz a tu compañero de cuatro patas, y además te facilitará la convivencia día a día. Imagina por un momento no preocuparte más por esos arañazos en el parquet o por las manchas imposibles en el sofá. Una reforma pet-friendly bien pensada no solo resuelve problemas prácticos (suelos dañados, olores, accidentes domésticos), sino que previene muchos de ellos antes de que ocurran. El resultado es un hogar donde mascota y dueños viven más tranquilos y cómodos.

Seguridad ante todo: Adaptar la casa pensando en tu mascota significa eliminar peligros. Por ejemplo, guardando productos de limpieza fuera de su alcance, usando cierres en armarios como harías con niños, o evitando plantas tóxicas en el jardín. También supone mejorar la higiene y la salud del ambiente: materiales más limpios reducen alérgenos, y espacios dedicados a la mascota evitan desorden y estrés. En definitiva, es beneficioso para ellos y para ti.

Y no olvidemos el aspecto emocional. Nuestras mascotas nos dan amor incondicional, ¿no se merecen también un hogar a su medida? Muchos perros y gatos sufren si el entorno no es adecuado: suelos resbaladizos que les asustan, falta de estímulos y juego que los aburre, zonas inapropiadas que pueden causarles ansiedad (¡como no tener un rincón propio donde refugiarse del ruido!). Adaptar la vivienda demuestra cuánto nos importan, creando un espacio donde se sienten seguros, estimulados y parte de la familia.

Por último, una reforma centrada en las mascotas también cuida tu estilo de vida. Se acabó elegir entre una casa bonita o una casa apta para animales. Con un buen diseño, puedes tener ambas cosas. Lo veremos a continuación: materiales modernos, ideas creativas y la experiencia de profesionales harán que integrar a tu mascota en la estética de tu hogar sea un proceso natural y hasta divertido. Si planificas estos detalles desde el inicio de una reforma integral, quedarán integrados de forma armoniosa, en vez de añadidos “de última hora” que desentonen. ¡Tu hogar pet-friendly puede ser digno de revista de decoración!

Suelos resistentes y fáciles de limpiar (¡adiós a los arañazos y manchones!)

Comencemos por abajo: el suelo, esa superficie que sufre el trote diario de uñas, patitas mojadas y algún que otro accidente. Elegir bien el pavimento en una casa con mascotas es clave. ¿El objetivo? Un suelo resistente a arañazos, antideslizante y fácil de limpiar. Suena como mucho pedir, pero hoy existen materiales que lo cumplen con creces sin sacrificar estilo.

Gres porcelánico (imitación madera):

Este es nuestro campeón pet-friendly. El porcelánico es un tipo de baldosa cerámica de alta densidad ultra resistente. No se raya ni aunque tu perro juegue a las carreras por el pasillo, soporta golpes de objetos caídos (o del juguete volador preferido de tu gato) y no absorbe olores ni manchas. Además, su mantenimiento es mínimo y admite limpiezas intensivas sin perder color. ¿Y la estética? Aquí viene lo mejor: puedes optar por porcelánico imitación madera que reproduce vetas y tonos de madera natural con un realismo sorprendente. Obtienes la calidez del look madera pero con la resistencia todoterreno de la cerámica. ¡Nadie notará que tus elegantes “tablones” son baldosas porcelánicas! Este material viene en infinidad de acabados, desde roble claro nórdico hasta nogal oscuro, para encajar con cualquier decoración. En hogares con mascotas grandes o muy inquietas, el gres porcelánico efecto madera es prácticamente infalible.

Suelos vinílicos de alta calidad:

Otra opción estrella son los vinilos. Los suelos vinílicos actuales poco tienen que ver con aquellos plásticos aburridos de antaño. Hablamos de láminas o lamas vinílicas de última generación, con diseños que imitan madera, piedra o cerámica y que incorporan capas protectoras muy avanzadas. Un buen suelo vinílico es altamente resistente a arañazos, no absorbe líquidos (perfecto para esos “accidentes” de tu cachorro) y ofrece una pisada cálida y suave, además de ser ligeramente acolchado. Esto último no solo agrada a tu mascota (es más cómodo para tumbarse), sino que amortigua el ruido de sus patitas correteando. Los vinilos son también antideslizantes por naturaleza, reduciendo resbalones. Además, imitan madera, piedra o cerámica, ofreciendo un diseño atractivo. Si buscas un suelo continuo, cálido al tacto y pet-proof, el vinilo merece tu atención.

Laminados de alta resistencia:

¿Te encanta la madera laminada? No la descartes por tener mascota, simplemente elige bien. Hay suelos laminados AC4 o AC5 (clases de uso comercial/residencial intensivo) con tratamiento anti-arañazos y cierta resistencia a la humedad. No serán tan inmunes como el porcelánico, pero calidad-precio salen muy bien, y estéticamente logran imitar maderas naturales de forma lograda. Un laminado bueno aguanta las uñas de un gato jugando, siempre que se limen regularmente, y su limpieza es sencilla. Eso sí, ante charcos de agua o pipí, hay que secarlos pronto para que no se filtre. Si optas por laminado, recomendamos uno con tratamiento hidrófugo en las juntas, así evitas deformaciones. Y contempla tonos de madera donde los pelos de tu mascota se camuflen un poco ? (por ejemplo, maderas de tono medio para pelos marrones, etc.), ¡truco de decoración pet-friendly!

¿Y qué hay de la moqueta o las alfombras?

En general, evítalas o úsalas con mucha moderación. Las alfombras de pelo largo acumulan suciedad y pelos a montones, difíciles de limpiar. Si te encantan, mejor elige alfombras lavables tipo vinilo decorativo o algodón resistente, que puedas meter a la lavadora o baldear. Colocar felpudos o esterillas lavables en las entradas también ayudará a atrapar huellas antes de que lleguen al salón.

En resumen, en suelos apuesta por materiales duros pero estilosos. Gres porcelánico, vinilo o buen laminado te harán la vida más fácil. Podrás dejar que tu perro juegue con total libertad, sin sufrir cada vez que derrapa en la curva del pasillo. Y cuando llegue la hora de limpiar, una pasada de fregona y listo, nada de restregar de rodillas. Un suelo adecuado te quita preocupaciones y mantiene tu casa impecable, aunque convivas con un torbellino de cuatro patas.

Paredes y pintura: adiós huellas y lametones (¡hola paredes lavables!)

Si tienes perros que sacuden su cuerpo después de un paseo bajo la lluvia, o gatos que se refrotan por cada esquina, sabrás que las paredes también sufren. Manchas de barro a media altura, lametones junto al comedero, arañazos en la pintura cerca de la puerta… es el pan de cada día con mascotas. Por eso, al reformar, conviene mimar también paredes y acabados verticales.

La solución número uno es sencilla: pintura lavable. Hoy en día hay pinturas plásticas de alta calidad con acabado mate sedoso o satinado que resisten fregado. Opta por pinturas con etiqueta “scrubbable” o lavables, que permitan pasar un paño húmedo para quitar una mancha sin llevarte la pintura por delante. Esto es especialmente útil en zonas donde tu mascota pasa mucho tiempo o roza con frecuencia (por ejemplo, cerca de su cama, en el recibidor a la altura de ese lomito que saluda moviendo la cola contra la pared, etc.). Un consejo extra: elegir tonos claros puede parecer contraproducente, pero en realidad ayuda a localizar la suciedad rápidamente y limpiarla antes de que se impregne. Además los colores claros disimulan mejor las marcas de arañazos leves que una pared oscura brillante. ¡Y mantienen la casa luminosa!

Si buscas máxima protección, combina pintura con materiales aún más resistentes en las zonas críticas. Por ejemplo, colocar un zócalo o friso de azulejo hasta media altura en la zona del comedero y bebedero; así, si tu perro sacude la baba o tu gato juega chapoteando en el agua, simplemente lo limpiarás con un trapo. Hay azulejos decorativos muy chic o incluso vinílicos autoadhesivos con diseños bonitos que pueden hacer de protector de pared temporal. Otra idea: paneles de PVC o frisos laminados resistentes a la humedad para cubrir esa franja baja donde tu gran danés apoya las patas cuando se estira. Estos frisos imitan madera o colores neutros y se integran discretamente.

Como explican en

Tiendanimal
, adaptar el hogar para una mascota no es solo una cuestión de comodidad, sino también de salud, seguridad y equilibrio en la convivencia diaria.

No nos olvidemos de las esquinas y marcos de puertas, tentadores para gatos rascadores o perros curiosos. Durante la reforma, puedes añadir protectores transparentes de acrílico en esquinas expuestas (se pegan y casi no se ven) o perfilar las esquinas con cantoneras metálicas decorativas que refuerzan y quedan modernas. En puertas, si tu michi insiste en “abrir” a zarpazos, considera instalar una gatera (puerta para mascotas) para que no tenga que pedirte paso o reforzar la parte baja de la puerta con una chapa decorativa en el lado que sufre los arañazos.

En definitiva, igual que con los suelos, la clave en paredes es escoger materiales lavables y duraderos. Pintura lavable de calidad como base, y complementos como zócalos cerámicos o protectores en zonas de batalla. Así mantendrás tus paredes impecables y bonitas, incluso con mascotas artistas que dejan “huellas” de sus aventuras. ¡Dile adiós a ese lamparón perpetuo junto al sofá y hola a paredes relucientes con mínimo esfuerzo!

Muebles y tapicerías amigables: durabilidad con estilo

Ahora miremos el mobiliario y la decoración, porque sí, se puede tener sofá blanco y mascota negra a la vez… siempre que tomemos medidas. Aquí entran en juego tanto la elección de materiales de los muebles, como soluciones de diseño a medida para integrar necesidades de la mascota.

Materiales resistentes en mobiliario:

Si estás renovando tus muebles o haciéndolos a medida, elige acabados que soporten el trote animal. La madera maciza barnizada o laminados de alta presión resisten mejor arañazos que chapas delicadas. Los muebles metálicos (por ejemplo, patas de acero en mesas) son prácticamente indestructibles ante mordiscos. Para tapicerías de sofás y sillas, hoy existen telas antimanchas y antiarañazos muy avanzadas. Busca tapicerías con tratamiento teflón o Aquaclean que repelen líquidos (¡adiós manchas de patas sucias en el sofá!) y tejidos de trama cerrada que las uñas no puedan enganchar fácilmente. La microfibra, por ejemplo, es famosa por resistir uñas de gato y ser fácil de limpiar. Y como mencionan expertos, materiales como cuero auténtico o imitación cuero de buena calidad son excelentes: no atrapan pelos, se limpian con un paño y son bastante duraderos. Eso sí, ojo si tu gato es fan de afilarse en el sofá – en ese caso mejor una funda en ese segmento, porque ninguna piel es inmune a un Garfield entusiasta.

Fundas lavables y accesorios:

Un truco de oro para mantener la estética es usar fundas desenfundables en sofás, sillones o incluso cojines. Puedes tener un sofá con una tela linda, pero por encima usar una funda ajustada de uso diario (hoy las hacen a medida, encajan perfecto) que quitas y lavas cuando haga falta. Así proteges la tapicería original para “ocasiones especiales” y mientras tanto vives sin agobios. Igualmente, ten siempre mantitas o cobertores atractivos donde tu mascota suele echarse – cumplen doble función: decoran el espacio y recogen pelos. ¿Que viene visita? Retiras la mantita y el sofá luce impecable.

Carpintería a medida pet-friendly:

Aquí es donde una reforma integral brilla de verdad. Puedes integrar en la carpintería fija de la casa rincones especiales para tu mascota, de forma que todo quede ordenado y con estilo. ¿Ejemplos? En la cocina, dedicar un módulo bajo para zona de comida: un cajón extraíble que al abrirse contiene los cuencos de comida y agua. Así evitas patadas accidentales a los platos y cuando tu peludo termina de cenar, se cierra el cajón ¡y todo recogido! Incluso se puede tener otro cajón ventilado para almacenar su alimento y chuches, manteniéndolos frescos y a salvo de golosos de cuatro patas. Otra idea genial: si haces armarios a medida, reserva un espacio para la cama de tu mascota integrado en el mueble. Por ejemplo, un hueco en la parte baja de una estantería del salón donde quepa su camita; le puedes poner un cojín bonito a juego con la decoración. Tu perro tendrá su guarida ahí en medio del salón sin que estorbe, y a la vista solo estará un nicho mono en el mueble. Esto también funciona bajo escalera (el clásico bajo-escalera convertido en cuevita perruna) o en un rincón muerto de la casa.

Puertas con gateras integradas:

Hablando de gatos (o perros pequeños), si en casa sueles dejar puertas entreabiertas para que circulen, considera instalar gateras elegantes en las puertas durante la reforma. Las hay transparentes, con marcos discretos en blanco, negro o madera que combinan con puertas modernas. Quedan mucho mejor que un recorte hecho a posteriori. Una puerta interior con gatera permite que tu minino vaya y venga a su antojo a, digamos, la habitación donde tiene el arenero, sin que tengas que dejar la puerta abierta (ganando en estética y en climatización eficiente). Incluso existen gateras electrónicas que leen el microchip de tu mascota, abriéndose solo para ella – útiles si quieres evitar que otro animal (o tu perro glotón) pase por allí.

En resumen, no se trata de llenar la casa de trastos para el perro o gato, sino de integrar sus necesidades en el diseño. Muebles resistentes, tapizados lavables, y soluciones a medida como las mencionadas harán que convivas mejor con tu mascota y además tu casa luzca ordenada y armónica. Un hogar adaptado así impresiona a las visitas (“¿esa bonita cómoda tiene el comedero del perro escondido? ¡Qué buena idea!”) y sobre todo, hace la vida diaria más sencilla. Funcionalidad + estética, justo lo que buscamos.

Rincones de juego y descanso: su espacio personal dentro de tu hogar

Todos necesitamos un lugar propio para relajarnos… ¡tu mascota también! Incluir espacios dedicados para el juego y el descanso de tu peludo es fundamental. Esto evita que sus cosas anden siempre esparcidas y le da un sitio donde sentirse cómodo y tranquilo. Y con un poco de creatividad, estos rincones pueden ser muy chic.

El rincón de la cama:

Decide dónde va a dormir tu mascota y haz de ese rincón un lugar especial. Puede ser junto a tu sofá favorito o en tu dormitorio, donde prefieras que pase sus siestas. Coloca una cama bonita y acolchada que combine con tu estilo (hoy hay diseños de camitas para perro/gato que parecen cojines decorativos). Añade un par de juguetes favoritos y ¡listo!, ya tiene su rincón. Si estás reformando, puedes incluso crear un hueco específico: por ejemplo, en el salón una bancada de obra bajo la ventana que sirva de asiento y a un lado dejar un espacio abierto donde encaje la cama del perro. Así comparte ventana contigo para tomar el sol ???. A algunos gatos les gusta dormir en alto: una repisa acolchada junto a la ventana les encantará (y queda mona con unos cojines).

Zona de juegos integrada:

En vez de tener rascadores y juguetes regados por todos lados, integrémoslos. Para gatos, instala estantes y plataformas en la pared formando un circuito de juego. Pueden ser tablas tapizadas con tela que combine con la decoración. Tu gato podrá trepar y observar desde las alturas (¡les encanta dominar la sala desde arriba!) y para ti serán baldas modernas que no desentonan. Otra opción son los rascadores de diseño: los hay en forma de torre minimalista, en cartón reciclado con formas elegantes, etc., que cumplen su función y parecen esculturas modernas. Ubica el rascador cerca de donde tu gato suele afilarse (por ejemplo, junto al sofá atacado habitualmente) para desviar su atención, pero escoge uno que no arruine la estética. Para perros, una cesta de mimbre o caja decorativa puede servir de guardajuguetes en la sala: después de la sesión de juego, todos los peluches y pelotas van a la cesta (aunque tu perro probablemente vuelva a sacarlos, al menos sabrá dónde están y tú también).

Catios y acceso al exterior:

Si vives en un piso con balcón, puedes plantearte crear un “catio”, que es básicamente un balcón o patio seguro para gatos. Consiste en colocar mallas casi invisibles o paneles para que el gato no pueda escaparse ni caerse. De este modo, tu minino puede tomar el sol y mirar las palomas con seguridad, y tú puedes decorar ese balcón sin preocuparte. Hay redes especiales transparentes que no arruinan la vista. Añade unas plataformas o una casita para que el gato se siente y tendrás un pequeño paraíso felino exterior. Para perros en piso, si dispones de terraza, podrías destinar un rincón con césped artificial drenante o una caja de arena especial para que pueda hacer sus necesidades en casos de emergencia (por ejemplo, si pasas muchas horas fuera). Así proteges el resto del suelo y facilitas la limpieza a diario.

Lo importante de estos espacios dedicados es que tanto tú como tu mascota sepáis que “son suyos”. Tu peludo los identificará rápidamente: “aquí están mis cosas, aquí puedo estar tranquilo”. Y tú ganarás en orden. Cuando todos los juguetes tienen su lugar, la cama está en un sitio fijo y accesible, y los circuitos de juego están claros, se reducen los destrozos accidentales. Además, tu mascota tendrá menos estrés, pues sabrá dónde ir para cada actividad (descansar, jugar, hacer sus necesidades). Es enriquecimiento ambiental integrado en tu hogar. Y por supuesto, verlos disfrutar en su rincón hecho a medida no tiene precio – esas siestas panza arriba en su camita nueva te sacarán una sonrisa cada día.

Baños pet-friendly: spa perruno en casa (y menos olores)

¿Quién no ha batallado bañando al perro en la bañera tradicional, acabando tú tan empapado como él? O quizás lavas a tu pequeño perro en el fregadero de la cocina a falta de un sitio mejor… Buenas noticias: si vas a reformar el baño, puedes incorporar unas cuantas ideas para facilitar la higiene de tu mascota y la limpieza del hogar. ¡Un mini spa pet-friendly en casa!

Ducha a ras de suelo:

La mejor inversión si tienes perro mediano o grande es una ducha de obra tipo “walk-in”, sin bordes altos. Es decir, un plato de ducha amplio y plano, a nivel del suelo o con un escalón muy bajito. ¿Por qué? Porque así tu perro puede entrar caminando sin que tengas que alzarlo en peso (evitando riesgos de resbalones al levantarlo). Estas duchas abiertas, sin mampara o con solo una fija, te permiten moverte con comodidad alrededor del animal. Son más seguras tanto para ti como para tu peludo.

Plato antideslizante:

Imprescindible en esa ducha. Asegúrate de instalar un plato de ducha antideslizante de buena calidad, o revestir el suelo de la ducha con mosaico o material rugoso. Así ni tú ni tu mascota patinaréis en el baño enjabonado. Hay platos de textura tipo pizarra muy elegantes que cumplen esta función. La seguridad primero: un baño adaptado evitará muchos sustos (no más patinazos de perro mojado saliendo de la bañera).

Grifería y accesorios especiales:

Algo tan simple como un cabezal de ducha de mano (teléfono de ducha desmontable) marca una gran diferencia. Instala uno con manguera larga: podrás enjuagar a tu perro fácilmente por todos lados sin malabarismos, llegando a patitas y barriga. Incluso existen duchas con cepillo incorporado para masajear y lavar a la vez. También considera colocar un gancho bajo o barra donde puedas atar temporalmente la correa del perro mientras lo bañas, para tener ambas manos libres. En peluquerías caninas lo hacen y funciona de maravilla para que el perro no salga corriendo a mitad del baño.

Zona de secado y toallas:

Si tienes espacio en el baño o cuarto de lavado, reserva un armario o balda para las toallas de la mascota, sus champús y cepillos. Tener todo a mano en su zona te facilita la rutina de baño. Incluso podrías instalar un punto de agua caliente en el garaje o patio si bañas allí a tu perro, con un desagüe en el suelo para las aguas sucias – esto ya es nivel top de comodidad, pero si estás reformando una casa desde cero y tienes exteriores, plantéalo.

Gestión de olores y limpieza:

Un hogar pet-friendly también se nota en que no huele a mascota. Para ello, además de la higiene del animal, ayuda mucho incorporar soluciones en la reforma. Por ejemplo, en casas con gatos, un buen extractor de aire en la zona donde esté el arenero (sea baño o galería) mantendrá a raya los olores. También puedes azulejar hasta media altura esa zona del arenero para limpiar fácilmente salpicaduras. En casas con perro, piensa en el suelo con sumidero en la zona de entrada o terraza: una esquina con desagüe donde puedas enjuagar patas al volver del parque, o donde el perro se sacuda tras la lluvia sin ensuciar toda la casa.

Y volvemos a insistir: materiales fáciles de limpiar en el baño significan que, aunque tu perro sacuda espuma por todas partes durante su spa casero, tú luego con pasar la ducha y un poco de limpiador dejarás todo reluciente. Nada de cortinas de baño llenas de pelos o juntas de azulejo negras del barro… Si todo está bien sellado, con superficies lisas y lavables, limpiar será pan comido.

Con un baño adaptado, lavar a tu mascota dejará de ser una odisea. ¡Incluso puede convertirse en un momento divertido juntos! Tu perro quizá nunca amará los baños, pero al menos será más seguro y rápido. Y tu casa lo notará: menos suciedad arrastrada, menos olores y un peludito limpio que podrá subirse al sofá tras el baño sin dejar huella. ??

Jardín y exteriores seguros: el paraíso de tu mascota (sin travesuras)

Si tienes la suerte de contar con jardín, patio o terraza, esta sección es vital. Un exterior pet-friendly bien diseñado permitirá que tu mascota disfrute al aire libre sin peligro y sin destrozos en el jardín. ¿Cómo lograrlo? Te damos varias claves para cercar, proteger y adaptar tu espacio exterior.

Vallas y cerramientos adecuados:

Lo primero es asegurar que el perímetro esté bien vallado para evitar fugas. Revisa cada rincón: ¿el gato podría escalar esta pared? ¿el perro cabe por debajo de ese portón? Si es necesario, instala malla complementaria en zonas huecas o aumenta la altura de la valla. Existen cerramientos discretos (como redes plastificadas verdes) que puedes añadir a setos o rejas sin arruinar la estética. Una opción elegante son las vallas de madera o composite que dan privacidad y cierran el jardín con estilo moderno. Importante: asegúrate de que la puerta de entrada exterior cierra bien y no pueda ser abierta por un perro listo con el hocico.

Plantas seguras y zonas especiales:

Infórmate sobre las plantas tóxicas para mascotas y evita tenerlas al alcance. Por ejemplo, adelfas, azaleas, lirios, y un largo etcétera pueden ser peligrosos si las muerden. Sustitúyelas por otras seguras (hay listas disponibles, tu veterinario puede aconsejarte). Crea rincones de sombra con plantas no tóxicas o con toldos/árboles para que tu mascota pueda tumbarse fresco en verano. Coloca siempre un cuenco de agua fresca afuera para que esté hidratada mientras juega. Y hablando de jugar: destina una zona de juegos en el jardín, por ejemplo un trocito de césped (natural o artificial) donde puedan corretear o donde coloques sus juguetes de exterior. Así concentras la actividad en ese sector y proteges el resto del jardín.

“Baño” exterior para el perro:

Muchos dueños instalan un área específica para que el perro haga sus necesidades. Puede ser un cuadrante de grava fina o arena en una esquina discreta, con buen drenaje debajo para los pipís. Enseñando al perro a usar esa “toilet” logras que no te queme el césped con la orina ni te llene todo de excrementos. Es como su arenero al aire libre. Mantén esa zona limpia recogiendo a diario y enjuagando con agua para minimizar olores. Si tienes césped natural y no quieres renunciar a que lo use, riega abundantemente las áreas donde orine para diluir y evitar manchas amarillas.

Superficies prácticas:

Para patios o terrazas, considera suelos fáciles de limpiar (los mismos porcelánicos o losetas resistentes mencionados antes). En lugar de tierra en todo el jardín (que se convierte en barrizal + huellas), piensa en poner caminos de piedra, losas, o gravilla compactada en las zonas de paso. Así tu perro no pisará tanto barro. Evita suelos que queman en verano (como metal o ciertas piedras oscuras) en las zonas donde la mascota camina, para que no se queme las almohadillas. El césped artificial de buena calidad puede ser una gran solución: siempre verde, fácil de limpiar (se puede regar) y resistente a las zarpas.

Piscina o estanque:

Si tienes piscina, extrema precauciones. De ser posible, instala una valla removible alrededor para que tu perro/gato no caiga accidentalmente. Existen alarmas de agua que detectan chapoteos también. Enseña a tu perro dónde están los escalones para salir si se mete. Y mantén los productos químicos fuera de su alcance. Para estanques o fuentes, igual: protegidos para que no beban agua estancada o caigan dentro.

Con un exterior bien pensado, tu mascota tendrá un pequeño paraíso privado: correrá, se echará la siesta bajo su árbol favorito y hará sus “asuntos” en el lugar indicado, mientras tu jardín sigue precioso. Ya no tendrás que lamentarte por plantas rotas o agujeros sorpresa en el césped (bueno, si tu perro es cavador empedernido, tal vez darle una zona de excavación con arena pueda salvar tus macizos de flores ?). Al final, se trata de anticipar comportamientos naturales de nuestras mascotas y canalizarlos: ¿le gusta cavar? Dale un arenero. ¿Que mordisquea plantas? Ponle solo plantas seguras y quizá una macetita de hierba gatera para distraerlo. Así todos ganan.

Tip final: un jardín pet-friendly puede ser también un espacio de convivencia. Incorpora un banco o rincón para ti cerca de donde a tu mascota le guste estar. Así disfrutaréis juntos al aire libre. ¿Y quién sabe? Tal vez termines organizando barbacoas donde el perro esté feliz correteando sin que tú sufras porque arruine nada. Esa tranquilidad no tiene precio.

Consejos de seguridad y limpieza en un hogar con mascotas

En resumen, seguridad y limpieza van de la mano: un hogar diseñado para mascotas reduce accidentes y hace más llevadera la tarea de limpiar. ¡Menos tiempo limpiando, más tiempo jugando con tu compañero peludo! Al fin y al cabo, para eso queremos una casa cómoda, para disfrutarla con quienes más queremos, incluidas nuestras mascotas.

No renuncies al estilo: diseño y decoración pet-friendly

Llegados a este punto, hemos hablado mucho de practicidad, ¿pero qué hay del diseño? ¿Es cierto que toca sacrificar la estética por vivir con animales? ¡Para nada! Tener una casa pet-friendly no significa que tu salón parezca clínica veterinaria. Con planificación, puedes incorporar todo lo anterior manteniendo tu estilo personal intacto, e incluso usando a tu mascota como inspiración decorativa.

Colores y estampados inteligentes: Como nota divertida, muchos interioristas sugieren escoger tapicerías similares al color del pelo de tu mascota – disimulan los pelitos sueltos. Si tienes un dálmata blanco y negro, ¡un sofá con patrón bicolor podría ser tu aliado estilístico y práctico a la vez! Bromas aparte, los tonos medios y tejidos con textura tienden a disimular desgaste mejor que colores planos muy oscuros o muy claros. Piensa en eso al elegir cortinas, alfombras o cubrecanapés.

Incorpora accesorios para mascotas con estilo: Hoy en día encuentras camitas, comederos, rascadores y otros accesorios de diseño que parecen piezas decorativas. Desde camas tipo tipi boho chic, hasta rascadores de madera elegante. Invierte un poco más en esos elementos visibles, para que sumen a tu decoración en vez de restar. Por ejemplo, un comedero de cerámica minimalista sobre un soporte de madera se verá mucho mejor en tu cocina que dos platos viejos de plástico por el suelo. Y cumplen la misma función.

Equilibrio visual: Si integras estructuras para tu mascota (como estantes para gatos o una caseta), haz que dialoguen con el resto del mobiliario. Píntalas del mismo color de la pared para disimularlas o, al contrario, hazlas destacar con un color que esté en tu paleta decorativa. La idea es que nada parezca fuera de lugar. Una casita de perro interior puede pintarse del mismo tono que la estantería de al lado, por ejemplo.

Menos es más: Mantén la casa despejada. Es mejor tener pocos accesorios pet-friendly pero bien pensados (un buen rascador + una camita + juguetes guardados) que mil trastos arrinconados. Esto vale para cualquier decoración, y con mascotas es doblemente cierto porque además evitarás estímulos excesivos o tropiezos. Elige calidad sobre cantidad también para ellos.

Muestra el amor por tu mascota con arte: Una manera elegante de integrar a tu mascota en el estilo es a través de la decoración en paredes. ¿Qué tal un retrato ilustrado de tu perro en la entrada? O unas fotos en blanco y negro de tu gato jugando, enmarcadas en el pasillo. Demuestra que son parte de la familia en la galería de fotos. Esto añade calidez y personalidad a tu hogar.

Recuerda, tu casa refleja quién eres, y si las mascotas son parte importante de tu vida, es natural que su presencia se note… ¡para bien! Un hogar verdaderamente bonito es aquel que se siente vivo y acogedor, y nada aporta más vida que un cachorro contento moviendo la cola o un gato ronroneando en su rincón soleado. Con las soluciones adecuadas, esas escenas cotidianas ocurren sin que a ti te dé un infarto por los destrozos. Como bien dice el dicho, “Casa con mascotas, casa con alma”. Y ahora también puede ser una casa de revista.

La ayuda de profesionales: ¡Reforma pet-friendly sin estrés!

A estas alturas tendrás mil ideas revoloteando. Puede parecer abrumador: escoger materiales, planificar esos rincones especiales, asegurar cada detalle… ¡Tranquilidad! Para eso están los profesionales de la reforma. En Reformadísimo, por ejemplo, nos apasiona crear hogares a medida de cada cliente – ¡incluyendo a sus mascotas! ? Nuestros expertos en reformas integrales te asesoran en cada paso: desde elegir ese suelo porcelánico imitación madera perfecto, hasta diseñar el mueble de cocina con comedero integrado que siempre soñaste. Contamos con experiencia en materiales innovadores (pinturas súper lavables, telas antimanchas de última generación, cerramientos de jardín discretos, etc.) y sabemos cómo integrar las soluciones pet-friendly en el conjunto de la reforma, para que nada quede improvisado o fuera de lugar.

La gran ventaja de abordar esto durante una reforma integral es que todo quedará embebido en la obra de forma coherente. No es lo mismo taladrar después para poner una gatera fea, que ya encargar tus nuevas puertas con la gatera incorporada de fábrica y a juego. O tener que repintar cada año con pintura “súper lavable” porque la inicial no lo era, en vez de haber elegido la buena de primeras. Al planificar con profesionales, te anticipas: proyectamos juntos dónde irá cada cosa (la cama del perro aquí, el arenero allá con su extractor, la ducha perruna en tal sitio) y lo hacemos realidad manteniendo la estética general. Tú solo tendrás que preocuparte de una cosa: mimar a tu mascota y disfrutar del resultado.

Además, las empresas de reformas al tanto de las tendencias pet-friendly (¡como nosotros en Reformadísimo!) sabemos que esto no es una moda pasajera, sino una necesidad real de muchas familias. Más de uno de nuestros arquitectos de interiores tiene mascotas y entiende perfectamente los retos. Por eso, abordamos cada proyecto buscando ese equilibrio entre belleza y funcionalidad. Nos importa que tu casa te encante a ti, pero también que le encante a tu peludo. Porque un cliente satisfecho mueve la cola… bueno, ¡quizá no literalmente! ? Pero de verdad creemos que un hogar adaptado hace familias más felices, de dos y cuatro patas.

Así que no lo dudes: si te has identificado con todo lo que contamos y ves a tu perro o gato asintiendo en silencio a tu lado (seguro que sí), ha llegado el momento de plantearse una reforma pet-friendly. Ya sea una reforma integral o pequeños cambios en casa, con estos consejos puedes lograr mucho. Imagina despedirte de los enfados por ese mueble mordido, o de la vergüenza cuando llega visita y la casa huele a perro mojado… Imagina en cambio una casa donde conviven armoniosamente el diseño moderno y las huellas de patitas felices. ¡Ese es el hogar que queremos para ti y tu mejor amigo!

¿Listo para dar el paso? En Reformadísimo estaremos encantados de ayudarte a planificar cada detalle. Convierte tu casa en el hogar soñado de toda tu familia, incluyendo los miembros más peludos. Tu mascota te lo agradecerá cada día con lametones y ronroneos, y tú disfrutarás de una casa bella, funcional y sin preocupaciones. Como dueños de mascotas y amantes del diseño, te aseguramos que vale la pena al 100%.

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Teléfono: 91 252 32 77 | Email: info@reformadisimo.es

¿Qué suelo es el más adecuado para un hogar con mascotas?
Los suelos más recomendados son resistentes a arañazos y fáciles de limpiar, como el gres porcelánico o los suelos vinílicos de calidad. Ambos repelen líquidos, soportan golpes y no absorben olores, lo que los convierte en opciones ideales para convivir con perros y gatos.
¿Cómo proteger las paredes de daños causados por mascotas?
Usa pinturas lavables en zonas de mucho uso, ya que permiten quitar manchas sin dañar la pintura. También se pueden añadir zócalos cerámicos o protectores resistentes en puntos conflictivos, cantoneras en esquinas y gateras o puertas especiales para evitar que los gatos arañen puertas.
¿Qué tipo de mobiliario y tapicerías son recomendables con mascotas en casa?
Elija muebles con materiales duraderos, como maderas barnizadas robustas o tapicerías antimanchas. Telas como microfibra o con tratamiento teflón repelen los líquidos y resisten bien las uñas. Usar fundas lavables en sofás o mantas en zonas de descanso también ayuda a proteger los muebles originales.
¿Cómo organizar espacios de descanso y juego para mis mascotas?
Crea rincones dedicados para tu mascota, por ejemplo una zona de descanso con una cama cómoda en un lugar tranquilo. Para gatos, instala estantes o plataformas en la pared como circuito de juego. Considera un “catio” en balcones o terrazas con redes de seguridad para que puedan disfrutar del exterior sin peligro.
¿Cómo adaptar el baño para bañar a mi mascota sin complicaciones?
Lo ideal es una ducha a ras de suelo (walk-in) sin bordes altos, con un plato antideslizante. Usa una grifería con ducha de mano (teléfono de ducha) para bañar al perro cómodamente. Colocar barras o ganchos para sujetar la correa durante el baño también facilita mucho la tarea.