Embarcarse en una reforma integral de una vivienda es un proyecto emocionante, pero también puede presentar desafíos. ¿Quieres reformar tu casa sin sobresaltos ni disgustos por el camino? La clave está en una buena planificación y en evitar los errores más comunes que suelen cometerse. A continuación te contamos cuáles son los 7 problemas habituales en las reformas integrales y cómo esquivarlos para que tu proyecto llegue a buen puerto. ¡Toma nota! Actualizado 19 Mayo 2025.

? Consejo: Mira este breve vídeo donde resumimos estos errores que debes evitar en tu reforma:

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Error 1: Afrontar una reforma integral sin un proyecto

El primer gran error es empezar las obras sin una planificación detallada y un proyecto técnico. No hay nada peor que lanzarse a una reforma integral sin tener claro qué se quiere conseguir y cómo se va a llevar a cabo. Antes de derribar ni un solo tabique, es fundamental dedicar tiempo a planificar:

  • Distribución y diseño: Define la nueva distribución de la vivienda, el diseño de cada espacio y las necesidades que quieres cubrir. Un arquitecto o interiorista puede ayudarte a plasmar tus ideas en un plano.
  • Alcance de la obra: Determina qué partes de la casa se van a reformar por completo (baños, cocina, instalaciones eléctricas y de fontanería, suelos, etc.) y qué elementos se mantendrán o reutilizarán.
  • Materiales y calidades: Investiga los materiales que te gustaría usar (por ejemplo, tipos de pavimentos, alicatados, pinturas, ventanas) y ten opciones de calidad y precio en mente. Esto evitará improvisaciones costosas más adelante.
  • Presupuesto estimado: Calcula un presupuesto aproximado para la reforma según los precios de mercado. Así podrás evaluar si tus planes son viables económicamente y ajustar donde sea necesario.
  • Tiempos de ejecución: Haz una estimación del tiempo que pueden tomar los trabajos. Piensa en el orden de las fases (demoliciones, albañilería, instalaciones, acabados) y en la duración aproximada de cada una.

En resumen, tener un proyecto previo bien estudiado te permitirá anticipar posibles problemas y minimizar imprevistos durante la obra. La planificación es la mejor aliada para que la reforma vaya sobre ruedas. Si no te ves capaz de elaborar todo este plan por tu cuenta, es muy recomendable acudir a profesionales que ofrezcan un servicio integral de reformas, desde el diseño hasta la ejecución. Así te asegurarás de que nada importante quede en el aire antes de empezar.

Error 2: Pedir un solo presupuesto

Otro error frecuente es solicitar un único presupuesto y contratar a la primera empresa o contratista que aparece. En una reforma integral intervienen muchos trabajos y gremios, y cada empresa puede ofrecer calidades y precios muy distintos. Por eso, lo recomendable es comparar varios presupuestos antes de tomar una decisión.

Al pedir presupuestos, no te fijes solo en el precio final: debes analizar el contenido. Un buen presupuesto de reforma integral debe incluir, de manera desglosada:

  • Partidas de obra detalladas: cada trabajo o capítulo (demoliciones, albañilería, fontanería, electricidad, carpintería, pintura, etc.) con sus cantidades y precios unitarios.
  • Coste de los materiales especificando calidades o marcas si es posible. Por ejemplo, modelo de azulejos, marca de sanitarios, tipo de ventanas, etc.
  • Planos o mediciones: referencia a los planos de la reforma y a la medición real (metros cuadrados, unidades) para que quede claro qué se está presupuestando.
  • Plazos de ejecución: el tiempo estimado que llevará la obra, o al menos la fecha aproximada de inicio y fin. Esto es importante para coordinar y saber cuánto durará la molestia.
  • Condiciones y forma de pago: cómo y cuándo se irán pagando las certificaciones o hitos de la obra, y si incluye IVA, licencias u otros gastos adicionales.

Al tener múltiples propuestas, podrás detectar si algún presupuesto se queda corto (por ejemplo, que no incluye la pintura final, o la retirada de escombros) o si algún precio está fuera de lo normal. No siempre lo más barato es lo mejor; a veces, lo que parece económico puede salir caro a la larga por falta de calidad o trabajos no incluidos. Compara con calma y pregunta cualquier duda a cada empresa antes de decidir.

Por último, nunca empieces una reforma sin firmar un contrato detallado con la empresa que elijas, basado en el presupuesto acordado. El contrato debe reflejar todo lo pactado (alcance, costo, plazos, formas de pago, garantías), para tu tranquilidad.

? ¿Quieres saber más sobre costes? Para tener una idea orientativa de precios, consulta nuestro artículo ¿Cuánto cuesta una reforma integral en Madrid? donde hablamos de presupuestos según el tipo de vivienda y metros cuadrados.

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Error 3: Iniciar la obra sin planos detallados

Un error que puede parecer obvio pero que algunos pasan por alto es no trabajar con planos y diseños definidos. A veces se piensa que con explicarle al albañil “lo que hay que hacer” es suficiente, pero en una reforma integral esto es arriesgado. Los planos técnicos cumplen varias funciones cruciales:

  • Visualizar el resultado: Permiten ver de antemano cómo quedará la nueva distribución y hacer ajustes sobre el papel (o en el ordenador) antes de mover un ladrillo. Es mucho más fácil y barato cambiar un tabique en un plano que una vez construido.
  • Coordinación entre gremios: Los planos de electricidad, fontanería, calefacción, etc., indican por dónde pasarán las instalaciones. Así los profesionales de cada gremio sabrán exactamente qué hacer sin interferir unos con otros.
  • Mediciones precisas: Un plano acotado (con medidas) sirve de base para calcular cantidades de materiales con exactitud. De este modo el presupuesto reflejará la realidad de la obra y habrá menos desviaciones.
  • Licencias y legalidad: Para solicitar la licencia de obra (cuando es requerida) casi siempre hay que presentar un proyecto con planos firmados por un técnico. Si inicias la reforma sin planos, difícilmente podrás obtener los permisos necesarios (como veremos en el siguiente punto).

En resumen, antes de iniciar la demolición o construcción, asegúrate de tener todos los planos: el plano del estado actual, el plano de la nueva distribución, y los planos de instalaciones (electricidad, fontanería, climatización) según corresponda. Trabajar “a ojo” o improvisando sobre la marcha suele conducir a errores, retrasos y costosas rectificaciones. Invertir tiempo en la fase de proyecto técnico te ahorrará muchos dolores de cabeza durante la obra.

Error 4: No tramitar las licencias de obra necesarias

En el entusiasmo por empezar la reforma, hay quien olvida o deja de lado el tema de los permisos y licencias. Gran error: cualquier obra importante debe cumplir la ley y obtener las autorizaciones municipales pertinentes. Iniciar una reforma integral sin licencia puede tener consecuencias graves:

  • Multas económicas: Si un inspector del Ayuntamiento descubre que se está reformando sin permiso, te pueden sancionar con una multa cuyo importe depende de la gravedad de la infracción y de la normativa local.
  • Paralización de la obra: La autoridad municipal puede ordenar la suspensión inmediata de los trabajos hasta regularizar la situación. Esto implica retrasos indefinidos y gastos adicionales (personal parado, alquileres prolongados si no puedes habitar la casa, etc.).
  • Obligación de legalizar o restituir: En casos extremos, si haces obras no autorizadas que no se pueden legalizar a posteriori, podrían exigirte devolver la vivienda a su estado original (¡tirar tabiques recién hechos, por ejemplo!).

Para evitar todo esto, infórmate bien en tu Ayuntamiento sobre qué tipo de licencia necesitas. Normalmente, para una reforma integral que implica cambios estructurales o de distribución se requiere una Licencia de Obra Mayor (con proyecto técnico visado por un arquitecto). Si la reforma no afecta estructura ni elementos comunes, quizá baste con una Licencia de Obra Menor o una comunicación previa, pero aun así hay que presentarla. Cada localidad tiene su normativa, por lo que conviene preguntar directamente o consultar la web municipal.

¿Te agobia la burocracia? Lo ideal es contar con profesionales que gestionen las licencias por ti. En Reformadísimo, por ejemplo, nos encargamos de preparar toda la documentación técnica y realizar los trámites necesarios antes de comenzar la obra. De esta forma tú no tienes que preocuparte de papeleos y te aseguras de que la reforma cumple con la legalidad vigente.

En Reformadísimo nos ocupamos de todo: proyecto, licencias, obra y todos los servicios que tu reforma integral necesita. ¡Deja tu reforma en manos expertas!

Error 5: No informar a la comunidad de vecinos

Cuando vives en un edificio comunitario, tus obras afectan (en mayor o menor medida) a quienes viven a tu alrededor. Un fallo común es no comunicar con tiempo la reforma a los vecinos y al presidente o administrador de la comunidad. ¿Por qué es importante hacerlo?

  • Respeto y convivencia: Avisar con antelación es una muestra de cortesía. Las reformas integrales generan ruidos, polvo, movimientos de operarios, uso del ascensor para materiales, etc. Si tus vecinos están advertidos, tendrán más paciencia y comprensión.
  • Acuerdos sobre horarios: La mayoría de las comunidades de vecinos tienen normas acerca de horarios permitidos para obras (por lo general, entre semana en horas diurnas). Al comunicar tu reforma, podrás coordinarte para cumplir esos horarios y quizá evitar los más sensibles (hora de la siesta, fines de semana si no están permitidos).
  • Uso de zonas comunes: Es posible que necesites ocupar temporalmente el portal, pasillos o el patio para meter materiales o escombros. Incluso puede requerirse colocar un contenedor en la calle. Todo esto conviene hablarlo con la comunidad para minimizar molestias y obtener los permisos necesarios (por ejemplo, pedir al Ayuntamiento autorización para el contenedor).

En definitiva, dialoga con tus vecinos antes de la reforma. Informa del tiempo estimado que durarán las obras y pide disculpas de antemano por las molestias que puedan causar. Esta actitud abierta suele desactivar muchos posibles conflictos. Además, cumple siempre con las normas de la comunidad (horarios, protección de ascensores, limpieza diaria de las zonas comunes afectadas). Si la empresa de reformas es seria, también procurará mantener la limpieza y orden, pero tú como propietario debes estar pendiente de que se respeten las áreas comunes. Una buena comunicación vecinal puede ahorrarte problemas e incluso denuncias durante la reforma.

Error 6: No contar con un seguro de responsabilidad civil

Muchas personas desconocen este punto, pero es vital: ¿tienes un seguro que cubra posibles daños o accidentes de la obra? Durante una reforma integral pueden ocurrir incidentes inesperados: una tubería mal cerrada que inunda el piso de abajo, un incendio por un cortocircuito, un obrero que sufre una caída, etc. Si no has previsto un seguro, todos esos percances podrían salir de tu bolsillo.

Lo recomendable es contratar un seguro de responsabilidad civil específico para la reforma si la empresa que contratas no lo aporta. Muchas empresas profesionales ya incluyen un seguro que cubre los daños a terceros (por ejemplo, desperfectos en viviendas vecinas) y tienen seguro de accidentes para sus trabajadores. Aún así, conviene confirmarlo antes de empezar: pide a la empresa constancia de su póliza de responsabilidad civil vigente.

Por otro lado, si eres propietario, revisa tu seguro de hogar. Algunas pólizas de hogar ofrecen coberturas durante obras menores, pero otras excluyen las reformas de envergadura. Habla con tu aseguradora; es posible que debas ampliar coberturas temporalmente o contratar un suplemento mientras duren los trabajos. Puede suponer un pequeño coste adicional, pero te dará mucha tranquilidad.

En resumen, más vale prevenir que curar. Todo lo que ocurra dentro de tu vivienda durante la reforma será en última instancia responsabilidad del propietario. Contar con seguros adecuados (de la empresa y/o tuyos propios) te protegerá ante imprevistos y evitará disgustos mayores en caso de accidente.

Error 7: No contratar profesionales cualificados

El último error de la lista, y uno de los más peligrosos para tu bolsillo y tu tranquilidad, es intentar ahorrar contratando a personas no cualificadas o sin experiencia en reformas integrales. Puede ser tentador aceptar el presupuesto más barato de “un conocido” que hace de todo, pero piensa que:

  • La calidad puede resentirse: Una empresa profesional te garantiza un nivel de calidad en materiales y acabados, así como personal especializado en cada tarea. Si improvisas con personal no especializado, podrías terminar con alicatados torcidos, instalaciones mal hechas o acabados deficientes.
  • Sin garantías ni seguros: Las empresas serias ofrecen garantías por escrito sobre los trabajos realizados. Además, como vimos, cuentan con seguros. Un autónomo informal quizás no te dé garantía escrita, y si algo sale mal no tendrás a quién reclamar legalmente.
  • Coordinación y tiempos: Una reforma integral involucra a albañiles, fontaneros, electricistas, carpinteros, pintores… Coordinar todo eso no es sencillo. Las empresas especializadas ya tienen esa coordinación integrada y un jefe de obra que supervisa. Con contratas no profesionales, la obra puede desorganizarse y alargarse mucho más de lo previsto.

En definitiva, pon tu reforma en manos de profesionales. Busca una empresa de reformas integrales en Madrid (o en tu ciudad) con experiencia, buenas referencias y que te transmita confianza. Aunque su presupuesto quizá no sea el más bajo, a la larga ahorrarás dinero, tiempo y disgustos. En Reformadísimo, por ejemplo, contamos con un equipo experto en reformas integrales que te acompañará en todo el proceso, desde el diseño inicial hasta la entrega de las llaves de tu vivienda renovada.

¿Quieres evitar todos estos problemas en tu reforma? Contáctanos en Reformadísimo y deja tu proyecto en manos expertas. ¡Te ayudaremos a convertir tu casa en la de tus sueños!

Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura una reforma integral de vivienda?

El tiempo puede variar mucho según el tamaño de la vivienda y la complejidad de la obra, pero en promedio una reforma integral de un piso estándar suele durar entre 2 y 4 meses en su fase de ejecución. A esto hay que sumar la fase previa de proyecto, contratación y licencias, que puede llevar algunas semanas adicionales. Si se trata de una vivienda grande o surgen imprevistos durante la obra, el plazo puede alargarse. Siempre es aconsejable pactar con la empresa un calendario aproximado y dejar un margen para contingencias, de modo que tengas expectativas realistas sobre la duración.

¿Hace falta pedir licencia de obra para reformar mi casa?

Sí. Para la mayoría de reformas integrales es obligatorio obtener una licencia o permiso de obra del Ayuntamiento. Si vas a hacer cambios estructurales, modificar la distribución (tirar tabiques, hacer nuevos), o actuaciones importantes en fontanería o electricidad, normalmente necesitarás una Licencia de Obra Mayor (con proyecto técnico). En reformas más sencillas, muchas ciudades permiten una comunicación o licencia de obra menor. En cualquier caso, lo mejor es informarse en el Ayuntamiento antes de empezar: hacer una reforma sin licencia puede acarrear multas y la paralización de la obra. Una empresa profesional de reformas podrá asesorarte y tramitar la licencia que corresponda.

¿Cuántos presupuestos debería pedir antes de elegir una empresa?

Lo recomendable es pedir al menos 3 presupuestos a distintas empresas de reformas. Así podrás comparar precios y, sobre todo, el contenido de cada oferta. Al comparar varios presupuestos detallados, verás qué incluye cada uno (y qué no incluye), las calidades propuestas y los plazos estimados. Esto te da una visión más completa para tomar una decisión informada. Recuerda no elegir únicamente por precio: es importante que la empresa transmita confianza, cuente con buenas referencias y detalle claramente todos los trabajos a realizar en el presupuesto.

¿Cómo elegir la mejor empresa de reformas integrales?

Debes fijarte en varios aspectos. En primer lugar, busca experiencia y referencias: una buena empresa tendrá años de trayectoria y proyectos realizados que puedas revisar (fotos, visitas o testimonios de otros clientes). También es importante que ofrezcan un servicio integral (que se encarguen del proyecto, licencias, coordinación de gremios, etc.), ya que esto te facilita todo el proceso. Pide que te presenten un presupuesto detallado y un contrato por escrito. Durante las reuniones iniciales, evalúa la comunicación: una empresa que responde tus preguntas con claridad, que aporta soluciones a tus necesidades y muestra profesionalidad desde el primer momento, seguramente será una buena elección.

¿Necesito contratar un seguro durante la reforma?

No es obligatorio por ley que el propietario contrate un seguro específico, pero sí es muy recomendable. Lo ideal es que la empresa de reformas cuente con un seguro de responsabilidad civil que cubra daños a terceros (por ejemplo, daños a vecinos causados por la obra). Aun así, conviene que informes a tu seguro de hogar de que vas a hacer una reforma: algunas pólizas cubren ciertos incidentes durante obras, y otras no. Si tu seguro no ofrece cobertura en reformas, plantéate contratar una póliza adicional temporal para la obra. De esta forma estarás cubierto ante accidentes, robos de material o cualquier imprevisto serio que pudiera ocurrir durante el proceso de reforma.