Tipos de fachada para la construcción o reforma de tu casa
Actualizado el 3 de julio de 2025
Resumen rápido – Lo esencial en 30 segundos
- Fachada ligera vs pesada: Las fachadas ligeras no soportan carga estructural y son muy livianas, de montaje sencillo pero con menor aislamiento. En cambio, las fachadas pesadas forman parte de la estructura del edificio, emplean materiales tradicionales y ofrecen mayor aislamiento térmico-acústico.
- Fachadas ligeras más comunes: Destacan dos sistemas: las fachadas de panel (revestimiento por piezas encajadas sobre la fachada) y las fachadas muro-cortina (estructura ligera de vidrio y aluminio separada del muro). Ambas reducen peso y facilitan la instalación, pero no aportan aislamiento elevado por sí solas.
- Fachadas pesadas y modernas: Las fachadas tradicionales de ladrillo visto, piedra o madera son las más habituales por su resistencia y aislamientos naturales. Nuevos sistemas como las fachadas transventiladas (similares a muro-cortina pero ancladas a la estructura, con cámara de aire) mejoran el aislamiento, y las fachadas prefabricadas por paneles modulares empiezan a verse en obra nueva por su rapidez de montaje.
- Tendencias en diseño: En viviendas modernas se imponen los grandes ventanales panorámicos que llenan de luz el interior (a costa de privacidad) y soluciones ecológicas como los jardines verticales en fachada. Estas fachadas verdes son poco comunes pero muy originales, protegen el muro de la intemperie y alargan su vida útil.
- Próximo paso: Si estás pensando en hacer una reforma integral, no dudes en solicitar asesoramiento o un presupuesto personalizado con nuestros expertos.
Índice
- ¿Tipos de fachada: ligeras y pesadas?
- Principales tipos de fachada ligeras
- Fachadas pesadas: las que forman parte de la estructura
- Fachadas pesadas transventiladas y prefabricadas
- En viviendas modernas: ventanales y jardines verticales
- Checklist rápido
- Ahorro inteligente
- Lo que nadie te cuenta
- Microtest interactivo
- Vídeos de inspiración (Instagram)
- Preguntas frecuentes
Tipos de fachada: ligeras y pesadas
La reforma de una vivienda unifamiliar es un proceso más complicado que el de una que forme parte de un bloque de pisos. Para empezar, no solo es necesario preocuparse de la reforma de su interior o de sus ventanas y carpintería; también hay que atender a su tejado y, cómo no, a reformar su fachada. Esto igualmente sucede durante la construcción de la vivienda: toca decidir el tejado y uno entre los tipos de fachada disponibles.
En efecto, hay diferentes tipos de fachada para elegir, y seleccionar la más conveniente no solo tiene que ver con los gustos y preferencias de los propietarios de la vivienda, ni con el estilo de la misma. También influyen otros factores como la exposición a los fenómenos atmosféricos, el clima de la zona o el grado de aislamiento que se desea aportar a la casa. A continuación hablaremos de los distintos tipos de fachada.
Principales tipos de fachada ligeras
En la actualidad hay multitud de revestimientos con los que construir o reformar una vivienda. Eso sí, por lo general todas las opciones se catalogan en dos grandes categorías: fachadas ligeras y fachadas pesadas.
Las primeras se caracterizan por no guardar relación con la estructura de la vivienda y son, como su nombre indica, bastante livianas. Ofrecen diversas ventajas: su peso es bajo y su montaje y desmontaje es relativamente sencillo. Eso sí, en el aspecto negativo, no son fachadas que cuenten con un gran nivel de aislamiento (ni acústico ni térmico).
Por lo tanto, no son las más recomendables en entornos con mucho ruido ni en aquellos en los que las variaciones de temperatura entre estaciones son muy acusadas; tampoco en lugares con temperaturas extremas en invierno o verano. Se pueden mejorar en cuanto a aislamiento, pero eso requiere una inversión adicional, por lo que suelen resultar más caras de instalar en conjunto.
En cuanto a las fachadas consideradas pesadas, son las que se levantan mediante materiales de construcción y sistemas tradicionales. Por ejemplo, las de ladrillo, piedra e incluso madera. Por lo general, sí tienen un papel protagonista en la estabilidad del edificio, a diferencia de las fachadas ligeras.
Fachadas pesadas: las que forman parte de la estructura
Como hemos mencionado, estos tipos de fachada emplean en su construcción diversos materiales tradicionales en la edificación y reforma de viviendas o edificios. Las principales son la madera, el ladrillo y la piedra. La mayoría de viviendas están fabricadas con alguno de estos tres elementos. Por ejemplo, cada vez es más frecuente ver fachadas de pizarra en zonas urbanas llanas –tradicionalmente se reservaban a entornos de montaña–.
Las fachadas de madera se emplean generalmente en cabañas o viviendas campestres, y en prácticamente todos los casos se tratan con productos especiales para soportar bien el paso del tiempo y los efectos de la lluvia, el sol, el frío y el calor. Es habitual encontrarlas en casas prefabricadas, y su mantenimiento resulta bastante exigente y costoso a largo plazo.
Las fachadas de ladrillo –especialmente el ladrillo visto– son quizá las más comunes de todos los tipos: se encuentran en cualquier entorno y estilo arquitectónico, si bien predominan en viviendas de estética clásica. Es un material de gran resistencia, y una de sus ventajas es que su mantenimiento es muy sencillo. Además, para repararlo no se necesita acometer grandes obras. De ahí su popularidad, motivada también porque proporcionan un buen nivel de aislamiento natural.
Fachadas pesadas transventiladas y prefabricadas
Dentro de las fachadas pesadas, aparte de las ya mencionadas, encontramos las llamadas fachadas transventiladas, muy parecidas por su montaje y acabado a las de tipo muro-cortina que vimos entre las fachadas ligeras.
Ofrecen un acabado de muy buena calidad, y su construcción o reforma implica la creación de un armazón compuesto por elementos verticales (montantes), travesaños intermedios y, por último, el cerramiento exterior. Este puede ser de materiales diversos, generalmente en forma de placas o losetas de distintos tamaños.
Estas placas y losetas pueden estar fabricadas, por ejemplo, con materiales cerámicos o con piedra. Su acabado puede ser de aspecto rústico, más irregular, o liso. En este último caso, las losetas estarán pulidas y recubiertas por alguna capa protectora mate o ligeramente brillante.
Como hemos comentado, este tipo de fachada se parece mucho a la de muro-cortina, pero ofrece una diferencia fundamental respecto a ella: sí tiene un papel muy importante en la estructura de la vivienda. De hecho, los montantes sobre los que se ancla toda la fachada están unidos a los muros de carga de la casa. Por lo tanto, su correcta colocación depende directamente del estado de esos muros (y en muchos casos, viceversa).
Otra diferencia de este tipo de fachada respecto a la de muro-cortina es el peso de los elementos exteriores, es decir, de sus revestimientos y cerramientos. Entre estas dos opciones, la fachada transventilada tendrá un peso muy superior al cerramiento de una fachada ligera de tipo cortina. También ofrecerá mejor aislamiento térmico y acústico.
Aunque todavía no son muy populares, las fachadas prefabricadas comienzan a tener presencia creciente en edificios de vivienda. Hasta ahora se han utilizado sobre todo en edificios de nueva construcción y en bloques de varias alturas; pero cada vez se emplean más en edificios bajos, incluso en casas unifamiliares de una sola planta.
Eso sí, en casi todos los casos se instalan en construcción nueva, no en reforma. ¿El motivo? Para su montaje sería necesario tirar toda la fachada del edificio –es decir, derribarla–, por lo que ya no estaríamos hablando de una reforma sino de una demolición seguida de reconstrucción en el solar.
Estas fachadas se construyen por completo en talleres o fábricas con espacio suficiente. Se diseñan por secciones, generalmente dos o tres piezas por planta como mucho. Para ello se emplean materiales comunes en construcción (principalmente madera y hormigón). Eso sí, al fabricar cada panel hay que prever cómo se ensamblará con los demás, incluyendo los enganches necesarios para acoplarlo tanto con las piezas contiguas como con las que irán encima.
Cuando las piezas para la fachada están terminadas y han superado el control de calidad, quedan listas para transportarse a su destino. Es un proceso muy delicado que debe hacerse con cuidado, y que generalmente implica un transporte especial por carretera. Ya en la obra, todas las piezas se ensamblan entre sí y se aseguran. Por lo general, en el montaje no se emplean materiales adicionales, puesto que las juntas de las distintas secciones están preparadas para ajustarse “en seco”.
En viviendas modernas: ventanales y jardines verticales
Hoy en día, las tendencias en construcción y reforma de viviendas unifamiliares modernas apuestan por fachadas con menos elementos opacos y más superficies acristaladas. Es decir, grandes ventanales de suelo a techo. En este tipo de fachada se suele combinar vidrio reforzado con cemento u otras piezas ancladas a los muros.
Por lo general, este estilo de fachada no proporciona demasiada intimidad a sus moradores, por lo que suele verse en casas de líneas rectas rodeadas de grandes extensiones de terreno. Lo ideal es que la vivienda no quede expuesta directamente a la calle, sino dentro de una parcela delimitada por valla o muro perimetral (con su portón de entrada), de modo que se preserve cierta privacidad. Son típicas de urbanizaciones residenciales a las afueras de grandes ciudades, e incluso en localidades más pequeñas.
Esta clase de fachada ofrece unas vistas espectaculares, por lo que es recomendable en viviendas ubicadas en entornos de gran belleza natural, o en casas con un jardín amplio y acogedor. Sin duda, también son las que proporcionan un mayor nivel de luz natural de todas las que hemos visto, fomentando ambientes interiores muy luminosos y agradables.
Una apuesta bastante rompedora en construcción es la instalación de jardines verticales en las fachadas. La presencia de plantas trepadoras en los muros no es algo nuevo –especialmente en entornos rurales es común ver casas antiguas cubiertas de enredaderas–.
Mucha gente piensa que, al crecer con el tiempo, las plantas van deteriorando los muros. Pero nada más lejos de la realidad. En verdad, la vegetación en fachada protege la pared de los efectos de la intemperie. Además, alarga su vida útil y le aporta un extra de resistencia.
La creación de fachadas cubiertas por jardines verticales va un paso más allá: se diseña la fachada para fomentar y sustentar el crecimiento vertical de distintas flores y plantas. Existen diversos sistemas para lograrlo, que se deben elegir en función del tipo de vivienda en construcción o reforma.
Por lo general, se ejecutan mediante la superposición sobre el muro de paneles especiales en los que las plantas pueden echar raíces, ya que cuentan con huecos para el sustrato. Dichos paneles incluyen salientes o entramados donde las plantas (especialmente las trepadoras) pueden ir “agarrándose” a medida que crecen, evitando que se despeguen por gravedad.
No es ni mucho menos uno de los tipos de fachada más utilizados o convencionales, pero sin duda es el más original de todos los que hemos mencionado.
Checklist rápido
Antes de elegir o reformar la fachada, recuerda comprobar lo básico:
- Revisa la estructura: asegúrate de no comprometer muros de carga al modificar la fachada.
- Define tus objetivos: ¿buscas más aislamiento, modernizar la estética, incorporar un jardín vertical…?
- Planifica los materiales y acabados: elige revestimientos adecuados al clima (por ejemplo, aislantes en zonas frías o barrera antilluvia en zonas húmedas).
- Presupuesto con extra: destina un 10% adicional para imprevistos en la obra de fachada (humedades ocultas, retrasos, etc.).
- Permisos en regla: tramita la licencia de obra en tu ayuntamiento antes de empezar la reforma de la fachada.
Ahorro inteligente
- Inversión rentable en aislamiento: Mejorar el aislante de la fachada (por ejemplo, con un sistema SATE o una fachada transventilada) supone un coste extra, pero reducirá la factura de calefacción y aire acondicionado a largo plazo.
- Mantenimiento preventivo: Opta por materiales duraderos y tratamientos protectores (pintura impermeable, barniz con filtro UV para madera) para evitar costosas reparaciones futuras en la fachada.
- Comparar presupuestos: Solicita varios presupuestos de empresas de reformas. A veces, invertir un poco más en un buen material puede ahorrarte dinero en reparaciones y energía con el tiempo.
- Subvenciones y ayudas: Infórmate de las ayudas a la rehabilitación de fachadas en tu localidad (por ejemplo, programas de eficiencia energética). Estas subvenciones pueden cubrir parte del coste de la reforma.
Lo que nadie te cuenta
Trabajar en la fachada tiene sus secretos que pocos mencionan. ¡Aviso! No todas las paredes se pueden tocar alegremente: algunas son esenciales para la estabilidad del edificio. Siempre consulta a un arquitecto antes de derribar o abrir huecos en muros importantes.
También, las fachadas requieren soluciones profesionales. Por ejemplo, una fachada prefabricada suena moderna y cómoda, pero en una reforma implica demoler completamente la existente, algo inviable salvo que rehagas la casa desde cero. Por eso, este sistema se reserva a obra nueva.
Otro detalle poco contado: si eliges una fachada ligera pensando en ahorrar tiempo y dinero, ten en cuenta que quizá debas gastar en aislamiento adicional para lograr el confort deseado. Al final, lo barato puede salir caro si luego hay que reforzar térmica o acústicamente la vivienda.
Por último, integrar elementos naturales como plantas puede ser un éxito si se hace bien. Un jardín vertical mal ejecutado (sin sistema de riego ni drenaje adecuados) puede secarse rápido o generar humedad indeseada. La clave es diseñarlo con expertos para que embellezca y proteja tu fachada, en lugar de deteriorarla.
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En Reformadísimo nos encargamos de todo el proceso de tu reforma en Madrid, desde la tramitación de permisos de fachada hasta la entrega final de la obra. Nuestro equipo de arquitectos e ingenieros garantiza que tu proyecto se realice con la máxima seguridad, calidad y transparencia. Evita riesgos innecesarios y deja tu hogar en manos expertas.
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Microtest interactivo
Responde las siguientes preguntas y haz clic en Ver respuesta para comprobar tus conocimientos:
1. ¿En qué se diferencian las fachadas ligeras de las pesadas? (Ver respuesta)
Respuesta: Las fachadas ligeras no soportan carga estructural y son más livianas pero menos aislantes; las fachadas pesadas forman parte de la estructura del edificio y ofrecen mejor aislamiento térmico y acústico.
2. ¿Qué caracteriza a una fachada de tipo muro-cortina? (Ver respuesta)
Respuesta: Que va montada por fuera de la estructura sin aportar carga, generalmente con amplias superficies de vidrio sujetas por montantes y travesaños, dando un aspecto ligero y delgado a la fachada.
3. ¿Se puede instalar una fachada prefabricada en la reforma de una casa existente? (Ver respuesta)
Respuesta: En general no, porque requeriría derribar la fachada original por completo (lo que deja de ser una simple reforma para convertirse en reconstrucción). Por eso las prefabricadas solo se usan en obra nueva.
4. ¿Qué ventaja aportan los ventanales gigantes en una fachada moderna? (Ver respuesta)
Respuesta: Principalmente una iluminación natural abundante y vistas panorámicas. Inundan el interior de luz diurna y conectan visualmente la casa con el exterior, creando espacios muy luminosos y abiertos.
5. Las plantas trepadoras ¿deterioran o protegen la fachada con el tiempo? (Ver respuesta)
Respuesta: La protegen. Lejos de dañar el muro, un jardín vertical bien diseñado actúa como escudo frente a lluvia, sol y cambios de temperatura, alargando la vida útil de la fachada y aportando aislamiento extra.
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Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia hay entre una fachada ligera y una fachada pesada?
La fachada ligera es independiente de la estructura (se coloca por fuera y pesa poco, pero aísla menos), mientras que la fachada pesada forma parte de la estructura del edificio (muro de ladrillo, piedra, madera, etc.) y ofrece mayor aislamiento y solidez constructiva.
¿Cuáles son los tipos de fachada ligera más utilizados?
En la actualidad predominan dos sistemas ligeros: las fachadas de panel (revestimientos por piezas moduladas que cubren todo el frente) y las fachadas tipo muro-cortina (estructuras ligeras de vidrio y metal ancladas al edificio pero sin carga estructural). Ambos sistemas agilizan la obra, aunque requieren complementos de aislamiento para un confort óptimo.
¿Se puede rehabilitar una vivienda instalando una fachada prefabricada?
No suele ser viable en una rehabilitación. Colocar una fachada prefabricada implica retirar completamente la fachada original, algo que en una casa existente equivaldría a derribarla y construirla de nuevo. Por eso, las fachadas prefabricadas solo se emplean en edificios de nueva planta o reformas integrales donde se sustituye toda la estructura externa.
¿Qué mantenimiento requiere una fachada de madera?
Las fachadas de madera necesitan mantenimientos periódicos. La madera debe estar tratada contra la humedad, los insectos y el sol. Cada cierto tiempo (dependiendo del tratamiento, aproximadamente cada 2-5 años) hay que aplicar barnices o protectores nuevos para mantenerla en buen estado. Si no se cuida, puede deteriorarse más rápido que otros materiales (se deforma, pierde color o aparecen grietas).
¿Qué beneficios aporta un jardín vertical en la fachada?
Una fachada verde con plantas aporta un extra de aislamiento térmico natural y protege el muro de la intemperie. Las enredaderas o paneles vegetales actúan como barrera frente a la lluvia fuerte y los rayos UV, reduciendo el desgaste de la pared. Además, mejoran la estética del edificio y contribuyen a un ambiente más saludable.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo