¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de reformar una vivienda en ruinas?

Imagina encontrar una vieja casa prácticamente abandonada en Madrid, con grietas en las paredes y el techo a medio caer. **Reformar una vivienda en ruinas** puede parecer una locura, pero para muchos es una oportunidad única. Este tipo de reforma integral transforma por completo una casa deteriorada, devolviéndole la vida y la habitabilidad. Claro está, el camino no es sencillo: hay ventajas que la hacen muy atractiva, pero también inconvenientes y riesgos importantes. A continuación, te contamos de forma clara todo lo que debes saber antes de embarcarte en la aventura de rehabilitar una casa ruinosa: desde cómo saber si realmente está en ruinas, hasta cuánto puede costarte en 2025 y qué permisos necesitarás.

Resumen rápido:

  • ¿Cuándo se considera una casa “en ruinas”? Cuando su deterioro estructural es tan grave que no es habitable sin una reforma integral (riesgo de derrumbe, daños graves en cimientos, etc.). Incluso legalmente se declara ruina si reparar costaría más del 50% de construirla nueva.
  • Ventajas de reformar una vivienda ruinosa: Puedes comprarla muy barata y, tras la obra, revalorizarla significativamente (a veces más de un 20-30% de su valor). Además, conservarás su encanto original, la personalizarás a tu gusto y contribuirás a la sostenibilidad al reutilizar la estructura existente.
  • Inconvenientes principales: El coste de la reforma suele ser elevado y superar al de una reforma normal. En Madrid, en 2025 la rehabilitación integral de una casa ruinosa ronda los 800–1200 € por m² de obra, dependiendo de la complejidad. Surgen imprevistos (estructuras dañadas, trámites burocráticos) que pueden alargar plazos y aumentar gastos.
  • Permisos y requisitos: Necesitarás obligatoriamente una licencia de obra mayor del Ayuntamiento de Madrid, con un proyecto técnico visado por un arquitecto. También deberás cumplir normativas urbanísticas y, al terminar, obtener la cédula de habitabilidad para poder vivir en la casa legalmente.

¿Cuándo se considera una vivienda en ruinas?

Una vivienda se considera “en ruinas” cuando su deterioro es tan severo que compromete su estabilidad, seguridad y habitabilidad. En otras palabras, el inmueble presenta daños estructurales graves (cimientos debilitados, muros agrietados o inclinados, vigas rotas, techos derrumbados) que lo hacen peligroso para vivir. No se trata solo de una casa vieja en mal estado; hablamos de construcciones al borde del colapso si no se interviene.

En muchos ayuntamientos de España, incluida Madrid, existe la figura de la declaración de ruina a nivel legal. ¿Qué significa esto? Que si un técnico determina que la casa tiene un desgaste estructural generalizado y que **repararla costaría más del 50% de lo que valdría construirla de nuevo**, se puede declarar oficialmente en estado ruinoso:. En ese escenario, el Ayuntamiento puede incluso ordenar al propietario que tome medidas: o bien rehabilitarla completamente (si es viable) o demolerla por seguridad pública. Además, cuando un edificio está en ruina técnica (riesgo inminente de derrumbe), se exige desalojo inmediato de sus ocupantes.

Algunos indicadores claros de que una vivienda está en ruinas son:

  • Falta total de mantenimiento durante décadas (estructuras podridas, tejado hundido, humedad y moho extensos).
  • Grietas profundas en paredes maestras o cimientos asentados y hundidos.
  • Desprendimientos de partes de la construcción (trozos de fachada, vigas caídas, suelos colapsados).
  • Instalaciones obsoletas e inutilizables (electricidad, fontanería) sumadas a elementos estructurales desgastados sin posibilidad de reparación parcial.

Si una casa presenta estas condiciones, **no puede ser habitada sin una reforma integral** que asegure nuevamente su estabilidad. De hecho, mientras esté formalmente declarada en ruinas, el propietario tiene la obligación legal de rehabilitarla o demolerla por cuenta propia:, y no podrá obtener licencias para otros usos hasta solucionar su estado. En resumen, estamos ante una vivienda que, en su situación actual, es prácticamente un esqueleto arquitectónico que requiere un “rescate” importante para volver a ser un hogar seguro.

¿Qué ventajas tiene reformar una vivienda en ruinas?

Emprender la reforma de una vivienda en ruinas supone un desafío, pero también conlleva grandes ventajas si el proyecto llega a buen puerto. Estas son las principales razones por las que muchas personas en Madrid y en toda España se animan a rehabilitar casas prácticamente derruidas:

Precio de compra muy económico

La primera ventaja es evidente: una casa en ruinas suele tener un precio de adquisición bajísimo comparado con viviendas listas para entrar a vivir. Muchas veces se trata de inmuebles heredados o abandonados que los dueños venden por poco dinero debido a su estado. Para ti, esto significa una inversión inicial asequible. Por ejemplo, mientras en Madrid ciudad un piso en buen estado cuesta miles de euros por metro cuadrado, es posible encontrar casas rurales o adosados en estado ruinoso a precios realmente bajos. Esta oportunidad permite que, incluso sumando el coste de la reforma integral, el gasto total pueda resultar inferior al de comprar una vivienda nueva de similares características.

En otras palabras, comprar “la ruina” sale barato y te da acceso a propiedades que de otra forma estarían fuera de tu presupuesto. Además, los impuestos de adquisición (como el ITP en segunda mano) serán menores al estar basados en ese valor de compra reducido. Todo esto hace muy atractiva la idea de empezar un proyecto desde una casa deteriorada si cuentas con recursos para rehabilitarla después.

Gran revalorización de la vivienda

Reformar una vivienda ruinosa puede ser una inversión tremendamente rentable. Al finalizar la obra, tendrás prácticamente una casa nueva por dentro (y muchas veces por fuera también), pero conservando su ubicación y terreno original. Esto suele traducirse en un aumento significativo del valor de mercado del inmueble. De hecho, en zonas urbanas de alta demanda como Madrid, una rehabilitación integral bien ejecutada puede incrementar el valor de la propiedad entre un 10% y un 30% según expertos inmobiliarios. Imagina comprar una casa casi derruida por 50.000 €, invertir 100.000 € en reformarla, y que su nuevo valor de tasación se sitúe en 200.000 € o más. ¡Es una revalorización sustancial!

Esta ganancia potencial se debe a que estás creando valor donde antes no lo había: una vivienda ruinosa prácticamente se consideraba un solar con escombros, mientras que tras la reforma se convierte en un hogar moderno y funcional. Incluso si no planeas venderla, habrás aumentado enormemente tu patrimonio. Y si tu objetivo es vender, las propiedades reformadas suelen atraer muchos compradores y venderse más rápido que las que necesitan obra. En un mercado inmobiliario competitivo, haber transformado una ruina en una casa “como nueva” te da la ventaja de fijar un buen precio de venta y recuperarte la inversión (o ganar un beneficio). En resumen, la revalorización es uno de los motivos estrella para embarcarse en este tipo de reformas.

Personalización y diseño a tu gusto

Otra gran ventaja es que al rehabilitar desde cero (o casi) una casa, tienes la libertad de diseñar el hogar de tus sueños. Al no estar comprando una vivienda ya terminada, puedes planificar la distribución de espacios, los materiales y los acabados totalmente a tu medida. ¿Te apetece una cocina abierta al salón? ¿O prefieres conservar ciertas estancias con el estilo rústico original? En una reforma integral de este calibre, prácticamente todo se decide y se construye de nuevo: muros, suelos, instalaciones, tejado, etc. Contarás con un proyecto de arquitecto donde tú podrás indicar tus preferencias.

En lugar de conformarte con la casa tal como era, podrás modernizarla y adaptarla a las comodidades actuales sin perder su esencia. Por ejemplo, instalar aislamiento térmico y ventanas de alta eficiencia energética, añadir baños o ampliar habitaciones, crear espacios diáfanos más luminosos… Las posibilidades son enormes. Al final, obtendrás una vivienda única, que combina lo nuevo y lo antiguo según tu visión. Esta capacidad de personalización es algo que difícilmente logras comprando una casa de segunda mano en buen estado, donde solo harías cambios menores. Aquí tú serás el “director de orquesta” del renacimiento de la casa, consiguiendo un hogar hecho a medida para ti y tu familia.

Conservar el encanto histórico y sentimental

Muchas viviendas en ruinas son antiguas casas familiares, casonas rurales o edificaciones con valor histórico o sentimental. Reformarlas en vez de derribarlas permite preservar su encanto original y su historia. Este es un beneficio intangible pero muy importante: estás recuperando parte del patrimonio arquitectónico. Elementos como fachadas de piedra, vigas de madera centenaria, azulejos artesanales antiguos o rejas forjadas a mano pueden restaurarse y lucir de nuevo tras la reforma. Esto le dará al resultado final un carácter especial que ninguna construcción nueva podría imitar.

El hecho de mantener la esencia de la casa –aunque todo lo demás sea nuevo– aporta un valor emocional. Si la vivienda perteneció a tu familia por generaciones, rehabilitarla es una forma de honrar esos recuerdos y darles nueva vida. Incluso si la compraste de terceros, rescatar una casa tradicional de la ruina contribuye a conservar la identidad arquitectónica de la zona (pensemos en un pueblo de la Sierra de Madrid, por ejemplo). Tendrás un hogar con alma, donde conviven la comodidad moderna y la estética original. Muchos propietarios sienten un gran orgullo al ver renacer una casa que estaba al borde del colapso, sabiendo que han salvado un pedacito de historia con sus propias manos (y presupuesto).

Sostenibilidad y posibles ayudas públicas

Rehabilitar en vez de construir desde cero también tiene sus beneficios medioambientales. Al aprovechar parte de la estructura existente de la vivienda (cimientos, muros, etc. que sean recuperables), se generan **menos residuos de demolición** y se reduce la necesidad de materiales completamente nuevos. En lugar de mandar toneladas de escombros al vertedero y consumir recursos para obra nueva, estás reciclando una construcción. Además, durante la reforma puedes integrar mejoras de eficiencia energética: por ejemplo, instalar aislamiento térmico, ventanas de doble acristalamiento, sistemas modernos de climatización o paneles solares. Todo ello hará que tu “nueva” casa sea más sostenible y consuma menos energía, alineándose con las tendencias de construcción ecológica.

A esto se suma que hoy en día existen subvenciones y ayudas públicas para fomentar la rehabilitación de viviendas, sobre todo si incorporan mejoras de eficiencia energética o accesibilidad. Programas financiados por fondos europeos (Next Generation) y planes locales, como el Plan Rehabilita 2025 de la Comunidad de Madrid, ofrecen ayudas que pueden cubrir entre un 40% y un 80% del coste de ciertas actuaciones de mejora. Por ejemplo, hay subvenciones para aislar fachadas, cambiar ventanas o hacer la vivienda más accesible (ramas, ascensores). Si tu proyecto cumple los requisitos, podrías ahorrar decenas de miles de euros gracias a estas ayudas. Sin duda, reformar una casa ruinosa es una decisión más sostenible para el planeta y, con las ayudas adecuadas, también más llevadera para tu bolsillo.

¿Cuánto cuesta reformar una vivienda en ruinas en Madrid (€/m² en 2025)?

Entramos en una de las preguntas del millón: el coste. Es importante tener claro que reformar una vivienda en ruinas requiere una inversión considerable, generalmente mayor que una reforma integral convencional. En Madrid, donde los precios de la construcción tienden a ser altos, debemos calcular cuidadosamente. **Cada proyecto es único**, pero podemos hablar de cifras orientativas para 2025.

De media, una rehabilitación integral en Madrid oscila entre 600 € y 1.200 € por metro cuadrado. Este rango amplio depende de factores como la calidad de los materiales y la complejidad de la obra. En el caso de una vivienda en ruinas, que suele requerir trabajos estructurales importantes, lo normal es situarse en la parte alta del rango o incluso superarla. No es raro que el coste ronde los 1.000 € – 1.300 € por m² en una casa muy deteriorada que prácticamente hay que reconstruir por dentro. Por ejemplo, si la casa tiene 100 m², podrías estar invirtiendo del orden de 100.000 € a 130.000 € en dejarla nueva. Y si son 200 m², fácilmente más de 200.000 € en total.

¿De dónde sale todo ese dinero? Conviene desglosar en qué partidas se va el presupuesto:

  • Proyecto y trámites: Antes de empezar, hay que pagar al arquitecto y aparejador por el proyecto técnico, licencias y tasas municipales. Esto puede suponer alrededor de un 10% del presupuesto. En números: unos pocos miles de euros en el caso de viviendas medianas (pensemos en 5.000 € – 15.000 € sumando honorarios profesionales y tasas de licencia de obra).
  • Demoliciones y estructura: En una ruina habrá que demoler partes inservibles (tabiques, forjados colapsados) y reforzar o rehacer la estructura. Esta fase incluye retirar escombros, apuntalamientos y ejecutar nuevos cimientos o vigas si hace falta. Puede consumir un buen pellizco (otro 10-20% del total fácilmente).
  • Albañilería y construcción: Reconstruir paredes, suelos, techos, revestir fachadas, poner un tejado nuevo… Aquí se va la mayor parte del presupuesto. Las obras de albañilería general y estructura suelen representar alrededor del 40% del coste total de la reforma.
  • Instalaciones modernas: Habrá que instalar completamente nueva la electricidad, fontanería, saneamientos, calefacción, etc., ya que lo viejo probablemente no sirve. Las instalaciones pueden sumar otro 15-20% del gasto.
  • Carpinterías y acabados: Ventanas de alta calidad (importante para eficiencia energética), puertas, suelos, alicatados, pintura… Los acabados determinan la estética final y su coste varía según calidades elegidas. Aproximadamente un 15% del presupuesto irá aquí (aunque puede ser más si eliges materiales de lujo).

Además, no olvidemos los extras e imprevistos: en casas antiguas es muy frecuente encontrar problemas ocultos (más humedades de las previstas, madera estructural más dañada, necesidad de nivelar terrenos, etc.) que encarecen la obra. Siempre conviene reservar un margen de al menos 10% para imprevistos en el presupuesto. También tendrás gastos como el ICIO (Impuesto de Construcciones y Obras, un 4% del coste de obra en Madrid) y la conexión de nuevos suministros (agua, luz, gas) una vez terminada la reforma.

En definitiva, reformar una vivienda en ruinas implica un esfuerzo económico grande. **Suele salir más caro que una reforma integral “normal”** porque hay que reconstruir elementos estructurales y reforzar la vivienda para que vuelva a ser segura. Sin embargo, comparado con construir una casa nueva desde cero, el coste puede ser similar o ligeramente menor, aprovechando parte de la estructura existente. Por eso es vital analizar caso por caso: hay ruinas cuya reforma merece la pena, y otras donde derribar y hacer nuevo podría ser más eficiente.

En cualquier caso, **pide siempre varios presupuestos detallados** antes de decidir. Una empresa profesional de reformas integrales en Madrid podrá orientarte sobre el coste real según las características de tu vivienda ruinosa. Así evitarás sorpresas desagradables y sabrás de antemano la inversión necesaria para convertir esa ruina en tu hogar soñado.

¿Qué licencias y requisitos necesito para reformar una vivienda en ruinas?

Reformar una casa en ruinas no solo implica albañiles y arquitectos: también hay que navegar la burocracia. En Madrid, al igual que en toda España, cualquier obra de gran envergadura requiere permisos municipales. Y en el caso de rehabilitar una vivienda ruinosa, casi con toda seguridad necesitarás una licencia urbanística de obra mayor.

No puedes iniciar la reforma sin la licencia de obra mayor aprobada por el Ayuntamiento, ya que estarás alterando la estructura del edificio y probablemente su fachada. Este tipo de licencia (también llamada **licencia de rehabilitación** o simplemente licencia urbanística) exige contratar a un arquitecto para redactar un proyecto técnico visado por su colegio profesional. En el proyecto se describirá la situación actual de la casa, las obras de reforma previstas (demoliciones, refuerzos, redistribución, instalaciones nuevas, etc.) y se asegurará que todo cumple con la normativa urbanística y de construcción vigente (por ejemplo, el Código Técnico de Edificación).

El proceso, resumido, sería:

  • Proyecto y visado: Tu arquitecto elabora el proyecto de reforma integral. Si la casa está catalogada (protegida por patrimonio), además deberá incluir cómo se respetarán esos elementos, e incluso solicitar permisos especiales de Patrimonio.
  • Solicitud de licencia de obras: Se presenta el proyecto en el Ayuntamiento de Madrid junto con la solicitud de licencia de obra mayor. Hay que pagar las tasas correspondientes (la tasa por licencia y el impuesto de obras -ICIO- mencionado antes). Actualmente esto se tramita telemáticamente mediante la plataforma municipal, adjuntando toda la documentación técnica.
  • Esperar la aprobación: Los técnicos municipales revisarán el proyecto. En Madrid, el plazo habitual suele ser unos 2 a 3 meses para conceder una licencia de obra mayor (puede variar). Si todo es correcto, te darán la licencia; si falta algo, pedirán subsanarlo.
  • Inicio de obra: Una vez con licencia en mano, podrás comenzar la reforma legalmente. La licencia de obra mayor debe estar visible en la obra (por ejemplo, en un cartel en la fachada) y tiene una vigencia determinada para completar los trabajos.

Durante la ejecución, tendrás que cumplir las condiciones impuestas en la licencia. Por ejemplo, puede requerirse solicitar una autorización de ocupación de vía pública si vas a colocar un contenedor de escombros en la calle (en Madrid se pide un permiso específico para contenedores). También deberás contar con un técnico director de obra (el arquitecto o aparejador) que supervise que la reforma sigue el proyecto aprobado.

Otro requisito importante es la seguridad: al trabajar en una estructura dañada, la empresa de reformas deberá extremar las medidas de seguridad laboral y posiblemente apuntalar o consolidar partes antes de continuar, para evitar derrumbes durante la obra. Esto forma parte de la planificación técnica.

Finalmente, al terminar la reforma integral, necesitarás obtener la cédula de habitabilidad (o Licencia de Primera Ocupación, según el caso) que certifica que la vivienda rehabilitada cumple las condiciones para ser habitada. Sin esta cédula no podrás dar de alta suministros definitivos de agua, luz, etc., ni vender o alquilar legalmente la casa, e incluso los bancos no conceden hipotecas sobre viviendas sin habitabilidad. Obtenida la cédula, ¡enhorabuena!, tu antigua ruina ya es oficialmente un hogar en regla.

En resumen, los trámites básicos son: licencia urbanística de obra mayor, proyecto técnico visado, dirección facultativa de la obra, permisos complementarios (contenedores, ocupación de acera si hace falta, autorizaciones de Patrimonio si aplica) y cédula de habitabilidad al finalizar. Todo ello puede sonar engorroso, pero una buena empresa de reformas integrales te ayudará gestionando muchos de estos aspectos. En cualquier caso, es esencial hacer las cosas “por la ley”: una reforma de tal calibre sin licencia podría derivar en multas muy elevadas y la paralización de las obras, algo que queremos evitar a toda costa.

Impacto ambiental y sostenibilidad

Reformar una vivienda en ruinas no solo es un desafío arquitectónico, sino también una oportunidad de sostenibilidad. Al rehabilitar en lugar de demoler, se aprovecha la estructura existente y se evitan los residuos masivos de una demolición total. Cada edificio nuevo requiere enormes cantidades de materiales vírgenes (cemento, acero, ladrillos…), cuya producción conlleva una elevada huella de carbono. De hecho, la fabricación de cemento es especialmente intensa en emisiones: aproximadamente 1 tonelada de CO2 por cada tonelada de cemento producido.

En una reforma integral, gran parte de esos materiales ya están en el sitio y pueden reutilizarse, reduciendo la demanda de nuevos insumos y disminuyendo la energía empleada en fabricarlos y transportarlos. Esto se alinea con el modelo de economía circular, extendiendo el ciclo de vida útil de la construcción. Además, al evitar la demolición, se “ahorra” a la atmósfera todo el CO? que se generaría al fabricar materiales nuevos para una obra desde cero. Por ejemplo, rehabilitar un edificio antiguo en vez de construir uno nuevo puede impedir que varias toneladas de CO2 adicionales acaben en el aire, al no tener que producir y usar hormigón y acero nuevos.

Otro aspecto clave es la eficiencia energética a largo plazo. Una vivienda antigua reformada puede incorporar aislamiento térmico moderno, sistemas eficientes de climatización, ventanas de doble acristalamiento e incluso paneles solares. Estas mejoras reducen drásticamente el consumo energético durante la vida útil de la casa. En conjunto, una reforma bien planificada logra un doble impacto positivo: minimiza el CO? embebido (el asociado a materiales y construcción) y reduce el CO? operacional (el asociado al uso diario de la vivienda). El resultado es un hogar más respetuoso con el medioambiente y económico de mantener.

Casos reales: testimonios y ejemplos

Numerosas familias y entusiastas han demostrado que convertir una ruina en un hogar de ensueño es posible. Estas historias reales, con testimonios y transformaciones documentadas, resultan inspiradoras. Por ejemplo, en España se hizo viral la reforma de una casa en la montaña que estaba prácticamente en ruinas: una joven alicantina logró convertirla en un hogar moderno y acogedor. El vídeo con el antes y después de su casa superó los 1,6 millones de visualizaciones en redes sociales, sorprendiendo a miles de personas con el increíble cambio logrado.

En otros casos, incluso inversores extranjeros se han lanzado a rescatar viviendas abandonadas. Una pareja estadounidense compró una casa en ruinas de ~100 m² en Sicilia por apenas 10.000€, y tras tres años de obras la transformaron en una mansión de lujo. Invirtieron alrededor de 250.000€ en una reforma integral que incluyó instalaciones poco habituales, ¡como un ascensor interno para facilitar su vejez en esa casa! El resultado fue tan espectacular que los vecinos del pueblo los recibieron con los brazos abiertos, orgullosos de ver renacer aquella vivienda abandonada. Como este, hay decenas de ejemplos donde una propiedad prácticamente condenada termina convertida en un hogar único. A continuación, presentamos algunos ejemplos visuales de reformas impresionantes:

Antes y después: transformaciones en Instagram

Lo que nadie te cuenta

  • Siempre surge algo más: Por muy detallado que sea el plan inicial, al abrir paredes y suelos de una casa en ruinas aparecerán imprevistos. Estructuras dañadas, termitas en la madera, instalaciones ocultas en mal estado… Lo cierto es que casi siempre el proyecto acaba requiriendo trabajos extra. Es prudente contar con un colchón del 10%-15% del presupuesto para estas sorpresas.
  • Los plazos pueden alargarse: Reformar una ruina no es rápido. Problemas técnicos, espera de licencias, contratiempos con suministros o hallazgos de patologías constructivas pueden retrasar la obra. Hay que armarse de paciencia: lo que inicialmente iban a ser 6 meses fácilmente pueden convertirse en 9 o 12 meses de trabajos.
  • No todo se puede salvar: A veces descubrimos que ciertos elementos originales están demasiado deteriorados para conservarse. Una pared con riesgo de derrumbe habrá que demolerla aunque la idea fuera mantenerla, igual que vigas carcomidas o cubiertas hundidas. Es un trago amargo, pero la seguridad manda.
  • Más trámites de los esperados: Rehabilitar una vivienda muy antigua puede implicar gestiones adicionales. Si la casa está catalogada o en estado de ruina legal, se necesitarán permisos especiales y proyectos visados por técnicos. También puede haber que gestionar acometidas nuevas de agua, luz o saneamiento si la casa llevaba años sin uso.
  • Implicación emocional: Este tipo de reforma integral absorbe mucho tiempo y energía. Habrá decisiones difíciles (¿qué mantener y qué cambiar?), momentos de estrés por sobrecostes o demoras, y es fácil sentirse abrumado. Nadie suele contar que reformar una ruina es casi un estilo de vida durante esos meses: hay que estar muy encima de la obra y tomar muchas decisiones sobre la marcha.

Testimonios de reformas integrales reales – Clientes satisfechos

 Ahorro Inteligente

  • Reutiliza y recicla materiales: Antes de tirar nada, piensa si puedes recuperar elementos originales. Limpia vigas de madera antiguas para dejarlas vistas, restaura puertas o muebles vintage, e incluso reutiliza tejas y ladrillos existentes. Además de ahorrar dinero, darás personalidad a tu reforma.
  • Mejoras energéticas con subvención: Muchas comunidades ofrecen ayudas públicas para reformas que mejoren la eficiencia energética (aislamiento, ventanas, calderas eficientes, paneles solares). Infórmate de las subvenciones vigentes: podrían cubrir desde un 30% hasta un 80% del coste de ciertas mejoras, reduciendo la inversión que sale de tu bolsillo.
  • Planificación = menos costes: Un buen proyecto inicial evita cambios improvisados durante la obra (los cuales suelen ser caros). Define desde el principio la distribución, materiales y acabados que deseas. Cuantos menos cambios hagas sobre la marcha, más se ajustará el gasto al presupuesto previsto.
  • Compara presupuestos y fases: No te quedes con la primera oferta de reforma que recibas. Pide varios presupuestos desglosados y compara precios. A veces conviene realizar la obra por fases o partidas (estructura, instalaciones, acabados) e incluso comprar tú mismo algunos materiales. Con una buena estrategia, es posible conseguir ahorros de hasta dos dígitos sin comprometer la calidad.

Microtest: ¿Cuánto sabes de reformas de ruinas?

Pregunta 1: ¿Qué gas de efecto invernadero se emite en grandes cantidades al fabricar cemento?

Respuesta: El cemento emite principalmente CO? (dióxido de carbono) en su proceso de fabricación, aproximadamente una tonelada de CO? por cada tonelada producida. Es una de las razones por las que construir de cero tiene tanto impacto ambiental.

Pregunta 2: Verdadero o falso: Demoler y construir nuevo genera menos residuos que rehabilitar.

Respuesta: Falso. Al demoler se generan toneladas de escombros que acaban en vertederos, mientras que al rehabilitar se aprovechan muchos elementos existentes y se reduce drásticamente la cantidad de residuos de obra.

Pregunta 3: ¿Por qué es recomendable contar con un 10-15% extra de presupuesto en una reforma de este tipo?

Respuesta: Porque en las casas antiguas siempre surgen imprevistos y gastos no planificados. Estructuras ocultas dañadas, instalaciones obsoletas o problemas de humedad pueden requerir dinero adicional. Un fondo extra del 10-15% cubre esas sorpresas sin parar la obra.

Pregunta 4: ¿Qué instalación poco común añadieron unos propietarios en su casa reformada para hacerla más cómoda en la vejez?

Respuesta: Instalaron un ascensor interior en su vivienda de 3 plantas. Esta pareja de EE. UU. que reformó una casa en Sicilia pensó en el futuro y decidió colocar un pequeño ascensor para poder subir y bajar sin problema cuando sean mayores.

Ejemplos reales de reforma en ruinas – Reels en Instagram

 

Preguntas frecuentes

¿Necesito un arquitecto para reformar una casa en ruinas?
Sí, en la gran mayoría de casos es imprescindible contar con un arquitecto. Una vivienda en ruinas suele presentar problemas estructurales y técnicos que requieren la evaluación de un profesional. El arquitecto realizará un proyecto de rehabilitación, calculará estructuras seguras y gestionará licencias de obra mayores. Su presencia garantiza que la reforma sea viable técnicamente y cumpla con la normativa.
¿Hay ayudas o subvenciones para rehabilitar viviendas antiguas?
Sí, existen ayudas públicas para la rehabilitación, especialmente si mejoras la eficiencia energética o la accesibilidad de la vivienda. Por ejemplo, los fondos NextGeneration de la UE y programas estatales ofrecen subvenciones que pueden cubrir entre el 40% y el 80% del coste de ciertas mejoras (aislamiento, ventanas eficientes, energías renovables, etc.). Infórmate en tu comunidad autónoma o ayuntamiento sobre los planes de ayuda vigentes.
¿Qué permisos hacen falta para reformar una vivienda en ruinas?
Se requiere una licencia urbanística de obras del ayuntamiento. Por tratarse de una reforma integral (obra mayor), necesitas presentar un proyecto técnico firmado por arquitecto y, en su caso, visado colegial. Si la casa está en estado de ruina declarado o tiene valor patrimonial, podrían exigirse informes adicionales o la supervisión de Patrimonio. También habrá que notificar la obra a los suministradores de agua, luz, gas, etc. para reactivar servicios si estaban cortados.
¿Qué cuesta más, rehabilitar una ruina o construir una casa nueva?
Cada caso es diferente. En general, rehabilitar suele ser más económico que construir una casa nueva de similares dimensiones, porque aprovechas cimientos, muros y estructuras existentes. Sin embargo, si la casa está muy deteriorada, la reforma puede exigir tanta obra (refuerzos, demoliciones parciales, tratamientos especiales) que el coste se acerca al de obra nueva. Lo recomendable es pedir un estudio preliminar: un experto podrá comparar ambas opciones y orientarte sobre la inversión necesaria.
¿Cuánto tiempo se tarda en reformar una casa en ruinas?
Depende del tamaño de la vivienda y de la complejidad de la obra, pero suele llevar varios meses e incluso más de un año. Una reforma integral implica proyecto, licencias (que pueden tardar 1-3 meses), demolición de elementos dañados, refuerzo estructural, renovación de instalaciones completa, acabados… En promedio, para una casa unifamiliar, entre 8 y 12 meses es un plazo razonable. Si surgen contratiempos importantes o la casa es muy grande, podría prolongarse quince meses o más. Es importante planificar con calma y no apresurar los plazos para asegurar un buen resultado.

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