El verano ha llegado y en estos días calurosos resulta imposible renunciar al uso del aire acondicionado, pero hay que ser conscientes de que su empleo ineficaz resultará en un recibo del consumo eléctrico desorbitado. De hecho, su uso excesivo es precisamente la razón por la que en España se gasta más energía en verano que en invierno. Muchas veces, el ventilador suele ser un método de refrigeración suficiente, además de ser una alternativa mucho más económica y respetuosa con el medio ambiente.

ventiladoresEl aire acondicionado funciona sacando calor del interior de las habitaciones, para expulsarlo al exterior, provocando que así suba aún más la temperatura de la ciudad y que baje la del interior. En cambio el ventilador no reduce la temperatura de las estancias en ningún caso, sino que renueva y empuja el aire alejando el vapor que generamos al sudar, lo que nos causa una sensación refrescante. Es un elemento ecológico que no contamina el medioambiente con CO2 y tiene un coste energético muy reducido, mucho menor que cualquier climatizador.

Hoy en día los ventiladores son muy decorativos y actualmente se presentan en todo tipo de diseños y estilos que van desde el más clásico al ultra moderno, con diferentes materiales, como el aluminio, madera, ratán, acero, etc., y los de techo hasta incorporan iluminación. Aparte de ser muy silenciosos, son fáciles de instalar y ya incluyen mandos a distancia para nuestra comodidad. Son idóneos para estancias que se encuentran a la sombra o que disponen de ventanas, ya que aprovechan las brisas cruzadas. De hecho, podemos implementar diferentes soluciones en las viviendas para reducir su nivel de insolación, como instalar toldos, pintar las paredes de blanco o recubrirlas con vegetación, y así lograr un ahorro energético adicional de hasta un 35%.

Sin embargo, cuando el calor aprieta, la mejor alternativa sigue siendo el aire acondicionado. Es necesario consultar siempre con un profesional antes de elegir el tipo de aparato que mejor se ajuste a las necesidades particulares y la potencia de refrigeración necesaria. Un equipo con potencia demasiado baja tardará más tiempo en alcanzar la temperatura deseada y empleara más energía.

La solución ideal no existe, puesto que en esta cuestión se entremezclan muchos factores, incluso factores personales, como la sensación de calor subjetiva. De hecho, muchos hogares conjugan las ventajas de ambos sistemas de climatización, utilizando el ventilador para los días menos calurosos, y reservando el aire acondicionado para los días más bochornosos, aconsejando, eso sí, un consumo responsable y sostenible.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo