En una reforma, uno de los elementos a los que probablemente menos atención se presta es al techo. Y no debería ser así, puesto que su tratamiento adecuado puede aportar numerosos beneficios. En la reforma, el techo puede ofrecer mucho juego, y ser un elemento a aprovechar para jugar con la iluminación, el aislamiento, el cableado, etc. Para ello no es necesario abrirlo. En muchos casos basta con hacer un falso techo a cierta distancia del techo principal.

El concepto de falso techo puede parecer autoexplicativo, pero para la mayoría no está tan claro en qué consiste. Un falso techo no es más que un techo que se instala por debajo del original de una estancia, y que lo cubre por completo. No se instala pegado al techo, sino que entre este y el falso suele quedar un hueco, que se aprovecha para la instalación de cableado y otros sistemas.

Dónde hacer un falso techo

Un falso techo puede estar realizado en varios materiales. Eso sí, en la actualidad se utiliza en la mayoría de los casos pladur y perfilería metálica. Se encuentra sobre todo en oficinas, pero cada vez es más común en domicilios. Sobre todo en estancias como cocinas y baños. Es en estos espacios donde más partido se puede sacar a este tipo de elemento. Los motivos para ello son múltiples, pero generalmente tienen que ver que la instalación de elementos como extractores de humos o sistemas de iluminación con varios puntos de luz o plafones en el techo es más sencilla con este tipo de techos.

Por este y otros motivos, las viviendas que tienen falsos techos en todas sus estancias son cada vez más frecuentes. Sobre todo en las que cuentan con instalación centralizada de calefacción o aire acondicionado. Todos los elementos que componen este tipo de instalación, si hay un falso techo, pueden colocarse entre el techo original y el falso. Así quedan ocultos a la vista, con la posibilidad de acceder a ellos con facilidad si hay algún problema. Eso sí, para ello hay que dejar una parte de este techo preparada para poder retirarse con facilidad a su interior.

Ventajas de construir este tipo de techo en casa

Además de facilitar instalaciones de iluminación, extractores y sistemas de calefacción y aire acondicionado, hacer un falso techo en casa tiene numerosas ventajas. Por un lado, los acabados de este tipo de techos suelen ser más económicos que los que se encuentran en los techos originales de una vivienda. También lo es su mantenimiento, ya que para pasar cables a las lámparas y plafones que hay en él no hay que picar el techo original.

Eso sí, la construcción de un falso techo reduce la altura de las viviendas. Por lo tanto, no es aconsejable realizarlos si los techos no son muy elevados. Pero en caso de que los techos sean altos, se pueden construir sin problemas. Además, en estos casos, el falso techo aportará otra ventaja, ya que su presencia rebaja la superficie de la vivienda que hay que climatizar. Tanto cuando hacer calor como cuando hace frío.

Esto no sólo incidirá en un mayor confort conseguido en menos tiempo. También en una mayor facilidad para mantener la temperatura adecuada. Y dado que se necesitará menos energía para refrigerar o calentar el espacio, será posible ahorrar en consumo de electricidad. En caso de utilizar un sistema de calefacción por gas natural, su factura también experimentará una rebaja.

El falso techo que se instale en casa no tiene por qué ser tan anodino como el de las oficinas. Al contrario, puede pintarse del color que se prefiera. También se puede instalar con dibujos y diseños que permitan personalizarlo. Además, puede realizar diversas funciones aparte de alojar instalaciones. Entre ellas, la de aislante acústico.

Por tanto, un falso techo es especialmente aconsejable en estancias con eco. También si en el piso de arriba hay bastante ruido. Para ello, es necesario colocar una capa aislante entre el techo original y el falso. De esta manera, el resultado será todavía más eficaz. Los ruidos que provienen del piso superior se reducirán en gran medida. Y si el problema era el eco, desaparecerá. Eso sí, hay que tener en cuenta que los ruidos que se propaguen por paredes y columnas no lo harán.

Aparte de todas estas ventajas, no hay que dejar de lado su facilidad de instalación. Las obras para un falso techo, a diferencia de lo que puede parecer en un primer momento, no son en absoluto aparatosas. Es más, estará listo en mucho menos tiempo de lo que crees.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo