A la hora de buscar la comodidad y el confort en una casa la temperatura de su interior es fundamental. Con la llegada de los meses fríos se hace necesaria la instalación de un sistema de calefacción o de un suelo radiante. En esta ocasión, vamos a centrarnos en la segunda opción. Desde sus beneficios y hasta su precio aproximado. ¡Toma nota!

Qué es el suelo radiante

El suelo radiante es un sistema de calefacción de inercia térmica lenta que usa todo el pavimento como emisor de calor. Los sistemas de climatización por suelo radiante son aquellos que funcionan por medio de la instalación de una red de tubería plástica colocada bajo el suelo. De esta manera, tanto el frío como el calor, pueden ser irradiados desde el pavimento y hacia el resto de la habitación. 

En los casos en los que el suelo radiante no puede ser instalado, se opta por las paredes y techos como sistema de emisión. 

Cómo funciona el suelo radiante

Los suelos radiantes para funcionan mediante una termodinámica básica. Por medio de una red de tuberías se calienta el pavimento y una pequeña capa de mortero de unos 5 cm. Este a su vez hace de pulmón energético. En los suelos radiantes la temperatura superficial del suelo no puede ser superior a los 29 ºC según la normativa vigente. 

La instalación de un suelo radiante para es bastante más sencilla de lo que la gente piensa. Incluso cuando hablamos de un kilómetro de tuberías empotradas por todo el suelo de la vivienda nos podemos llegar a imaginar un verdadero caos. Sin embargo, el diseño y la técnica empleada garantizan un acabado limpio y ordenado. Una vez terminado todo el proceso el cliente puede elegir el revestimiento deseado. Lo más aconsejable es que sea un pavimento de gres, por su gran capacidad como transmisor térmico. Por otro lado, también es importante resaltar que el 80% de los parquets son válidos para cubrir un suelo radiante. 

En resumen, el suelo radiante es un sistema de calefacción que ya se usaba en la antigüedad y que ahora está calando poco a poco en las viviendas españolas. 

Tipos de suelo radiante

Existen dos tipos de calefacción por suelo radiante: de agua y eléctricos.

Suelo radiante de agua: Este sistema funciona mediante tuberías que circulan agua caliente por debajo del suelo. Se conecta a una caldera o a fuentes de energía renovable como la aerotermia o geotermia. Aunque su instalación puede ser más compleja, es especialmente eficiente en términos de consumo energético y distribución uniforme del calor.

Suelo radiante eléctrico: Funciona mediante resistencias eléctricas que generan calor al pasar la corriente. Es ideal para espacios más reducidos o como complemento a otros sistemas de calefacción. Su instalación es más sencilla y rápida, pero su consumo energético puede ser más elevado, dependiendo de las tarifas eléctricas y la eficiencia del sistema.

Beneficios del suelo radiante

Una vez que ya conocemos la instalación y el funcionamiento del suelo radiante es hora de descubrir todas sus ventajas. Los suelos radiantes no solo son fáciles y limpios de colocar, también destacan por su:

  1. Elevado rendimiento: los circuitos por los que el agua es transportada son delgados, por lo que este sistema no necesita de grandes cantidades de energía para llegar a la temperatura deseada. 
  2. Bajo consumo: el punto anterior nos lleva a la conclusión de que estamos ante un sistema de calefacción muy económico. Al tratarse de un concepto de trabajo de baja temperatura de impulsión se consigue un importante ahorro en la factura, ya que el suelo radiante consume entre un 10% y un 20% menos que los sistemas de calefacción convencionales. 
  3. Ecología y sostenibilidad: los suelos radiantes suelen utilizar para su funcionamiento la aplicación de diferentes tipos de fuentes de energía renovables. Un buen ejemplo de ello son la aerotermia o la geotermia. Todo ello convierte a este sistema para la climatización de hogares en uno de los más respetuosos con el medio ambiente. 
  4. Opción de enfriamiento: los suelos radiantes no solo se utilizan para calentar las viviendas. En los años 90 apareció un sistema que permite el enfriamiento de las tuberías embutidas por medio de agua fría. Y es que en verano el agua recorrerá toda la instalación a unos 14 ó 18 ºC, con el fin de proporcionar una agradable sensación de frescor. La opción de tener en una misma red de tuberías dos sistemas de climatización diferentes le está haciendo ganar adeptos. 
  5. Espacios abiertos y libres de radiadores: los suelos radiantes están instalados bajo el pavimento, en las paredes o en el techo. Esto significa que no tendremos que ver ninguno de sus elementos ocupando sitio por la casa como ocurre con la instalación de radiadores. Todo el espacio habitable queda totalmente libre y despejado. 
  6. Cuidado por la salud: el suelo radiante, al contrario que otros sistemas de climatización no produce sequedad, ni dolor de cabeza ni tampoco corrientes de aire que puedan poner en peligro la salud de los inquilinos de la casa. 
  7. Mayor sensación de confort: la temperatura del aire más cercano al suelo será superior al de la cabeza, lo cual supone una mayor sensación de confort, al evitarse el molesto efecto de pies fríos.

Inconvenientes del suelo radiante

A pesar de sus múltiples beneficios, el suelo radiante presenta ciertos desafíos que es importante considerar:

  1. Inversión inicial: La implementación del suelo radiante puede tener un costo inicial más elevado en comparación con otros sistemas de calefacción. Es una inversión que, aunque rentable a largo plazo por su eficiencia, puede ser un obstáculo para algunas personas.
  2. Remodelaciones en viviendas existentes: Si bien es ideal para viviendas nuevas, su implementación en construcciones ya existentes puede requerir remodelaciones significativas. Esto incluye elevar la altura del suelo, ajustar puertas y, en algunos casos, retirar el suelo existente.
  3. Riesgo de fugas: En el sistema de agua, existe el riesgo de posibles fugas. Estas no solo pueden dañar la estructura de la vivienda, sino que su reparación podría requerir levantar grandes secciones del suelo.
  4. Tiempo de respuesta: A diferencia de los radiadores tradicionales que calientan rápidamente, el suelo radiante puede tardar más tiempo en alcanzar la temperatura deseada. Esto puede requerir anticipar el encendido del sistema antes de necesitar la calefacción.
  5. Limitaciones con mobiliario: No todos los muebles o accesorios son compatibles con el suelo radiante. Es posible que algunos objetos grandes y pesados se tengan que reubicar o quitar para garantizar una distribución uniforme del calor.

Instalación de suelo radiante

La instalación del suelo radiante es un proceso que requiere una planificación y una ejecución detalladas para garantizar su eficiencia y durabilidad:

  1. Evaluación y diseño: Antes de la instalación, es esencial realizar una evaluación detallada del espacio y diseñar un sistema que garantice una distribución uniforme del calor.
  2. Preparación del suelo: Es crucial preparar adecuadamente la base sobre la que se instalará el sistema. Esto puede incluir la colocación de aislantes y la nivelación del suelo.
  3. Instalación de tuberías o cables: En el sistema de agua, se coloca una red de tuberías que se conectan a una caldera o fuente de energía renovable. Para el sistema eléctrico, se distribuyen cables calefactores de manera uniforme.
  4. Recubrimiento y protección: Una vez colocadas las tuberías o cables, se cubren con un material conductor del calor, como el mortero. Esta capa protege el sistema y asegura una transmisión eficiente del calor.
  5. Colocación del pavimento: Tras asegurar el sistema de calefacción en su lugar, se procede a instalar el tipo de pavimento elegido, ya sea cerámica, madera, laminado, entre otros, garantizando que sea compatible con el suelo radiante y permita una transmisión óptima del calor.
  6. Conexión y pruebas: Una vez finalizada la instalación física, se realiza la conexión al sistema de energía y se llevan a cabo pruebas para garantizar que todo funcione correctamente.

¿Se puede poner suelo radiante en un piso ya construido?

Es completamente viable instalar calefacción por suelo radiante en viviendas, ya sean de nueva construcción o antiguas, y sobre subsuelos ya existentes. No obstante, para llevar a cabo esta instalación, es imprescindible retirar el revestimiento actual del suelo y colocar un nuevo acabado adecuado para el sistema de suelo radiante.

Cuánto cuesta el suelo radiante

Los costes de tu proyecto van a depender siempre de la marca y la tecnología elegida para el suelo radiante. Lo cierto es que tu inversión económica inicial será superior a la instalación de otra clase de sistemas. Sin embargo, dicho desembolso es recuperable gracias a las ventajas mencionadas anteriormente. La instalación de este sistema de climatización suele rondar los 50 €/m2 sin incluir el precio del mortero. 

Si estás interesado en la instalación de un suelo radiante no dudes en ponerte en contacto con nosotros para conocer tu presupuesto. 

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo