La decoración y distribución de las oficinas de las empresas no suele dejarse al azar. Más bien al contrario. Las empresas suelen emplear la decoración para dejar su sello en ella. Además, también aprovechan para que se convierta en una extensión de su imagen de marca; y en tercer lugar, la usan para comunicar, a través de su diseño y distribución, muchos más mensajes. No solo a quienes visitan sus oficinas, sino también a quienes trabajan en ellas. De esto son perfectamente conscientes los equipos profesionales de diseño de interiores para oficinas.

Las empresas dedicadas a este tipo de reformas y diseños saben perfectamente que su trabajo va mucho más allá de poner a punto un espacio para que sirva como lugar de trabajo. En este tipo de proyectos, sobre todo en los de las oficinas de compañías medianas y grandes, el trabajo de planificación y diseño se realiza en constante comunicación con diversos departamentos de la empresa. Entre ellos está el de recursos humanos en muchos casos. Pero sobre todo, el de marketing.

Sus miembros tienen mucho que decir, no solo sobre el aspecto que debe ofrecer la oficina, o sobre su distribución. También en el mensaje que con sus colores, estilo de muebles y decoración quiere dar la empresa. Porque para sus directivos, el diseño de interiores para oficinas es una oportunidad de que sus valores queden a la vista. Como verás, hablamos de una tarea que comienza incluso antes de medir las dimensiones de las estancias que se remodelarán y decorarán.

Diseño de interiores para oficinas: pasos previos

Antes de comenzar con el diseño de la oficina propiamente dicho, el equipo de diseño que se va a encargar de todo tiene que empezar a trabajar con varios departamentos de la compañía. Esto se debe a que la empresa tendrá que comunicar al equipo de diseño de interiores para oficinas qué idea tiene con respecto a la remodelación y renovación de sus espacios de trabajo. El equipo de diseño no solo se encargará de recogerlos. Con ellos trabajará en una primera propuesta, muy general, que incluya modificaciones y mejoras, así como sugerencias basadas en la experiencia.

Eso sí, siempre hay que tener en cuenta que la empresa querrá dejar su impronta en el diseño. Además, es que es básico que lo haga. Una oficina es un escaparate de primer nivel para reflejar la imagen de marca. También para decorar un espacio según los colores de la compañía, y de mostrar, en caso de que se estime adecuado, su logotipo y elementos gráficos destacados. Así, todo el que acuda a la oficina la identificará en unos instantes con la empresa que la ocupa.

Pero el diseño de interiores para oficinas va mucho más allá. Porque si solo se tiene en cuenta lo que quiera decir la empresa como marca, el mensaje que puede transmitir se quedaría hueco. La decoración, la reforma, se puede aprovechar para comunicar otros mensajes y valores. Por ejemplo, que sus empleados son muy importantes para la dirección. Mostrar esto en una oficina, puede parecer complicado. Pero en realidad no lo es. Basta con dejarlo claro en el diseño.

Hay muchos mecanismos para ello, y quizá uno de los más importantes también es implicar a los trabajadores que la ocuparán en su remodelación o su diseño. Evidentemente, no a todos, porque sería imposible. Pero al menos sí a una parte. Que expresen lo que es importante para ellos en una oficina también ayudará al equipo de diseño de interiores para oficinas que se encargará del trabajo. Así, el mensaje de la empresa, unido a las necesidades de los empleados y a tener en cuenta lo que ellos quieren en una oficina, al hacerse realidad, conseguirá comunicar los valores de la compañía de manera mucho más eficaz.

Diseño de interiores para oficinas: estilo

Una vez que tanto la empresa como sus empleados han manifestado lo que esperan del nuevo diseño de la oficina, el mensaje a comunicar y las facilidades para los trabajadores, llega el momento de comenzar el diseño. En este punto, toca seleccionar el estilo que se imprimirá en ella. Generalmente, este tendrá mucho que ver con la imagen de la empresa, pero lo más habitual, en función además de las tendencias actuales, es no sobrecargar las estancias. Tender al minimalismo en la medida de lo posible, por muy barroca que sea la empresa o algunos de sus productos, siempre es buena idea. Ya que no es deseable sobrecargar de estímulos a los trabajadores ni a las visitas.

Las oficinas deben ser lo más agradables posible para quienes trabajan en ellas. Por eso es necesario crear espacios amplios y libres de artificios. Además, deben contar con elementos y materiales que resulten acogedores y cómodos. Las razones para ello no son pocas, y quizá una de las principales sea el aumento de la productividad. ¿Qué quiere decir esto? Que si la oficina transmite calma, no está recargada en exceso, resulta cómoda y acogedora y está bien distribuida, el rendimiento de los empleados que trabajan en ella aumentará de forma tangible.

No es casualidad, puesto que este tipo de espacios es capaz de generar el ambiente necesario para una mayor y mejor concentración. Además, hay estilos, como el industrial, el nórdico o el japonés, que consiguen que se logre una oficina visualmente atractiva y moderna. Otro aspecto a tener en cuenta para dejar claro que la empresa está a la vanguardia de las tendencias. Esto también nos lleva a que en una oficina debe haber muestras de a qué se dedica. Por ejemplo, en el caso de las tecnológicas se debe incluir en el diseño sistemas de domótica para accesos, pantallas de última generación, etc. Y en el caso de las oficinas de las empresas de muebles, debe lógicamente haber muestras de sus creaciones.

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Los espacios de una oficina

Una oficina no es únicamente un espacio de trabajo con sillas y mesas. También debe incluir espacios para el encuentro. Entre ellos destacan las salas de reuniones, despachos y también espacios para tomar un refrigerio en los descansos. Este office, e incluso un comedor, debe estar correctamente equipado para que los empleados puedan tomar un café, sentarse a comer o incluso celebrar pequeñas reuniones improvisadas si hay otras dependencias ocupadas. Incluso en los casos en los que la oficina sea pequeña, hay que reservar un espacio para que los empleados puedan tener una zona para descansar. Hacerlo dirá mucho de la empresa, y bueno. Será una señal de que se preocupa por sus empleados.

En cualquier caso, la distribución de los espacios de una oficina no se puede hacer de cualquier manera. En efecto, deben contar con cierta simetría, con el objetivo de que todas las estancias y elementos de la oficina cuenten con cierto orden. Por eso, en el diseño de interiores para oficinas hay que tomar un punto como referencia, que será el que se observe para contar con una distribución equilibrada de las estancias de una oficina. También de su mobiliario. Es decir, los despachos han de diseñarse para que sean parecidos en cuanto a tamaño, distribución y mobiliario. En cuanto a las salas de trabajo, también deben guardar simetría. Por supuesto, con los muebles de oficina, que serán iguales en la medida de lo posible para todos los empleados, sucederá lo mismo.

Además de dar un aspecto cuidado y ordenado, con esto también se conseguirá transmitir cierta calma. Tanto a los visitantes como a los empleados. El no contar con elementos discordantes ni fuera de la planificación acaba con estridencias y sobresaltos. Y también comunica valores que toda empresa quiere dejar claros: seguridad, tranquilidad y orden. Eso sí, la simetría no debe ser total. Hemos hablado de cierta simetría, del grado que ayude a lograr un equilibrio entre sus estancias y elementos. Pero observarla de manera total transmitiría un mensaje de cierta rigidez, que es posible que no resulte adecuado.

Guardar las proporciones debidas

Además de alcanzar la simetría mencionada, las estancias y elementos de una oficina deben estar proporcionados. ¿Qué quiere decir esto? Que es recomendable que una oficina no cuente con tantas estancias que parezca saturada. Lo mismo debe suceder con el mobiliario de cada una de ellas. No deben tener objetos en exceso, y deben guardar las proporciones adecuadas entre ocupantes y elementos de mobiliario y decoración. De lo contrario nos encontraríamos con estancias escasamente amuebladas o decoradas. O por el contrario, con otras con exceso de elementos.

Para evitarlo, y también para establecer la disposición de las estancias, el estilo y otros aspectos, es imprescindible que el equipo encargado del diseño de interiores para oficinas estudie a fondo los espacios. A ser posible, si la oficina está abierta, cuando esté en funcionamiento y sus empleados trabajando. Así, sus miembros se podrán hacer una idea de cuántas personas hay en ella en el día a día, y con cuanto equipo y elementos trabajan. De esta manera tendrán más datos para encontrar el punto de simetría y las proporciones necesarias para el nuevo diseño.

En el caso de que se trate de una oficina nueva, la visita para conocer cuántos trabajadores habrá en ella y cómo trabajan será a las oficinas antiguas, además de a las nuevas. En ellas aplicarán, desde cero, todo lo acordado con la empresa y sus conocimientos en diseño de oficinas para empresas. Todo, como verás, sin dejar de lado a la empresa, e implicándola para que pueda transmitir su mensaje a través de sus instalaciones. Esto solo será posible si contratas a una empresa experta en reformas de oficinas que no deje de lado a la compañía a la hora de acometer su rediseño y planificación.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo