¿Sabías que, según las Naciones Unidas, Dinamarca es el país más feliz del mundo? El motivo no es otro que una filosofía de vida basada en la relajación y la experiencia hogareña confortable. Así nace el estilo Hygge en decoración. Una forma de llevar todo el confort hacia tu casa. A continuación, descubrimos para ti todos sus secretos.
Qué es el estilo Hygge
El estilo Hygge nace de la filosofía tradicional del bienestar danés o filosofía Hygge. Más que un estilo, estamos ante una forma de vida llevada a todos los aspectos, incluido el decorativo. Su objetivo es trasladar una actitud centrada en la felicidad y el relax a cada uno de los rincones de tu casa. Esto permite a los daneses relajarse, fomentando así una experiencia hogareña de lo más confortable. Según la filosofía danesa, el estilo Hygge hace a los hogares más cálidos y, en consecuencia, a la gente mucho más feliz.
¿Quieres saber si eres una persona Hygge? ¿Disfrutas de los pequeños placeres de la vida, como estos?
- Sentarse frente a una chimenea con un jersey XXL y unos calcetines de lana mientras bebes un vino caliente con azúcar y especias.
- Acariciar a tu mascota mientras ves la televisión bajo una enorme manta.
- Hacer galletas caseras de canela y tomar el té en porcelana china junto a la familia en Navidad.
- Pasar más tiempo contigo mismo disfrutando del calor del hogar.
- Observar el atardecer desde una bañera con agua caliente y con una cerveza en la mano.
Entonces eres una persona Hygge.
Origen de la filosofía Hygge en Dinamarca
El término Hygge surgió en el siglo 19 de una palabra danesa que significa “bienestar”. Este concepto en un principio se aplicaba solo a las familias danesas de clase media. Pero, con el paso del tiempo, se fue adaptando al estilo de vida de todas las personas sin importar su clase. Incluso algunos han llegado a bautizar el estilo Hygge como “la intimidad del alma”.
Como ya hemos visto, el estilo Hygge no se describe, se siente. Este concepto, aplicado al mundo de la estética y la decoración, se traduce en ambientes simples, naturales y sencillamente encantadores. Pero, ¿cómo podemos conseguir todas estas sensaciones en la decoración de nuestra casa?
La simplicidad
En el estilo Hygge prima la calidad por encima de la cantidad. Por lo que, menos es más. Recuerda que en este estilo decorativo priman los momentos por encima de las pertenencias. Por este motivo, antes de decorar tu casa según el estilo Hygge, tómate tu tiempo. Respira y descubre la belleza que te rodea en cada uno de los rincones. Persigue el orden de las estancias acompañadas de elementos simples que las hagan más cálidas y acogedoras. Por ejemplo, alfombras suaves y mullidas, cortinas lisas que dejen pasar la luz, etc. Todo lo que decore tu casa a partir de ahora ha de ser auténtico, natural y genuino. De esta manera, el estilo Hygge te ayudará a vivir momentos de pura relajación alejando el estrés de tu día a día.
Luz natural
El bienestar de una casa se construye a partir de la cantidad de luz natural que entra por sus ventanas. En el estilo Hygge abundan los grandes ventanales donde no existen las persianas y las cortinas son de tejidos translúcidos y vaporosos. La entrada de luz solar hacia el hogar aporta no solo calidez, sino también paz.
Tonos claros y ligeros
El estilo Hygge, al igual que el estilo nórdico, apuesta por las tonalidades neutras y claras. Estos colores aportan ligereza al ambiente sin sobrecargarlo, dando así también una mayor sensación de amplitud.
Naturaleza
Los elementos decorativos naturales son esenciales en este estilo danés. Por este motivo, no pueden faltar las mesas de madera, las alfombras de lana, los cojines y las mantas de algodón, lana o lino. La piel se deja ver en butacas y sillones, mientras que los suelos se visten de madera. El toque final lo ponen siempre las plantas naturales que puedes colocar en diferentes puntos de la casa, incluido el baño. Es un homenaje a la madre naturaleza para que nos siga aportando bienestar y abundancia dentro del hogar.
Adiós a la tecnología
Los ambientes Hygge no dan importancia a la televisión, el ordenador, la tablet o el teléfono móvil. Se supone que cuando llegas a casa es para relajarte. Puedes darte un baño caliente. Salir a la terraza a tomar un chocolate caliente bajo una manta o escuchar música relajante en el salón. Todas estas actividades son mucho más efectivas si las acompañamos con elementos decorativos como velas aromáticas, luces colgantes, faroles de luz cálida, etc.
Tu rincón especial
Toda casa decorada según las características del estilo Hygge ha de tener un rincón especial. Ese lugar en el que el mundo parece detenerse para que tú encuentres todo el bienestar posible. Ten a mano aquellos elementos que te ayuden a relajarte. Tus discos favoritos, un buen sillón, esa manta que es única y a la que tu mascota le gusta subirse para estar contigo, el libro que te gusta leer y releer sin importar el número de veces que lo hagas, etc. Un rincón donde siempre seas tú.
Pero no olvides que el estilo Hygge también incluye compartir tiempo en familia y con amigos. Diseña un espacio agradable y cómodo donde las visitas puedan pasar una agradable velada en tu compañía. Usa un mobiliario que facilite la conversación, añade una luz tenue indirecta y suaves aromas que ayuden a fijar ese momento en el recuerdo. No te olvides de ambientar todo con una música melódica relajante y un menú ligero en el que los tés, el café y el vino sean los grandes protagonistas.
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CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo