De la multitud de estilos que cuentan con cierta popularidad en la decoración actual, quizá los más populares son el estilo escandinavo y el japonés. En muchas ocasiones se les suele confundir, ya que tienen parecidos bastante notables, pero también bastantes diferencias. No obstante, son bastante combinables. Con frecuencia, a muchos de quienes deben redecorar o amueblar una vivienda les gustan ambos estilos. Por lo tanto, aplican una combinación de los dos en sus viviendas. De ahí ha nacido un nuevo estilo que parte de la fusión de estos dos estilos. Se le conoce como estilo japandi.
Este estilo no se aplica únicamente al mobiliario de las viviendas. También a sus colores y formas. Y parte de una de las premisas comunes que más ha llevado al triunfo de estos dos estilos: el minimalismo. No es algo excesivamente reciente, ya que comenzó a surgir hacia 2017, pero no ha sido hasta el 2018 cuando su popularidad ha comenzado a subir como la espuma. Te mostramos sus características principales.
Estilo japandi: fusión de minimalismos
De la fusión de dos estilos minimalistas como el japonés y el escandinavo nace el estilo japandi, que lógicamente también es minimalista. Pero con algunos toques de más color. Eso sí, las estancias que se decoran con este estilo rezuman paz, ligereza, funcionalidad y limpieza. Esto no quiere decir que se trate de un estilo caracterizado por la frialdad y la lejanía. Todo lo contrario. El estilo japandi consigue interiores caracterizados por ser acogedores y cálidos, en absoluto recargados, que desprenden al mismo tiempo paz y armonía.
En este estilo se dan la mano el minimalismo de los países escandinavos con el wabi sabi japonés. De ahí el predominio de los materiales naturales para la construcción de los muebles, el gusto por las materias primas sin adornos y por la sencillez y la simpleza de línea.
Los colores del japandi
El estilo japandi se diferencia del escandinavo puro porque soporta más colores, aunque siguen sin ser en absoluto estridentes. El estilo escandinavo presenta un dominio casi exclusivo del color blanco, sobre todo en las paredes. Pero este le añade otros tonos, generalmente colores naturales, salpicados por otros colores, generalmente pastel. Y con los tonos de madera oscura tan característicos del estilo japonés.
Así, el estilo japandi se caracteríza por los tonos apagados o tierra. El marrón claro, el madera, el beige, pero también los grises y negros. Eso sí, no es aconsejable que estos dos tonos guarden un papel predominante en la decoración, o le darán cierto aire siniestro. Y ocasionalmente también jalonado por azul, verde o rosa pastel. Estos tonos, contrastados con los tonos madera de los muebles, casi siempre sin pintar y solo pulidos para resaltar su color original. En muchas ocasiones también tienen cierta presencia los tonos marinos, el verde menta o el esmeralda.
Estos también pueden ser de metal, pero frecuentemente el metal se queda en su estructura principal. En prácticamente todos los muebles de estilo japandi el metal, oscuro en el 99% de los casos, está combinado con madera, ya sea clara u oscura. La clara es la que habitualmente se encuentra en los hogares escandinavos. Generalmente, en roble. En cuanto a la oscura es la tendencia principal del estilo japonés de decoración, y es frecuente encontrar muebles color chocolate en el interior de los hogares japoneses.
Espacios abiertos y ligeros, una de las claves del estilo japandi
Este estilo no solo se aplica a la decoración o al color de las paredes. También al diseño de los interiores de una vivienda, y a su disposición. Así, se caracteriza por los espacios abiertos, por los que se pueda circular sin trabas ni obstáculos. En ocasiones se puede encontrar en las viviendas que tengan este tipo de decoración dos o más espacios fusionados, sin separación.
Tampoco hay profusión de adornos, porque en este estilo no se emplean elementos que no tengan una función concreta. Puede hacer algunos cojines, un centro de mesa, algún jarrón o planta, etc. Pero nada recargado, chillón o que de sensación de estorbar o sobrar.
En una casa decorada con estilo japandi también suele llamar la atención por la altura de los muebles. Generalmente, tal como sucede en el estilo japonés, sillas, sillones, mesas y camas suelen tener una altura menor de lo habitual en otros estilos de decoración. Pero los muebles también están inspirados en gran parte por el estilo escandinavo. Por tanto, cuentan con líneas rectas y sencillas. Los repujados y adornos propios de otros estilos no se encontrarán en un mueble de estilo japandi. En su lugar habrá un mueble de líneas limpias, sencillo y funcional, sin artificios.
Esto no quiere decir que no pueda haber algún elemento de un color más vivo en las estancias de estilo japandi. Pero generalmente será un único elemento, para no romper con la estética, y que pegue bien con el resto de tonos de la habitación. Muy importante: los objetos que tengan un color más vivo deberán respetar las líneas japandi, caracterizadas por el minimalismo y la huida de los objetos y estilos recargados.
Paredes y ventanas, claridad y sencillez
En las paredes decoradas al estilo japandi no suele haber unanimidad en el blanco. Pueden estar pintados en colores tierra, beige claro, etc. También pueden tener algún panel de madera en tono claro. Pero casi todo su espacio estará al descubierto, no cargado de cuadros, fotos y láminas.
Generalmente, el estilo japandi se caracteriza por dedicar las paredes de las estancias a una única obra. Así, tendrán una foto enmarcada de grandes dimensiones, o una obra de arte. Los estilos de esta última pueden variar, pero generalmente serán o bien abstractos, o un paisaje. Incluso un motivo de estilo japonés. Pero nada más. Se busca atraer la atención de quien está en la habitación hacia un único punto. De ahí que no haya más elementos que uno o dos cuadros o láminas.
También resulta habitual encontrar estanterías de gran longitud en las decoraciones con este estilo. No estanterías en un mueble, sino uno o varios estantes de madera maciza. En ellos puede hacer desde adornos hasta libros. Pero en ningún caso cubrirán por completo la pared. Pero siempre de madera maciza, que destaquen un poco con respecto a la pared. Por otro lado, al no estar colocados en una librería, se instalarán directamente en la pared, dejando esta a la vista para que haga de fondo y tope de los objetos o libros colocados en ellos.
Para las ventanas, en lugar de cortinas recargadas o de grandes dimensiones, se suele optar por cortinas claras y lisas, de tonos naturales. O por estores lisos y de colores claros. También por paneles japoneses, que suelen utilizar con frecuencia como alternativas a las cortinas. Estos son unos paneles de cierta rigidez, que a diferencia de lo que sucede con los estores siempre están extendidos. Tienen un aspecto poco flexible y generalmente son lisos, por lo que contribuyen a la serenidad y tranquilidad que suelen transmitir las estancias que tienen estilo japandi.
Los materiales: la influencia del wabi sabi
Una de las tendencias de estilo con más peso en el estilo japandi es el wabi sabi japonés. Esta se caracteriza por encontrar belleza en las imperfecciones. De ahí que los elementos de mobiliario y decoración de estilo japandi se caractericen por su naturalidad. Aunque los muebles estén fabricados en serie en la mayoría de los casos, siempre cuentan con un cierto toque artesano. Y tantos estos como los adornos y los tejidos que se utilizan en la decoración suelen ser de materiales naturales, sin tratar en muchos casos.
Entre estos elementos y materiales predominan algunos como la madera clara, el lino, la piedra, el bambú, la cerámica, el papel de arroz o el rattán. También determinados materiales y accesorios tradicionales de Japón. Entre ellos esta el papel tapiz lacado, denominado urushi. Se trabaja a mano, con una laca especial, del mismo nombre que el tipo de papel. Esta es natural y se saca de una resina procedente de un arbusto.
Evidentemente, no se trabaja con esta resina, sino que para lacar se utiliza una emulsión de agua con un hdrocarburo que se saca de esta resina, que s e ha mezclado antes con distintos pigmentos para conseguir los distintos colores que se necesitan. Esta laca, se da en varias capas, que presentan un acabado brillante. Al terminar cada capa, se pule la superficie lacada con un carbón vegetal húmedo. Finalizado el lacado, se decora el objeto o el papel.
También es frecuente encontrar tejidos que, en crudo, se han retorcido, anudado, apretado o presionado en distintos puntos. Así, al tratarlos o teñirlos, se tiñe. Después se sueltan los nudos o se deshacen las torceduras de la tela. Esto le da distintas diferencias de tono por zonas, además de un aspecto muy característico, en el que predominan las arrugas. Hablamos de los tejidos Shibori.
El origami también tiene su papel en el estilo japandi. Concretamente, este papel texturizado se suele emplear en lámparas, tanto de pie como de techo. Por otro lado, los adornos suelen ser en muchos casos de cerámica hecha a mano, y también de estilo Kintsugi. Esta se caracteriza no sólo por ser antigua, sino también por mostrar grietas y estrías reparadas con oro. En lugar de descartar un objeto cuando se rompe, lo que se hace con la cerámica Kintsugi es reparar las piezas rotas de manera que se noten las reparaciones. Para ello, lo que se hace es unir sus piezas mediante un elemento de pegado de color dorado. Generalmente, con resina mezclada con polvo de oro, o con un barniz dorado sobre la mezcla empleada para la reparación.
Las plantas en el estilo japandi
Lo natural prima en este estilo decorativo. Y precisamente por eso, las plantas de interior tienen un papel muy destacado en él. De hecho, son parte fundamental e imprescindible de él. Pero no cualquier planta. Las de interior, generalmente sin flores. Generalmente, por su verdor, estas plantas se utilizan para concentrar la vista en ellas al acceder a una estancia. También para dar un tono de color fuerte en una habitación en la que predominen los tonos suaves.
No se suelen elegir para esta decoración plantas pequeñas. Todo lo contrario. Se prefieren plantas de bastante altura y hojas de tamaño medio, con porte elegante. Importa también el recipiente en el que estén plantadas, que deberá ser de formas sencillas y de los tonos utilizados habitualmente en este estilo. Sin estridencias.
Eso sí, en cuanto al número de plantas por habitación, el estilo japandi sigue con las plantas el mismo criterio que con los cuadros y láminas en las paredes: menos es más. Por eso se suelen colocar muy pocas en cada habitación. Generalmente, solo una. De esta manera se contribuye a que el aspecto de la habitación sea más sencillo.
El estilo japandi en el baño
El japandi no es un estilo que únicamente deja su impronta en salones y dormitorios. También lo hace en el baño y en la cocina. En el baño, precisamente, es donde más éxito tiene, por su combinación de materiales naturales con los tonos claros. En los baños de este estilo suele haber una importante presencia de la madera, siempre en tonos naturales.
También juega un papel muy importante la iluminación, que en la medida de lo posible ha de ser natural. El contraste entre madera y tonos claros juega aquí un papel destacado, por lo que es bastante habitual encontrar tanto los azulejos como las encimeras en tonos blancos o neutros. Eso sí, si el baño es alicatado será con azulejos o losetas lisas, desprovistas de ornamentos.
Los muebles también serán de líneas sencillas y rectas. Y la grifería, en tonos negros, grises o plateados. En los dos primeros casos no será brillante, sino de acabado mate. Y preferentemente, saldrá de la pared. Es habitual también en este estilo que tanto lavabos como bañeras, si el presupuesto para el baño es elevado, sean de estilo japonés, con acabado en madera y rectangulares o cuadrados. En cuanto al suelo, no por ser un baño hay necesidad de prescindir de la madera. Basta con elegir una que esté tratada para soportar bien la humedad para poder colocarlo en un baño convencional sin peligro de deterioro.
Una cocina japandi
Al igual que en los baños, en la cocina también puede tener presencia el estilo japandi. En este tipo de cocinas deben predominar siempre las lineas rectas y la madera. Por tanto, será este el elemento escogido para la encimera, debidamente tratada para soportar los efectos que tengan en ella la preparación de distintos platos. Los muebles, de líneas rectas, podrán ser o bien blancos o bien de madera. Y sus tiradores, de madera o metal. Si se opta por este último tipo de tiradores, es aconsejable que sean de tono mate, sencillos y rectos.
El fregadero será sencillo, con grifería siempre en tonos plata o piedra, y a poder ser, mates. Los electrodomésticos pueden ser blancos, especialmente si los muebles también lo son. Pero si son de tonos amaderados, es mejor, para contrastar, optar por los de color acero mate, sin brillo.
En caso de que la cocina cuente con una zona de comedor, es donde mejor podrás aplicar este estilo. Una mesa y unas sillas de líneas sencillas, en maderas claras o en contraste, o con armazón de metal oscuro fino, darán el toque perfecto para conseguir el estilo japandi. Un par de complementos como una lámpara de estilo japonés sobre la mesa, o una planta de interior si la zona tiene ventana y está algo alejada de la zona de la cocina darán el toque final a la estancia. En cuanto a la decoración en las paredes, un sencillo reloj de cocina en tonos naturales, o uno o varios estantes para colocar en ellos los utensilios de cocina más utlizados serán suficientes.
La clave es el equilibrio
Lo que hemos visto hasta ahora evoca una estética zen y relajante. Pero le falta un toque para que sea acogedora, otra de las claves del estilo japandi. Pero ¿cómo conseguirlo? Pues mediante el equilibrio entre japonés y escandinavo, combinándolos.
Para ello se puede optar por varias técnicas. Por ejemplo, por utilizar el mismo estilo en dos o más elementos de una estancia, y combinarlos con otros dos o tres del otro. Así, por ejemplo, en un salón se pueden instalar dos o más mesas del mismo estilo, y fabricados con el mismo material. Para contrastar ligeramente, las sillas pueden ser de estilo rústico contemporáneo, de líneas sencillas. Y los elementos de decoración, como la alfombra, los cojines o una manta de sofá, aportar la calidez. Además, optar por elementos de materiales naturales, como lino, lana o algodon. Así no se romperá la estética japandi.
A la calidez también ayuda la elección del pavimento para el suelo. Generalmente, será de madera, y tratada en tonos naturales. Sin olvidarnos de que las paredes irán pintadas en tonalidades neutras. Estas contrastarán con la madera de muebles y suelo, lo que elevará el nivel de calidez.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo