El reciclado y la generación de residuos de Construcción y Demolición (RCD) está íntimamente ligada a la actividad del sector de la construcción, como consecuencia de la demolición o reparación de edificaciones antiguas e infraestructuras que han quedado obsoletas, así como de la construcción de obras nuevas.

El auge experimentado en este sector en las últimas décadas, ha implicado la generación de importantes cantidades de RCD, los cuáles, debido a la falta de planificación para una adecuada gestión final de los mismos, se han ido depositando en vertederos, en muchas ocasiones, de forma incontrolada. Al realizar estos depósitos de RCD, no sólo se está perdiendo o desaprovechando energía y material potencialmente reutilizable, reciclable o valorizable, sino que además, se afecta de manera muy negativa al entorno.

Hace algunos años, los movimientos ecologistas empezaron a clamar contra una situación que no sólo deterioraba visualmente el paisaje rural sino que provocaba graves problemas de contaminación. El vertido, frecuentemente clandestino, sin separación ni tratamiento, de una mezcla de restos “inocentes” , como ladrillos, azulejos, solados, hormigón, piedras, yeso o maderas, trufados de amianto, resinas industriales, cristales, plásticos, disolventes y restos de pintura, mercurio, sodio, níquel y otros metales nada ecológicos, constituye, desde luego, una auténtica bomba de relojería medioambiental.

Poner coto a esta situación ya no era sólo una demanda de grupos ecologistas organizados, sino que también fue el conjunto de la sociedad el que cada vez con más fuerza exigía un desarrollo sostenible. Una demanda a la que responden el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición 2001?2006, que vio la luz en julio de 2001, y los proyectos y planes similares puestos también en marcha por Comunidades Autónomas.

Pero hoy en día, ya existen propuestas de revisión del Plan que identifiquen un conjunto de medidas de tipo económico y legal que combinadas puedan producir el mejor efecto de incentivación posible del reciclaje de los residuos de construcción y demolición.

Para mejorar la gestión de residuos y reciclado, aparte de estas medidas, también es necesario prever y planificar de manera racional y eficiente las acciones que se llevarán a cabo:

  • En cuanto a la demolición, la acción preventiva más adecuada es la desconstrucción en lugar de la demolición habitual, que se efectúa de forma masiva e indiferenciada. La desconstrucción es el conjunto de acciones de desmantelamiento de una construcción que hacen posible un alto nivel de recuperación y de aprovechamiento de los materiales.
  • En relación con la etapa de ejecución de la obra o de la demolición, las acciones deben estructurarse, según cuál sea el caso, siguiendo un Plan de gestión de residuos. Para constructores y empresas de derribo, resulta necesario desarrollar un método con el que prever, durante la fase de planificación de la obra o de la demolición, las actividades y costes económicos, en cada etapa del proceso, que origina la gestión de los sobrantes de obra y de los residuos de demolición.
  • Finalmente, queda la etapa de la ejecución material de la gestión de los residuos a pie de obra. Para conseguir llevar a la práctica con éxito esta gestión, todos los que intervienen en la obra, tanto si se trata de un peón como un capataz, un encargado o el técnico director, deben dirigir su trabajo hacia esos objetivos. Y hacerlo con una actitud que no debe ser solamente pasiva, limitándose a cumplir las normas y órdenes dictadas, sino que también han de tomar una disposición activa.

El personal de la obra debe aprovechar su experiencia en la ejecución material de las órdenes para proponer aquellas acciones que crean que pueden mejorar la situación. Por otra parte, los encargados y directores de las obras deben prestar atención a esas propuestas para, desde una perspectiva más global de los problemas de la obra, conducirlas a buen fin.

Es necesario que todos los que participan en el proceso de construcción y demolición faciliten y fomenten la reducción, reutilización y valorización de los residuos originados mediante el reciclaje.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo