Aunque jardines hay todo el año, es en ésta época cuando más nos apetece disfrutar de ellos. Ante todo, el jardín debe diseñarse para que sea un espacio de relajación. Un oasis que te transporte a otro mundo, donde se pueda desconectar de los problemas cotidianos.
Para ello, no es necesario disponer de muchos metros cuadrados. Un pequeño espacio con un olivo, unas plantas aromáticas, cantos rodados y si es posible, una fuente, puede convertirse en un lugar único para el disfrute.
Debemos pensar siempre en un jardín sostenible, es decir, aquel que aproveche los recursos que tenemos. Por ello, el diseño del jardín debe realizarse en función de la zona climática en la que nos encontremos, así como estudiar la alcalinidad del suelo sobre el que vayamos a plantar. En el caso de Madrid tenemos un clima seco, con pocas precipitaciones y con un salto térmico, entre el verano y el invierno, importante. Por lo tanto debemos elegir aquellas plantas que aguanten bien las heladas y requieran poca agua.
A la hora de escoger los árboles, arbustos y flores, para nuestro jardín, tenemos que tener en cuenta las especies autóctonas, pues a la larga serán las que mejor se aclimaten al entorno. Entre ellas encontramos las encinas, los pinos, el tomillo y la jara, entre otros.
También los olmos, sauces y fresnos proliferan en las orillas de los ríos de la Comunidad de Madrid. Esto nos indica que son árboles que requieren una gran cantidad de agua, por lo que a la hora de plantarlos en un jardín, hay que tener mucho cuidado de que sus raíces no estropeen nuestras canalizaciones, por lo que no es muy recomendable situarlos ni cerca de la vivienda, ni de la piscina.
Busquemos plantas que sean capaces de producir beneficios, como las leguminosas, que tienen la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, aportando nutrientes al terreno. O plantas que repelan las plagas, las moscas o los mosquitos, como el tomillo, la lavanda, la manzanilla y la albahaca.
Utiliza plantas tapizantes para grandes zonas de terreno, como la clavelina, la verbena o la hierba de San Juan, que junto con árboles de raíces profundas, ayudan a fijar el terreno. Y en lo posible, intenta respetar la flora ya existente.
Haz de tu jardín un espectáculo de color y textura durante todo el año, utilizando plantas que florezcan en distintas épocas, así como mezclando especies de hojas perennes con las de hojas caduca, que con los cambios de estación, van cambiando de tonalidad.
Otro factor importante es el consumo de agua. La Ordenanza para la Gestión y Uso Eficiente del Agua de la Ciudad de Madrid, especifica que en el diseño, remodelación y ejecución de nuevas zonas verdes privadas de Madrid, se utilizarán en un 80% de especies autóctonas y tapizantes, no pudiéndose superar el 20% del terreno para la plantación de praderas, pues estas son las que más consume agua.
Sabiendo que la mayoría de los jardines privados de Madrid se riegan con agua potable, hay que ir pensando en un uso eficiente de éste bien, instalando suministros de agua reciclada y utilizando el método de riego más conveniente. Así mismo, la creación de espacios con sombra, evita la evaporación del agua del terreno, incrementando el ahorro de riego
Los sistemas de riego más comunes son, el riego con aspersores o difusores, riego por goteo, riego subterráneo y riego con manguera.
- El riego por aspersor o difusor es muy parecido, y se utilizará un sistema u otro según la superficie a regar. Mientras que el aspersor alcanza los 6 m, el difusor está entre 2 y 5 m. Estos sistemas son los más usados para el riego de grandes superficies de césped.
- El riego por goteo, es el que consume menos agua y el que permite tener siempre la zona tratada en unas condiciones óptimas de humedad. Pueden ser tuberías con goteros integrados o, de botón, donde se pincha la tubería, justo donde se necesita la salida de agua. Según la zona a tratar, utilizaremos uno u otro sistema.
- El riego subterráneo es uno de los métodos más modernos. Se trata de tuberías micro perforadas que se entierran a diferentes profundidades, según las plantas a regar, y según el tipo de terreno sobre el que se actúe. Se está implantando para el riego de pequeñas zonas de césped, aunque tiene un riesgo importante, que es la obturación de las salidas de agua, debido a la cal.
- Y por último, el riego con manguera, que es el menos aconsejable, puesto que es el que consume más agua y además, esta no se distribuye de manera uniforme.
En definitiva, se trata de crear un jardín del que podamos disfrutar todo el año y cuyo coste y mantenimiento no nos resulte una carga. En Reformadísimo, no sólo reformamos su vivienda, si no que también nos ocupamos de convertir su jardín en un espacio único, integrado en el conjunto de su hogar y a la medida de sus necesidades.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo