Las losetas decorativas no son mas que revestimientos para la pared, con los que puedes dar a más vida a cualquier estancia de la casa. Esto se debe a que no son lisos, sino que pueden estar decorados con una gran variedad de estilos, diseños y colores. Por lo tanto, solo es necesario buscar un poco para encontrar losetas con el diseño, colorido y dibujos que más se adapten a tu estilo, y al de la estancia en la que quieras colocarlos. Además, estas losetas pueden imitar gran cantidad de acabados: piedra, madera, cemento, cerámica, etc.

Como hemos mencionado, este tipo de losetas se pueden encontrar en cualquier habitación de una vivienda. Incluso en los techos, y en algunos casos, en el suelo. Eso sí, su presencia es más habitual en baños y cocinas, gracias sobre todo a que están preparados para soportar niveles de humedad elevados. Pero no es lo único que has de tener en cuenta antes de decidirte por unas en concreto e instalarlas, además de que hay que hacerlo sobre una superficie lisa o sobre azulejos. Hay bastantes puntos que debes tener en cuenta antes de instalarlas.

Distintos tipos de losetas para decoración

Generalmente, las losetas decorativas pueden ser de dos tipos, en función del material con el que se hayan construido: de PVC y de vinilo. Aparte de esto, en función del mecanismo que se utilice para colocarlas, lo que también variará en función del material con que estén hechas, se pueden clasificar en autoadhesivas y no autoadhesivas. Las primeras llevan una capa de un material pegajoso, una especie de cobertura de pegamento en su parte posterior, con el que se fijan a la superficie que se quiera cubrir. Las no autoadhesivas necesitarán aplicar previamente, sobre la pared en la que se colocarán, una masilla o elemento adhesivo.

En cualquiera de los dos casos, este tipo de losetas se puede colocar sobre otros azulejos o revestimientos que ya estuviesen sobre la pared. Además, cubrirlos es un proceso rápido y sencillo, que puedes realizar sin acudir a expertos, ni realizar ningún tipo de obra. Solo tienes que tener un poco de pulso y pericia para dar a todas las paredes de habitaciones, baños o cocina (o a una parte de las mismas) el aspecto deseado.

Las losetas de vinilo son las que con más frecuencia suelen ser autoadhesivas. Generalmente tienen forma de baldosa, e imitan su acabado. Por eso, tienen aspecto de azulejos convencionales. Pueden ser tanto lisos como presentar cierto relieve, y para colocarlas en su lugar solo hay que retirar la lámina que cubre y protege el material autoadhesivo de la parte trasera de las losetas, y pegarlas después en su lugar.

Estas losetas también se pueden presentar en una especie de malla de varias losetas seguidas, que se puede recortar para darle las dimensiones deseadas. Puede ser cuadrada o rectangular, y se pega a prácticamente cualquier superficie sin mayores problemas. Para cortarlas con las medidas deseadas no hay que complicarse mucho la vida: basta un cúter para hacerlo.

Las losetas que no llevan material autoadhesivo suelen ser más gruesas, e imitan más tanto en aspecto como en dimensiones a los azulejos. En este caso, para colocarla hay que aplicar antes a la superficie en la que se van a colocar una capa que permita pegarlas. Por lo tanto, tiene que ser adhesiva. Una vez esté repartida por las paredes que se van a cubrir, se pueden colocar las losetas sobre ella, apretando un poco para fijarlas y dejarlas en su sitio.

Ventajas de las losetas decorativas

Como hemos visto hasta ahora, las losetas decorativas se pueden instalar prácticamente sin hacer obras. Además, en muchos casos no será necesario ni siquiera utilizar pegamentos o materiales fijadores adicionales. Esa es la primera de sus ventajas.

La segunda, que se pueden colocar sin generar escombros, porque no hace falta retirar los azulejos que hubiese antes, ni tampoco rozar las paredes. Pero este tipo de materiales tienen muchas más ventajas. Entre ellas, que con su instalación se pueden disimular los defectos que puedan tener las paredes.

No solo eso, sino que también se pueden instalar para evitar que las paredes sobre las que se colocan sufran los efectos de la humedad. Esto último se debe al nivel de resistencia de los componentes con los que se fabrican a las humedades. También se pueden colocar en superficies que estén expuestas a manchas. Por ejemplo, en estancias y viviendas en las que haya niños pequeños. Si caen manchas sobre ellas, se pueden limpiar con facilidad y sin dejar rastro.

También son convenientes para mejorar el nivel de aislamiento de los puntos en los que se colocan. Tanto de los ruidos como del frío y del calor. Esto se debe tanto a los materiales con los que están fabricadas como a la estructura con la que se han fabricado. Por tanto, son perfectas para aislar un poco de los ruidos exteriores, del frío y del calor.