Reforma accesible en Madrid: adapta tu vivienda a tus necesidades

(actualizado ) | Reformas integrales

¿Sabías que en España hay casi 4 millones de personas con discapacidad buscando viviendas accesibles? Encontrar un hogar sin barreras puede convertirse en una odisea, especialmente en ciudades como Madrid con tantos edificios antiguos. Afortunadamente, reformar una vivienda para adaptarla a personas con movilidad reducida, discapacidad visual o auditiva es cada vez más viable gracias a avances técnicos, normativas robustas y nuevas ayudas en 2025. En este artículo te explicamos **cómo adaptar tu vivienda en Madrid** a tus necesidades especiales, abordando la normativa vigente (CTE, leyes de accesibilidad), las subvenciones actuales (como el **Plan Adapta Madrid 2025** y fondos Next Generation) y las soluciones modernas de reforma accesible (desde domótica hasta baños adaptados y señalética sensorial).

Con un enfoque experto pero cercano, revisaremos paso a paso las claves para lograr una casa completamente accesible para todos. Te contaremos recomendaciones prácticas para eliminar barreras arquitectónicas en pasillos, puertas, escaleras, cocina y baño, integrando tecnologías de apoyo para personas con distintos tipos de discapacidad. Además, conocerás un caso de éxito real en Madrid que muestra el antes y después de una reforma accesible. ¡Prepárate para descubrir cómo una reforma integral bien planificada puede mejorar radicalmente la autonomía y calidad de vida en tu hogar!

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Normativa vigente en accesibilidad (Madrid 2025)

En 2025, la normativa de accesibilidad en viviendas está bien establecida tanto a nivel nacional como autonómico. El **Código Técnico de la Edificación** (CTE), en su Documento Básico de **Seguridad de Utilización y Accesibilidad (DB-SUA)**, fija las exigencias básicas para que los edificios sean accesibles. Esto incluye medidas como anchos mínimos de puertas (por ejemplo, 80 cm en accesos para permitir el paso de sillas de ruedas), pasillos de al menos 90 cm de ancho y espacios de giro de 1,20 m de diámetro libres de obstáculos. También se exige la eliminación de desniveles o escalones en itinerarios practicables, instalación de rampas o ascensores donde sea necesario, y la dotación de medios de acceso alternativos (plataformas elevadoras, salvaescaleras) en edificios de varias plantas.

La normativa estatal fue reforzada por el Real Decreto 173/2010, que actualizó el CTE en materia de accesibilidad y dio de plazo hasta diciembre de 2017 para adaptar edificios existentes. Por su parte, la Comunidad de Madrid cuenta con su propia legislación: la Ley 8/1993 de Promoción de la Accesibilidad y Supresión de Barreras Arquitectónicas (y el Decreto 13/2007 que la desarrolla). Esta normativa autonómica complementa la estatal, estableciendo *criterios adicionales* para garantizar la accesibilidad en edificios residenciales madrileños. En la práctica, significa que en Madrid es obligatorio cumplir con los parámetros del CTE DB-SUA y, además, con los requisitos autonómicos en aspectos que aquel no detalle (por ejemplo, características de las rampas, reservas de plazas adaptadas, etc.).

Otro punto importante es la Ley General de derechos de las personas con discapacidad (RD Legislativo 1/2013), que exige ajustes razonables y prohíbe la discriminación por inaccesibilidad. Gracias a ella, las comunidades de vecinos están obligadas a permitir obras de accesibilidad esenciales. De hecho, si un vecino con discapacidad o mayor de 70 años solicita, por ejemplo, la instalación de un ascensor o rampa en el edificio, la comunidad debe acometerla siempre que el coste repercutido no exceda ciertos límites legales (actualmente, el equivalente a 12 mensualidades de gastos de comunidad por año) – y aunque los costes superen ese límite, existen ayudas públicas para cubrir la diferencia. En resumen, hoy en día la ley está de tu lado: puedes y debes reformar tu vivienda o edificio para hacerla accesible, respaldado por un marco normativo que impulsa la accesibilidad universal.

Rampa de acceso sin escalones, con pavimento antideslizante y señalización para usuarios en silla de ruedas.

En las viviendas de nueva construcción ya se aplican de origen estas normativas de accesibilidad. Sin embargo, el parque de viviendas más antiguas (especialmente las de más de 20-30 años) suele presentar barreras arquitectónicas. Es aquí donde entran las reformas: con la ayuda de arquitectos y especialistas en accesibilidad, es posible *adaptar una vivienda existente* para que cumpla con gran parte de los estándares actuales. Desde Reformadísimo nos aseguramos de que cada proyecto de reforma integral accesible siga al pie de la letra la normativa vigente, obteniendo las licencias municipales necesarias y garantizando la seguridad y comodidad del usuario final. Nuestro objetivo es que tu casa alcance (o incluso supere) los criterios de accesibilidad del CTE y la normativa madrileña, manteniendo a la vez el diseño y la estética que deseas.

Ayudas y subvenciones para reformas accesibles en 2025

Reformar para accesibilidad no solo mejora tu calidad de vida, ¡también puede salirte más económico de lo que piensas! Existen varias ayudas públicas en 2025 para adaptaciones de viviendas en Madrid, tanto a nivel municipal, autonómico como estatal/europeo. A continuación, destacamos las más relevantes:

Plan Adapta Madrid 2025

El Ayuntamiento de Madrid, consciente de la necesidad de hogares accesibles, ha lanzado la **6ª edición del Plan Adapta**:. El Plan Adapta Madrid 2025 dispone de 4 millones de euros en subvenciones para personas con discapacidad o enfermedades raras que necesiten adaptar su vivienda habitual. ¿En qué consisten estas ayudas? En cubrir entre el 50% y el 90% del coste de las obras de accesibilidad, con un tope de **hasta 30.000 € por vivienda**:, dependiendo del grado de discapacidad reconocido. Por ejemplo, una reforma para adecuar un baño, ensanchar puertas e instalar domótica esencial valorada en 20.000 €, podría recibir hasta 18.000 € de ayuda si el solicitante tiene un grado alto de discapacidad.

El Plan Adapta financia un amplio abanico de actuaciones: desde eliminar barreras arquitectónicas (poner rampas, salvaescaleras, elevadores) hasta instalar sistemas de **hogar digital y domótica accesible** que aumenten la autonomía:. Incluso contempla adaptaciones en zonas comunes del edificio (portales, ascensores) y en locales comerciales en planta baja o primera planta:. Las solicitudes se gestionan de forma individual y *se pagan por adelantado* una vez concedidas, para facilitar que el beneficiario pueda costear la reforma. Ten en cuenta que el plazo de solicitud de la convocatoria 2025 está abierto hasta el 7 de julio de 2025:, ¡no te duermas si cumples los requisitos!

El impacto de este plan en Madrid está siendo muy positivo. En las ediciones anteriores (2020-2024) se realizaron más de 2.600 actuaciones de accesibilidad gracias al Plan Adapta:. Aproximadamente el 70% de las obras subvencionadas han sido para personas con movilidad reducida, un 12% para discapacidad visual y el resto para auditiva u otras. Las intervenciones más comunes incluyen la adecuación de puertas y pasillos, adaptación de cuartos de baño y cocina, instalación de grúas o plataformas elevadoras, sistemas domóticos y mejora de pavimentos. En reconocimiento a su labor, el Plan Adapta ha recibido premios de accesibilidad y se considera un programa pionero en España. Sin duda, si vives en la ciudad de Madrid y necesitas reformar tu casa por motivos de discapacidad, esta es la **primera ayuda** que debes consultar.

Fondos Next Generation EU y Plan Estatal de Vivienda

Más allá de las ayudas municipales, también existen subvenciones gestionadas por la Comunidad de Madrid y el Estado, muchas de ellas alimentadas por los fondos europeos Next Generation EU (los fondos de recuperación). Estos fondos han dado lugar a programas de rehabilitación de vivienda a gran escala, donde la **mejora de la accesibilidad** es una de las actuaciones subvencionables (especialmente cuando se combina con eficiencia energética). Por ejemplo, el Gobierno de España aprobó en 2021 unas líneas de ayuda para la rehabilitación de edificios y viviendas (Real Decreto 853/2021), que permiten obtener subvenciones de hasta un 40%–80% del coste de obras integrales que incluyan la instalación de ascensores, rampas, o accesos adaptados, al tiempo que se mejora el aislamiento térmico o la eficiencia energética. La Comunidad de Madrid participa en estos programas ofreciendo convocatorias para comunidades de propietarios que quieran, por ejemplo, poner un ascensor nuevo en un edificio antiguo: en muchos casos, **parte del coste del ascensor lo cubre la ayuda europea**, reduciendo la aportación de los vecinos.

Adicionalmente, el **Plan Estatal de Vivienda 2022-2025** contempla un programa específico para la mejora de la accesibilidad en viviendas, con subvenciones que pueden alcanzar hasta 6.000 € por vivienda para obras como cambios de bañera por ducha accesible, colocación de pasamanos, automatización de puertas, etc., siempre que la unidad familiar cumpla ciertos requisitos de ingresos. Estas ayudas estatales suelen canalizarse a través de la comunidad autónoma, por lo que conviene estar pendiente de las convocatorias de rehabilitación de vivienda de la Comunidad de Madrid (y del Ayuntamiento, que en ocasiones cofinancia). Un recurso útil es la Oficina de la Rehabilitación de Madrid, donde se informa de las ayudas disponibles en cada momento.

Incentivos fiscales y financiación

No podemos olvidar las ventajas fiscales. A nivel estatal existía una deducción en el IRPF por obras de adecuación de vivienda habitual por discapacidad (hasta un 20% de las cantidades invertidas, con base máxima de ~12.000 €) pero actualmente **solo se aplica a obras realizadas antes de 2013** bajo régimen transitorio. No obstante, se han articulado otros incentivos: por ejemplo, las deducciones por rehabilitación energética (vigentes hasta 2024 y extendidas a 2025) que permiten desgravar entre un 20% y un 60% de las obras que mejoren la eficiencia del hogar, y que podrían incluir parte de las mejoras de accesibilidad si se realizan conjuntamente (por ejemplo, cambiar ventanas y de paso ensanchar huecos de puertas). Además, algunas Comunidades Autónomas ofrecen sus propias deducciones o bonificaciones en impuestos locales. En Madrid, por ejemplo, las personas con discapacidad pueden solicitar bonificaciones en el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) de su vivienda habitual, lo que aligera los gastos anuales una vez realizada la reforma.

En cuanto al IVA, las obras de reforma en vivienda habitual cuentan con un IVA reducido del 10% (en lugar del 21% general) siempre que el inmueble tenga más de 2 años de antigüedad y sea para uso propio. Y para determinadas adaptaciones muy específicas –como la compra de equipos especiales de accesibilidad (ej.: una silla salvaescaleras, plataformas elevadoras, dispositivos de comunicación para personas sordas)– es posible beneficiarse de un IVA súper reducido del 4%, siempre que se cumplan los criterios de la ley de IVA para personas con discapacidad. En definitiva, **adaptar tu casa puede ser más asequible** de lo que parece: combinando ayudas directas y ahorros fiscales, el presupuesto final que sale de tu bolsillo se reduce notablemente.

Soluciones de reforma para una vivienda accesible

Ahora que conocemos el marco legal y las ayudas disponibles, pasemos a la parte más práctica: ¿qué reformas puedo hacer en mi vivienda para que sea realmente accesible? Las soluciones dependerán del tipo de discapacidad o limitación funcional que tenga el ocupante, pero la recomendación general es **adoptar un enfoque global**. Es decir, abordar la accesibilidad de forma integral en toda la casa, eliminando barreras físicas, adaptando los elementos e incorporando tecnología de apoyo cuando sea útil. A continuación, veremos las principales actuaciones divididas por tipo de necesidad: movilidad reducida, discapacidad visual y discapacidad auditiva. En muchos casos, *una misma vivienda puede requerir combinaciones* de estas adaptaciones – por ejemplo, una persona mayor con movilidad limitada y visión reducida, etc. Lo importante es conocer las opciones para personalizarlas a cada caso.

Adaptaciones para personas con movilidad reducida

La mayoría de las reformas de accesibilidad se enfocan en quienes usan silla de ruedas, andadores o tienen dificultad de movimiento. El objetivo principal es lograr una **vivienda libre de obstáculos físicos**, donde una persona pueda desplazarse en silla de ruedas o con apoyo *sin ayuda de terceros*. Algunas soluciones clave son:

  • Eliminación de barreras arquitectónicas: Se quitan escalones en la entrada y dentro de la casa, reemplazándolos por rampas suaves (pendiente recomendada < 10%). También se eliminan umbrales elevados en puertas o salidas a terrazas, enrasando suelos para que no haya “bordillos” que entorpezcan el paso.
  • Ensanchar puertas y pasillos: Las puertas deben tener al menos 80 cm de ancho libre (90 cm ideal). Si las puertas actuales son estrechas, se cambian por puertas más anchas o se instalan puertas correderas empotradas, que además facilitan mucho el paso (no hay hoja invadiendo espacio). Los pasillos se intentan dejar con un ancho libre mínimo de 90 cm y se evitan giros cerrados; cuando es posible, se derriban tabiques innecesarios para unificar estancias (por ejemplo, integrar cocina y salón) y crear espacios más diáfanos donde moverse con la silla de ruedas.
  • Espacio de giro y acercamiento: En cada estancia debe poder inscribirse una circunferencia de 1,20 m de diámetro para girar la silla. Asimismo, frente a muebles y equipamientos (cocina, armarios, cama) conviene dejar áreas libres que permitan acercarse frontal o lateralmente con la silla. Esto se logra reubicando muebles o eligiendo un mobiliario compacto y pegado a paredes.
  • Suelo seguro y homogéneo: Se coloca pavimento continuo, antideslizante y sin cambios de nivel. Nada de alfombras sueltas o cables por medio. Los materiales antideslizantes (ej. porcelánico o vinílico con textura) previenen resbalones tanto en seco como en mojado.
  • Alturas adaptadas: Una persona en silla de ruedas alcanza cómodamente objetos entre 40 cm y 140 cm desde el suelo. Por ello, se bajan los interruptores de la luz (a ~85 cm de altura) y los enchufes (a ~50-70 cm). Las encimeras de cocina y lavabos se instalan más bajos (unos 80-85 cm de altura) y dejando espacio libre inferior (mínimo 65 cm de altura libre) para que la silla se pueda meter debajo. También se adaptan los armarios: los estantes altos se vuelven abatibles o se dispone almacenamiento en niveles bajos para los objetos de uso diario.
Silla salvaescaleras instalada en un tramo de escalera interior, una solución eficaz cuando no es posible colocar un ascensor convencional.

¿Y si la vivienda tiene varias plantas? En chalets o dúplex, una solución común es instalar **salvaescaleras** o plataformas elevadoras. Los salvaescaleras con silla motorizada (como el de la imagen) permiten a una persona subir sentada por la escalera, mediante rieles fijados a los peldaños o la pared. Ocupan poco espacio y su instalación es rápida (pocos días), sin obras complejas. Alternativamente, las plataformas elevadoras verticales tipo “mini ascensor” pueden comunicar dos plantas en espacios reducidos (incluso caben en huecos de escalera), siendo aptas para sillas de ruedas. En edificios comunitarios, la instalación de un ascensor accesible en el zaguán o patio es la obra estrella para la movilidad: elimina de un plumazo la mayor barrera que son las escaleras. Gracias a las ayudas comentadas, muchas comunidades de vecinos están incorporando ascensores donde antes solo había escalera, revalorizando además el inmueble.

Dentro de la vivienda, especial atención merecen el baño y la cocina, que son las estancias más críticas en autonomía personal:

  • Baño adaptado: Se recomienda una ducha a ras de suelo (tipo *ducha italiana* sin bordillo) en lugar de bañera, con mampara abatible y espacio suficiente para entrar con silla o banco de ducha. Se instalan **barras de apoyo** en ducha, junto al inodoro y lavabo, para facilitar transferencias y equilibrio. El inodoro, mejor elevado (unos 50 cm de altura) y sin pedestal en el lavabo para poder acercar la silla debajo{index=34}. El suelo del baño debe ser antideslizante incluso mojado, y la puerta preferiblemente corredera o abatible hacia afuera para no bloquearse en caso de emergencia.
  • Cocina accesible: Se puede diseñar una cocina *americana* abierta que facilite movimientos. Las encimeras y fregadero a ~80 cm de altura, con hueco debajo para las piernas de la silla. Los muebles altos equipados con sistemas abatibles o módulos extraíbles hacia abajo (existen herrajes hidráulicos para armarios que bajan el estante al pulsar un botón). Vitrocerámica de inducción (más segura que gas), y mandos de electrodomésticos frontales accesibles. También es útil una mesa de trabajo rodante, que se puede mover según convenga.
  • Otros detalles: Colocar espejos inclinados (para poder verse desde la silla), utilizar grifos monomando o de sensor (más fáciles que grifos de rosca), puertas con manillas de palanca en vez de pomos redondos, y garantizar buenas franjas de paso (por ejemplo, dejar al menos 150 cm libres delante de la cama, para maniobrar con grúa si fuera necesario en el futuro).
Baño adaptado con inodoro elevado y apoyabrazos abatibles para facilitar la transferencia desde la silla de ruedas.

En resumen, la consigna para movilidad reducida es adaptar el entorno a la persona (y no al revés). Cada centímetro cuenta a la hora de moverse en silla de ruedas, así que la reforma debe planificarse minuciosamente. En Reformadísimo realizamos un estudio personalizado de tu vivienda, identificando todos los obstáculos a eliminar y proponiendo soluciones creativas para maximizar el espacio útil. Nuestro consejo profesional: si vas a reformar, piensa también en el futuro (concepto de diseño universal). Incluso si hoy caminas con bastón, deja la estructura de la casa preparada por si mañana necesitas una silla de ruedas o cama articulada. ¡Tu “yo futuro” te lo agradecerá!

Adaptaciones para discapacidad visual

Una vivienda amigable para personas ciegas o con baja visión debe enfocarse en la información visual y táctil. Aquí las reformas no siempre implican obra de albañilería, sino más bien equipamiento y acabados específicos:

  • Iluminación óptima: Se instala iluminación abundante y bien distribuida, preferiblemente regulable. Las zonas de trabajo (cocina, escritorio) llevan luces directas. Se evitan las zonas en penumbra y los deslumbramientos (usar iluminación LED cálida difusa). Automatizar luces con sensores de presencia es muy útil para que se enciendan al entrar a cada habitación sin buscar interruptores.
  • Contrastes de color y texturas: Para quien tiene algo de resto visual, es vital marcar contrastes. Por ejemplo, pintar los marcos de puerta de color contrastante con las paredes, colocar pavimento de color distinto en el borde de escalones o cambios de nivel, y usar muebles que contrasten con el suelo. También se pueden añadir bandas antideslizantes de color vivo en los escalones. Las superficies deben tener acabados mates (no brillantes) para evitar reflejos confusos.
  • Señalética y braille: Incorporar rótulos en braille o con relieve en puertas (para identificar estancias como cocina, baño, etc.) y en interruptores o electrodomésticos (por ejemplo, marcadores táctiles en la posición de temperatura del horno o lavadora). Asimismo, es útil un sistema de **señalética táctil en el suelo**: bandas o texturas en el pavimento que sirvan de guía hacia ciertas estancias (parecido a las guías podotáctiles en espacios públicos, adaptado a casa).
  • Domótica al servicio de la visión: Los asistentes de voz y dispositivos inteligentes son grandes aliados. Un sistema de hogar domótico puede informar mediante voz del estado de las puertas (abierta/cerrada), leer en voz alta etiquetas RFID colocadas en productos o medicinas, o anunciar quién llama al timbre. La casa “habla” a la persona con discapacidad visual para suplir la información que no percibe por la vista.
Señalización con braille para personas con discapacidad visual, combinada con texto en alto relieve y color contrastado.

Además de lo anterior, es importante eliminar riesgos: proteger esquinas salientes de muebles (o redondearlas), asegurar cables pegados a paredes, instalar detectores acústicos (por ejemplo, un avisador sonoro cuando queda una puerta de armario abierta, para no golpearse). También podemos incluir *tecnología asistida*, como balizas que guían mediante sonidos (beep) hacia la salida en caso de emergencia, o apps de móvil con cámara que reconocen colores, textos y obstáculos y los describen verbalmente. En definitiva, una casa adaptada para una persona ciega debe ser un entorno donde todo “se pueda leer” con los otros sentidos (tacto u oído). Con las adaptaciones adecuadas, una persona con discapacidad visual puede orientarse y realizar sus tareas en casa de forma segura e independiente.

Adaptaciones para discapacidad auditiva

Para quienes tienen sordera o pérdida auditiva, la prioridad es proporcionar señales visuales o sensoriales alternativas al sonido. Veamos algunas soluciones habituales en la reforma de viviendas para personas con discapacidad auditiva:

  • Sistemas de aviso luminosos: Se instalan luces intermitentes o destellos en puntos estratégicos conectados a timbres, portero automático, alarmas de incendio o detectores de humos. Así, si llaman a la puerta o suena la alarma, la persona se entera visualmente mediante un flash. Hay kits domóticos inalámbricos que integran timbre y detector con luces de aviso en distintas habitaciones.
  • Vibración y señales hápticas: Otra opción es colocar dispositivos vibratorios, por ejemplo, en el sofá o bajo la almohada de la cama, que vibren ante determinadas alertas (hora de despertarse, alguien llamando, etc.). Algunos despertadores para personas sordas combinan luz potente con vibrador de almohada para garantizar que se despierten a tiempo.
  • Bucles de inducción y sonido amplificado: Si la persona usa audífonos o implante coclear, conviene instalar un **bucle inductivo** en el salón o donde vea la televisión, para que el sonido de la TV se transmita directamente al audífono eliminando ruido ambiente. Igualmente, dispositivos amplificadores de sonido pueden ayudar en el intercomunicador del portal, haciendo más inteligible la voz. En la reforma se puede prever el cableado o la instalación de estos sistemas.
  • Domótica conectada al móvil: Hoy día muchas notificaciones del hogar pueden vincularse al smartphone o smartwatch. Por ejemplo, la lavadora inteligente envía una notificación al móvil al terminar, las cámaras de la puerta muestran video cuando alguien toca el timbre, etc. Para una persona sorda, este tipo de integración es esencial: convierte eventos sonoros en notificaciones visuales en un dispositivo que siempre lleva encima.

En cuanto al diseño físico, una vivienda pensada para personas con problemas auditivos debe favorecer la comunicación visual: espacios abiertos donde sea fácil el contacto visual entre habitantes, buena iluminación (para leer los labios o la lengua de signos), y posiblemente la instalación de espejos estratégicos que permitan ver si alguien se acerca por detrás (por ejemplo, un espejo cerca de la puerta de entrada). También se pueden emplear colores en la decoración para transmitir información: por ejemplo, una luz piloto de color en el teléfono fijo que parpadee cuando suena, etc. Lo importante es crear un entorno en el que la falta de audición *no impida enterarse de lo que ocurre* en casa. Con las soluciones actuales, esto es muy posible: desde un timbre inteligente hasta un sistema completo de hogar conectado, la tecnología suple los avisos acústicos mediante luces, textos o vibraciones.

Caso de éxito: un hogar madrileño sin barreras

Para ilustrar cómo todas estas ideas se materializan, te contamos un caso (ficticio pero basado en reformas reales de Reformadísimo):

María, una vecina de 58 años en el barrio de Chamberí, Madrid, usa silla de ruedas a causa de una enfermedad degenerativa. Su piso, en una finca de los años 60, presentaba numerosos obstáculos: un escalón de 7 cm en la entrada de la vivienda, pasillos estrechos, una cocina independiente muy pequeña donde no cabía la silla, y un baño antiguo con bañera. María y su esposo contactaron a **Reformadísimo** buscando una reforma integral que les permitiera continuar viviendo allí cómodamente y de forma segura.

Tras estudiar el caso, nuestro equipo propuso una solución integral. En coordinación con un arquitecto y un terapeuta ocupacional, diseñamos una nueva distribución para su hogar:

  • Se eliminó el tabique que separaba la cocina del salón, creando un espacio abierto. Ahora María puede moverse libremente por una amplia cocina americana, con isla accesible, encimera rebajada y electrodomésticos panelados a la altura adecuada. La nueva distribución permite un giro de 360º con la silla en la cocina-comedor.
  • Colocamos puertas correderas empotradas en dormitorio, baño y cocina, todas de 82 cm de luz útil. Adiós a los portazos contra la silla: las correderas suaves hacen que María pueda entrar y salir de cada estancia sin ayuda. Además, automatizamos la puerta de entrada con un operador motorizado y cerradura inteligente, de modo que puede abrirla o cerrarla con un mando o el móvil (muy útil cuando llega con compras o si viene el servicio de asistencia).
  • En el baño, cambiamos la antigua bañera por una ducha enrasada de 1,40 × 0,90 m, con asiento abatible y grifería termostática. Instalamos un inodoro tipo japonés a 50 cm de altura y un lavabo flotante adaptado. Todo el baño cuenta con barras de apoyo de acero inoxidable, y el pavimento es antideslizante clase C. Ahora María puede ducharse prácticamente sin ayuda, con total seguridad.
  • Se nivelaron los suelos de todo el piso, suprimiendo desniveles. También adaptamos la terraza: antes tenía un escalón de 10 cm, que subsanamos elevando ligeramente el interior y poniendo un vierteaguas inclinado accesible. La transición salón-terraza es continua, permitiendo a María salir a tomar el aire sin obstáculos.
  • Como la finca aún no tiene ascensor, coordinamos con la comunidad la instalación de una plataforma salvaescaleras en el portal a través del Plan Adapta. Gracias a ello, María puede entrar y salir del edificio en su silla mediante esa plataforma elevadora que salva los 8 escalones de la entrada comunitaria. El 80% del coste de esta instalación fue cubierto por la subvención municipal, ¡un gran alivio para todos los vecinos!
  • Por último, dotamos la vivienda de un sistema de domótica accesible: luces automáticas en pasillos, sensores de apertura en puertas (que envían aviso al móvil de su esposo si María sale de casa, por seguridad), un video-timbre inteligente y integración con su asistente de voz Alexa. Ahora María enciende/apaga electrodomésticos o el aire acondicionado con solo un comando de voz, y recibe en su teléfono alertas visuales (y vibratorias) si alguien toca el timbre o si detecta humo en la cocina.

El resultado: La casa de María se transformó en un hogar cálido, moderno y 100% accesible. Donde antes había angustia por cada pequeña tarea (bañarse, cocinar, entrar o salir de casa), ahora hay autonomía y tranquilidad. María comenta emocionada que puede preparar la cena ella sola mientras su esposo trabaja, algo impensable antes de la reforma. Y sus familiares destacan la seguridad: “ya no tememos que se resbale en la bañera o se quede atrapada detrás de una puerta pesada”. Este caso de éxito refleja la misión de Reformadísimo: mejorar vidas a través de reformas inteligentes. Con planificación, conocimiento técnico y empatía, cualquier vivienda se puede convertir en un entorno sin barreras, manteniendo la estética y el confort.

¿También quieres transformar tu vivienda en un hogar sin barreras? Llámanos al 91 252 32 77 o solicita un PRESUPUESTO GRATUITO. En Reformadísimo te asesoramos de manera personalizada para lograr la **reforma accesible** que necesitas, con la mejor calidad y garantía.

Preguntas frecuentes

¿Necesito licencia de obras para reformar mi casa por accesibilidad?

Sí. Casi todas las reformas de accesibilidad requieren licencia o comunicado de obras ante el Ayuntamiento. Si son obras menores (ej. cambiar una bañera por ducha, poner barras de apoyo) suele bastar una comunicación previa o licencia menor. Para obras mayores que afectan a la estructura o elementos comunes (instalar un ascensor, ensanchar huecos en muros de carga, etc.), se necesita un proyecto técnico visado y licencia urbanística normal. En Reformadísimo nos encargamos de todos los trámites de licencia, gestionando los permisos necesarios con el Ayuntamiento de Madrid para que tú no tengas que preocuparte. Además, al optar a subvenciones (como Plan Adapta), te exigirán estar al día con las licencias. ¡No lo dejes pasar!

¿Qué ayudas hay en la Comunidad de Madrid para adaptar la vivienda?

La ayuda estrella es el Plan Adapta Madrid del Ayuntamiento (en 2025 ofrece hasta 30.000 € por vivienda). A nivel autonómico, la Comunidad de Madrid cofinancia programas de rehabilitación con fondos Next Generation, subvencionando obras de accesibilidad especialmente en comunidades de vecinos (ascensores, rampas). También existe el Cheque Vivienda para mayores de 65 con dependencia, que cubre parte de las adaptaciones en el hogar (por ejemplo, hasta 3.000 € para quitar barreras). Por último, no olvidemos las deducciones fiscales: aunque la deducción estatal por adaptación ya no está vigente para obras nuevas, Madrid ofrece bonificaciones en IBI y otros impuestos para personas con discapacidad. Lo recomendable es informarse cada año en los organismos oficiales (Ayuntamiento y Comunidad) o consultarnos a nosotros: te ayudaremos a identificar y tramitar todas las ayudas disponibles.

¿Cómo puedo hacer mi baño más accesible con poco presupuesto?

Si no puedes emprender una reforma integral ahora mismo, hay pequeñas mejoras de bajo coste que aumentan mucho la accesibilidad del baño. Por ejemplo: coloca barras de apoyo junto al inodoro y dentro de la ducha (hay kits desde 20-30€ cada barra). Pon un asiento o banqueta antideslizante en la ducha para sentarse al bañar. Cambia el pomo de la puerta por una manilla de palanca (más fácil de abrir con manos debilitadas). Añade una alfombra de goma antideslizante en el plato de ducha. También puedes instalar grifería monomando o con sensor (evita tener que hacer fuerza o giros finos). Y algo muy importante: buena iluminación, quizás con una luz nocturna automática para evitar accidentes en la oscuridad. Con estas adaptaciones económicas, tu baño será más seguro y cómodo sin necesidad de obra grande.

¿La domótica realmente ayuda a personas con discapacidad?

¡Sin duda! La domótica accesible aporta muchísima independencia. Por ejemplo, para alguien en silla de ruedas o cama, poder controlar con el móvil o la voz cosas como las luces, persianas, la puerta de casa o la temperatura es un gran avance (no depende de otra persona para esas tareas). Los sensores de movimiento pueden encender luces automáticamente cuando entras a una habitación – ideal si te cuesta llegar al interruptor. Para personas sordas, la domótica conecta timbres y alarmas al móvil con avisos visuales. Para personas ciegas, asistentes de voz leen información del entorno. Incluso existen sistemas de seguridad que avisan a familiares si ocurre algo (caídas, humo, etc.). En definitiva, un hogar inteligente se adapta a ti: hace que la casa “obedezca” tus órdenes y te informe de lo importante. En Reformadísimo incorporamos soluciones domóticas en muchas reformas accesibles, porque sabemos que marcan la diferencia en calidad de vida.

¿Cuánto cuesta reformar una vivienda para hacerla accesible?

El coste varía según la magnitud de la reforma. No es lo mismo instalar un par de barandillas que reformar integralmente toda la casa. Para darte una idea aproximada: adaptar un baño (cambiar bañera por ducha accesible, sanitarios adaptados, alicatado) puede costar entre 4.000€ y 8.000€. Ensanchar puertas interiores está alrededor de 300-500€ por puerta (dependiendo si son correderas, etc.). Instalar una rampa pequeña en la entrada quizá 1.000-2.000€. Un salvaescaleras o plataforma elevadora arranca desde 6.000€ en adelante según tramo. Una reforma integral accesible completa de un piso (incluyendo cocina, baño, suelos, puertas, domótica…) podría suponer veinte o treinta mil euros. **Pero ojo**: con las ayudas disponibles (ej. Plan Adapta) estos costes se reducen drásticamente – muchos clientes han logrado hacer reformas valoradas en 20.000€ pagando ellos apenas 5.000€ tras subvenciones. Lo ideal es que nos pidas un presupuesto detallado gratuito. Evaluaremos tu caso y te daremos un coste personalizado, además de asesorarte en cómo ahorrar aprovechando ayudas.