El valor de una vivienda no siempre es el mismo. Va cambiando con el tiempo, y puede o bien aumentar, o disminuir. Generalmente, entre los factores que hacen que su valor aumente está un mantenimiento pobre, aparte, claro está, de las fluctuaciones del mercado. Pero también pueden subir, es decir, que puedes revalorizar tu vivienda. Generalmente, a base no solo de un buen mantenimiento por parte de sus propietarios. También de ciertas mejoras.

Esto implica, por descontado, llevar a cabo ciertas inversiones en reformas en la vivienda. Pero el resultado merecerá la pena. Para empezar, la casa será mucho más cómoda. También tendrá un aspecto mucho más cuidado, atractivo y moderno. Además de su más que probable revalorización. Porque si, por ejemplo, se dota de un sistema de calefacción a la casa que no tenía, su valor subirá de manera notable. Pero esta no es la única mejora que puede llevar a que se revalorice tu vivienda. A continuación tienes una serie de medidas y reformas que puedes hacer para que tu vivienda no solo gane en confort y mejore su aspecto. También harán que su valor suba.

Revaloriza tu vivienda: mejora su aislamiento

Una vivienda correctamente aislada térmicamente, entre otras ventajas, no solo mejora el nivel de confort de sus habitantes. También se contribuye a que se revalorice la vivienda que lo tiene. Además, un buen aislamiento, a pesar de que para realizarlo es necesaria una inversión económica notable, permite rebajar después la factura de la luz, dado que no hará falta tanta calefacción en invierno si se tiene eléctrica (o del gas si es de gas). Ni aire acondicionado en verano. La vivienda se calentará menos y perderá menos el frescor interior, lo que reducirá la necesidad de tener los sistemas de climatización encendidos. Y por lo tanto, rebajará la factura correspondiente.

Una casa mejor aislada conseguirá además una mejor calificación en el certificado de eficiencia energética. Este certificado es obligatorio para vender o alquilar una vivienda. Por tanto, si se cuenta con él con una buena certificación, tendrás más posibilidades de vender o alquilar la casa. Y además, de poder hacerlo por un precio más elevado. Da lo mismo si se trata de una vivienda aislada o de un piso en un bloque de vecinos. Mejorar su aislamiento térmico subirá su valor. Por lo tanto, además de una inversión en confort, hacerlo es una inversión económica a medio plazo.

Muchos piensan, eso sí, que basta con aislar las paredes exteriores de una vivienda para que mejore su aislamiento térmico. Que efectivamente lo hará, pero también hay que ocuparse de aislar mejor otros elementos. Hay que cuidar el de las paredes interiores de la casa. Y preocuparse de que puertas y ventanas no tengan ningún poro ni rescoldo por el que se escape el calor o el frío. En caso de que no sean lo bastante aislantes, se pueden cambiar por otros modelos que estén diseñados y desarrollados para ser aislantes.

Especialmente importante es el aislamiento del suelo y el techo. Especialmente si se trata de una vivienda unifamiliar. En estos casos, si se cuenta con un sótano o una buhardilla, mejorar su aislamiento hará que ambas estancias se puedan utilizar con otros fines que los dispuestos en principio. Porque en ellos hará menos frío en verano y menos calor en verano. Hay que cuidar la disposición de un buen aislamiento térmico en el caso de una buhardilla, porque si tiene mejor temperatura podrá utilizarse como dormitorio o sala de estar.

Aislamiento del ruido

Además del aislamiento térmico, en función de los materiales que se utilicen para aislar, también puede que se consiga mejorar en cuanto a la supresión de ruidos del exterior. Esto se debe a que algunos materiales utilizados en los aislamientos no solo permiten aislar una vivienda de los cambios de temperatura. También algunos cuentan con protección frente a ruidos, lo que hará que las viviendas en zonas ruidosas reciban, una vez aislados, menos ruidos del exterior. Y si, la tranquilidad es tan importante como tener una temperatura confortable en casa, por lo que contar con un buen nivel de aislamiento acústico también consigue revalorizar una vivienda.

Dentro de los materiales utilizados para aislar una vivienda térmicamente, como la fibra de madera o la celulosa, los hay que se utilizan con bastante frecuencia porque, como hemos mencionado, además de proporcionar aislamiento térmico, también lo consiguen en cuanto al sonido. El más popular de estos elementos es la lana de roca, elaborada a partir de rocas volcánicas. Es muy resistente no solo frente a las temperaturas elevadas o frías, también aporta cierta protección contra el ruido. Además, es bastante resistente a la humedad, lo que hace que se utilice en todo tipo de climas y viviendas.

Como hemos mencionado, la mejora del aislamiento para revalorizar una vivienda requiere de cierta inversión. Pero puede que consigas recuperarla antes de lo que piensas a base de ahorros en la factura. En función de la localidad o la comunidad autónoma en la que te encuentres, puede que tengas derecho a una subvención por la mejora del aislamiento de la vivienda. Para enterarte de si donde está la vivienda se conceden este tipo de subvenciones, y también de si tienes derecho a solicitarla, lo más recomendable es que te informes debidamente en tu ayuntamiento. Por descontado, tienes que hacerlo antes de empezar con las obras, porque en muchos casos tendrás que hacer la solicitud en un plazo determinado, y es mejor saber en cuál antes de comenzar.

Revalorizar la vivienda cambiando la distribución

Otra de las medidas que puedes tomar para revalorizar una vivienda es cambiar su distribución. Porque no solo importa la cantidad de metros cuadrados totales que tenga. También, o más, importan los metros útiles que tenga. Y también cómo están distribuidos esos metros. Porque si una vivienda tiene 100 metros cuadrados construidos pero solo 85 metros útiles, pues es como si esos 15 metros no los tuviese. Si se sabe dónde están y se puede aprovechar alguno, mejor. Porque cualquiera que vaya a comprar una casa o un piso, tanto nuevo como de segunda mano, lo que busca es que la mayor parte de su superficie se pueda utilizar de manera directa. Y además, que este no se pierda en pasillos o en estancias minúsculas y oscuras en las que no caben dos muebles.

En ocasiones, tirar un par de tabiques no solo implica ganar unos cuantos metros cuadrados. También mejora la distribución de la casa, y da más sensación de luminosidad en muchas zonas. Por eso, puedes probar a unir la cocina con el salón, o a fusionar dos dormitorios pequeños para hacer uno más grande. Especialmente, si la casa tiene más de tres. En estos casos, alguno de los dormitorios será bastante pequeño y agobiante. Por eso es mejor hacer una vivienda de tres dormitorios uniendo dos, dado que las viviendas de tres dormitorios, junto con las de dos, son las más demandadas.

En el caso de las terrazas, los últimos acontecimientos relacionados con la pandemia han hecho apreciar mucho más los espacios abiertos. Por lo tanto, los cerramientos de terrazas, tan en boga hasta el inicio de la pandemia, han experimentado un ligero frenazo. Muchos aprecian contar con un espacio sin salir de su vivienda en el que estar al aire libre, y han mantenido su terraza. Es más, las han acondicionado mediante la instalación de toldos, o renovando su suelo e instalando diversos elementos de mobiliario. No obstante, sobre todo si la terraza de la vivienda es grande, puedes optar por una solución salomónica: cerrar solo una parte de la terraza. De esta manera ganarás algunos metros útiles de superficie para la casa, lo que revaloriza la vivienda. Y al mismo tiempo contarás con un espacio para salir un rato al exterior.

No obstante, cuando esto pase, es probable que el cierre de terrazas vuelva a ganar protagonismo, porque si lo que se busca es, aparte de más metros, revalorizar la vivienda, conviene que tenga la mayor superficie posible cerrada. Un metro cuadrado cerrado vale entre un 70 y un 80% más que uno de terraza. Por tanto, cerrar la terraza es una opción muy utilizada para revalorizar una vivienda.

Modernizar el baño y la cocina

Dos de los espacios que más se utilizan en una casa son la cocina y el baño. Por eso, si están lo más actualizados posible, y además tienen un aspecto moderno y funcional, con hasta el último metro aprovechado pero sin agobiar, también consigue revalorizar una vivienda. Es una muy buena opción al reformar para alquilar. En el caso de las cocinas, en la mayoría de las casas se suelen entregar amuebladas. Pero muy pocas lo están para aprovechar al máximo el espacio disponible. Además, con el tiempo, sus muebles se van deteriorando y empezarán a pedir un cambio. Lo mismo sucederá con el revestimiento de sus paredes y suelo. A no ser que sea muy atemporal, es posible que el paso de los años haya hecho que su aspecto sea anticuado, aunque esté bien conservado.

Que una estancia de una casa parezca antigua no solo añade años al aspecto de una casa. También le resta valor. Para evitarlo, es necesario remodelarla. En el caso de la cocina, esto no solo implica cambiar los electrodomésticos o instalar nuevos muebles de cocina. También que lo mejor para revalorizar una vivienda es planificar su diseño para poder sacar el máximo partido a la cocina.

Aprovecha, si puedes, para instalar una encimera de un material más resistente y mayor atractivo a la vista que el que suelen incluir por defecto las casas cuando se entregan nuevas (generalmente, aglomerado con algún tipo de recubrimiento). También te puedes permitir ciertas licencias, como que los muebles queden a juego con los electrodomésticos. U optar por diseñar la cocina de manera que tenga algunos electrodomésticos encastrados y que se integren mejor con los muebles. Por ejemplo, el microondas.

En cuanto al baño, no solo se renueva cambiando revestimientos y alicatando. También hay que valorar otras modificaciones. Por ejemplo, si todavía tienes una bañera, tendrás que valorar si merece la pena cambiarla por una ducha. Al hacerlo no solo ganarás en espacio dentro del baño, algo esencial en los que son pequeños. También facilitarás que las personas mayores o con problemas de movilidad, e incluso los niños pequeños, puedan acceder a ella sin los problemas que plantea la pared de una bañera en cuanto a acceso. Si tienes más de un baño puedes permitirte colocar una ducha en uno de ellos, y respetar la bañera en el otro. En este caso puedes optar por instalar una bañera de hidromasaje, algo que también subirá el caché de la vivienda.

Eso sí, no te olvides de la mampara de baño o ducha para cerrar el acceso a la ducha y evitar que se salga el agua al ducharse. Si solo dejas un plato de ducha sin mampara, la sensación que tendrá quien quiera ducharse, aunque haya una cortina, será de que el baño puede llenarse de agua. Y eso no incidirá en ningún tipo de revalorización. Más bien al contrario. Por el contrario, si optas por una mampara, tanto de las que van de suelo a techo, como de las que dejan un espacio sin cubrir en la parte superior, la sensación será mejor, y no parecerá que el baño va a llenarse de agua en cada ducha.

Revalorizar una vivienda cuidando la iluminación

Las luces de una vivienda también, aunque no lo parezcan, son uno de los aspectos que puedes mejorar para aumentar su valoración. Especialmente si la mejora implica cambiar focos instalados hace tiempo por otros con bombillas o focos de tipo LED. Eso sí, la colocación de este tipo de focos, generalmente empotrados en el techo, suele implicar una obra de reforma en el mismo, lo que encarece el precio de su instalación. Pero afortunadamente, es una inversión que se recupera en poco tiempo. Porque el consumo de un foco LED es notablemente menor que el de una bombilla convencional. La factura de la luz lo notará rápidamente a la baja.

Estas son algunas de las medidas que puedes tomar par revalorizar una vivienda. Muchas de ellas requieren hacer obras bastante significativas. En algunos casos, también costosas. Pero la inversión merecerá la pena, porque el valor de la casa, tanto si vas a alquilarla como a venderla, aumentará. Así que, si tu casa tiene ya unos años y quieres revalorizarla ¡refórmala para mejorarla!

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo