¿Te da miedo meterte en una Reforma?
Juanjo se acaba de comprar una casa con 30 años de antigüedad y necesita hacer una reforma. Lo primero que hizo es buscar en internet. Encontró una web que tiene una calculadora para hacer una estimación en menos de 3 minutos, de lo que le iba a costar. Sorprendente. Recibió el presupuesto en su email y decidió ponerse en contacto con ellos. Juanjo había dado con Reformadísimo.
Un arquitecto se acercó a visitar a Juanjo con el fin de entender sus inquietudes y su programa de necesidades. El arquitecto le propuso varias ideas para aprovechar mejor los espacios que ayudaron a Juanjo a conceptualizar la casa de sus sueños.
Al cabo de unos días, quedó con los profesionales de Reformadísimo en sus oficinas y estos le presentaron unos planos con la nueva distribución y un presupuesto detallado. También vio de primera mano los materiales en su showroom. Hasta aquí, todo fue gratis.
Para comparar Juanjo solicitó otros dos presupuestos más pero finalmente se decidió por Reformadísimo por la rapidez en la entrega, por la buena relación calidad-precio, por la confianza que le ofrecieron y el trato recibido, por la seguridad y garantía de todo el proceso y por todo lo que le han ayudado a definir cómo va a ser su nuevo hogar.
¿Por qué nos dan pánico las reformas?
Muchas personas confiesan no se animan a mejorar el estado de su casa por miedo a hacer una reforma integral. Lo cierto es que esta es una decisión nada fácil de tomar, pero que, sin embargo puede traerte muchas satisfacciones. Por lo general, los miedos más habituales al contratar una reforma son:
- Miedo a dar con malos profesionales: para que esto no suceda debes ser sumamente cuidadoso a la hora de contratar a las personas responsables de tu reforma. Busca siempre profesionales cualificados como nosotros. Busca recomendaciones y pide consejo a amigos o familiares que hayan trabajado antes con ellos. Por último, no te fíes de aquellas empresas con precios sospechosamente bajos. Esto puede ser sinónimo de una mala calidad en materiales, así como en la elección de su equipo de trabajo.
- Miedo a que las obras se eternicen: cuando una empresa no cuenta con la profesionalidad necesaria para realizar bien su trabajo, es cuando empiezan a surgir retrasos y obras fuera de plazo. Esto no va a suceder si contratas a una empresa de confianza y con años de experiencia a sus espaldas. Trabajar con buenos profesionales es una garantía, ya que su nivel de competencia le permitirá cumplir desde el principio con tanto con los plazos, como con el presupuesto establecido.
- Miedo a que tu vida privada se desestabilice: por todos es bien sabido que hacer una reforma integral va a suponer un trastorno en la vida de cualquiera. El problema surge cuando las personas a su cargo realizan una mala gestión de los imprevistos. Estos cambios inesperados son los que más pueden hacer que tu vida privada se resienta. Sin embargo, no deberían de dejar de ser una anécdota si trabajas con los profesionales adecuados.
- Miedo a que sea muy caro: estamos ante una inversión que no debería darte miedo. Para evitar sorpresas en el coste final de las obras lo más recomendable es que compares varios presupuestos y descartes aquellos con precios poco justificados. Por ejemplo, si un profesional es más caro que el otro averigua si es porque utiliza materiales de mejor calidad o porque tiene más experiencia en el sector. Todos estos detalles te ayudarán a controlar el presupuesto de tu reforma.
Mitos de hacer una reforma integral
Ya hemos visto los miedos más habituales a la hora de contratar una reforma. Muchos de ellos vienen generados por una serie de mitos que no se harán realidad de contratar a una empresa de calidad como Reformadísimo. Estos son los mitos más comunes a la hora de hacer una reforma:
- Con una reforma pierdo superficie útil: A no ser que vayas a mejorar el aislamiento de las paredes o a revestir elementos como pilares o columnas, una reforma no implica perder metros cuadrados útiles. Es más. Hacer obras en casa incluso puede suponer ampliar tu espacio por medio de la eliminación de tabiques innecesarios o aprovechando, cerrando una terraza o aprovechando los techos altos para hacer un altillo.
- Una reforma implica perder dinero: esto no tiene por qué ser así siempre y cuando hagas tu reforma con una empresa especializada. Las reformas bien hechas son más bien una inversión de la que sacar partido con el paso del tiempo. Las viviendas reformadas se revalorizan a la hora de venderlas o ponerlas en alquiler. Por lo tanto, no estás perdiendo dinero. Si a esto le sumas que hoy día, muchas reformas mejoran la eficiencia de tu casa no solo estarás ganando en comodidad, sino también en ahorro energético.
- Las reformas son muy molestas para mí y para los vecinos: contratando a buenos profesionales te estarás asegurando unos trabajos que cumplan con los horarios en cuanto a ruidos y limpieza de escombros se refiere. Avisa a la comunidad de tu intención de hacer una reforma en tu casa. De esta manera, te evitarás problemas innecesarios.
- El resultado de una reforma nunca es cómo lo esperas: si has planificado bien las obras, estudiado el espacio a reformar y elegido buenos materiales no debería haber problema alguno. Para evitar resultados que no concuerdan con lo pactado es importante contar con la presencia de un arquitecto para que elabore diferentes planos de la reforma. Esta figura profesional es sumamente importante. Su experiencia y profesionalidad te servirá en todo momento para recibir el mejor asesoramiento posible ante posibles imprevistos.
Dí adiós al miedo a hacer reformas
Por suerte, el sector de la construcción ha cambiado considerablemente. Los profesionales de verdad existen. Solo es cuestión de saber dar con ellos. Para que una reforma no sea un total desastre necesita de planificación previa. Ahí es donde tu presencia tiene un valor importante. Una vez acordados todos los trabajos ya no es necesario que estés pendiente de la obra a todas horas. Confía en los profesionales que has contratado y deja que hagan su trabajo.
Para evitar el miedo a hacer una reforma integral es fundamental la confianza. Pregunta todo lo que necesites saber y no te quedes con dudas. Al fin y al cabo estás pagando por un servicio que implica mejorar tu calidad de vida y la de toda tu familia. Di adiós a tus miedos:
- Analizando tus nuevas necesidades y decidiendo qué trabajos son más urgentes.
- Elige la mejor época del año para hacer obras. En invierno las molestias acústicas son menores, ya que las ventanas permanecen cerradas. Sin embargo, los trabajos con pintura o cola se demorarán más tiempo en su proceso de secado.
- Averigua qué permisos necesitas y a qué subvenciones te puedes acoger si las hubiera.
- Decide dónde vas a vivir durante las obras en el caso de que tengas esa opción.
- Habla con el presidente de la comunidad para minimizar los problemas a tus vecinos. Pon carteles informativos con la fecha del inicio de la reforma. Por último, procura proteger todas las zonas comunes y de paso con cartones.
- Aprovecha para hacer limpieza de armarios si tienes que vaciarlos para hacer la reforma. Pide a la empresa que contrates que protejan las paredes, puertas, ventanas, electrodomésticos y muebles antes de empezar a trabajar.
- Compara presupuestos y busca trabajos recientes de las empresas elegidas para trabajar. Quédate con aquella que se ajuste mejor a tu presupuesto teniendo en cuenta su experiencia y profesionalidad. No olvides que lo barato podría salir a la larga demasiado caro.
Reformadísimo sólo realiza reformas integrales completas y tienen gran experiencia en coordinar a todos los agentes que intervienen en el proceso. Además pondrán a su disposición un jefe de obra que coordinará toda la reforma y le irá informando puntualmente de todo.
Al cabo de unos meses la reforma de Juanjo estará terminada, todo según lo acordado y lo que ha ido aprobando durante la reforma. La casa estará lista para empezar a vivirla ¿Quién dijo miedo?
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo