Garantías en obras de reforma: ¿qué cubren, cuánto duran y cómo reclamarlas?
Artículo publicado el 9 de diciembre de 2024. Actualizado el 19 de mayo de 2025.
Índice
- Qué cubre la garantía en una obra de reforma
- Plazos de garantía según el tipo de defecto
- Cómo reclamar la garantía de tu reforma
- Consejos para protegerte como cliente
- Preguntas frecuentes
¿Qué cubre la garantía en una obra de reforma?
Cuando contratas una reforma integral u otro tipo de obra en tu vivienda, es importante saber que la empresa o profesional debe ofrecerte una garantía por el trabajo realizado. En términos sencillos, la garantía de una obra de reforma es la obligación que tiene el contratista de responder ante posibles defectos o vicios que aparezcan tras la finalización de la obra. Esta garantía cubre normalmente los desperfectos derivados de una mala ejecución o de materiales defectuosos, asegurando que tu reforma cumple con los estándares de calidad acordados.
En España, las garantías en reformas están respaldadas por la ley. Esto significa que, además de cualquier garantía adicional que la empresa ofrezca por contrato, existen plazos legales mínimos durante los cuales puedes reclamar si algo no quedó bien en la obra. Así, te aseguras de que si surgen problemas como grietas, humedades, mal funcionamiento de instalaciones o acabados en mal estado, el profesional se hará cargo de solucionarlos sin coste para ti.Alt: Operario usando un taladro en una reforma de vivienda, representando la garantía en los trabajos de reforma.
En definitiva, la garantía de obra es tu aliada para tener tranquilidad después de la reforma. Te da la seguridad de que, si algo sale mal dentro de ciertos plazos, podrás pedir que lo arreglen. A continuación, veremos qué plazos de garantía aplican según el tipo de desperfecto y cómo proceder en caso de tener que reclamar.
Plazos de garantía según el tipo de defecto
No todos los problemas de una reforma tienen el mismo plazo de garantía. La duración de la garantía depende del tipo de defecto de que se trate. La Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) establece tres niveles de garantía para las obras de edificación, que también son una referencia para reformas importantes:
- 1 año de garantía para defectos de terminación o acabado. Por ejemplo, problemas en la pintura, alicatados, solados o remates en general. Son desperfectos menores pero visibles en los acabados finales de la obra.
- 3 años de garantía para defectos que afecten a la habitabilidad o funcionalidad de la vivienda. Aquí entran las instalaciones de agua, electricidad, gas, aislamiento térmico o acústico, humedades estructurales, etc. Son fallos más serios que pueden dificultar el uso normal de la vivienda reformada (por ejemplo, una filtración de agua por mala impermeabilización).
- 10 años de garantía para defectos estructurales muy graves. Aplica cuando la reforma ha afectado elementos estructurales (cimientos, vigas, forjados, muros de carga…) y surge un daño que compromete la estabilidad del edificio. Este plazo largo es el conocido “seguro decenal” en construcción.
1 año para acabados; 3 años para elementos de habitabilidad (instalaciones, humedades); 10 años para estructura.
Estos plazos comienzan a contar desde la fecha en que la obra termina y se entrega al cliente. Es importante señalar que, según la LOE, dispones de 2 años desde que descubres un defecto para emprender acciones legales de reclamación (dentro de esos plazos de garantía). Es decir, aunque un desperfecto aparezca al límite del tiempo, aún tendrás hasta 2 años más para reclamarlo formalmente.
Además de lo anterior, existen otras coberturas legales a tener en cuenta:
- La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece que, tratándose de la prestación de un servicio (como una reforma), el cliente tiene 6 meses para reclamar por vicios ocultos o defectos que no fueran aparentes en el momento de acabar la obra. Pasado ese tiempo, si surge un problema oculto, podría ser más difícil legalmente exigir su reparación.
- El Código Civil (artículos 1591 y siguientes) contempla que si la reforma no cumple con lo pactado en el contrato o proyecto, es decir, hay un incumplimiento contractual, dispones de hasta 5 años para reclamar por esa vía desde que se produce dicho incumplimiento. Esta vía cubre aspectos como trabajos que no se hicieron conforme a lo acordado o calidades inferiores a las contratadas.
En la práctica, muchas empresas de reformas ofrecen voluntariamente garantías contractuales que igualan o incluso superan estos mínimos legales. Por ejemplo, es común que te den 1 año de garantía general en la reforma (incluyendo mano de obra), aunque la ley de consumidores solo obligue 6 meses para ciertos casos. Lo importante es que todo quede por escrito en el contrato o la factura, indicando los plazos de garantía ofrecidos. Si no se menciona nada, entonces se aplicarán los plazos legales que acabamos de resumir.
¿Cómo reclamar la garantía de tu reforma?
Aunque esperamos que tu obra salga perfecta a la primera, a veces pueden aparecer inconvenientes con el tiempo. Si tras la reforma descubres un desperfecto cubierto por la garantía, debes actuar con rapidez y siguiendo unos pasos para reclamar correctamente:
- Detecta el defecto y documéntalo: En cuanto notes un problema (ya sea una grieta, una humedad, un enchufe que no funciona, etc.), tómale fotos y anota la fecha. Identifica claramente qué falla y dónde, para tener constancia.
- Contacta a la empresa o profesional: Comunícate cuanto antes con la empresa de reformas que realizó el trabajo. Lo ideal es notificar el defecto por escrito (por ejemplo, vía email o mediante una carta certificada) detallando el problema y solicitando su reparación bajo garantía. Así queda registro de tu reclamación en una fecha concreta.
- Revisa tu contrato y factura: Consulta las cláusulas de garantía que figuren en el contrato de obra o en la factura final. Ahí debería constar el plazo de garantía comprometido. Si la empresa te dio una garantía escrita más amplia que la legal, podrás exigir conforme a esas condiciones.
- Permite la inspección y reparación: El contratista probablemente querrá verificar el desperfecto. Deberá acudir a tu vivienda para evaluarlo y, si está cubierto por la garantía, proceder a arreglarlo sin coste adicional para ti. Asegúrate de acordar una fecha próxima para solucionar el problema.
- Documenta todo el proceso: Guarda copias de los correos o escritos de reclamación, así como informes técnicos si los hubiera. Tras la reparación, verifica que el problema quede resuelto y anota la fecha y qué trabajos se hicieron. Tener un historial documentado te protege en caso de que haya que reclamar nuevamente.
- Si la empresa no responde o se niega: En el desafortunado caso de que el contratista ignore tu reclamación o no quiera hacerse cargo, como cliente tienes varias opciones. Primero, puedes presentar una hoja de reclamaciones oficial y contactar con la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de tu localidad. También podrías buscar mediación a través de alguna asociación de consumidores o, en último término, acudir a la vía judicial con asesoramiento de un abogado. Ten en cuenta que contar con contrato y factura hará mucho más sólida tu reclamación.
La clave en cualquier reclamación es ser proactivo y perseverante. La mayoría de empresas serias atenderán la reparación en garantía sin trabas. Pero si no es así, conoce tus derechos como hemos descrito y no dudes en ejercerlos. Para más consejos sobre gestionar reformas, visita nuestra sección de servicios o contacta con expertos que puedan asesorarte.
A continuación te compartimos nuestro reel de Instagram con testimonios de nuestras reformas integrales:
Consejos para protegerte como cliente
Lo ideal es prevenir los problemas antes de que ocurran. Como cliente, tienes en tu mano varias acciones para asegurarte de que tu reforma esté bien hecha y con garantía efectiva. Aquí van algunos consejos prácticos:
- Elige una empresa de confianza: Asegúrate de contratar profesionales con buenas referencias y experiencia. Revisa opiniones de otros clientes y pide ver obras terminadas. Una empresa seria cumplirá con sus garantías sin poner pegas.
- Firma un contrato por escrito: Nunca empieces una reforma sin un contrato detallado. En él deben figurar las obras a realizar, materiales, plazos de ejecución y, por supuesto, las condiciones de garantía. Un contrato claro es tu mejor respaldo si algo va mal.
- Pide facturas oficiales: Exige siempre factura por los pagos realizados. La factura debe reflejar la fecha de final de obra, el CIF/NIF y datos de la empresa, y describir los trabajos. Este documento será clave para cualquier reclamación futura.
- No pagues el 100% por adelantado: Lo habitual es dar un anticipo y pagos según avancen los trabajos, dejando un porcentaje para el final. Así te aseguras de que la empresa tenga incentivo para terminar correctamente y solucionar posibles remates pendientes.
- Inspecciona la obra antes de finalizar: Dedica tiempo a revisar todos los detalles de la reforma junto con el contratista antes de darla por concluida. Si detectas algo, pídelo en el acto. Es más fácil corregir desperfectos cuando el equipo aún está en obra que después.
- Conserva toda la documentación: Guarda el contrato, presupuestos, facturas, garantías de electrodomésticos o equipos instalados, y cualquier comunicación con la empresa. Todo ello conforma tu “historial” de la reforma y te servirá si necesitas hacer valer la garantía.
- Conoce el coste de la calidad: Desconfía de presupuestos excesivamente bajos que puedan implicar materiales o mano de obra de mala calidad. Invierte en una buena ejecución. Si quieres orientarte sobre los precios, consulta nuestro artículo ¿Cuánto cuesta una reforma integral en Madrid? para tener referencias realistas.
Siguiendo estos consejos, minimizarás las posibilidades de tener problemas graves tras la obra. Y en caso de que algo ocurra, tendrás las herramientas para afrontarlo con garantía. Recuerda que una reforma es una inversión importante; protegerte con buenas prácticas es parte del éxito del proyecto.
¿Tienes dudas o necesitas ayuda con tu reforma?
Llámanos y te asesoraremos sin compromiso.
Preguntas frecuentes
¿Cuánto dura la garantía de una reforma?
Depende del tipo de obra y de defecto. Por ley, los acabados suelen tener 1 año de garantía, los elementos funcionales o de habitabilidad 3 años, y los defectos estructurales 10 años si la reforma afectó a la estructura. Además, muchas empresas dan 1 año de garantía general por contrato. Siempre revisa lo que indique tu contrato y factura.
¿Qué cubre exactamente la garantía de la reforma?
Cubre los desperfectos o vicios de obra derivados de una ejecución incorrecta o materiales defectuosos. Esto incluye, por ejemplo, azulejos mal colocados que se despegan, instalaciones eléctricas que fallan, filtraciones por mala impermeabilización, grietas anormales en muros, etc. No cubre el desgaste normal por uso ni los daños provocados por mal uso o falta de mantenimiento de tu parte.
¿Cómo demuestro que un defecto es responsabilidad de la reforma y no mío?
Durante los primeros años es más sencillo, ya que se presume que si algo falla es por la obra (salvo que se demuestre lo contrario). Es importante que guardes informes o fotos del estado antes y después de la reforma. Si surge una disputa, podrías necesitar un peritaje técnico independiente que dictamine el origen del defecto. Pero si está dentro de los plazos de garantía y tienes tus documentos en regla, la carga de arreglarlo recae en la empresa de reformas.
¿Qué hago si la empresa de reformas no quiere arreglar un desperfecto?
Primero, formaliza tu reclamación por escrito (burofax, email con acuse, etc.). Si aun así se niegan, puedes interponer una queja en Consumo (OMIC) con la hoja de reclamaciones, o acudir a organizaciones de consumidores. Como último recurso, podrías emprender acciones legales con un abogado. En muchos casos, solo con recibir una notificación formal o ver que conoces tus derechos, la empresa rectificará.
¿La garantía de la reforma cubre los electrodomésticos o materiales instalados?
Los electrodomésticos, calderas u otros equipos que se instalan en la reforma suelen tener su propia garantía del fabricante (normalmente 2 años o más, según el producto). La empresa instaladora debe entregarte sus manuales y certificados. Si algún aparato falla, puedes acudir al servicio técnico oficial con la garantía del fabricante. La garantía de la reforma cubriría la correcta instalación (por ejemplo, que la caldera está bien montada), pero no un defecto interno del aparato en sí.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo