La bovedilla es un elemento constructivo prefabricado que se utiliza principalmente en la formación de forjados horizontales, como techos y suelos. Estas piezas tienen forma de bloques rectangulares o alargados y se colocan entre vigas o nervios para aligerar el peso de la estructura y proporcionar aislamiento térmico y acústico. La bovedilla es un componente esencial en sistemas de construcción como los forjados unidireccionales y reticulares, ampliamente utilizados en la edificación moderna.
Las bovedillas pueden estar hechas de diversos materiales, dependiendo de las necesidades del proyecto y las propiedades buscadas. Los materiales más comunes son: cerámica, poliestireno expandido (EPS) y hormigón.
La instalación de las bovedillas es sencilla y eficiente. Se colocan entre las vigas o los nervios estructurales, formando una base sobre la que se vierte una capa de hormigón (capa de compresión) que unifica y refuerza el conjunto, convirtiéndolo en un forjado resistente y estable. Además, la forma de las bovedillas, con superficies planas o ligeramente curvadas, facilita la terminación de techos y suelos sin necesidad de aplicar grandes cantidades de revestimientos.
Entre sus ventajas destacan la capacidad de reducir el peso total del forjado, lo que disminuye la carga sobre los pilares y cimientos, y su contribución al aislamiento térmico y acústico, lo que mejora el confort de la vivienda. Además, las bovedillas permiten cubrir grandes luces de forma económica y eficiente, manteniendo la estabilidad estructural.