El friso es un elemento arquitectónico decorativo que se encuentra en la parte superior de las paredes interiores o exteriores de un edificio, generalmente ubicado entre el arquitrabe y la cornisa en el entablamento de una estructura clásica. Puede encontrarse en una variedad de formas y técnicas, desde molduras simples y limpias en interiores minimalistas hasta diseños más elaborados. Los materiales utilizados para los frisos pueden variar ampliamente, incluyendo estuco, yeso, madera, piedra, y materiales sintéticos modernos.
El friso también se utiliza en la decoración interior de viviendas y edificios comerciales, no solo como un elemento ornamental, sino también como una forma de añadir textura y profundidad a las paredes y techos. Puede ser integrado en paneles de pared, techos artesonados, y sobre puertas y ventanas, proporcionando un marco decorativo que realza la arquitectura del espacio.