El pavonado es un proceso de tratamiento superficial que se aplica a metales, especialmente al acero, para mejorar su resistencia a la corrosión y proporcionarles un acabado estético oscuro, generalmente negro o azul oscuro.
El proceso de pavonado implica sumergir las piezas de metal en una solución química que suele contener compuestos de sosa cáustica, nitratos y nitritos. Esta solución, al reaccionar con el metal, produce una capa de óxido en la superficie, que actúa como una barrera protectora contra la oxidación y el desgaste. El resultado es una superficie oscura y mate que no solo mejora la durabilidad del metal, sino que también le otorga una apariencia más sofisticada y profesional.
Existen diferentes tipos de pavonado, siendo los más comunes el pavonado en caliente y el pavonado en frío. El pavonado en caliente, que es el método más utilizado, implica sumergir el metal en un baño de sales a alta temperatura, lo que genera una capa de óxido uniforme y resistente. El pavonado en frío, por otro lado, es un proceso más simple y rápido que se realiza a temperatura ambiente, aunque el acabado resultante suele ser menos duradero y resistente que el obtenido mediante pavonado en caliente.
El pavonado no solo ofrece beneficios estéticos, sino que también mejora la funcionalidad del metal al reducir la fricción entre las piezas móviles y protegerlas del desgaste. Sin embargo, es importante destacar que, aunque el pavonado ofrece cierta resistencia a la corrosión, no es un tratamiento completamente impermeable, por lo que las piezas pavonadas aún requieren de mantenimiento y protección adicional, como la aplicación de aceites o lubricantes, para garantizar su longevidad.