Reforma Integral Piso en Embajadores

Nuestra nueva incursión en el mundo de las reformas viene de la mano de una antigua y archiconocida calle de Madrid llamada Embajadores. El nombre de esta calle aparece ya en antiguos planos (Texeira (1656) y Espinosa (1769)) de la villa de Madrid. Su nombre deriva de los puntos de reunión que usaron los embajadores de las cortes extranjeras, huyendo de los contagios de un brote de peste acaecido en el reinado de Juan II de Castilla.

Esta obra si bien no llega a ser totalmente integral (como solemos estar acostumbrados) pero consideramos que era todo un lujo poder moldear este pedacito de historia y haber conservado la estructura y molduras originales de esta casa.

Todo empezó siendo un lavado de cara, y se convirtió en algo más, era para nosotros todo un desafío… Teníamos que encajar una obra moderna en un encuadre histórico y crear una armonía entre estos dos estilos tan diferentes. Esto sería muy complicado para cualquier empresa de reformas, pero para nosotros no.

Pues dicho y hecho, manos a la obra, nos pusimos con ello.

Primero decidimos cuales eran las líneas básicas e imprescindibles para que la casa conservase esa personalidad tan arrebatadora que emanaba por todos lados y de la que nos era imposible pasar por alto.

Armarios muy amplios empotrados con puertas correderas lacadas en blanco que parecían una pared más, con un diseño muy funcional y una distribución muy práctica, haciendo un delicado contraste con las paredes de las habitaciones pintadas de un personal azul grisáceo maté.

Una de las cosas más destacables por su peculiaridad y modernidad es que en la cocina las paredes están pintadas de blanco a juego con los muebles también blancos impolutos y en contraste con el bajo rodapié azul-grisáceo de los muebles de la cocina y aquí la novedad: están forradas de cristal, donde no hay mueble, tenemos láminas de grueso y limpio cristal transparente.

Una idea muy innovadora y moderna, con la aportamos nuestro granito de arena para que esta casa siga su propia historia.

Como comentábamos al principio hemos respetado las molduras del techo originales de la casa, son unas impresionantes cenefas con lacitos en relieve que nos evoca al periodo más clásico de Madrid. Recorren todo el techo de la casa y también nos encontramos con unos bellos embellecedores redondos alrededor del punto de luz de las lámparas del salón y los dormitorios, volviéndole a dar así otro toque clásico trasladándonos así una vez más a ese clásico y romántico periodo madrileño de las candilejas; que para muchos fue el mejor… Aquella esplendorosa época dorada de Madrid con sus irrepetibles escritores, sus abiertas e inteligentes tertulias y sus inolvidables cafés.

En esta reforma más que en ninguna otra hemos unido el estilo clásico con un estilo moderno vanguardista difícil de repetir en cualquier otra obra. Nos saldrán imitadores, pero como la original será imposible de encontrar.