Cuando construyes tu casa, la compras o la alquilas, lo primero que tienes que hacer es revisar que todo esté en orden y, si fuese necesario, indicar que hay una serie de desperfectos que necesitan reparación. Una vez hecho esto, llega el momento de planificar su decoración y amueblado. Generalmente, las estancias de la casa que más protagonismo se llevan en este caso son el salón y las habitaciones. La cocina ya suele estar amueblada y lista, sobre todo si la vivienda es de segunda mano. Con el baño sucede algo parecido. Los pasillos, al ser meros espacios de paso, tampoco suelen tener mucho misterio. Unos cuantos cuadros para animar sus paredes y poco más. Pero ¿cuánta atención se le presta a la entrada? Generalmente poca, y amueblar el recibidor no suele tener tanta importancia.
En ocasiones se deja el recibidor completamente vacío, con todo lo que eso supone. Para empezar desaprovechas un espacio de la casa. Además, se trata de lo primero que ve cualquiera a quien se abre la puerta. Por tanto, el recibidor es la primera zona expuesta de la casa. Por esto, además de por la necesidad de aprovechar al máximo cualquier espacio de la casa, especialmente si se trata de una vivienda pequeña, es necesario que te pongas manos a la obra para amueblar tu recibidor. ¿No sabes por dónde empezar? No te preocupes, a continuación tienes varias pautas y consejos que seguir.
Amueblar tu recibidor: pasos previos
La decoración y amueblado de tu recibidor no es algo que debas dejar al azar. Ni hacerlo de manera atropellada o con piezas que te sobren de otras estancias. El recibidor tiene que tener personalidad propia, y contar con una planificación específica. Por tanto, amueblar tu recibidor no debe descuidarse. Pero antes tienes que tener varias cosas en cuenta.
Lo primero son las dimensiones que tiene la entrada. No es lo mismo amueblar un recibidor pequeño que hacerlo con uno de dimensiones más generosas. También hay que tener en cuenta el espacio de paso que queda. Y si dan a él muchas puertas. Porque no es lo mismo amueblar un recibidor al que da como mucho una puerta a un lado que uno que tiene una puerta a cada lado y un pasillo de frente.
Tampoco hay que descuidar la iluminación. Generalmente, un recibidor es el punto de la casa en el que se comprueba, al salir, que se lleva todo lo que vas a necesitar mientras estás fuera. Por tanto, tiene que haber suficiente luz para poder hacerlo. En el recibidor también se reciben mercancías y paquetes, o bien llega la comida que se pide a restaurantes. Por tanto, tampoco tendrás que descuidar la iluminación.
Iluminación potente
El recibidor, por todo lo que hemos visto, tiene que tener una iluminación lo bastante potente como para poder comprobar que lo que llevamos para salir es lo adecuado. También para comprobar lo que aparece en recibos o paquetes que recibamos. En general, dado que el espacio en los recibidores no suele sobrar, lo más habitual es colocar una lámpara en el techo. O bien de tipo plafón o bien un foco integrado en un falso techo.
También se puede optar por colocar varios focos LED en el techo, y contar con la posibilidad de iluminarlos por fases. Esto te permite encender solo algunos de los focos cuando necesites menos luz, o todos cuando sea necesaria más iluminación. Además, el hecho de que la luz salga del techo evita tener que utilizar otro tipo de lámparas. Por ejemplo, las de pie, que quitarían un espacio precioso en esta zona.
Antes de amueblar, decorar
Aparte de la iluminación, antes de amueblar hay que tener cuidado con la decoración del recibidor. Por ejemplo, con la pintura o el empapelado de la estancia. En general, el recibidor se abre a un pasillo. En ocasiones, a muy poca distancia del recibidor está el salón. Y la puerta de la cocina puede que también se abra a él. Pero lo que de verdad importa de cara a la decoración es el pasillo que lleva al salón y al resto de estancias. Las paredes del recibidor tendrán que guardar cierta consonancia con las del pasillo. Por tanto, tendrán que estar pintadas o contar con un papel pintado con el mismo tono o motivos que el pasillo al que se abren. O bien como las paredes del salón, que en muchas viviendas se ve ya desde el recibidor.
Esta consonancia solo se puede romper en un caso: que el recibidor esté separado del pasillo o de la siguiente estancia a la que da de frente por una puerta. Esto, que no es tan habitual en un piso, suele serlo en viviendas unifamiliares y chalets adosados. En ese caso, puedes decorar sus paredes como mejor te parezca. La estancia queda completamente separada de la siguiente, porque la puerta, aunque esté abierta, rompe con la uniformidad de espacio y hace de separador. El suelo, eso sí, debe ser el mismo en todos los casos. Si el pasillo es de material cerámico, tendrá que tener del mismo tipo. Si la siguiente estancia es parquet o madera, el suelo del recibidor tendrá que tener el mismo material.
Amueblar el recibidor: qué poner en uno amplio
Si tienes un recibidor de dimensiones generosas, amueblarlo no te supondrá muchos problemas. Pero antes piensa qué es lo que suele hacerse en un recibidor, porque los muebles que coloques en él tendrán que ir en consonancia con ello. En un recibidor, si es grande, se suele uno quitar y poner zapatos y botas para salir o entrar de la calle. También puede ponerse o quitarse un abrigo. Si llueve, puede salir con un paraguas. Por supuesto, no debe olvidar las llaves, que en muchos casos estarán en el recibidor. O un bolso o mochila. Pues bien, el recibidor tendrá que contar con los muebles necesarios para poder realizar estas actividades lo más cómodamente posible.
Para empezar, en el recibidor, si es grande, tiene que ir un perchero para colgar algunas chaquetas y abrigos. E incluso algunos gorros y bufandas en invierno.Si las dimensiones del recibidor son realmente amplias, el perchero se puede sustituir por un armario en el que guardar todo tipo de prendas. Dependiendo de la disposición del recibidor, este armario puede ser de tipo rinconero. Es decir, de los fabricados para colocarse contra una esquina. Se caracterizan por ahorrar espacio al mismo tiempo que ofrecen gran capacidad. Eso sí, para situarlo en un recibidor es aconsejable hacerlo detrás del espacio de apertura de la puerta de entrada. De otra manera robará bastante sitio al paso y al resto de elementos.
En caso de que no haya tanto sitio como para poner un armario al amueblar el recibidor, pero se pueda colocar algo más amplio que un perchero, se puede optar por un burro del tipo que suele haber en las tiendas con ropa colgada. Estos suelen tener una barra para colgar perchas, y en ocasiones una base en su parte inferior, que sirve para colocar zapatos. En esta barra se pueden colgar abrigos y chaquetas. Para que el efecto estético sea agradable, eso sí, este tipo de elemento requiere orden.
En cuanto a los zapatos y botas, si hay espacio suficiente se puede instalar un zapatero o un aparador de altura media al amueblar el recibidor. Así se podrán guardar en él y ponerlos solo para salir a la calle sin pisar otras estancias de la casa. En caso de que no haya tanto sitio se puede instalar un zapatero más pequeño para unos cuantos pares. E incluso una repisa de uno o dos niveles para colocar el calzado más utilizado. Si sobra espacio, y queda bien, se puede colocar incluso una banqueta o silla descalzadora. Así, para ponerte o quitarte el calzado no tendrás que agacharte. Bastará con sentarte en ella para que puedas hacerlo cómodamente.
Además de todos estos muebles no puede faltar, al amueblar un recibidor, un paragüero. Sobre todo si tienes paraguas grandes. Si únicamente los usas plegables, no será necesario contar con uno. Podrás guardarlos prácticamente en cualquier cajón, e incluso en el armario del recibidor. En cuanto a las paredes, puedes decorarlas con algún cuadro o foto de pequeño tamaño. E incluso con un llavero de pared, en el que dejar colgadas las llaves al entrar en casa.
¿Qué muebles colocar en un recibidor pequeño?
Cuando de lo que se trata es de amueblar un recibidor pequeño, verás que tienes más problemas que con uno grande. Porque prácticamente cualquier mueble que quieras poner va a ocupar casi todo el espacio disponible. Por eso, en los recibidores pequeños tendrás que jugar con las paredes. Eso sí, ten en cuenta que en estos casos será prácticamente imposible que puedas instalar un mueble zapatero, o un estante para calzado.
En estos casos, aparte de optar por un perchero ligero y de poca base, tendrás que jugar con las paredes para dotar de algún tipo de mobiliario a la entrada. En estos casos, el protagonismo fuera de ellas se lo puedes otorgar a una alfombra vistosa, que de un aire acogedor al recibidor. A ser posible, que sea lavable o de pelo muy corto, porque al ser una zona de paso a la que se accede nada más llegar de la calle, y con los zapatos puestos, se ensuciará bastante. Por tanto, conviene que sea lo más fácil de lavar posible. En la actualidad ya hay muchos modelos que permiten su lavado en lavadora, por lo que no tendrás mayores problemas para dar con uno que te guste y que tenga las dimensiones adecuadas.
Si puedes y hay espacio suficiente en una de las paredes tras abrirse la puerta, puedes optar por un perchero de pared. Si lo colocas lo bastante alto, incluso puedes hacerte con uno que tenga una pequeña repisa en su parte superior. En ella podrás dejar gorras y otros elementos de abrigo. Y colgar algunas chaquetas y abrigos de sus colgadores. El paragüero sigue siendo imprescindible, pero en este caso tendrás que decidirte por uno que no ocupe mucho sitio. También puedes colocar una banqueta pequeña en una esquina, para poder descalzarte.
En los recibidores pequeños conviene jugar con algo que haga que el espacio parezca más grande de lo que es en realidad. En este caso, lo más indicado es un espejo, uno de los mejores trucos para hacer que tu casa se vea más grande. Además de cumplir dicha función, también te permitirá mirarte antes de salir. También tienes muebles pequeños creados especialmente para este tipo de recibidores. Suelen tener un tamaño ajustado, y dan un aspecto más agradable a la entrada.
Estos muebles suelen tener algunos cajones que utilizar a modo de vaciabolsillos. En ellos puedes tener llaves, tarjetas de transporte, algún monedero con cambio, etc. Es decir, objetos pequeños y útiles que conviene tener a mano. En caso de que tengas el contador de luz en el recibidor, algo frecuente en los pisos pequeños, puedes cubrirlo con un cuadro o un armario pequeño diseñado justo para cumplir dicha función.
Además, este tipo de armarios o cuadros suelen contar también con varios ganchos en su parte inferior. Gracias a esto podrás utilizarlo también como llavero. Las llaves las podrás colgar en estos ganchos cuando llegues a casa, y así las tendrás a la vista cuando vayas a salir. Pero recuerda que en el caso de los recibidores pequeños no hay que abusar de muebles y complementos. Por sus dimensiones, si utilizas demasiados muebles cuando vayas a amueblar el recibidor, le darás un aspecto abigarrado. Y quien aparezca al otro lado de la puerta cuando la abras, en vez de toparse con un recibidor acogedor, encontrará uno agobiante.
Evidentemente, estos son solo algunos consejos que puedes tener en cuenta a la hora de amueblar tu recibidor. Pero no te limites a considerar los muebles que hemos mencionado. Si ves utilidad en otras piezas, y el recibidor dispone de sitio suficiente para colocarlos, no te lo pienses más y ¡dale a tu recibidor un aire más personal con tus muebles preferidos!
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo