Los sistemas de climatización domésticos, que se suelen instalar en viviendas inteligentes, son garantía de que el nivel de confort térmico de la vivienda va a ser el adecuado en cada momento y estación del año. Solo con ponerlos en marcha, y seleccionar su potencia y temperatura, se eliminará el frío o el calor, en función de la estación, en muy poco tiempo. Esto lleva a una agradable sensación de comodidad térmica. Pero también se puede conseguir otro tipo de comodidad, gracias a la climatización domótica.

Con ella podrás no solo tener más facilidades para alcanzar la temperatura ideal en casa. También podrás gestionar los sistemas de aire acondicionado y calefacción de manera inteligente, para que además de la mejor temperatura, consigas un equilibrio en cuanto a eficiencia energética. Y sobre todo, más comodidad y versatilidad a la hora de programar y utilizar el sistema. A continuación verás cómo disfrutar de todas las ventajas que te ofrece la climatización domótica en casa, además de descubrir sus bases y posibilidades

Climatización domótica: qué es

La climatización domótica es mucho más que una expresión que une dos palabras muy apreciadas en los hogares. La combinación de climatización y domótica quiere decir que el sistema resultante permite disfrutar de la temperatura adecuada, al mismo tiempo que se ahorra en consumo y se gana en comodidad. Para conocer de qué hablamos cuando hacemos referencia a la expresión, basta con explicar a lo que hace referencia cada término. Un sistema de climatización es un dispositivo que puede variar la temperatura y la humedad del aire, así como su pureza y circulación. Su objetivo es que el aire que hay en las estancias en las que se instala sea agradable en cuanto a temperatura y grado de humedad. Y que también tenga un buen nivel de salubridad.

Los sistemas de domótica son los que se han desarrollado para automatizar diversos sistemas e instalaciones en una vivienda. De esta manera, con solo programar diversos comportamientos, o pulsar un botón previamente programado para realizar una acción, se realiza la acción deseada cuándo y cómo haya decidido quien programa y gestiona el sistema. Dentro de la domótica se pueden automatizar diversos sistemas, que van desde la iluminación hasta el agua caliente, pasando por la subida y bajada de persianas e incluso por hacer que determinados electrodomésticos hagan ciertas cosas. Por supuesto, también se puede automatizar, y por tanto convertir en domótico, el sistema de climatización. Es decir, la calefacción y el aire acondicionado.

Una de las principales características de un sistema de climatización domótica es que se puede gestionar casi por completo a través de una interfaz y un panel centralizado. Pero eso no quiere decir que se pueda hacer únicamente desde un dispositivo. Se puede hacer desde varios, ya que en muchos casos estos sistemas cuentan con apps que pueden instalarse en diversos dispositivos móviles, como smartphones y tablets. Con ellos basta con tener conexión a Internet para poder gestionar el sistema de climatización domótica. Por eso se puede controlar incluso desde fuera de una vivienda. E incluso desde otra ciudad o país.

Climatización por zonas gracias a la domótica

Además de poder manejarse desde cualquier parte, la domótica añade no pocas posibilidades a los sistemas de climatización. Una de ellas es la posibilidad de zonificar la climatización de un hogar. Tanto en calefacción como en aire acondicionado. En un hogar es raro que todas sus estancias tengan que tener siempre la misma temperatura. Por ejemplo, al poner la calefacción. Así, hay habitaciones que están vacías, o que se utilizan poco, y no siempre es necesario poner la calefacción en ellas.

Por eso, con un sistema de calefacción convencional no hay otra posibilidad para evitar tener la calefacción en ellas a la misma temperatura que las demás que cerrar el paso de agua a los radiadores que no quieras calentar. Es decir: o tienes calefacción en la habitación en cuestión o no la tienes. No hay un término medio. Y eso en los sistemas con regulación independiente de cada elemento emisor de calor. En otros que no ofrecen control independiente sobre las fuentes de emisión de calor, no tienes ni siquiera esta posibilidad. O pones la calefacción al completo, o no la pones.

Si también dispones de un sistema de refrigeración con varias salidas de aire, te sucederá más o menos lo mismo. Además, el aire que emitirá estará a la misma temperatura por todas sus salidas. Pero esto puede cambiar prácticamente a voluntad con los sistemas de climatización domótica, ya que permiten zonificar la calefacción y el aire acondicionado.

¿Qué significa esto? Pues que podrás poner la calefacción a una temperatura en una habitación y a otra diferente en otra estancia. Incluso apagarla en las estancias que quieras. Pero también puedes elegir que esté a baja temperatura y subirla minutos antes de que vaya a ocuparse. Se acabó el tener que cerrar un radiador cuando no quieras tener una habitación tan caliente como el salón. Puedes tenerla a una temperatura inferior, con la calefacción encendida, pero controlar que se apague cuando alcance una temperatura menor.

Sucede lo mismo con el aire acondicionado. Generalmente, en el salón suele ser necesario tener una temperatura más fresca que en las habitaciones. Al menos durante el día y las primeras horas de la noche. Pero cuando llega la noche, la cosa cambia. En las habitaciones es necesario que haga más fresco que en las zonas de estar. Por eso, contar con un sistema de climatización domótica es clave para no tener que estar todo el día pendiente de quitar o poner el sistema de aire. Y para poder programar una temperatura para cada estancia, a una hora determinada. Esto solo lo permite un sistema domótico. Para conseguirlo tendrás que pasar un tiempo programando cada opción. Pero luego podrás olvidarte y disfrutar de la temperatura adecuada en cualquier momento y en la estancia que prefieras. Todo muy cómodo.

Programación de funciones en la climatización domótica

La domótica permite, como hemos visto, programar el sistema de climatización para que se encienda o apague en un momento determinado. También para que se conecte o desconecte siempre a una hora concreta. O cuando en la estancia en la que se encuentran las salidas de calor o aire frío se va a utilizar esté caldeada. Así, por ejemplo, si tienes invitados a cenar un día de invierno y la cena es en una sala que no sueles utilizar mucho, puedes programar el sistema para que se encienda la calefacción en la sala una hora antes de que lleguen. Con este sistema, puedes despreocuparte a partir de entonces de la temperatura. Cuando lleguen los invitados tendrás la estancia en la que se celebrará la cena a una temperatura confortable.

Por descontado, estos sistemas permiten establecer una temperatura a la que consideras que en la vivienda o la habitación se estará cómodo. Entonces, cuando el sistema detecte que se ha alcanzado, se desconectarán. Y como se pueden zonificar, puedes elegir una temperatura tope para cada estancia. O para cada una de las zonas en las que has dividido el sistema. Por tanto, indicar al sistema las horas de encendido, apagado, temperaturas límite y potencia a la que funcionar te llevará un tiempo, pero bien invertido. A partir de entonces, si utilizas las zonas de la vivienda con rutinas similares, podrás despreocuparte prácticamente de la activación y desactivación del aire acondicionado y la calefacción.

Gestión desde cualquier parte

La posibilidad que ofrecen los sistemas de climatización domótica de programarlos con antelación para que empiecen a funcionar, o se apaguen, a una hora determinada y con unos valores de temperatura concretos, no implican solo que puedes manejarlos dentro de casa. Gracias a que estos sistemas funcionan mediante una conexión a Internet, y sus aplicaciones proporcionan un panel de control centralizado para su gestión, puedes programarlos y activarlos o desactivarlos desde donde estés. Da igual si estás incluso en otro país. Bastará con contar a conexión y tener la app del sistema configurada. Por supuesto, el sistema tendrá que estar conectado también para recibir las órdenes.

Así podrás desde apagar a distancia el sistema de climatización domótica si te lo dejas encendido por error al salir de casa, o programar la calefacción para que se encienda media o una hora antes de llegar a casa. Te olvidarás de tener la casa con excesivo frío o calor cuando llegas después de mucho tiempo fuera. También de gastar en exceso, no solo por acabar con dejarte la calefacción olvidada. Al poder programar la calefacción para que se apague cuando se llegue a una temperatura, ahorrarás en energía. Y además de ahorrar, aportarás tu granito de arena para el cuidado del medio ambiente. Todo sin dejar de disfrutar de una temperatura agradable y una sensación de confort sin importar la estación del año.

Estas son las principales ventajas de contar con un sistema de climatización domótica en casa. Evidentemente, su instalación requiere una inversión económica, pero la comodidad térmica que proporcionan, y el ahorro que permiten, hace que la inversión se vaya recuperando poco a poco. Además, salvo para actuaciones puntuales, si lo programas adecuadamente, podrás olvidarte incluso de que existe. Tendrás calefacción cuando la necesites y aire acondicionado cuando haga calor. Por eso, si quieres disfrutar de sus ventajas ¡consulta con un profesional experto en reformas e instalaciones de este tipo de sistemas!

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo