Un buen mantenimiento de la calefacción te permitirá disfrutar del calor de tu hogar por más tiempo. La mayoría de las averías en cuanto a sistemas de climatización se refieren son debidas a una falta de cuidados. Por este motivo, queremos enseñarte a preparar tu calefacción para este invierno a través de una serie de pasos a seguir. ¡Toma nota!

¿Por qué hacer el mantenimiento de la calefacción?

Mantener tu sistema de calefacción en buenas condiciones no es solo una cuestión de confort, sino también de seguridad y eficiencia. Pero, ¿por qué es tan crucial realizar un mantenimiento regular de tu calefacción?

  • Eficiencia energética: Un sistema de calefacción bien mantenido opera con mayor eficiencia, lo que se traduce en un menor consumo de energía y, por tanto, en ahorros significativos en tus facturas.
  • Vida útil prolongada: Al igual que cualquier otro equipo, la calefacción requiere cuidados para garantizar su correcto funcionamiento a lo largo de los años. Un mantenimiento regular puede prolongar la vida útil de tu sistema.
  • Confort constante: Un sistema en buen estado garantiza que tu hogar se mantenga cálido y acogedor, especialmente durante los meses más fríos del año.
  • Seguridad: Evitar problemas como fugas de gas o malas combustiones es esencial para la seguridad de tu hogar. Un mantenimiento adecuado reduce el riesgo de incidentes peligrosos.

Tipos de calefacción y su mantenimiento

A la hora de hablar de mantenimiento de la calefacción tenemos que especificar entre los diferentes tipos de calefacción. Esta es la razón por la que vamos a hacer una descripción específica del mantenimiento que cada uno de ellos necesita. 

1.- Mantenimiento de radiadores

Los radiadores son el elemento principal de varios sistemas de calefacción. A través de ellos, la energía calorífica se distribuye por toda la casa. Este es el motivo principal por el cual su mantenimiento es tan importante. Para tener al día tus radiadores solo necesitas un poco de habilidad. Cada temporada y antes de que sea necesario encender la calefacción, purga los radiadores con el fin de extraer el aire que puede haber acumulado en su interior. De lo contrario, pueden aparecer pérdidas de agua, bajadas de presión, aumento de la corrosión, etc. 

Los trabajos más comunes para el mantenimiento de un circuito de calefacción con radiadores son:

  • Revisión de las posibles fugas en las juntas o en los tubos de la válvula de purga. 
  • Detección de aire caliente en los radiadores. En el caso de que colocando tu mano en las diferentes zonas del radiador compruebes que tanto la parte alta como la parte baja del mismo carecen de suficiente temperatura, esto es sinónimo de que el aire se ha acumulado en ellos. El paso siguiente sería la purga de los mismos. 
  • Tras realizar la purga es necesario comprobar la presión de la caldera. Lo más normal es que esta haya bajado un poco, por lo que deberás llenar de agua el circuito hasta llegar al indicador verde. Si te pasas de presión, entonces tendrás que calibrarla quitando el exceso con la válvula de drenaje del radiador. 
  • Cambiar los tapones de los radiadores. Este trabajo ya es algo más complicado y suele requerir la presencia de profesionales o usuarios con alta destreza. Si veas que las juntas están muy resecas o que se han oxidado, entonces es el momento de cambiar los tapones del radiador. Para ello, tendremos que desconectar el sistema de calefacción y cerrar el grifo de paso. 

2.- Mantenimiento de la calefacción por acumuladores de calor

Los acumuladores de calor están presentes en gran parte de los hogares de nuestro país. Para que su buen funcionamiento nos permita seguir ahorrando electricidad es fundamental una serie de trabajos de mantenimiento, tales como:

  • Limpiar la rejilla de ventilación de todo tipo de suciedad, especialmente de polvo. Puedes hacerlo con los radiadores apagados y con un trapo seco o húmedo.
  • Limpiar el interior del acumulador aprovechando los días en que no se esté utilizando la calefacción. Esta tarea se puede realizar de manera sencilla quitando la tapa protectora del acumulador de calor. Lee las instrucciones del fabricante para hacerlo con total seguridad. Una vez retirada podrás limpiar su interior sin mayor problema. 
  • Mantener una temperatura media de forma continua. Uno de los principales problemas de este sistema de calefacción es que, por lo general, la temperatura está muy por encima de lo recomendado. Esto implica un alto consumo de energía, así como un trabajo más exigente y forzado para tu calefacción. Manteniendo la temperatura a unos 20ºC no solo estaremos ahorrando en la factura de luz, sino que también estaremos alargando la vida de nuestro sistema de calefacción. 

3.- Mantenimiento de la caldera

No importa el tipo de caldera que tengas (de gas, de biomasa, eléctrica o de gasoil). Todas necesitan de un mantenimiento adecuado para su correcto funcionamiento. Cada año un operario de la marca distribuidora del gas, del gasoil o de la biomasa, debería acudir a tu casa para una revisión. En ella, la persona encargada deberá comprobar la estanqueidad, así como el estado de conservación de partes de la caldera como, por ejemplo, las tuberías, las gomas o las llaves. De esta manera, nos estaremos asegurando de que nuestra caldera posee una combustión óptima, así como una mejor eficiencia energética. Por último, existen las revisiones completas de calderas que se realizan cada 5 años, nuevamente por personal especializado. 

4.- Mantenimiento de una bomba de calor

Las bombas de calor aunque son mucho más seguras porque sus circuitos están cerrados también necesitan de un buen mantenimiento. Para ello, es fundamental que tengas en cuenta los siguientes pasos:

  • Lleva el control de todas las revisiones legales de tu bomba de calor. Ten en cuenta que todos sus elementos de seguridad han de ser revisados de manera periódica.
  • No te olvides de limpiar regularmente los filtros de la bomba de calor para garantizar un correcto funcionamiento de la misma. Apaga el aparato y extrae los filtros para su limpieza. Un buen indicador de que estas piezas pueden estar sucias es comprobando si la bomba calienta lo suficiente o no. 
  • Otro punto importante es la desinfección de la bomba de calor por medio del lavado de filtros con productos antibacterianos e higienizantes. E incluso, a través de la desinfección completa del aparato de calefacción. Deja enfriar la bomba de calor y no la pongas en marcha hasta una hora después de esta desinfección. 
  • La revisión los circuitos hidráulicos a cargo de un profesional y según el Reglamento Nacional de las Instalaciones Térmicas en los edificios.
  • Por último, si tu bomba de calor va a estar apagada por bastante tiempo lo más aconsejable es secar los conductos del aire para evitar la proliferación de microorganismo que se alimentan de la humedad. 

En el caso de que tengas un sistema de calefacción por suelo radiante, te recomendamos la lectura de este artículo.

Si estás pensando en reformar tu casa y en cambiar tu sistema de calefacción, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te haremos un presupuesto sin compromiso y ajustado a tus necesidades reales.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo