Dentro de los elementos que no pueden faltar en una cocina está el fregadero. Sea del tipo que sea, o tenga las dimensiones que tenga. Una cocina siempre tiene que tener un fregadero. Sirve para retener el agua, fregar menaje de cocina utilizado o en algunos casos, en caso de que tenga zona de secado y escurrido, para secar menaje fregado. Los hay de distintos tipos y dimensiones, y fabricados con distintos materiales. Pero independientemente de esto, siempre debe estar hecho con material resistente y duradero. Hay muchos modelos, tamaños y formatos de fregaderos de cocina entre los que elegir para cuando instales o reformes tu cocina. Descubre los principales tipos que tienes para elegir.

Tipos de fregaderos de cocina por su instalación

Uno de los tipos de fregaderos de cocina es el que tiene en cuenta su modo de instalación en la cocina. Los primeros son los fregaderos de sobreponer. Es decir, los que se colocan sobre un mueble específico para ellos, y que se conoce como mueble de fregadero. Debe tener un tamaño y dimensiones compatibles con el fregadero, por lo que a la hora de elegirlo hay que conocer las dimensiones del mueble disponible para él.  Este tipo de fregadero está desarrollado de manera que sus bordes queden sobre la repisa el mueble, pero sin sobresalir de él, y su instalación es quizá la más sencilla de todos los tipos de fregadero por su instalación.

El segundo de los tipos de fregaderos de cocina en función de su instalación es el fregadero encastrable, conocido así porque se insertan en la encimera de la cocina, que antes se ha cortado para hacer un hueco de las dimensiones del fregadero. Así, este se puede instalar en el punto de la encimera que se desee. No será necesario emplear un mueble concreto para ello, lo que dará más libertad de instalación. Eso sí, lo que tienes que pensar en este caso es la profundidad que puede tener el fregadero en función de donde lo vayas a colocar. También tienes que valorar el tipo de encimera en el que lo vas a encastrar, para que quede bien en ella. Por lo demás no tendrás ningún problema de elección. Hay fregaderos de cocina encastrables de todos los materiales, tamaños y colores.

El tercer y último tipo que hay de fregaderos de cocina según su instalación es el fregadero integrado. Es una evolución del fregadero encastrable, aunque se caracteriza porque es instala por debajo de la encimera, que queda completamente lisa. Su instalación es la más complicada de las vistas hasta ahora, puesto que la encimera bajo la que se instala se tiene que cortar con mismas dimensiones que tiene el fregadero. Suele ser muy resistente, aunque también ligero, para lo que suele fabricarse en acero inoxidable o resina. Se utilizan habitualmente en cocinas de estilo moderno.

Fregaderos de cocina según el material con el que se ha fabricado

Hay varios tipos de fregaderos de cocina en función del material empleado en su fabricación. El más común es el de acero inoxidable, y también es el que suele tener un precio más ajustado. Este tipo de fregadero es bastante resistente, tanto a las temperaturas elevadas o muy bajas como a los golpes. Dado que es un material muy versátil y puede adaptarse con facilidad a diferentes estilos y tener diversas formas, no suele haber problemas para integrarlo en cocinas de prácticamente cualquier estilo. Eso sí, hay que cuidarlos, puesto que su superficie puede perder su brillo a medida que pasen los años.

Otros de los fregaderos de cocina más populares, a pesar de ser relativamente recientes, son los fabricados a partir de resina. Suelen caracterizarse por tener diseños atractivos y están disponibles en varios colores. Eso sí, su nivel de resistencia es menor que el de los fregaderos de cocina de acero inoxidable. También los hay de cuarzo, caracterizados por aguantar muy bien golpes y roces. Se pueden conseguir en diversos colores y texturas, y para fabricarlos se emplea el mismo tipo de cuarzo compactado que para las encimeras, ya que es uno de los materiales que se emplean en su fabricación. Por eso no suele resultar extraño que las empresas instaladoras de cocina, si se elige una encimera de cuarzo, te propongan la instalación de encimera y fregadero de cuarzo en una única pieza.

En las cocinas que tienen un estilo más antiguo y clásico, o directamente en las de estilo rústico, se puede encontrar un fregadero fabricado en cerámica. Se caracterizan por aguantar bien los arañazos, pero no tan bien los golpes fuertes. A la hora de comprarlos también hay que tener en cuenta que su precio suele ser más caro que el de los fregaderos de otros tipos, y que hay que tener cuidado al manipular menaje en ellos, puesto que puede dañarse si se golpea con sus paredes.

Por otro lado, también puedes encontrar fregaderos de cocina en mármol o en granito. Son habituales cuando forman una sola pieza con la encimera, con la que se integra a la perfección. Por último, los fregaderos de cocina elaborados a partir de materiales sintéticos, que también suelen instalarse integrados en la encimera, están disponibles en gran variedad de colores y texturas.

Fregaderos según su configuración

También se pueden diferenciar los fregaderos de cocina por su configuración. En este caso, el que tienes que elegir depende fundamentalmente del espacio que tengas disponibles para su instalación. Pero también del uso que le quieras dar. El más básico es el fregadero sencillo, de un solo hueco y sin escurridor de vajilla o menaje. Es el indicado si no dispones de mucho espacio y cuentas con lavavajillas. El de un seno con escurridor a un lado también es para espacios pequeños, pero es más cómodo, puesto que permite colocar menaje a un lado, en el escurridor.

Existen fregaderos de un seno y medio, con y sin escurridor. En este caso, el seno más pequeño puede servir para escurrir cubiertos o para trabajar con elementos pequeños. Los fregaderos de dos senos, tanto con escurridor como sin él, son ya para cocinas más grandes y con más espacio. También son útiles en caso de que no se disponga de lavaplatos. Cada vez son menos comunes, y habitualmente solo se encuentran en viviendas unifamiliares o en pisos de grandes dimensiones con cocinas generosas.

Estos son los principales tipos de fregaderos de cocinas en función de su tamaño, forma de instalación y material con el que se han fabricado. Por tanto, a la hora de elegir uno solo tienes que tener en cuenta el espacio que tienes, el nivel de resistencia que quieres que tenga y poco más, aparte de colores y texturas. Elige el que más te guste dentro de tus necesidades y ¡disfruta de las posibilidades que ofrece a tu cocina!

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo