La madera es un material que se viene utilizando desde la antigüedad para multitud de usos domésticos. Su adaptabilidad y resistencia la convierte en un imprescindible de las reformas. Su presencia permite crear diferentes ambientes en cualquier rincón de la casa. Por este motivo, hoy queremos hablar de los tipos de maderas para cocinas. Así conseguirás elegir la que mejor se ajuste a tus necesidades. 

Por qué elegir la madera para tu cocina

Antes de hablar de los tipos de maderas para cocinas es necesario conocer el por qué de su utilidad. Aunque muchos sigan pensando que la madera es una elección arriesgada por su mantenimiento específico, lo cierto es que hoy día las maderas ya vienen mucho más preparadas. 

En el caso de la cocina, la madera juega un papel especial debido a que esta estancia se ha convertido en uno de los lugares principales de la casa. Hemos pasado de utilizar este espacio simplemente para cocinar, a pasar en él mucho tiempo de calidad con familia y amigos. Mucha gente decide incluso unir la cocina con el salón, estilo cocina americana. Por esta razón, es de suma importancia saber qué tipo de material elegir a fin de sacar su máximo partido. A continuación, pasamos a ahondar más en cada uno de los tipos de maderas para cocinas entre los cuales puedes elegir. 

Tipos de maderas para cocinas

Tipos de maderas para cocinas

Las maderas de roble, castaño, cerezo, arce, pino, haya, fresno, abedul y nogal son las más empleadas en la cocina. De igual modo, también se utiliza para su diseño y fabricación otras maderas finas como pueden ser el palisandro, el ébano, la teka, el zebrano o la caoba. Todos estos materiales son la alternativa perfecta a elementos laminados o lacados, tanto por su versatilidad como por su adaptabilidad a todos los estilos. Tenemos opciones de cocinas vintage. Veamos ahora su composición y características.

A la hora de hablar de diferentes tipos de maderas para cocinas podemos hacer distintas diferenciaciones. Según su composición tenemos:

Chapas de madera

Estas son apropiadas para las cocinas de estilo minimalista o vanguardista. Se trata de puertas y frentes lisos hechos con aglomerado, contrachapado, MDF o compuesto. A ellos se les incorpora una chapa de madera natural de aproximadamente unos 0.8 mm de espesor. 

Maderas macizas

Son mucho más apropiadas para cocinas clásicas o rústicas. Lo más habitual es encontrarnos con modelos enmarcados hechos de partes chapadas a las que se les añade otros trozos de madera maciza. Este tipo de madera es fácil hallarla en diferentes tonos naturales, tintados o incluso de varios colores. En cuanto a sus acabados, está el brillo, el mate, el decapado y el acabado envejecido. Como puedes ver son muchas las opciones que nos brinda la madera maciza. 

Pasamos, a continuación, a describir brevemente las particularidades de cada una de las maderas mencionadas al principio.

Roble 

El roble es una de las maderas favoritas en cuanto a la fabricación de cocinas se refiere. Su color natural es oscuro y sus principales ventajas son su durabilidad y resistencia a la humedad. Esta es una madera que encaja perfectamente con el estilo rústico y moderno al mismo tiempo. El roble se puede barnizar y lacar para modificar su tonalidad sin problema. Es una gran opción para las cocinas en U.

Castaño

La madera de castaño es de alta calidad y fortaleza. El castaño posee baja permeabilidad y alta resistencia a la podredumbre y los xilófagos. Se dice de esta madera que es poco nerviosa, lo que significa que puede ser sometida a grandes variaciones, tanto de humedad como de temperatura. Su densidad es de grado medio y permite una fácil mecanización, pulido y atornillado. En cuanto a su estética la madera de castaño aporta gran personalidad a toda clase de ambientes. Es un material muy cálido que aguanta bien el paso de los años. 

Tipos de maderas para cocinas

Cerezo

Estamos ante una de las maderas más delicadas y costosas del mercado. Su color varía del rojo intenso hacia el café rojizo. Si te gustan los colores fuertes y buscas que los muebles de tu cocina resalten, esta es una buena alternativa, ya que además se puede mezclar con colores neutros. Esta madera es resistente, sedosa y elegante. El arce es su alternativa más económica. 

Arce

La madera de arce es de color muy claro. Su estructura es homogénea y fácil de trabajar por lo que es muy utilizada en la fabricación de muebles de cocina. Además el arce soporta otras técnicas como el pulido, matizado y barnizado. Este tipo de madera es muy usado en cocinas clásicas y atemporales. No obstante, también se está viendo mucho en cocinas de diseño como contraste con otras maderas como, por ejemplo, el nogal. Por último, decir que el arce es una madera muy resistente a la intemperie y no se agrieta. 

Abedul

Si no te gustan las maderas vetadas el abedul es tu mejor opción. Esta madera tiene una tonalidad entre amarillenta y blanco anaranjado. Su presencia nunca pasa de moda, ya que aporta mucha luminosidad. Esto es debido a su especial brillo sedoso con unos particulares reflejos multicolor. Lo cierto es que el abedul es todo un clásico en la fabricación de cocinas. Es fácil de trabajar y resiste bien a los tratamientos de su superficie. 

Haya

Esta clase de madera posee una tonalidad rojiza que tira hacia un color amarillento. Su veta es uniforme y discreta. El haya se utiliza en las cocinas debido a que es la madera más dura y pesada de los árboles de hoja caduca. Su aspecto sencillo y natural le permiten combinar a la perfección con otras maderas de un estilo más llamativo. 

Nogal

Esta es quizá unas de las maderas más decorativas que te puedas encontrar en el mercado. Su incomparable vetado con anillos muy marcados y delicadas estrías le dan ese carácter noble tan característico. Las cocinas de madera de nogal son de las más costosas. No obstante, su resistencia y durabilidad hacen dicha inversión merezca la pena. Su aspecto liso y sedoso se utiliza mucho, sobre todo en chapados de madera, así como en los frentes de las cocinas de diseño. 

Fresno

La madera de fresno es muy polivalente. Su relación entre calidad y precio es bastante equilibrada. Existen dos tipos de fresno: el europeo y el americano. La madera de fresno americano es un poco menos densa que la del fresno europeo. Por lo tanto, menos resistente. Este material posee un color claro que tiende al blanco o a tonos café. Entre sus ventajas decir que esta es una madera que soporta bien la humedad, pero que puede ser atacada por algunos insectos y hongos. Por otro lado, el fresno es bastante flexible por lo que su trabajado y mecanización son sencillas. El precio del fresno es relativamente económico. Esto hace de ella una madera bastante popular en la fabricación de cocinas. 

Pino

Esta es una de las maderas con peor reputación. Esto es debido al desconocimiento en torno a ella. En Reformadísimo vamos a arrojar una lanza a favor de esta clase de madera. El 90% de las estructuras usadas en construcciones de todo el mundo están realizadas en madera de pino. La madera de pino, una vez tratada, se convierte en uno de los materiales más resistentes. Su aspecto puede llegar a alcanzar el de una madera maciza debido a su belleza. Su color y textura son agradables, ya que aportan calidez y sensación de bienestar. Su bajo coste y alta disponibilidad la hacen muy accesible. 

Cómo cuidar una cocina de madera

Para que tu cocina de madera luzca como el primer día es importante elegir cuidadosamente los productos a utilizar. Lee bien las etiquetas antes de probar cualquiera de ellos. Por lo general, existen en el mercado productos especialmente diseñados para el cuidado y tratado de la madera. Asegúrate de que no tengan componentes abrasivos que puedan dañarla. 

A lo largo del día se pueden acumular restos de comida y suciedad que han de ser limpiados de manera inmediata. Pasa un trapo limpio humedecido con un poco de vinagre y pásalo por puertas y cajones. Es fundamental que seques bien todos los muebles para evitar que la humedad pase hacia ellos. Esto podría hacer que se deformen si su madera no tiene el tratamiento adecuado. Por último, aplica una capa de cera después de limpiar la cocina. Espera unos cinco minutos y pasa un paño seco. Así tus muebles nunca perderán su brillo original. 

No te olvides de prestar atención también al interior del mobiliario de cocina. Vacíalos de manera regular para poder retirar todo aquello que esté en mal estado y pueda dañar su estabilidad y durabilidad. Una vez que los hayas limpiado déjalos abiertos unas horas para impedir que se acumule la humedad dentro de ellos.

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Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo