Abujardar es una técnica utilizada en el tratamiento de superficies de piedra, mármol y otros materiales duros para crear una textura rugosa y antideslizante. Este proceso se realiza mediante el uso de una herramienta llamada bujarda, que es un martillo con una superficie de golpeo dentada o punteada. Al golpear repetidamente la superficie de la piedra con la bujarda, se crean pequeñas hendiduras o marcas que dan lugar a una textura uniforme y áspera.

La técnica de abujardar es comúnmente empleada en la preparación de superficies para su uso en exteriores, donde la resistencia al deslizamiento es crucial, como en pavimentos, escaleras y zócalos. También se utiliza en la escultura y la restauración de edificios históricos, donde se requiere un acabado específico que remita a técnicas tradicionales de trabajo en piedra.

El proceso de abujardar no solo proporciona una superficie antideslizante, sino que también resalta la belleza natural de la piedra al crear contrastes entre las partes rugosas y lisas. Dependiendo del tipo de piedra y la intensidad del trabajo, el acabado puede variar desde un aspecto ligeramente texturizado hasta uno extremadamente áspero.

Además, el abujardado puede ayudar a ocultar imperfecciones en la piedra o a unificar el aspecto de una superficie, haciéndola más uniforme. Esta técnica es valorada tanto por su funcionalidad como por su capacidad para dar a las superficies un aspecto artesanal y de alta calidad.