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La albardilla es un elemento constructivo que se coloca en la parte superior de muros, pretiles, barandillas o cerramientos para proteger la estructura de la humedad y mejorar su durabilidad. Su función principal es evitar la filtración de agua de lluvia en la parte superior de los muros, evitando que el agua escurra por la pared y provoque deterioros, como humedades, eflorescencias o desprendimientos de material.

Se fabrica en distintos materiales resistentes a la intemperie, como piedra, cerámica, hormigón, mármol, metal o PVC, y generalmente cuenta con una forma inclinada o con goterones en sus bordes para facilitar la evacuación del agua.

Características y funciones de la albardilla

  • Protección contra la humedad: Evita que el agua penetre en los muros y degrade los materiales de construcción.
  • Evacuación del agua: Su diseño inclinado o con goterón impide que el agua escurra por la pared, reduciendo manchas de humedad y filtraciones.
  • Acabado estético: Además de su función protectora, aporta un remate visual que puede integrarse con el diseño del edificio.
  • Durabilidad: Fabricada con materiales resistentes a la intemperie, soporta cambios climáticos, rayos UV y agentes corrosivos.

Tipos de albardilla según el material

Estos son los tipos de albardilla:

Albardilla de piedra o mármol

Muy utilizada en construcciones tradicionales y de alta gama. Resistente a la intemperie y con acabado decorativo elegante.

Albardilla de cerámica o gres

Común en viviendas residenciales, especialmente en muros exteriores y jardineras. Fácil de limpiar, impermeable y disponible en múltiples acabados.

Albardilla de hormigón

Muy usada en edificaciones industriales o urbanas. Se puede fabricar con acabados lisos, rugosos o incluso pintarse para integrarse con el diseño de la construcción.

Albardilla metálica (aluminio o acero inoxidable)

Se emplea en construcciones modernas y minimalistas. Ligera, resistente a la corrosión y de fácil mantenimiento.

Albardilla de PVC o materiales sintéticos

Alternativa económica y ligera, resistente al agua y al desgaste. Utilizada en cerramientos ligeros y estructuras prefabricadas.

Diseño y colocación de la albardilla

Para que la albardilla cumpla correctamente su función, es fundamental que su instalación se realice de manera adecuada:

  1. Forma inclinada: Debe tener una ligera pendiente para facilitar el escurrimiento del agua.
  2. Presencia de goterón: Es recomendable que en la parte inferior tenga un goterón (una ranura o saliente que evita que el agua se desplace hacia el muro).
  3. Fijación y sellado: Se coloca sobre una base de mortero o adhesivo resistente y se sellan las juntas para evitar filtraciones.
  4. Extensión adecuada: Debe sobresalir ligeramente del muro para proteger mejor la estructura.

Aplicaciones de la albardilla en construcción

  • Muros de cerramiento y vallas: Protege la parte superior de los muros expuestos al exterior.
  • Pretiles de cubiertas y terrazas: Evita filtraciones en la estructura del edificio.
  • Jardineras y muretes: Protege los bordes de estructuras con vegetación o zonas húmedas.
  • Barandillas y elementos decorativos: Puede actuar como remate estético en muros de balcones o terrazas.

En resumidas cuentas, la albardilla es un elemento clave en la protección de muros y cerramientos, evitando filtraciones de agua y asegurando la durabilidad de la construcción. Su correcta instalación y elección del material adecuado garantizan una mayor resistencia a la intemperie, evitando problemas de humedad y mejorando el acabado estético de la edificación.