La caliza es una roca sedimentaria ampliamente utilizada en la construcción y reforma de viviendas debido a su durabilidad, versatilidad y estética natural. Es un material ideal para fachadas, pavimentos, revestimientos interiores y exteriores, así como elementos decorativos como chimeneas o encimeras. Su capacidad de ser cortada y pulida permite crear acabados elegantes y sofisticados, adaptándose a estilos clásicos y modernos.
En fachadas, la caliza no solo aporta un acabado visual atractivo, con tonalidades que van del blanco al beige y al gris, sino que también ofrece resistencia a las inclemencias climáticas. En pavimentos, su textura y tonalidad proporcionan una sensación cálida y natural, siendo muy demandada en patios, terrazas o zonas interiores de alto tránsito. Además, su fácil mantenimiento la convierte en una opción práctica para reformas residenciales.
La caliza también se emplea en la fabricación de morteros, cal y cemento, fundamentales en la construcción de estructuras resistentes y duraderas. Su capacidad para combinar estética y funcionalidad la convierte en un material clave en proyectos de reforma y construcción de viviendas, asegurando acabados de alta calidad y longevidad.