El niquelado es un proceso de revestimiento de superficies metálicas mediante la aplicación de una fina capa de níquel, que se realiza a través de un proceso electroquímico conocido como galvanoplastia. Este recubrimiento se utiliza principalmente para mejorar las propiedades estéticas y funcionales del material base, proporcionando una apariencia brillante y resistente, así como una mayor protección contra la corrosión y el desgaste. El niquelado se aplica a una amplia gama de productos, desde electrodomésticos hasta herramientas, accesorios de baño, y elementos decorativos.
El proceso de niquelado comienza con la preparación de la superficie del metal base, que debe estar limpia y libre de óxidos, grasa o cualquier otro contaminante que pueda afectar la adherencia del níquel. La pieza se sumerge en un baño electrolítico que contiene una solución de sales de níquel y se conecta a un circuito eléctrico. Al pasar una corriente eléctrica a través del baño, los iones de níquel se depositan de manera uniforme sobre la superficie del metal base, formando una capa protectora y decorativa. La grosor de esta capa puede variar según el tiempo de exposición y las especificaciones del proceso.
El niquelado ofrece múltiples beneficios, como la mejora de la durabilidad, la resistencia a la corrosión, y un acabado estético de alta calidad. Además, actúa como una capa base excelente para otros recubrimientos, como el cromado, que se aplica encima del níquel para obtener un acabado aún más resistente y brillante.