La caja de escalera es el espacio arquitectónico que alberga las escaleras de un edificio, conectando diferentes niveles, como pisos, sótanos o entreplantas. Este elemento es fundamental en el diseño de edificios residenciales o comerciales, ya que no solo facilita la circulación vertical, sino que también actúa como un componente clave en la evacuación en caso de emergencia, especialmente en edificios de muchos niveles.
Desde el punto de vista constructivo, la caja de escalera está formada por los tramos de escalones y los elementos que los complementan, como barandillas, pasamanos, descansillos, el hueco central y a veces, ascensores integrados. Puede estar delimitada por muros, acristalamientos u otras estructuras, dependiendo del diseño arquitectónico y las normativas aplicables.
La caja de escalera puede estar construida con diferentes materiales, como hormigón armado, acero, madera o vidrio, dependiendo del diseño y la función del edificio. Además, incluye características específicas como sistemas de ventilación para la evacuación de humo en caso de incendio y una iluminación adecuada, ya sea natural, mediante ventanas o claraboyas, o artificial, para garantizar la visibilidad en todo momento. Este espacio no solo cumple una función práctica y de seguridad, sino que también puede integrarse al diseño arquitectónico como un elemento decorativo.
Aunque a menudo se confunde con el hueco de escalera, la caja de escalera se refiere al espacio completo que alberga las escaleras y sus elementos complementarios, mientras que el hueco es el espacio vacío dentro de esa caja, alrededor del cual se desarrolla la escalera.