Las viviendas situadas en un último piso, o las buhardillas, suelen tener algunos problemas para contar con iluminación natural. Lo mismo sucede con el piso superior de las casas unifamiliares. Sobre todo en el caso de que el tejado no sea recto sino a dos aguas. En este tipo de cubiertas la altura del techo en la zona en la que se apoya sobre la pared exterior es más baja que el resto. En estos casos, abrir ventanas en las paredes de manera convencional suele ser problemático. En la mayoría de ocasiones, porque la pared no deja la altura suficiente para ello. En otras, porque las ventanas quedarían muy bajas. Para ambos retos, la solución es colocar claraboyas para techos.

Con las claraboyas para techos las ventanas estarán en el tejado en lugar de en la pared. De esta manera, tener una buhardilla o instalar un despacho o un dormitorio en el piso superior no tiene por qué implicar contar con menos luz exterior. Al contrario, ya que las claraboyas para techos son la solución perfecta para contar con más luz natural en la casa sin que ello suponga una merma en la resistencia del tejado o del techo.

Claraboyas para techos: cómo son

Las claraboyas para tejados o techos están disponibles con distintos sistemas de instalación. E incluso de apertura. También las hay de distintas formas: rectangular, cuadrada, piramidal o redonda. Las más comunes son las dos primeras, por las facilidades que aportan para su apertura en el caso de que cuenten con el mecanismo necesario para ello. Porque también puede hacer claraboyas en el techo fijas. Estas no dispondrán de mecanismo de apertura y funcionarán como puntos fijos de luz.

La claraboyas para techos que cuenten con sistema de apertura también pueden utilizarse para la instalación de extractores de humos o mecanismos que faciliten la salida al tejado o al techo en caso de tener las dimensiones necesarias para que pueda pasar una persona a través de ellas.

Generalmente, este tipo especial de ventana es plano o curvado. En el caso de las planas, se utilizan sobre todo para las claraboyas que se abren. Las curvadas pueden tener una o dos capas (cúpulas), y generalmente son fijas. Además, en función de si se quiere ver a través de las claraboyas o que solo entre la luz, el cristal  puede ser transparente u opaco.

Sistemas de apertura: husillo y manivela

La mayoría de tipos de claraboyas para techos cuentan con un sistema de apertura. Así, además de dejar pasar la luz, también podrán servir para ventilar la estancia en la que se encuentran. Eso sí, lo normal es que no se abran como las ventanas convencionales. En su lugar, se abren de dentro hacia afuera; generalmente, hacia arriba y con uno de sus lados unido al tejado o al zócalo de la claraboya. Los otros tres lados se levantan con un ángulo mayor o menor. De esta manera dejan pasar el aire al interior de la estancia, además de facilitar la ventilación. Este ángulo de apertura solo es completo si la claraboya está concebida como una especie de puerta de acceso al tejado.

Dentro de los sistemas manuales de apertura para las claraboyas de techos, los más comunes son los de husillo y manivela. Las claraboyas para techo que lo usan emplean una especie de husillo telescópico que se acciona apoyándose en una manivela similar a las que se utilizan para los toldos. Es un sistema compuesto por un husillo de doble recorrido que se acciona con una manivela muy parecida a la de los toldos. Gracias a esto se puede elegir el ángulo al que se abrirá la claraboya.

En caso de que la claraboya sea de gran tamaño -generalmente en las que tienen más de metro y medio de lado- se coloca un sistema doble que, con un único mando para la apertura, es capaz de mover al mismo tiempo dos husillos. Así el sistema de apertura es mucho más estable que accionándolos de manera independiente.

Apertura eléctrica en claraboyas para techos

La apertura de las ventanas de las claraboyas también puede ser eléctrica, lo que hace que sea mucho más cómoda y sencilla, y se pueda aplicar a prácticamente todos los tipos de claraboya. En este caso, la apertura eléctrica puede ser de dos tipos: por pulsador o por mando a distancia. En el primer caso, el sistema de apertura lleva un motor eléctrico que está conectado a la red de electricidad de la vivienda en la que se encuentra a través de un pulsador ubicado a cierta distancia, en la pared. Para abrir o cerrar la ventana solo hay que pulsar el botón y presionarlo de nuevo cuando se desee detener el mecanismo. En cualquier caso, el sistema tiene un tope, y pasado un cierto ángulo, la ventana ya no abre más.

Este motor también está protegido contra las variaciones de temperatura, que pueden afectar a su funcionamiento en verano e invierno. Tal como sucede con las claraboyas para techos de apertura manual, si estas son grandes también tienen que contar con un dispositivo especial. En este caso, para las que tienen más de 1,60 metros de lado, el motor que se emplea para abrirlas o cerrarlas será de cremallera.

En el caso de los sistemas de apertura para claraboyas mediante mando a distancia, el motor del sistema incorpora un emisor/transmisor que recoge la señal que se le envía desde el mando al pulsarlo. Así, el sistema sabrá si debe abrir o cerrar la claraboya. Este método no necesita un cableado a un botón en la pared para funcionar. Solo hay que conectarlo a la corriente, lo que facilita bastante su instalación.

Apertura telescópica: da salida al exterior

Si la claraboya se quiere utilizar, además de para dar luz y ventilar, como punto para la salida al tejado, tendrá que contar con un sistema de apertura telescópica. Para que este sistema funcione, el marco de las claraboyas de techos y el zócalo de las mismas están unidos entre sí por bisagras. Además, la claraboya lleva unos amortiguadores para suavizar el impacto del cierre. Generalmente permite un ángulo de apertura mucho mayor que otros sistemas. Así es más sencillo salir al tejado o al techo para realizar tareas de reparación, limpieza y mantenimiento del mismo.

Como verás, hay muchos tipos de claraboyas para techos, y es posible que te sirva más de una. Si no sabes por cuál decidirte, lo mejor es contactar con expertos en su instalación y reparación. Así recibirás asesoramiento sobre el tipo y formato de claraboya que más te convenga en cada caso.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo