En los tiempos que corren, viajar para pasar unos días de vacaciones en la playa o la montaña es para muchos algo inalcanzable. Como mucho, si tienen suerte, podrán refrescarse en alguna casa en zonas rurales o en localidades fuera de las grandes ciudades, en caso de que vivan en una. En estos casos, las casas que cuentan con un jardín son muy apreciadas. En un jardín se puede disfrutar del aire libre sin agobios, mogollones ni los inconvenientes y peligros que en la actualidad supone salir de casa en la mayoría de regiones. Por eso son muchos los que ahora las buscan. Además, en ellas se pueden instalar piscinas desmontables para refrescarse.

Estas piscinas pueden ser de muchos tamaños, precios y estar fabricadas con diferentes materiales. Pero todas tienen un denominador común: proporcionan la oportunidad de refrescarse y disfrutar de un rato agradable sin salir del jardín. Si quieres hacerte con una, y te pierdes entre todas las posibilidades, tamaños y tipos disponibles, no te preocupes. A continuación te mostramos qué tipos de piscinas desmontables, y al alcance de todos los bolsillos, puedes adquirir.

Piscinas desmontables: más económicas y versátiles que las de obra

Por mucho que cueste, una piscina desmontable, siempre será más económica que hacer una de obra. Además, montarla y tenerla lista para el baño siempre supondrá muchos menos quebraderos de cabeza. Por otra parte, no es necesario contar con un terreno de grandes dimensiones para instalarla, y las hay que caben en uno de tamaño medio sin ningún problema. Para terminar, cuando acabe la temporada de piscinas y quieras retirarla, solo tendrás que desmontarla. Podrás guardarla hasta el próximo verano, y recuperar el espacio que ocupaba.

Eso sí, antes de comprar una piscina tienes que analizar cuidadosamente cuál es la que más te conviene. Como es obvio, para ello has de tener en cuenta varios aspectos. El principal, además del presupuesto con el que cuentas, es el espacio que vas a destinar a su instalación. También las dimensiones que tiene dicho espacio.

Piscinas hinchables, para espacios más pequeños

Las piscinas hinchables son las más utilizadas en espacios más pequeños. También son las que tienen unas dimensiones más reducidas y, generalmente, menos profundidad. Por eso son las preferidas por padres con niños pequeños para que estos puedan darse un chapuzón sin peligro. Estas piscinas, además, tienen otras ventajas. Para montarlas no hace falta ninguna estructura, ni de madera ni metálica. Y para guardarlas cuando se desmontan no hace falta tanto espacio como con las otras.

Estas piscinas están fabricadas generalmente en PVC con varias capas, y en contra de las creencias más habituales con respecto a ellas, pueden tener, en caso de las redondas, un diámetro de entre 1,80 metros y más de 4 metros. su longitud, en el caso de las rectangulares, puede superar ampliamente los dos metros. En cuanto a su profundidad, ronda o supera ligeramente el medio metro de altura, aunque hay modelos más pequeños pensados para niños más pequeños, de más o menos 30 o 40 centímetros de altura. En cuanto a su forma, las hay fundamentalmente circulares y rectangulares.

Piscinas autoportantes

A las piscinas hinchables que hemos visto hasta ahora se las conoce como piscinas autoportantes, y además de las más sencillas de montar, ya que basta con un sistema de inflado para montarlas, y con vaciarlas y quitarles el tapón que mantiene el aire en su interior cuando se quieren quitar, son las más económicas. Pero hay otros modelos que también son autoportantes, como veremos a continuación.

Además de las piscinas hinchables que hemos visto hasta ahora, también se pueden considerar dentro de las autoportantes las piscinas que están fabricadas en PVC de mayor resistencia, y que incorporan un elemento encargado de hacer de soporte para ellas. Se trata de una junta de inflado, por donde se introduce el aire necesario para montar la piscina, con el aparato adecuado para hacerlo. Son, como las hinchables más pequeñas, más sencillas de montar y desmontar que otros modelos con estructura, y se pueden utilizar de manera ocasional y guardarse en espacios más reducidos.

Eso sí, estas piscinas también tienen sus inconvenientes. No son muy profundas, lo que puede llevar a que los niños más mayores o los adultos no disfruten con ellas como los más pequeños. Además, cuando se pliegan o despliegan para guardarse, pueden agujerearse o romperse. Como resultado, el aire y el agua escaparían de ellas cuando se monten en otra ocasión, y no servirían para su propósito original.

Eso sí, están preparadas frente a los cambios de temperaturas y a los impactos. Para su colocación, y aunque se trata de los modelos más resistentes, con varias capas de PVC, hay que tener cuidado con el estado del terreno en el que se sitúan. Es aconsejable ponerlas en una superficie lo más lisa posible, y sin objetos punzantes ni aristados o piedras. Para intentar evitar pinchazos o roturas, es aconsejable también colocar una lona o plástico debajo.

Piscinas desmontables con marco

Aparte de las piscinas autoportantes, hay otros dos tipos de piscinas desmontables: los modelos con marco. Estas pueden tener tanto forma rectangular como redonda, y son más resistentes que las autoportantes. Pueden ser rectangulares o redondas, aunque en algunos casos pueden ser hexagonales u octogonales también. Se trata de piscinas que cuentan con una base rígida, generalmente metálica, a la que se suejta una lona dotada de fijaciones para unirla a la estructura.

No es necesario inflar estas piscinas, que se pueden cubrir cuando no se utilicen para que el agua no se ensucie. En general, a diferencia de lo que ocurre con las autoportantes, pueden contener el agua para el baño durante varios días sin necesidad de cambiarlas. Es en estos casos cuando cubrirlas por la noche o los días que no se utilicen evitará que esta se ensucie. La cobertura de la piscina se fija a su borde metálico. En cuanto a su altura, oscila entre los 80 centímetros y el metro y veinte o treinta, generalmente.

A diferencia de lo que sucede con las autoportantes, pensadas para poder montarse y desmontarse con rapidez, el montaje y desmontaje de las piscinas desmontables con marco es algo más complicado. También se tarda más tiempo en tenerlas listas, por lo que están pensadas para permanecer montadas durante todo el verano y desmontarse y guardarse cuando bajan las temperaturas en otoño.

Piscinas rígidas

Las piscinas desmontables de mejor calidad y con más resistencia, aunque también las más caras y complicadas de montar y guardar, son las rígidas. A cambio, ofrecen otras ventajas. Generalmente son las que tienen más profundidad, y las que tienen una mayor superficie de todas. Además, están fabricadas de manera que la estructura que la soporte pueda ser atractiva. Así, las hay realizadas en PVC rígido, que forman las planchas rígidas exteriores que conforman las paredes de la piscina, hasta hechas en acero inoxidable y madera preparada para exteriores.

Esto hace que estén entre las más elegantes y de mejor aspecto para colocar en jardines. Estas piscinas, aunque en principio sean consideradas desmontables, no se pueden montar y desmontar a voluntad. Generalmente, una vez montadas no se aconseja su desmontaje ni siquiera en invierno. En realidad, más que piscinas desmontables se pueden considerar piscinas automontables sin obra. Una de las grandes novedades en la actualidad, son las piscinas de arena.

Capacidad, filtros y accesorios

Las piscinas desmontables tienen una capacidad variable, que dependen de sus dimensiones. Generalmente, las hinchables son las que menos capacidad tienen. Los modelos más grandes pueden llegar a contener varios miles de libros de agua. Esto también hay que tenerlo en cuenta cuando se va a elegir un modelo de piscina. Si no se tiene en cuenta y se opta por un modelo de grandes dimensiones sin ser conscientes de lo que pueden contener, el consumo de agua puede derivar en su susto en la factura. Aparte, claro está, del impacto en el medio ambiente, que también conviene cuidar.

Por eso no es aconsejable que en los modelos más voluminosos se renueve el agua con frecuencia diaria. Para ello habrá que cuidar de que el agua esté limpia y no tenga hojas ni crezcan algas. Con filtros y otros elementos, como redes de retirada de elementos ajenos, como hojas, se pueden mejorar las condiciones del agua, y su mantenimiento.

Los filtros absorben agua, hojas e incluso insectos, por lo que son de gran ayuda para el mantenimiento del agua. A pesar de que muchos piensan que solo existen para piscinas de obra, también los hay para las desmontables. Son fundamentalmente de dos tipos: de cartucho, para las piscinas más pequeñas, aunque también sirve para las medianas, y de arena con bomba de filtro. Este es de mayores dimensiones que el de cartucho, así que se utiliza sobre todo en las piscinas más grandes. Además, las piscinas desmontables de mayor calidad cuentan con una unidad con filtro que se coloca en su superficie y se ocupa de limpiar el agua. A este módulo se le conoce como skimmer. Este post sobre la reforma de una terraza exterior, seguro que te da buenas ideas.

Esto pone de manifiesto que las piscinas desmontables no solo están compuestas de un armazón más o menos duro y con mayor o menor resistencia en el que se echa el agua. También tienen que contar en muchos casos con accesorios y elementos que sirvan para mantener el agua limpia, y eliminar sus impurezas. Si quieres hacerte con una para aliviar el calor estival, ten todo esto en cuenta para comprar la más adecuada para tu bolsillo y para disfrutar de un relajante chapuzón en el jardín.

Contenido validado por María Luisa De La Rubia
Socia Fundadora en Reformadisimo