Guía definitiva para reformar una casa en 2025: fases, presupuesto y decisiones clave
Transformar una vivienda antigua en la casa de tus sueños es un proceso emocionante, pero también complejo. En esta guía práctica te explicamos cómo reformar una casa paso a paso, abarcando desde la planificación inicial y las fases de obra, hasta consejos para ahorrar dinero en la reforma y la gran decisión de reformar una casa antigua o comprar una nueva. Actualizada a 2025, esta guía definitiva reúne la experiencia de Reformadísimo en reformas integrales de viviendas en Madrid para que afrontes tu proyecto con seguridad y los mejores resultados.
- Planificación de la reforma: primeros pasos
- Fases de una reforma integral paso a paso
- Cómo reformar una casa antigua con poco dinero
- ¿Reformar una casa antigua o comprar una nueva?
- Preguntas frecuentes
Planificación de la reforma: primeros pasos
:contentReference[oaicite:0]{index=0} Antes de iniciar la obra, es fundamental dedicar tiempo a la planificación. En la imagen, una pareja revisa los planos de la nueva distribución de su vivienda. Definir con claridad qué se quiere reformar y con qué presupuesto cuentas es el primer paso para el éxito de la reforma. Haz una lista de necesidades y prioridades de tu familia: ¿ampliar la cocina? ¿renovar instalaciones antiguas? ¿mejorar la eficiencia energética? Cuanto más claro tengas el objetivo, más fácil será tomar decisiones durante el proceso.
Establece un presupuesto realista desde el principio. Decide si financiarás la obra o usarás ahorros, y sé franco con la empresa de reformas sobre el límite de gasto. De este modo podrán ajustarse a las calidades adecuadas (por ejemplo, un mismo modelo de suelo o grifería puede tener rangos de precio muy distintos). Ten en cuenta también un colchón para imprevistos (alrededor de un 10-15% adicional) para no llevarte sorpresas.
Inspírate e infórmate. Navega por internet, revistas y proyectos de reformas para identificar estilos de decoración y materiales que te gusten:contentReference[oaicite:1]{index=1}. Esta investigación previa te ayudará a visualizar el resultado deseado y comunicar tus ideas. Si te animas, incluso realiza un plano básico de la vivienda señalando los cambios que imaginas; ver la idea sobre plano te permitirá ajustar medidas y distribución antes de hablar con profesionales.
Busca profesionales de confianza para llevar a cabo la reforma. Lo ideal es contar con una empresa especializada en reformas integrales que se encargue de coordinar todas las fases. Pide referencias, consulta proyectos anteriores y asegúrate de que ofrecen contrato y garantías. En muchos casos, conviene incorporar al proyecto un arquitecto o interiorista, especialmente si la reforma es integral y afectará a la distribución de espacios:contentReference[oaicite:2]{index=2}. Un arquitecto podrá optimizar el diseño, aportar soluciones creativas y preparar planos técnicos. (Muchas empresas de reformas –como Reformadísimo– cuentan con arquitectos en su equipo para facilitar este servicio.)
Solicita varios presupuestos detallados. Contacta con 2 o 3 empresas y proporciona la misma información sobre lo que quieres para tu casa. Cuando recibas los presupuestos, compáralos partida por partida:contentReference[oaicite:3]{index=3}:contentReference[oaicite:4]{index=4}. Desconfía de presupuestos globales poco desglosados (ej. “Reforma piso completo: 50.000 €”) y pide siempre que especifiquen cada tarea (demoliciones, fontanería, electricidad, etc.) con sus cantidades (metros cuadrados, unidades) y calidades. Así podrás entender en qué se está invirtiendo el dinero y ajustar si es necesario.
Toma la decisión y firma un contrato. No elijas solo por el precio: valora la experiencia, las calidades propuestas y la confianza que te transmita la empresa. Es preferible invertir un poco más en profesionales serios que garanticen un trabajo bien coordinado y sin sobresaltos:contentReference[oaicite:5]{index=5}. Una vez lo tengas claro, firma un contrato de reforma que incluya plazos, pagos, alcance de los trabajos y garantías. ¡Ahora sí, a por la obra!
No olvides los permisos y licencias. Antes de comenzar, infórmate en tu ayuntamiento sobre las licencias de obra necesarias. En Madrid, por ejemplo, la mayoría de reformas integrales requieren al menos una Licencia de Obra o Comunicación Previa. Tu arquitecto o empresa de reformas suele encargarse de tramitar estos permisos por ti, asegurándose de cumplir la normativa local. Tener la licencia en regla te evitará multas y problemas legales a futuro.
Nota: Si solo planeas reformar una parte de la vivienda (por ejemplo, la cocina o el baño), considera que acometer una reforma integral por fases puede encarecer costes y alargar tiempos. En Reformadísimo nos especializamos exclusivamente en reformas integrales de viviendas completas en Madrid, por lo que no realizamos obras parciales. Siempre recomendamos abordar la renovación de toda la casa de forma conjunta para lograr un resultado homogéneo y optimizado.
Fases de una reforma integral paso a paso
Una vez tienes el proyecto definido, presupuesto acordado y permisos listos, comienza la obra en sí. ¿Cómo es el proceso de reforma integral? Cada proyecto es único, pero casi todas las reformas de viviendas completas siguen una secuencia de fases similar. A continuación, te explicamos en orden lógico cuáles son y qué ocurre en cada etapa (puedes verlas resumidas en este reel de nuestro Instagram):
1. Demoliciones
El primer paso de la obra es derribar lo antiguo para poder construir lo nuevo. En la fase de demoliciones se eliminan tabiques viejos, revocos, alicatados, suelos antiguos, falsos techos y cualquier elemento que no vaya a mantenerse en la nueva configuración. Esta etapa suele ser rápida (unos pocos días) y genera mucho escombro, por lo que se colocan sacos o contenedores para retirarlo de forma organizada. Es normal sentir impresión al ver tu casa “destrozada”, pero ¡tranquilo! Es un paso necesario para lograr la transformación deseada.
2. Levantamiento de tabiquería
Tras demoler, se construyen los nuevos tabiques y elementos estructurales internos según el diseño pactado. Aquí se levantan las nuevas paredes de distribución (ladrillo, pladur u otros sistemas), se cierran huecos antiguos y se abren los nuevos (por ejemplo, para ganar espacio entre cocina y salón). También es el momento de reforzar elementos estructurales si el proyecto lo requiere, como vigas o pilares, siempre bajo supervisión técnica. Al finalizar esta fase, la casa empieza a tomar forma con su nueva distribución de espacios.
3. Instalaciones de fontanería
Con la estructura de las estancias definida, se acomete la renovación de las instalaciones de fontanería. Se instalan tuberías nuevas de agua fría y caliente, desagües y tomas para baños, cocina y electrodomésticos (lavadora, lavavajillas, etc.). Es crucial usar materiales de calidad (tuberías de cobre, multicapa o polietileno reticulado) y dimensionar correctamente las bajantes y desagües para evitar futuros atascos. Si la casa tiene calefacción por radiadores, en este punto también se renuevan las tuberías de calefacción o se replantea la instalación para nuevos radiadores o suelo radiante.
4. Instalación eléctrica
Paralelamente a la fontanería (o inmediatamente después), se renueva la instalación eléctrica de toda la vivienda. Esto incluye cableado nuevo, ampliación del número de circuitos (para dividir iluminación, enchufes, electrodomésticos, climatización, etc.), instalación de mecanismos (cajas, tubos corrugados) y replanteo de puntos de luz y enchufes según el nuevo diseño. Una reforma integral es la ocasión ideal para actualizar la electricidad de la casa a las normativas vigentes y a las necesidades modernas (más potencia contratada, tomas de red, domótica si se desea). Todo quedará preparado, aunque los enchufes, interruptores y luminarias se colocarán más adelante, en los acabados finales.
5. Alicatados
Tras las instalaciones “ocultas”, se procede a los revestimientos. En baños y cocina, lo primero es el alicatado de paredes con los azulejos elegidos. Los alicatados requieren mano de obra cuidadosa para que las baldosas queden bien niveladas, con las juntas alineadas y un sellado perfecto. Aquí se empieza a ver el acabado decorativo en estas estancias húmedas. Es importante usar materiales adecuados (pegamentos, juntas impermeables) para garantizar durabilidad y evitar filtraciones.
6. Solados
A continuación se coloca el pavimento en toda la vivienda. Puede ser tarima flotante, suelo laminado, gres cerámico, porcelánico, microcemento u otro material según tus preferencias. Un buen solado requiere nivelar bien las superficies antes de colocar las piezas para evitar desniveles. Si elegiste suelo radiante, previamente se habrá instalado el sistema en toda la planta. El nuevo suelo unifica visualmente la casa; por eso, en reformas integrales suele optarse por el mismo pavimento en la mayoría de estancias para dar continuidad (salvo quizá en baños). Al terminar el solado, ya puedes pisar sobre tu futura casa renovada.
7. Techos
En esta fase se instalan los falsos techos de pladur (yeso laminado) u otros materiales en aquellas estancias donde haga falta. Casi todas las reformas integrales incluyen bajar los techos para empotrar focos de iluminación, pasar conductos de aire acondicionado, o simplemente para alinear alturas entre habitaciones. Tras colocar la perfilería y placas de yeso, se rematan juntas y se dejan listos para pintar. Un techo bien ejecutado permite mejorar la iluminación y la eficiencia térmica/acústica de la vivienda mediante aislantes.
8. Pintura
Con paredes y techos cerrados, llega el toque de color. Los pintores preparan las superficies (lijado, imprimación) y aplican la pintura en muros y techos según la paleta elegida. Suelen darse dos o tres manos de pintura para un acabado uniforme. La elección de colores y acabados (mate, satinado) es clave para la estética final; tonos claros amplían espacios y aportan luminosidad, mientras que un toque de color en alguna pared puede dar personalidad. La fase de pintura transforma la obra fría en un hogar acogedor, dejando todo con apariencia limpia y nueva.
9. Carpintería
Ahora se instalan todos los elementos de carpintería. Esto incluye las puertas interiores nuevas (y sus marcos y molduras), los armarios empotrados o vestidores a medida, y las ventanas en caso de haberlas sustituido. También se montan otros detalles de madera como rodapiés, frisos decorativos o revestimientos. La carpintería a medida se suele fabricar previamente en taller y en esta fase se coloca y ajusta en obra. Un buen trabajo de carpintería mejora la funcionalidad (ej. mayor aislamiento con ventanas nuevas, más almacenamiento con armarios diseñados al milímetro) y aporta calidad percibida al acabado de la reforma.
10. Montaje de cocina y baños
Entramos en la recta final montando el mobiliario de cocina y los sanitarios de los baños. Los muebles de cocina (modulares o a medida) se instalan junto con la encimera, fregadero, grifería y los electrodomésticos integrados. En los baños, se colocan lavabo(s), inodoro, bidé (si lo hubiera), plato de ducha o bañera, griferías, mamparas y accesorios. Esta fase requiere coordinación entre carpinteros, fontaneros y electricistas para dejar todo funcionando correctamente. Ver la cocina terminada y los baños equipados suele hacer mucha ilusión, porque ya casi puedes imaginarte disfrutando tu nueva casa.
11. Colocación de mecanismos y remates finales
Por último, los electricistas colocan los mecanismos: enchufes, interruptores, puntos de luz, portero automático, termostatos, etc., completando así la instalación eléctrica. Se instalan las luminarias (ojos de buey, lámparas, apliques) que hayas escogido, y los aparatos de climatización si los hubiera. Además, se realizan todos los remates finales: sellar juntas de silicona en baños y cocina, repasar algún toque de pintura, fijar tiradores, pomos y accesorios, y en general dejar todo perfecto y funcionando. Esta atención al detalle marca la diferencia en el resultado de la reforma.
12. Limpieza y entrega de llaves
Con la obra finalizada, se realiza una limpieza profunda de toda la vivienda para eliminar el polvo de obra y dejarla lista para entrar a vivir. Suelen intervenir equipos profesionales de limpieza para asegurar que no quede rastro de escombros ni suciedad en rincones difíciles. Finalmente, llega el momento esperado de la entrega de llaves: la empresa de reformas te muestra el resultado, comprueba contigo que todo esté conforme al proyecto y te entrega tu “nueva” casa. ¡Enhorabuena! Empieza tu vida en un hogar totalmente renovado.
:contentReference[oaicite:6]{index=6} Imagen: Interior de una vivienda madrileña durante la reforma integral, tras las demoliciones y con nuevos tabiques en proceso. Las fases de obra de una reforma integral transforman por completo la casa, desde los escombros iniciales hasta los acabados finales. Contar con profesionales especializados garantiza que cada etapa se ejecute en el orden y tiempo adecuados, minimizando contratiempos. Como puedes ver, una reforma integral implica múltiples oficios (albañilería, fontanería, electricidad, carpintería, pintura…) que deben coordinarse correctamente. En Reformadísimo nos encargamos de gestionar todo el proceso llave en mano, para que tú no tengas que preocuparte por nada más que disfrutar el resultado.
Cómo reformar una casa antigua con poco dinero
No todas las renovaciones requieren un presupuesto enorme. Si tu objetivo es reformar una casa vieja con poco presupuesto, existen estrategias para minimizar costes sin sacrificar calidad ni estilo. A continuación, te damos varios consejos prácticos para lograr una reforma low cost aprovechando al máximo los recursos:
Repara y refuerza la estructura existente
Antes de emprender cambios estéticos, invierte en solucionar problemas estructurales de la vivienda. Arregla humedades, grietas, filtraciones o refuerza forjados si es necesario. Muchos defectos pueden subsanarse sin obras gigantes: por ejemplo, inyectar resinas en muros con humedad o consolidar vigas de madera dañadas. Consultar con profesionales te ayudará a identificar qué partes de la casa puedes salvar y reutilizar. Reforzar lo existente suele ser más barato que demoler y construir de cero, y sentará una base sólida para todo lo demás.
Mejora el aislamiento y la eficiencia energética
Invertir en aislamiento térmico y eficiencia a largo plazo te permitirá ahorrar dinero después en facturas. Aunque suponga un coste inicial, instalar ventanas con doble acristalamiento, paneles aislantes en paredes o un buen aislamiento en el tejado reducirá el consumo de calefacción y aire acondicionado. Asimismo, renovar las instalaciones de fontanería y electricidad antiguas evita averías costosas. En España existen subvenciones y ayudas para mejorar la eficiencia energética en reformas (por ejemplo, para cambiar ventanas o calderas por modelos eficientes), lo que puede aliviar el gasto. Un hogar bien aislado y eficiente es más económico de mantener y aumenta el valor de la casa.
Elige estilos decorativos económicos
En cuanto a acabados, decántate por materiales y estilos asequibles. Por ejemplo, el estilo industrial o rústico “desgastado” está de moda y acepta paredes de ladrillo visto o cemento pulido, que son opciones más baratas que alicatar o poner revestimientos caros. Pintar paredes en lugar de empapelarlas, usar estanterías abiertas en lugar de armarios a medida, o restaurar elementos vintage (puertas antiguas, suelos hidráulicos originales) puede darte un resultado con mucho carácter a bajo coste. La clave de una decoración económica es la creatividad: combinar muebles de segunda mano, DIY y piezas económicas con algunos detalles de calidad para equilibrar.
Reutiliza materiales y elementos existentes
Antes de tirar algo a la basura, piensa si puedes reciclarlo en tu reforma. ¿Los suelos de madera pueden recuperarse con un acuchillado y barnizado? ¿Se pueden lacar las puertas antiguas en vez de comprar nuevas? Reutilizar azulejos hidráulicos, recuperar ventanas de madera maciza añadiendo burletes, o convertir un viejo mueble en el lavabo del baño son ejemplos de cómo dar una segunda vida a elementos existentes. La reforma low cost implica ser ingenioso: todo lo que aproveches reduce la lista de compras. Además, incorporar detalles originales restaurados le dará personalidad única a tu casa renovada.
Usa vinilos y pintura para renovar superficies
Los vinilos adhesivos son aliados perfectos para transformar espacios con poco dinero. Existen vinilos para suelos, encimeras, azulejos, electrodomésticos… prácticamente cualquier superficie se puede cubrir con vinilo decorativo resistente a la humedad y al calor. Por ejemplo, en vez de cambiar todos los azulejos de la cocina, puedes colocar vinilo imitación mosaico hidráulico sobre los existentes. Del mismo modo, un simple mueble puede cambiar radicalmente pintándolo o forrándolo con vinilo. Esta técnica DIY es económica, reversible y ofrece resultados sorprendentes. ¡Unos azulejos pasados de moda pueden lucir totalmente actuales por una fracción del coste de reemplazarlos!
Apuesta por el DIY en pequeños proyectos
En la medida de tus habilidades, atrévete con el hazlo tú mismo (DIY) en algunas partes de la reforma. Pintar paredes, montar algunos muebles, colocar estantes o lámparas son tareas que un particular puede realizar con un poco de dedicación, ahorrando costes de mano de obra. Eso sí, conoce tus límites: trabajos técnicos como electricidad, fontanería o alicatados complicados es mejor dejarlos a los profesionales para evitar “chapuzas” que luego salgan caras. Pero anímate con proyectos sencillos: además del ahorro, aportarás tu toque personal a la casa. Ver algo hecho por ti mismo en tu nuevo hogar ¡no tiene precio!
¿Reformar una casa antigua o comprar una nueva? Decisiones clave
Cuando buscas vivienda, surge la duda: ¿me conviene más comprar una casa nueva o una antigua para reformar? La respuesta depende de muchos factores personales y del propio inmueble. Aquí analizamos las principales cuestiones que debes valorar para tomar esta decisión trascendental.
Tu situación actual y planes de futuro
Primero, reflexiona sobre tus necesidades y proyecto de vida. ¿Quieres vivir en el centro de la ciudad, en las afueras o en un entorno rural? ¿Prefieres un piso, un chalet adosado o una casa independiente? ¿Planeas formar una familia en los próximos años? Tus circunstancias y visión de futuro inclinarán la balanza:contentReference[oaicite:7]{index=7}:contentReference[oaicite:8]{index=8}. Por ejemplo, si valoras vivir en pleno centro urbano, será más fácil encontrar pisos antiguos a reformar, ya que la obra nueva suele concentrarse en las periferias. En cambio, si sueñas con estrenar chalé en una urbanización tranquila, quizás optes por obra nueva en las afueras. Define cómo y dónde quieres vivir en 5, 10, 20 años, porque la vivienda debe adaptarse a ese plan.
Diferencia de precio: vivienda usada + reforma vs obra nueva
El coste económico es determinante. Hoy en día, la mayoría de viviendas en venta son de segunda mano. Según expertos inmobiliarios, comprar una vivienda usada puede salir entre un 10% y 50% más barato que una de obra nueva equivalente:contentReference[oaicite:9]{index=9}. Con ese ahorro inicial, financias la reforma. Además, en una casa antigua casi siempre hay margen para negociar el precio a la baja con el vendedor (sobre todo si necesita reformas), cosa que con una promoción nueva es imposible. Eso sí, todo depende del estado del inmueble: calcula cuánto tendrás que invertir en la reforma integral y súmalo al precio de compra para comparar manzanas con manzanas. Aún así, normalmente sigue compensando económicamente reformar una casa vieja porque acabas con un producto personalizado a menor coste total que uno nuevo de serie.
Ubicación y tipo de vivienda
La ubicación es otro punto clave. Si para ti es importante vivir en una zona céntrica ya consolidada, casi seguro tendrás que recurrir a vivienda de segunda mano, pues quedan pocos suelos para obra nueva en el corazón de las ciudades:contentReference[oaicite:10]{index=10}. Por ejemplo, en Madrid capital la mayoría de pisos nuevos se construyen en barrios periféricos o PAUs, mientras que en los barrios clásicos solo encuentras pisos antiguos para reformar. En pueblos pequeños o entornos rurales sucede lo contrario: abundan casas antiguas (muchas necesitadas de reforma) y puede no haber promoción nueva disponible en años. Piensa también en el tipo de vivienda: tal vez prefieres el encanto de un piso antiguo con techos altos en el centro, o por el contrario quieres las comodidades (garaje, zonas comunes) de una urbanización moderna. La oferta inmobiliaria varía según la zona, así que tu decisión reformar vs. comprar irá ligada a dónde quieres vivir.
Revalorización de una vivienda reformada
Renovar una casa antigua en buena ubicación suele ser una excelente inversión. Las viviendas usadas en barrios céntricos y consolidados tienden a revalorizarse enormemente tras una reforma:contentReference[oaicite:11]{index=11}. Piensa que compras “lo viejo” barato, lo modernizas y su valor de mercado sube muy por encima de lo que gastaste. De hecho, estudios recientes indican que una rehabilitación integral puede aumentar el valor de la vivienda entre un 20% y un 65%, dependiendo de la zona:contentReference[oaicite:12]{index=12}. Esto supone beneficios significativos si en el futuro decides vender. En cambio, una vivienda nueva recién comprada no tendrá ese margen de revalorización (inicialmente incluso puede depreciarse como un coche nuevo al sacarlo del concesionario). Por tanto, si tu objetivo es invertir o buscas rentabilidad, reformar una casa antigua bien ubicada suele ser más rentable que comprar obra nueva.
Calidad de construcción e instalaciones
Las calidades técnicas de una vivienda nueva vs. una antigua también difieren. En la obra nueva todo es flamante: estructura, aislamiento, fontanería, electricidad, calefacción… no tendrás que preocuparte de esas partidas en muchos años. En una casa de más de 30-40 años, es probable que toque actualizar las instalaciones (tuberías, cableado) durante la reforma:contentReference[oaicite:13]{index=13} para equipararlas a estándares modernos de seguridad y confort. La buena noticia es que, una vez reformada, tu casa antigua tendrá equipamientos nuevos al nivel de una vivienda recién construida. Además, las construcciones antiguas a menudo destacan por su solidez estructural y calidad de materiales (muros gruesos, maderas nobles) que superan a algunas construcciones modernas más estandarizadas. Al final, reformando logras combinar lo mejor de ambos mundos: la robustez de lo antiguo con la eficiencia de lo nuevo.
Gastos e impuestos asociados
No olvides considerar los gastos adicionales. Al comprar vivienda usada en España se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), mientras que en obra nueva pagas IVA y AJD (Actos Jurídicos Documentados). Dependiendo de la comunidad autónoma, el ITP puede rondar el 6-10% del precio, similar al 10% de IVA de obra nueva, así que en impuestos la diferencia no es grande. Donde sí puede haber variación es en los gastos de comunidad: un piso antiguo puede implicar derramas para reparar tejado, fachada o ascensor de todo el edificio, mientras que en uno nuevo esos elementos están impecables (aunque también pagarás más cuota por zonas comunes tipo piscina o gimnasio). Por último, piensa en la financiación: reformar una casa antigua implica pedir hipoteca para la compra y quizá un préstamo reforma aparte, frente a la simplicidad de la hipoteca única de obra nueva. Haz números globales incluyendo todos estos gastos para tomar una decisión con conocimiento.
Subvenciones y ayudas para reformar
Un punto a favor de reformar es la posibilidad de acceder a ayudas públicas. Actualmente existen planes de rehabilitación a nivel estatal y autonómico que subvencionan parte de las reformas enfocadas a eficiencia energética, accesibilidad y conservación. Por ejemplo, los fondos Next Generation de la Unión Europea (canalizados a través del Plan de Recuperación) ofrecen subvenciones para cambiar ventanas, mejorar aislamientos, instalar energías renovables o poner ascensor en edificios antiguos:contentReference[oaicite:14]{index=14}. Si tu casa cumple los requisitos, podrías ahorrarte hasta un 40-80% del coste de esos trabajos gracias a estas ayudas. Informarse vale la pena: reformar una casa antigua con subvenciones puede hacerla mucho más rentable económicamente frente a comprar nueva.
Ventajas de reformar una casa antigua
Además de los números, reformar tiene ventajas cualitativas importantes. Al reformar puedes personalizar totalmente la vivienda a tu gusto: distribución, materiales, acabados, todo a medida de tus preferencias:contentReference[oaicite:15]{index=15}. En una obra nueva, en cambio, recibes lo que hay (acabados estándar) y si quieres cambios tendrás que hacer obras posteriores. Otra ventaja es el encanto: muchas casas antiguas poseen elementos con carácter (techos altos, vigas de madera, fachadas clásicas) imposibles de replicar en una construcción moderna. Al reformar puedes conservar y resaltar esos detalles históricos, logrando un hogar único que combine lo nuevo y lo antiguo. Por último, en ubicaciones céntricas, reformar te permite vivir en la zona que deseas sin renunciar al confort actual. En resumen, una casa antigua bien reformada te ofrece lo que ninguna nueva puede: la ubicación ideal, el carácter auténtico y un diseño hecho 100% a tu medida.
En conclusión: la disyuntiva entre reformar o comprar no tiene una respuesta universal, pero si la vivienda antigua tiene buena localización y estructura, suele merecer mucho la pena reformarla. Obtendrás la casa que realmente quieres, probablemente a menor costo total que una nueva, y con potencial de mayor revalorización. Por supuesto, si la casa está en muy mal estado o no se adecúa a tus necesidades aunque la reformes, entonces será mejor buscar otra o decantarse por obra nueva. Analiza con cabeza todos los factores anteriores y toma la decisión que mejor encaje con tu proyecto de vida.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las fases de una reforma integral de una casa?
Las reformas integrales suelen dividirse en etapas: planificación y diseño, obtención de permisos, demoliciones iniciales, construcción de nuevos tabiques, renovación de instalaciones (fontanería, electricidad), colocación de revestimientos (alicatados, suelos, pintura), instalación de carpintería (puertas, armarios, ventanas), montaje de cocina y baños, y por último los remates finales, limpieza y entrega. Cada fase tiene sus tiempos y coordinación de gremios, por eso es importante contar con una empresa que gestione el proyecto completo.
¿Cuánto cuesta reformar una casa en 2025?
El coste depende del tamaño de la vivienda, la envergadura de la reforma y las calidades elegidas. En Madrid, una reforma integral estándar puede rondar de 600€ a 1000€ por metro cuadrado en 2025. Por ejemplo, reformar un piso de 100 m2 podría costar en torno a 60.000€–100.000€. Es un rango amplio porque influye si se cambian todas las instalaciones, si se incluyen muebles de cocina/baño, calidades de acabados, etc. Lo ideal es solicitar un presupuesto detallado a una empresa de reformas para tu caso concreto. En cualquier caso, piensa que reformar una casa antigua suele salir más económico que comprar una equivalente nueva ya construida.
¿Cuánto tiempo se tarda en reformar una casa por completo?
El plazo medio de una reforma integral de una vivienda suele oscilar entre 2 y 5 meses, según la complejidad. Un piso estándar de unos 80-100 m2 suele requerir alrededor de 3 meses de obra. Viviendas más grandes o reformas con muchas personalizaciones (por ejemplo, muebles a medida, derribos estructurales) pueden llevar 4-5 meses. También influyen los trámites de licencia (que pueden tomar varias semanas antes de empezar). Una buena planificación y coordinación de gremios por parte de la empresa de reformas permite acortar los tiempos lo máximo posible.
¿Qué permisos necesito para reformar mi casa?
Para una reforma integral normalmente necesitarás al menos una Licencia Urbanística o presentar una Comunicación de Obra ante el Ayuntamiento. El tipo de permiso varía según el municipio y el alcance de la reforma. Por ejemplo, en Madrid una reforma con cambios de distribución requiere Licencia, mientras que si no alteras tabiques podría bastar una Comunicación. Si la vivienda está en un edificio protegido, también hará falta permiso de Patrimonio. Lo más sencillo es asesorarte con un arquitecto o con la empresa de reformas: ellos prepararán el proyecto técnico y gestionarán la licencia adecuada antes de iniciar la obra.
¿Es mejor reformar una casa antigua o comprar una nueva?
No hay una respuesta única: depende de tus prioridades. Reformar una casa antigua permite conseguir la ubicación deseada (centrales donde no hay obra nueva), aprovechar un precio de compra más bajo y personalizar totalmente la vivienda, a cambio de vivir unas obras y asumir esa gestión. Comprar nueva obra te ahorra la molestia de la reforma y tienes garantías del promotor, pero es más caro y estarás limitado a las ubicaciones y diseños disponibles. En general, si la casa antigua tiene buena estructura y te encaja la zona, reformarla suele ser más rentable y satisfactorio porque obtienes justo lo que quieres. Si no te ves pasando por una reforma o no hay tiempo que perder, una casa nueva llave en mano puede convenir más. Lo importante es analizar caso por caso.
CONTENIDO VALIDADO POR MARÍA LUISA DE LA RUBIA
Socia Fundadora en Reformadisimo